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Propuesta Indecente

Jimin esboza una sonrisa cuando su mejor amigo -y ahora también cuñado- le sonríe a lo lejos.

Taehyung luce tan radiante y feliz del brazo de su medio hermano, que el de mejillas abultadas desea darse varias palmaditas en la espalda por haberle insistido al peliazul a confesar sus sentimientos.

¿Quién diría que después de aquella noche se volverían completamente inseparables y que terminarían casados poco más de un año después? Y es que a Hoseok solo le había bastado una noche para descubrir que Kim Taehyung era su alma gemela.

Viendo a la feliz pareja de recién casados enfrascarse en una nueva ronda de felicitaciones, Jimin decide ir por un trago.

Sonríe de manera educada y saluda a varios conocidos mientras atraviesa el salón para llegar a su destino. Ciertamente no conocía ni a una cuarta parte de los presentes, más no le sorprendía aquello. Tanto Hoseok como Taehyung eran muy sociables, por lo que probablemente terminaron invitando a casi todos sus conocidos.

Jimin niega divertido ante esta posibilidad y se dispone a dar un sorbo a su copa de champagne cuando siente un cosquilleo conocido en la nuca.

De inmediato, sus ojos buscan dar con el causante y no tarda en encontrarlo.

A varios metros de él, se encuentra Min Yoongi, observándolo de una manera que al pelirrojo se le antojaba inquietante.

Para disimular el ligero temblor de su mano, opta por retomar su acción de degustar el líquido dorado. Cerrando los ojos ante la sensación burbujeante en su boca.

Jimin había conocido a Min Yoongi en su cumpleaños número veintitrés. El chico de piel pálida logró eclipsar toda su atención en menos de un segundo.

Aparentemente no fue algo mutuo.

No obstante, no le desanimó ni un ápice la falta de interés del pálido. Todo lo contrario.

Su personalidad optimista y persistente lo impulsaba a no rendirse, por lo que no dudó en sacarle provecho a la amistad de Yoongi con Hoseok para acercarse al primero en cada oportunidad.

¿Y qué hizo Min? Dedicarle una mirada aburrida antes de alejarse en la dirección contraria.

Jimin apuró su trago cuando un sabor amargo se instaló en su paladar.

Gruñendo fastidiado se recordó así mismo que él ya lo había superado.

--Jimin. Ven. -llamó Taehyung con su particular sonrisa, rescatándolo del desagradable recuerdo --Vamos a tomarnos algunas fotos para el álbum.

Con un asentimiento, el más bajo se dispuso a seguir a su mejor amigo hasta salir por una puerta lateral que daba a un inmenso jardín.

Sin previo aviso, Tae saca su celular y empieza a tomarle fotos a un desconcertado Jimin.

--Sonríe, tonto. -espeta el peliazul, girando los ojos cuando el de mejillas regordetas sigue sin reaccionar.

--¿Tae, pero qué..? -Jimin suelta un gruñido cuando Taehyung enreda un brazo en su cuello mientras sostiene la cámara con el otro, tomando varias capturas --Cuando dijiste que nos tomáramos fotos, creí que te referías a posar para el fotógrafo de la boda.

--¿Desprecias mi talento como fotógrafo? -dice con fingida indignación, ganándose una carcajada de parte del pelirrojo --Me alegro tanto de tenerte otra vez aquí.

Jimin para de reír para contemplar a su mejor amigo, quien le sonríe con genuina afecto y orbes sospechosamente húmedos.

--¡Pero no llores! -exclama entre divertido y conmovido --Nunca vas a dejar de ser un sentimental, Tae.

Tae niega antes de lanzarse a los brazos de un Jimin que se esfuerza para que la emotividad de su amigo no lo haga llorar a él también.

--Kim Taehyung, deja de llorar o vamos a terminar hechos un desastre. -exige a la par que con sus manos se encarga de secar las pequeñas lágrimas que se deslizan por el rostro adverso, recibiendo por respuesta un asentimiento.

--Ahora soy Jung Taehyung. -corrige el peliazul con una sonrisa temblorosa, pero llena de orgullo.

