Propuesta Indecente
Sentado en la barra mientras aguardaba a que su bebida fuera servida, Taehyung miraba en todas direcciones, anhelando la llegada de cierto chico.
Mordió su labio inferior con nerviosismo sin renunciar a su búsqueda visual, topándose con varias miradas coquetas que no dudó en ignorar. La música que resonaba en ese momento era suave y a un volumen moderado, permitiéndole escuchar los latidos desenfrenados de su corazón.
--TaeTae, ya relájate -pidió Jimin, un pelirrojo de mejillas regordetas y su mejor amigo.
--¿Estás seguro de que vendrá? -cuestiona, llevando su atención al adverso --¿Y dónde se supone que está Seokjin? Ya debería estar aquí.
--Por supuesto que vendrá. -aseguró con total confianza el pelirrojo de menor estatura. No en vano se había pasado casi una hora convenciendo a su sobreprotector medio hermano para que no cancelara su salida de esa noche. Y es que Hoseok se negaba a dejarlo solo el día de su cumpleaños por lo que tuvo que ponerse creativo --Confía en mí, es el día y lugar correcto. En cuanto a Seokjin, seguro se le hizo tarde.
--Ya no estoy tan seguro de que esto sea una buena idea. -farfulla en voz baja, clavando sus orbes en la unión de sus manos sobre su regazo.
--No te atrevas a retractarte ahora. -sentencia el pelirrojo con seriedad, parándose de su asiento para plantarse frente a su amigo de cabellera azul --Vas a conquistar a mi hermano esta noche sí o sí. -dictaminó, apretando entre sus manos el rostro del más alto y logrando transmitirle a este parte de su seguridad y determinación --¡Vamos, repite conmigo! -pidió con una sonrisa traviesa en su rostro --¡Jung Hoseok es mío y de nadie más!
--¡Jimin! -exclamó abochornado puesto que varios se habían girado a mirarlos --¿De casualidad no quieres un megáfono? Creo que algunos no lograron escucharte.
Como respuesta, el nombrado blanqueó los ojos y volvió a tomar asiento --¿Que más da? Mejor que se vayan enterando desde ya.
--No sé cómo puedes estar tan seguro de que tendré éxito. -musita tras darle un sorbo a la bebida que recién nota ya le había sido servida --Llevo mucho tiempo enamorado de él, pero Hoseok ni siquiera parece notar que existo.
--Pues justo por eso es que estamos aquí. -le recuerda luego de terminarse de un solo trago el contenido de su vaso
--Haremos que mi hermano por fin se de cuenta de que el chico más increíble del mundo se ha fijado en él.
--La verdad no estoy seguro de poder hacer esto. -un suspiro lleno de pesadez escapa de su boca. --Él es tan genial que...
--¿Te vas a rendir sin luchar? -exige saber con indignación en la voz --Sí, Hobi es maravilloso. -concuerda con cierto orgullo y admiración hacia su mayor --Es por eso que se merece a alguien tan maravilloso como él. Es decir, a ti, Kim Taehyung.
Las orbes de Tae se humedecen ante esta declaración. Se sentía genuinamente agradecido de tener a su lado a quien, más que su mejor amigo, era como un hermano.
Esperen, si Jimin era como su hermano, entonces, Hoseok también lo sería, ¿no?
Si bueno, era mejor que dejara de pensar en cosas complicadas.
--Ya, deja de ser un llorón o tu rostro lucirá hinchado y enrojecido. -bromea el bajito, dedicándole una sonrisa afectuosa
--De acuerdo... -entona con la voz un poco más grave de lo que normalmente es.
En serio que Taehyung podía ser todo un sentimental. Y eso solo hacía que el pelirrojo lo adorara aún más.
Jimin empezó a reacomodar varios mechones azulados del contrario que se habían descolocado. Luego, se giró en dirección al bartender y ordenó una nueva ronda de bebidas antes de esbozar una sonrisa pícara.
Taehyung estuvo a punto de hacer un comentario al respecto cuando una voz conocida resonó a sus espaldas.
--¿Jimin? -cuestiona el recién llegado --¿Qué haces aquí?¿No se supone que irías a casa de tus amigos para celebrar?
--¡Hobi! -sonríe en grande el aludido y se abalanza hacia su hermano, evadiendo las preguntas recién hechas --No tenía idea de que estarías aquí.
Hoseok entrecierra levemente los ojos. Al parecer no creía del todo lo dicho por su menor.
