Parecía extremadamente complacido consigo mismo, los ojos le brillaban con pasión desatada. Zayn se preguntó si sabría donde se estaba metiendo y decidió darle una última oportunidad para cambiar de idea antes de hacer algo de lo que pudiera arrepentirse. Se lo debía a Niall y a él mismo.

Sí, el rubio confiaba en él, Zayn nunca haría algo para herirlo. Pero si le demostraba exactamente lo exigente y agresivo que podía ser a la hora de conseguir lo que quería, tal vez él se diera cuenta de lo peligroso que su plan podía ser para ambos.

_ Ya que hemos llegado a un acuerdo, ¿estas listo para la primera lección?- le preguntó. Niall se quedó atónito y echó un vistazo fugaz a la ventana que había detrás de Zayn, con vista al aparcamiento del edificio.

_ ¿Aquí, ahora?

Por lo visto, lo aterraba la posibilidad de que los descubrieran. Estupendo Zayn estaba dispuesto a asustarlo todavía más. Lo acorralo contra la pared más cercana y colocó las manos a ambos lados de su cabeza, dejándolo sin salida...a menos que él fuera quien le pidiera que lo soltara.

Bajo la mirada a sus brillantes labios rosados y volvió a subirla lentamente hasta sus ojos...esos ojos color miel que tantas noches le robaron el sueño.

_ Claro, ¿Por qué no?- preguntó, arrastrando desvergonzadamente las palabras. La emoción de lo prohibido destello en los ojos del rubio-Sea cual sea la primera lección, estoy dispuesto- susurro, provocándolo con sus palabras y su impaciencia por explorarlo todo con él- vamos a ello.

_ Sí, vamos- murmuro él, inclino la cabeza en busca de su boca y finalmente lo besó...como había querido besarlo durante lo que parecía una eternidad.

Niall había soñado con aquel momento durante años, pero ninguna de sus fantasías se acercaba ni remotamente a la realidad de aquel beso, de la boca de Zayn contra la suya, de la presión de sus labios convidándolo a separar los suyos para deslizar la lengua y saborearla. El beso fue ardiente, ávido y apasionadamente agresivo; todo lo contrario a los delicados preliminares caballerescos a los que Harry lo tenía acostumbrado.

Zayn no era un caballero a la hora de besar, y su respuesta lo excitó más de lo que nada lo hubiera excitado en su vida. Aquello era exactamente lo que anhelaba. Ser poseído por un hombre y experimentar la pasión en su forma más salvaje e indómita.

Un solo beso había bastado para que se sintiera vivo, un joven con deseos y necesidades, era maravilloso experimentar un arrebato instantáneo de lujuria por un hombre.

Pero por muy excitante que fuera aquel beso, no era suficiente.

Ansiaba un contacto más íntimo y no solo en los labios, las manos del moreno seguían firmemente apoyadas contra la pared y al menos había seis centímetros de separación entre sus cuerpos.

Adoptando el papel de chico agresivo, que pretendía ser aquel fin de semana, buscó remedio al problema para borrar cualquier resto de cohibición que pudiera quedar en él y hacerle saber que no quería el menor comedimiento entre ellos.

Bajo las manos hasta la cintura de sus pantalones y enganchando los dedos en el cinturón, tiró lenta e inexorablemente de él hasta que sus curvas se amoldaron a los recios contornos masculinos. Sus caderas se encontraron, la impresionante erección se apretó contra su vientre, sorprendiéndolo muy agradablemente.

Saber que era él responsable de su excitación acrecentó su confianza y avivo aun más su deseo, deslizo las manos hasta su trasero y aferró sus glúteos. Instintivamente se arqueo hacia él y froto la pelvis contra la dura protuberancia de sus jeans, deleitándose con el gemido que retumbo en el pecho de Zayn.

Él entrelazo los dedos en sus cabellos y le hizo ladear la cabeza para acoplar mejor sus bocas en aquel beso húmedo, ardiente y gloriosamente erótico. Con su mano libre le acaricio la mandíbula y fue descendiendo, hasta que su pulgar encontró el pulso errático en la base de su cuello, pero no se detuvo ahí, sino que le desabrocho el botón superior de la camisa y extendió la palma sobre la piel descubierta, poco a poco fue bajando, a medida que la respiración de Niall se hacía más y más jadeante, hasta que finalmente tuvo su mano en su pequeño y firme pecho. La tela de la camisa de su uniforme era fina y ligera y cuando él le acaricio la tetilla con su pulgar a través de la tela, él se estremeció violentamente.

Zayn parecía perdido en el embriagador placer del beso y al mismo tiempo irradiaba una sexualidad incontenible. Sus largos dedos se tensaron entre los cabellos del rubio y lo presionó con más fuerza contra la pared con su cuerpo grande y poderoso.

Apretó las caderas contra las suyas y profundizó aún más con la lengua en el interior de su boca. Su cuerpo desprendía un intenso calor masculino, mientras que Niall sentía su propio cuerpo cada vez más húmedo y blando, pidiendo a gritos que lo tocara en aquellos lugares olvidados durante tanto tiempo.