--Es verdad. -reconoce, empujándolo con el codo suavemente a modo de broma y ganándose la risa de este --Ahora también somos cuñados.

--Lo somos.

Un cómodo silencio se instala entre ellos por un rato en el cual Jimin se dedica a admirar el inmenso paisaje verdoso.

Por su parte, Tae de limitaba a observarlo, meditando sobre un tema que le causa inquietud --No tenías que irte. -articula con suavidad y un matiz de culpabilidad en la voz que el pelirrojo captó de inmediato.

--No seas tontos. -voltea a verlo con expresión tranquila --Me fui porque era una buena oportunidad para mí y porque la distancia me ayudaría a superar mi tonto enamoramiento.

Taehyung chasquea la lengua con disgusto --No quieras engañarme. -reprocha con un puchero infantil --Sé perfectamente que te fuiste para darnos espacio a Hobi y a mí. En serio, no era necesario que lo hicieras.

Jimin tararea con despreocupación.
Lo cierto es que, sí, una de las razones por las que decidió realizar sus prácticas en otra ciudad era porque temía que la reciente relación de su hermano y su mejor amigo jamás avanzaría correctamente mientras él estuviera en medio. Y es que Hoseok, siendo el consentidor y sobreprotector que era, insistía en incluirlo en sus salidas con el peliazul, alegando que no dejaría de lado a su pequeño hermano. Y Tae era igual o peor.

Ciertamente adoraba a ambos y le encantaba pasar tiempo con ellos, pero le quedaba claro que, con él de por medio, jamás se concentrarían en su relación de pareja.

Y vaya que tenía razón.

Después de todo, a unos tres meses de mudarse de ciudad, Hoseok y Taehyung empezaron a pasar tanto tiempo juntos que decidieron compartir apartamento. Cuatro meses más tarde de aquello...allí estaban: casados y felices.

Y él no podía estar más satisfecho por ello.

--Deja de preocuparte por pequeñeces. Eres mi mejor amigo, no hay nada que no haría por ti.

--Jimin...

--Te voy a golpear si empiezas a llorar otra vez.

Taehyung sorbe por la nariz ante la vana amenaza, empezando a abanicarse el rostro con ambas manos para erradicar la humedad de sus ojos.

--¿Y qué hay de lo otro? -la pregunta toma a Jimin por sorpresa --¿La distancia te ayudó a olvidarlo?

Inhala de manera sonora antes de expulsar todo el aire de sus pulmones
--Pensé que sí, pero ya no estoy tan seguro.

Porque sí, era cierto que uno de los motivos por los que se fue era para tratar de olvidad a Min Yoongi.

--Deberíamos volver adentro. -sugiere en dirección al peliazul. Sinceramente, hablar de sus sentimientos no correspondidos era algo que no se le antojaba. Para su fortuna, Taehyung acepta su evasiva sin replicar, por lo que ambos se adentran al salón.

--Aquí están. -Hoseok se acerca hacia ellos con su habitual efusividad, contagiándoles su sonrisa de inmediato --¿Dónde se habían metido? Estaba empezando a preocuparme cuando no los vi por ningún lado.

--Estábamos en el jardín. -explica Tae a la vez que iba hacia los brazos de su esposo --Lamentamos haberte preocupado.

--Son tan empalagosos~ -se queja cuando su hermano toma al peliazul por la cintura para darle un apasionado beso.

Ante este comentario, la feliz pareja comparte una mira cómplice que pone sobreaviso al pelirrojo, quien niega. Más de poco le sirve pues, antes de que pueda escapar, ya tiene a ambos sobre él; abrazándolo, besándolo y aprentando sus mejillas simultáneamente.

Como pudo, se safó de los vergonzosos mimos y caminó tan rápido como le fue posible, obligándose a ignorar
el insistente cosquilleo en su nuca que le instaba a mirar hacia atrás

No le veía el caso.

Concentrado en salvaguardar su orgullo, se dedica a caminar aún si no está prestando verdadera atención a lo que tiene adelante.

--Auch. -lloriquea cuando su andar descuidado lo lleva a chocar contra alguien más --¡Lo siento!

--Pero si es el pequeño Jiminie. -dice una entusiasta voz que logra reconocer sin problemas --Tienes que fijarte por donde vas, cachetón.