--Aún no me has dicho porqué estás aquí. Sabes que no me gusta que salgas solo. -amonesta con expresión seria, la cual se desvaneció en cuanto un puchero adornó los labios del menor tras ser regañado.
--Solo hubo un ligero cambio de planes. -empezó a explicar a la vez que se acercaba hasta su mejor amigo para incluirlo en la conversación --Como es mi cumpleaños, Tae y yo pensamos que sería más adecuado salir que quedarnos encerrados en casa. -deslizó su brazo sobre los hombros del peliazul, llevando la atención de su hermano hasta este.
--Oh, lo lamento. -se disculpó Hoseok tras ser consciente de que había estado ignorando al joven chico --¿Cómo estás, Taehyung? Es bueno verte.
Taehyung abrió la boca, pero nada salió de ella.
Empezó a entrar en pánico.
Esa era la primera vez que el sonriente chico le decía algo más que un simple hola antes de desaparecer de su vista, y él no lograba formular ni una sola palabra en respuesta. De repente, sintió un pellizco sobre su brazo derecho y siseó una maldición antes de mirar enojado al causante. Jimin le sostuvo la mirada y con un gesto leve de cabeza le instó a responder el saludo.
--También es bueno verte, Hoseok.
Jimin sonrió satisfecho y Tae acarició la zona afectada, rezongando para sus adentros ya que el pelirrojo había sido muy brusco.
--Oye, Hoseok, ¿Se puede saber por qué rayos te desapareces sin decirnos nada? -una nueva voz con cierto matiz agresivo habló desde un costado.
Hoseok se giró con una sonrisa de disculpa en dirección a otros dos chicos, a los cuales había dejado atrás sin dar explicación alguna nada más notar la familiar cabellera rojiza de su hermano menor.
--Lo siento, Yoongi. -se rascó la nuca sin dejar de exhibir una sonrisa apenada --Es que alcancé a ver a Jiminie... -dijo como si eso explicara todo su comportamiento. Y realmente lo hacía, después de todo era bien sabido por los amigos de ambos hermanos, lo sobreprotector que era el mayor de ellos.
Taehyung, quien había quedado oculto tras Hoseok, alcanzó a asomar apenas los ojos, guiado por la curiosidad de ver a los amigos de su amor secreto. En el momento en que lo hizo, fue recibido por una coqueta sonrisa de hoyuelos y por una mirada inexpresiva. Le fue sencillo adivinar a quién de los dos pertenecía la voz grave y enojada.
--Así que por fin conocemos al pequeño Jiminie. -esta vez tomó la palabra el chico de sonrisa coqueta, quien no dudó en hacer a un lado a Hoseok para acercarse al peliazul --Vaya, Hoseok no mentía cuando dijo que eras bonito. -el alto y fornido chico acarició de manera amistosa la llamativa cabellera de un Taehyung que no sabía cómo sacarlo de su error --Aunque sí mintió con lo de la estatura. No eres para nada bajito.
--¿Le dices a tus amigos que soy bajito? -reclamó Jimin, saliendo por fin de su transe momentáneo en el cual se había quedado embobado observando al pálido chico que no dejaba de lucir fastidiado.
--Nam, este es Jimin. -aclaró Hoseok, ignorando el berrinche del mencionado
--Ese es Taehyung, su mejor amigo.
--Oh, vaya, lamento la confusión. -se apresuró a decir Namjoon con una amplia sonrisa --Bueno, yo soy Kim Namjoon y el amargado es Min Yoongi. -hizo un gesto de manos, señalando al susodicho --Es un gusto conocerlos, chicos...
--Sí, sí, sí. -interrumpió Hoseok a su amigo y compañero de trabajo --Necesito hablar un momento con ustedes. -dicho esto, se gira en dirección a los menores --No se muevan de aquí. Ya regreso.
Taehyung y Jimin se limitaron a observar cómo los tres contrarios se alejaban.
--¿De qué crees que hablen? -cuestiona Tae en dirección al pelirrojo.
--Hobi les dirá que tendrán que divertirse sin él porque cuidará de nosotros. -explica con simpleza, ignorando aquel sentimiento de decepción que quiso embargarlo.
Al cabo de un rato, Hoseok regresó al lado de Jimin y Taehyung --Bueno, chicos. Espero que no les moleste que me les una.
Ambos menores negaron al instante.
--Necesito ir baño. -se excusó Jimin, decidiendo darles un poco de espacio para que rompieran el hielo. Al instante, Tae relamió sus labios, consciente de cuál era la intención del pelirrojo al dejarlos a solas.