Entonces empezó a sonar el teléfono del escritorio y Zayn se apartó con un respingo, a punto de perder el equilibrio y dar con su trasero en el suelo por las prisas en poner distancia entre ellos, respiraba agitadamente, Niall casi se echó a reír al ver la expresión de incredulidad en su rostro. Parecía incapaz de creerse que él, el tan conservador y dulce, le hubiera permitido llegar tan lejos.

Y entonces cayó en la cuenta, de que la verdadera intención de Zayn había sido hacerlo cambiar de opinión con aquel beso explosivo y dominante, pero le había salido el tiro por la culata, ya que él lo deseaba ahora más que nunca.

Zayn era todo lo que había deseado en su vida, y aquel beso demostraba que él también lo deseaba y mucho.

Zayn rodeó bruscamente el escritorio y pulso el botón del intercomunicador en el teléfono, sin apartar la mirada del acalorado rostro de Niall.

_ ¿Qué pasa, Baby?

_ La señorita Edwards ha venido a dejar su Porche para revisión- la voz de su secretaria lleno el pequeño despacho- y quiere hablar contigo Zayn, por las reparaciones y sabes que ella solo habla contigo, no quiere a Liam.

_ Ofrécele algo de beber y dile que voy en un minuto- miro disimuladamente su entrepierna y apretó el botón del intercomunicador otra vez- mejor dile que voy en cinco, entretenla un rato, por favor- corto la comunicación, pero permaneció tras su mesa.

Del otro lado se oyó un gruñido de fastidio- Gracias por tal honor cariño- finalizo la comunicación su secretaria, lo cuál le hizo gracia a Niall.

Niall se rozó ligeramente los labios con los dedos y vio cómo se dilataban las pupilas de Zayn con renovado deseo, sentía lo labios húmedos y deliciosamente hinchados, después de haber experimentado los besos rápidos y desapasionados de Harry, aquella nueva sensación era incomparablemente deliciosa, así como contemplar la reacción de él al modo tan seductor con que se tocaba la boca.

Bajo la mano y fue él primero en romper el silencio.

_ Creo que acabas de darme la primera, segunda y tercera lección- dijo con una sonrisa

_ Nada de eso, aún queda mucho por aprender- respondió él, devolviéndole la sonrisa- sí es que aun sigues interesado...

¿De verdad creía que iba a renunciar?

_ Más que nunca, estoy impaciente por disfrutar de tus clases particulares hasta el último minuto.

Zayn sabía que tenía que sacarlo de ahí, o no respondería de sí mismo, si seguía hablándole de esa forma necesitaría mas de cinco minutos para calmarse...Maldita chiquilla riquilla pensó, no podía llegar un poco después.

_ En ese caso, estaré en tu casa esta noche, a las siete en punto, y quiero que te pongas algo provocativo- en realidad dudaba que tuviera ropa sugerente, ya que no era su estilo.

Niall arqueo una ceja con curiosidad.

_ ¿Otra lección?- o tal vez otra prueba para amedrentarlo pensó

_ Podría decirse que sí- respondió él, acercándose a Niall con un brillo de decisión en la mirada- si quieres saber lo que le resulta sexy a los hombres, hay una cosa que no puedes olvidar.

_ ¿Y que es?- pregunto con los ojos muy abiertos.

_ A casi todos los hombres les gusta la estimulación visual en el sexo contrario-dijo, agarrando los lados de la camisa y estiro el tejido sobre el pecho- si quieres llamar nuestra atención, lo primero que debes hacer es darnos un aliciente para mirar, arrojarnos un cebo. Y para ello nada mejor que un atuendo adecuado y convenientemente ceñido, o provocador, sin desnudarte claro, solo para insinuar lo que tienes.

La tela tensa sobre la piel de Niall, revelando su pecho, coronado por sus tetillas puntiagudas, la curva de la cintura y las caderas, Zayn lo devoro con la mirada, provocándole un torrente de calor por el cuerpo.

_ Tienes un cuerpo muy bonito, Ni- murmuro- no tengas miedo de mostrarlo y ya que este fin de semana es para aprender, quiero que te pongas algo excitante para Mí- hizo especial énfasis en lo último. Le soltó la camisa, pero los pezones del rubio seguían dolorosamente endurecidos.

_ Veré lo que puedo hacer- consiguió murmurar, si el quería verlo con ropa provocativa, eso sería lo que vería.

Agarró su morral y salió del despacho, sintiendo cómo la emoción revoloteaba en su estómago. Zayn Mailk le pertenecería solo a él durante las próximas cuarenta y ocho horas, y él era suyo.

Sólo esperaba que fuera tiempo suficiente para satisfacer su deseo y que finalmente pudiera sacarse a Zayn de la cabeza y el corazón, de una vez por todas.

Se pone buenaaa...no te pierdas el próximo capítulo y deja tú comentario...gracias 😘