Jimin gruñe cuando una de sus mejillas es apretada, ¿Qué tenía la gente con sus mejillas? --Yah, Namjoon. Déjame.

La mano del chico con hoyuelos es apartada de una manotazo por el más joven, quien muestra una expresión enfurruñada y fastidiada que lo único que provoca es ternura.

--¿Por qué tan agresivo, pequeño?

--No soy ningún pequeño. -asegura, inflando sus mofletes en el acto.

--Está bien. -Namjoon eleva ambas manos en son de paz. Sin embargo, no es capaz de ocultar la diversión en su mirada --Pero por lo menos sonríe, eres demasiado lindo para andar enojado.

El pelirrojo rueda los ojos en un intento de mantener su postura indignada, pero le es inevitable detener la sonrisa que de dibuja en su rostro.

--Ahí está. En verdad tienes una hermosa sonrisa.

Jimin mueve su rostro de lado a lado, negando divertido ante la coquetería del más alto. Ciertamente el trato que ha recibido de parte de ambos amigos de su hermano contrastaba enormente, a tal punto que más de una vez se había cuestionado porqué razón se tuvo que fijar en Min Yoongi y no en Kim Namjoon. Es decir, el chico frente a él definitivamente era mucho más carismático y amable. E igualmente sexi.

Quizás solo necesitaba intentar gustar de alguien más.

--¿Te has ejercitado desde la última vez que nos vimos? -comienza a batir sus pestañas y muerde su labio inferior fingiendo timidez --Pareces haber ganado más masa muscular.

Jimin da un paso hacia adelante y Namjoon retrocede en consecuencia, arrancándole una risita traviesa.

--Alto ahí, tigrillo. -ordena el de hoyuelos cuando el pelirrojo extiende hacia él una mano, con la clara intención de tocar su pecho.

--¿No te parezco lindo? -cuestiona con un brillo pícaro en los ojos --Tú a mí sí me lo pareces.

--Claro que me pareces lindo. -contesta con su mejor sonrisa --Pero ambos sabemos que no soy yo quien te interesa. Al menos no genuinamente.

Ah. Sí, cierto. Todos sabían de su interés por Min Yoongi. Por primera vez en sus veinticuatro años de vida lamentaba ser tan indiscreto respecto a sus sentimientos.

--¿Por qué no llamaste tú mi atención en vez de él? -murmura con tono amargo --Seguro todo sería más fácil.

Namjoon entorna los ojos y deja de sonreír. Si bien no le gusta meterse en los asuntos de otros, le es imposible permanecer indiferente ante el desazón del adorable chico --En realidad, pienso que estarías en la misma situación. -confieza, manteniendo su gesto serio
--Hoseok es sin duda un gran sujeto y un buen amigo, pero por mucha amistad que haya de por medio, ¿En serio crees que él nos permitiría a alguno de nosotros acercarse a su mayor tesoro?

Jimin ladea ligeramente el rostro hacia un lado con obvia confusión antes de que su cerebro procese lo dicho por el más alto. No es hasta que logra captar el mensaje que sus pequeñas orbes se expanden.

¡Pero por supuesto que la respuesta era un rotundo no! ¿Cómo es que no había caído en cuenta antes?

--Parece que ya lo comprendiste. -Namjoon esboza una sonrisa y hace amago de acariciar la rojiza cabellera cuando se percata de cuatro pares de ojos fijos en ellos. Dos de los cuales iban acercándose a cada paso --Ahora vas a tener que sonreír y fingir que esta conversación no pasó si no quieres que Hoseok me mate...allí viene.

--Hey, ¿De qué hablan? -cuestiona Hoseok, alternando su mirada recelosa desde su amigo hasta su hermano.

--De que ya es hora de que me vaya de cacería. -contesta Namjoon a la par que guiña un ojo al pelirrojo y empieza a alejarse en dirección contraria.

--¿En serio le estás hablando a mi hermano sobre tus ligues? -frunce el ceño cuando es ignorado completamente --¿Cómo se atreve...?

--Hobi, ya tengo suficiente contigo tratándome como si fuera un niño. -se queja Jimin, llamando la atención de su hermano --No obligues a otros a tratarme de la misma manera.

Hoseok sigue con su vista la dirección en la que se desplazan las orbes de su menor, frunciendo aún más el ceño cuando descubre a quién mira --¿Yoongi? ¿Aún sigues con eso?

--Si con eso te refieres a si aún me gusta, la respuesta es sí. -contesta con aire beligerante.

--Por favor, Jimin, entiende de una vez antes de que salgas lastimado.

--Ahg, no hablaré más contigo.

--¿A dónde vas? -exige saber, pero es ignorado nuevamente --Este mocoso.

--Hobi. -musita con calma Taehyung, quien se había mantenido al margen de la pequeña discusión --Perdón que te lo diga, amor, pero estás siendo demasiado sobreprotector con Jimin.

--¡Solo intento evitar que sufra! -exclama en su defensa --No quiero que Yoongi lo lastime.

--Lo sé. -sonrie comprensivo, depositando un suave beso en el rostro adverso y logrando que este se suavisara --Pero no te consta que saldrá lastimado.

--Tae, tú no entiendes...

--Puede que no lo haga desde tu perspectiva, pero sí desde la de Jimin porque yo estuve en su misma posición contigo. Y míranos ahora.

--Pero eso es porque yo tuve la suerte de enamorarme de ti, y decidí dejar atrás mis días de donjuan. Nadie garantiza que sucederá lo mismo otra vez.

--Exacto, nadie puede garantizar lo que pasará más adelante...así que, permítele almenos intentarlo.

--¿Y si todo sale mal?

--Entonces nos tendrá a nosotros a su lado para protegerlo, mimarlo y cuidarlo.

***

Jimin bufa a medida que se aleja de Hoseok. De verdad, adoraba a su hermano, pero aveces simplemente deseaba que fuera menos controlador.

Vio a Yoongi de espaldas y se encaminó con determinación hacia él. Si era cierto que el rechazo de este era por respeto y lealtad hacia quien considera un buen amigo, entonces tenía un poco de esperanza.

--Hola, Yoongi. -saludó alzando la mano y con una sonrisa nerviosa. Yoongi apena se giró en su dirección y le dedicó un gruñido como saludo.

Sin permitir que esto lo desanimara, se colocó a la par del mayor y empezó a mover el pie de lado a lado. Hasta que la curiosidad lo hizo espiarlo por el rabillo del ojo, descubriendo que tenía puesta su atención en una joven varios metros adelante.

--Es una linda chica. -comenta vacilante, puchereando cuando su comentario no obtuvo ningún resultado.

Sin decir nada, Yoongi comienza a alejarse, por lo que Jimin concluye que lo mejor sería dejar de irse por las ramas.

--Yoongi, espera, por favor. -la súplica impresa en su voz logra hacer que el pálido se detenga para observarlo con atención.

--Escucha, niño. -entona con severidad
--No tengo tiempo para perder. Ve con tu hermano y déjame en paz.

Si bien el pelirrojo siente su corazón doler ante la frialdad adversa, opta por aferrarse a la pequeña esperanza que lo llevó allí.

--Yoongi, no tienes que rechazarme a causa de Hobi...

--Ya que al parecer no eres capaz de aceptar un no por respuesta, entonces haré las cosas más fáciles de entender para ti. -interrumpe fastidiado el pálido. Tensando la mandíbula y con las manos hechas puños, se acercó hasta el más bajito, maldiciendo internamente ante la expresión dolida de este --Ante mis ojos no eres más que un mocoso al que debo tolerar porque me agrada su hermano. Nada más. Nada menos.

Un terrible sentimiento de pesar sobrecoge a Yoongi tras soltar estas palabras y notar la aflicción en la faz contraria. La idea de disculparse se le antojó de lo más atractiva cuando Jimin le brindó una sonrisa rota que lo toma desprevenido.

--Siento mucho haber sido una molestia. -musita con voz temblorosa --Prometo no molestarte más.

Jimin se gira y hecha a correr antes de que las traicioneras lágrimas comenzaran a descender. Mientras tanto, Hoseok y Taehyung comparten miradas de pesar y Yoongi se obliga a permanecer en su sitio.

[.]

Jimin caminaba cabizbajo y dejando escapar suspiro tras suspiro. Las palabras del pálido le habían dolido terriblemente, pero al menos se había contenido de llorar delante de él.

¡Dios! Que necio había sido.

--Jimin. -la suave voz de su mejor amigo interrumpe sus lamentos.

Se esfuerza en esbozar una sonrisa antes de elevar el rostro y toparse con la mirada significativa que le dedicaba Taehyung.

Quiso correr a los brazos del peliazul y llorar mientras este lo arrullaba, pero se contuvo de hacerlo para no manchar aquel día tan especial con su desdicha.

--¿Estás bien? -cuestionó Hoseok, acercándosele con mirada preocupada.

--Lo estoy. -para su fortuna, logró mantener la voz firme y su sonrisa intacta, aún cuando la pareja le dedica una mirada escéptica --En serio, estoy bien. -asegura --¿Ya se van?

--Ahmmm... sí, nuestro vuelo parte en una hora.

--Ah, bueno. Entonces... que tengan un buen viaje... -se acerca primero a Hoseok y lo abraza con fuerza, comprimiendo sus orbes cuando este prolonga el abrazo.

"No dejes de sonreír" "No te atrevas a llorar"

Una vez es soltado por su hermano, se ve envuelto en un cálido abrazo de parte del peliazul.

--No tienes que hacerte el fuerte. -susurra Taehyung en su oído --Ven con nosotros y quedémonos en un hotel...

--No digas tonterías. -recrimina mientras se obliga a mostrarse sereno --Es su luna de miel. -rompe el abrazo para mirar a ambos --En serio les agradezco que se preocupen, pero en verdad estoy bien.

--Jimin...

--No, y ya basta. -interrumpe la replica de su mayor --¿Por qué son tan exagerados? Sí, me dolió ser rechazado, pero no es el fin del mundo. No tengo el corazón roto ni nada. -se encoge de hombros --Creo que era más una ilusión que otra cosa. Así que, por favor, no se atrevan a cancelar su luna de miel por mi causa, eso sí me haría sentir horrible.

La joven pareja parece sopesar la respuesta un instante antes de darse por vencidos. No iban a presionar más de lo necesario.

--¿Seguro estás bien? -insiste una última vez Hoseok.

--Que sí. Ya váyanse.

--Volveremos pronto. -asegura Tae, abrazándolo nuevamente --Ahora que estás de vuelta, tendremos mucho tiempo para hablar y ponernos al día.

La sonrisa de Jimin decae por un instante. Y es que bueno, aún no había encontrado el momento idóneo para aclarar lo de su supuesto regreso.

--Sí. -se apresura a responder --Pero ya váyanse que se les hará tarde.
Nos vemos pronto.

Luego de prometer una última vez que estaría bien y que se quedaría un rato más antes de irse a casa, logra hacer que la pareja se marche.

Dejando escapar todo el aire retenido, se acerca hacia el área donde están dispuestas las bebidas para que los invitados se sirvan a su antojo.

Con copa en mano, se dispone a ir en busca de Seokjin, a quien no lo había vuelto a ver desde hace un largo rato. Tras una infructuosa búsqueda se da por vencido y decide ocupar su tiempo bailando.

[.]

Min Yoongi no paraba de gruñir y ya empezaba a sentir como su mandíbula dolía de tanto tensarla mientras sus gatunas orbes observaban el indecente baile llevado a cabo por Jimin, quien no movía ni un dedo para frenar las caricias indecorosas de su compañero de baile.

¿En qué diablos estaba pensando Hoseok cuando se marchó y dejó a su imprudente hermano allí?

¿Y dónde rayos estaba Namjoon? Necesitaba encontrarlo porque no estaba dispuesto a hacer de niñera.

A Yoongi solo le bastó despegar su mirada unos segundos para perder de vista al pelirrojo. Sisea una maldición cuando lo ubica escabulléndose de la fiesta y tomado de la mano con el otro joven.

Farfulla una maldición antes de apresurarse a alcanzarlos.

--¿A dónde se supone que vas, mocoso? -cuestiona tomando al menor del brazo y separándolo del otro chico.

--Hey, consíguete el tuyo. -se queja el joven desconocido cuando Jimin es arrancado de sus brazos.

--Camina, te voy a llevar a tu casa.

Yoongi comienza a caminar, ignorando los reclamos del otro chico y los de Jimin exigiendo que lo soltara.

--Mejor cállate, mocoso. Agradece que estaba cerca para evitar que ese chico se aprovechara de ti.

--¿Aprovecharse de mí? -ríe mientras intenta safarse --Créeme que yo estaba ansioso por ser sometido en la cama.

--¿Te estás escuchando? -Yoongi se siente asqueado de solo imaginar al pelirrojo con aquel tipejo --Si Hoseok supiera lo que intentas hacer...

--No soy ni la mitad de puro de lo que a mi hermano le gusta pensar.

--Sí, estoy de acuerdo contigo en eso.

Con más fuerza de la necesaria, Yoongi cierra la puerta del copiloto una vez logra hacer que el pelirrojo abordara su auto. Condujo en total silencio hasta el apartamento que los hermanos solían compartir y en el cual, por insistencia de Hoseok, Jimin se estaba quedando.

Una vez en la puerta correspondiente, Yoongi se disponía a marcharse.

--¿No vas a entrar?

--Por supuesto que no. -entona con la habitual rudeza que el más bajo ya conoce --No creo que necesites mi ayuda. Toma un baño, come algo y acuéstate a dormir.

--No puedo creer que arruinaste mi oportunidad de tener una noche de sexo y ahora pretendas marcharte.

La indignación con la que Jimin emitía cada palabra estuvo a punto de hacer reír a Yoongi.

--Eres un maldito egoísta...

--Mide tus palabras. -amenaza mientras toma al menor por la mandíbula. Empezaba a hacerle perder la calma --Mas te vale que obedezcas y te mantengas en total silencio porque mi paciencia tiene un límite.

Pese a que su intención era atemorizar al pelirrojo, este no parece para nada asustado. Todo lo contrario, mantiene sus orbes ancladas a los delgados labios con los que lleva fantaseando hace demasiado tiempo ya, los cuales se encuentran tan tentadoramente cerca que le es imposible no relamer su belfo inferior, imaginándose como se sentiría ser besado por ellos.

--¿Qué pasaría si no obedezco?

Yoongi siente todo su cuerpo tensarse ante la forma tan seductoramente lenta en que la rosada lengua del menor se desliza por el voluminoso labio. Intenta apartarse tras percatarse de su error al haberse acercarse tanto al contrario --¿Qué haces? -exige saber cuando los brazos adversos se pasan tras su cuello, impidiéndole alejarse.

El calor que irradia el delgado cuerpo a su lado, sumado a la extrema cercanía de sus bocas, lo colocan en una encrucijada.

Él ya tenía suficiente con el hambre sexual que ese pequeño descarado lograba despertar en él con su sola presencia, ¿Cómo iba a resistirse a sus provocaciones?

Porque sí, a Yoongi le había encandilado aquel pelirrojo en cuanto puso sus ojos en él. Lamentablemente, la cruda realidad le había golpeado en cuanto Hoseok reveló que se trataba de su pequeño hermano.

Así es, el endemoniadamente sexi y hermoso chico estaba fuera de su alcance, ya que Hoseok no le perdonaría si llegara a incluir a su "inocente" hermanito a su lista de conquistas.

Tuvo que elegir entre la amistad que sentía por uno de los hermanos y la atracción que sentía por el otro.

Si bien la lejanía de Jimin supuso tanto una tortura como un alivio, lo cierto es que no se esperaba que la atracción que sentía se maximizara al volver a verlo.

¡Dios! Había estado tan malditamente celoso cuando lo vio coqueteando con Namjoon, que había vertido todo su enojo en aquellas últimas palabras que le dedicó. Y luego estaba aquel sujeto con el que bailó para rematar la noche.

--Déjate de juegos. -dice a la par que intentaba imponer una sana distancia
--¡Suéltame!

--Solo si me besas~.

Yoongi continúa intentando safarse del agarre del menor, el problema era que mientras más lo intentaba, más Jimin se aferraba a él.

Y eso le suponía un tremendo problema para mantener a raya su libido.

--Solo será una vez y ya. -asegura el bajito, logrando colgársele como si fuera un koala.

--¡Te dije que basta!

Aprovechando su ventajosa situación, Jimin logra unir su boca a la adversa. Las pálidas manos de Yoongi van a parar hasta la diminuta cintura en un intento de detener la enloquecedora fricción de sus cuerpos.

Logra romper el beso con un chasquido cuando la necesidad de respirar se hace necesaria en el pelirrojo.

--Basta. -alcanza a decir en un hilo de voz.

--Hoseok no se enterará. -Jimin gime en su oído --Si te hace sentir mejor puedes culpar al alcohol en la mañana. -usa sus piernas para balancearse suavemente contra la erección del pálido, quien a su vez gruñe excitado.

--Esto está mal. -vuelve a intentar imponer distancia.

--Tómame esta noche, Yoongi. -pide en voz baja y seductora --Prometo que solo será esta vez.

Un gemido ronco y potente vibra en el pecho del blanquecino, alimentando aún más el hambre que los consume.

Diciendo adiós a su sentido de lealtad, Yoongi da una estocada que le gana un gemido necesitado al pelirrojo.

--¿En serio te crees capaz de conformarte con una noche? -cuestiona sin importarle en realidad la repuesta. Era un amante diestro y muy generoso. No le cabía duda de que Jimin volvería por más... y él definitivamente se lo daría.

--ummgh...s-sí~. -gimotea cuando su cuello es atacado. Intenta mantener la cordura suficiente para hilar una respuesta satisfactoria para el pálido --M-me marcho en u-unos días.

--¿Qué? -Yoongi para abruptamente. Su reparación agitada y sus orbes confundidos puestos en el sonrojado rostro del menor.

--No pares~. -lloriquea cuando es privado de la deliciosa tortura.

--Creo que no te estoy entendiendo. -gracias al desconcierto de Jimin, logra separarse de este y colocarlo en el suelo --¿Como es eso de que te vas?

--Pues eso. -responde con su respiración todavía agitada y con la contrariedad pintanda en sus facciones, ¿Por qué se detenía si ya le había dado garantía de que aquello solo sería por una noche? --Me ofrecieron trabajar como empleado fijo en la empresa donde hice mi práctica.

--Y tú aceptaste. -declaró con voz plana y comenzando a alejarse.

--Claro que acepté... Yoongi, ¿Por qué te alejas.. ?

--¿Hoseok lo sabe? -cuestiona de repente, descolocando aun más al menor --¿Sabe que te vas?

--No le he dicho... pero ¿qué tiene que ver mi hermano?

-- ¡Mierda! Hay que esperar. -empieza negar mientras se aleja más --Espera a que regrese.

--Y-yoogi... ¿pero qué diablos...?

Jimin observó como el pálido se alejaba nuevamente de él. Ciertamente no entendía la maraña de sentimientos que lo atacaban justo en ese momento, pero se sentía demasiado cansado emocionalmente para analizarlos.

Confiando en que a la mañana siguiente -cuando el alcohol, la frustración sexual y el desconcierto ya no estuvieran presentes- lograría obtener una respuesta, se metió bajo las mantas y se dispuso a dormir.

Lastimosamente para él, aquel sábado por la manaña estaba incluso más confundido.

Todo el sube y baja de emociones vividas tenían su cabeza vuelta un lío.

¿Él le gustaba a Yoongi o no?

¿Qué había querido decir cuando le pidió que esperara?

¿Qué se supone que debía esperar?

Tenía tantas preguntas pero ninguna respuesta. Y, para colmo, su tonto corazón insistía en aletear esperanzado aún en contra de su voluntad.

Para cuando la noche llegó y no hubo ni rastro del pálido, Jimin estaba ya demasiado cansado de sus emociones. De su amor no correspondido. De insistir.

A la mañana siguiente, estaba tan hastiado que tomó sus cosas y decidió adelantar su regreso antes de que Hoseok y Taehyung regresaran esa noche de su luna de miel.

No quería preocuparlos con su patético estado. Y, ciertamente, sería mucho más sencillo darles la noticia del nuevo contrato por teléfono.

Dejó escapar un suspiro cansino cuando ocupó su asiento en el tren, prometiéndose que esta vez sí superaría a Min Yoongi.

--¿Se puede saber a dónde rayos vas?

Aquella enojada voz resonó en el tren, provocando que Jimin respingara en su asiento.

--¿Yoongi? -cuestiona sin poder creerse que el pálido estuviera realmente frente a él, con su expresión enojada y sus orbes mirándolo con reproche.

--Me estás costando años de vida, mocoso.

Ante la estupefacción del pelirrojo, Yoongi toma asiento a su lado.

--¿Qué haces aquí? El tren está a punto de partir.

--Te pedí que esperaras. -su voz fastidiada no hace más que colmar la poca paciencia que le quedaba al pelirrojo.

--¿Que esperara? Primero me dices que me aleje y después que espere para no aparecer. -se cruza de brazos con mirada enfurruñada y gira su rostro hacia la ventanilla --No sé a qué juegas, pero paso. Ya me cansé de esto.

--¡Solo esperaste un maldito día!

--¡¿Y qué se supone que debía esperar?! -exclama ya harto, girándose para mirarlo airado.

--No lo sé. -Yoongi usa un tono de voz bajo esta vez --Quizás hasta que llegara Hoseok y pudiera hablar con él.

--¿Y tú para qué quieres hablar con mi hermano?

El pálido sonríe de lado cuando Jimin se muestra más calmado, genuinamente curioso por saber su respuesta.

--En realidad planeaba hacerte una propuesta, -confiesa con calma --Pero justo ahora pienso que no te mereces que te diga nada.

Jimin no responde y se limita a observar con detenimiento las facciones tranquilas del pálido, quien opta por cerrar los ojos un rato, gruñendo luego cuando siente como su mejilla es pinchada.

--Oye, no me dejes con la curiosidad. -vuelve a punchar con el índice la misma mejilla --Ya dime a qué viniste.

--Ya no te diré nada. -farfulla con voz adormilada --De todas formas dijiste que estabas cansado, ¿no?

Jimin crispa sus labios y le dedica al mayor una mirada analítica --Igual no iba a aceptar si no se trataba de una propuesta indecente. -declara a la par que coloca ambas manos sobre su propio regazo.

--Oh, vaya. -el pálido dice tras chasquear la lengua, fingiendo lamentarse cuando lo cierto es que había tenido que controlarse para no reír a carcajadas ante el descarado comentario --Y yo queriendo hablar con Hoseok sobre mis intenciones contigo antes de pedirte salir.

--¿Salir, como en una cita? -a estas alturas, estaba tan picado por la curiosidad que había dejado todo enojo atrás.

--Sip. -asiente sin abrir los ojos --Pero no estás interesado en algo serio, así que...

Jimin muerde su labio inferior en un intento de contenerse para no chillar extasiado. Aquello estaba pasando en verdad.

--Bueno. -aclara su garganta --Podría aceptar ambas cosas.

--En serio que eres un insolente. -esta vez Yoongi no puede evitar reír, contagiando al contrario en el proceso.

--Te dije que no soy tan inocente.

Ambos se miran un largo rato con la sonrisa aún adornando sus labios, envueltos en una reconfortante calidez que los mantiene sumidos en un agradable silencio.

--El tren comienza a moverse. -comenta el pelirrojo tras ver por la ventana.

En respuesta, Yoongi se encoge de hombros --Tenemos mucho de que hablar, el viaje nos dará tiempo. -se acomoda en su asiento y vuelve a cerrar los ojos, no sin antes entrelazar sus dedos con los de Jimin --Pero primero tomaré una pequeña siesta.

--Yoongi. -vuelve a llamar un rato más tarde, recibiendo un "mmmm" por respuesta que le indicaba que era escuchado --¿Cómo es que diste conmigo si me marché sin avisarle a nadie?

--Eso es algo que nunca sabrás...

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🎉🎊Feliz cumpleaños a mi Diosita del drama y deidad de los ff 🎊🎉

♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡

《Akina》

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