Recordando de repente su nueva bebida, se giró hacia la barra y tomó un sorbo, decidiendo luego que quizás necesitaría una dosis de alcohol un poco mayor para armarse de valor.
--Wow, alto ahí. -dice Hoseok tras presenciar como Tae se tomaba todo el brillante y llamativo líquido de una sola vez --¿Tienes edad suficiente para beber?
--Tengo la misma edad que Jimin. -responde el de sonrisa cuadrada al instante, no pudiendo evitar sopesar si la pregunta era en broma o no.
--Jiminie es un bebé.
Y ahí estaba su respuesta.
--Acaba de cumplir veintitrés.
--¿En serio ya tiene veintitrés? -se cuestiona para sí mismo el sonriente chico, repentinamente consciente de que, si bien siempre ha tenido mucho más presente el cumpleaños de Jimin que el suyo propio, de alguna manera su mente había estado obviando el paso de los años en lo que al menor se refiere, impidiéndole notar que este ya no era tan pequeño.
Mientras Hoseok reflexionaba, Taehyung no lograba apartar la mirada de su rostro ceñudo y pensativo.
En serio, ¿qué tan jodidamente enamorado debía estar para que, incluso de esa manera, Jung Hoseok le resultara tremendamente sexi y caliente?
--Entonces, también tienes veintitrés. -la repentina declaración provoca un respingo en el peliazul, quien desvía la mirada hacia un lado, avergonzado a más no poder.
Por su parte, Hoseok observaba con interés al chico frente a él. Era la primera vez se tomaba el tiempo de mirar atentamente al amigo de su hermano. Es decir, lo conoce desde hace años, cuando Jimin llegó un día sonriendo enormemente al presentarle a su primer y único amigo -hasta el momento- de la universidad. En ese entonces, Hoseok solo había sonreído amable en dirección a ambos chicos, encerrándose luego en su recámara puesto que tenía varios proyectos y ensayos pendientes como cualquier estudiante de segundo año de carrera.
Conforme el tiempo pasaba y un trabajo de medio tiempo se sumaba a sus responsabilidades, llegó a un punto en el que a veces solo llegaba a dormir al departamento que compartía con su hermano.
Sin embargo, no necesitó fijarse mucho para saber que Taehyung había cambiado bastante.
--Aún no, Jimin es mayor por varios meses. -Taehyung responde sin siquiera mirarlo. Estaba tan abochornado.
--Entiendo. -fue la respuesta de Hoseok, quien también apartó la mirada, reprendiéndose por la manera en la que sus orbes habían recorrido de pies a cabeza la anatomía del peliazul.
¡Por Dios! Se trataba de Taehyung, el mejor amigo de su hermano. Era prácticamente su hermano también.
--Ya llegué~ -canturreó Jimin, decidido a salvar la situación. Había estado observando al par desde lejos y no dudó en acercarse cuando se le hizo obvio que algo había ocurrido --Tae, vamos a bailar. -jaloneó al más alto del brazo para obligarlo a levantarse. Guiándolo hasta la pista de baile donde le instó a mover el cuerpo al ritmo de la música --¿Qué pasó allí? -cuestionó elevando su voz para ser escuchado --Todo parecía ir bien y de repente.. ¡¡pufff!!
--¡Lo arruiné! -Vocifera también Taehyung --Dios, me descubrió mirándolo como un idiota. Debe pensar que soy patético. -lloriqueó sobre el hombro del más bajo.
--Pero se supone que el plan es hacerle saber que te gusta. -Tae es tomado de los hombros y tirado hacia atrás para que dejara de ocultarse --Además, a juzgar por la manera en la que Hobi te comía con la mirada, ya no eres el único interesado aquí. -subió y bajó sus cejas repetidas veces tras decir aquello.
--No inventes cosas, Jimin. -pidió con un puchero. Temeroso de aquel revolteo esperanzador en su estómago --Mira que ya me estoy emocionando.
--Te estoy diciendo la verdad. -aseguró, acercándose más al peliazul --Los estaba observando a ambos desde una distancia prudente. Créeme, mi hermano no dejaba de mirarte. Lo hubieras notado de haberle sostenido al menos cinco segundos la mirada.
--¿Hablas en serio? -cuestiona irremediablemente entusiasmado con aquella información.
¿En serio Hoseok se le había quedado mirando? Una enorme sonrisa se plasmó en su rostro de tan solo imaginárselo.
Más motivado que nunca, empezó a dejar que la música guiara todos y cada uno de sus pasos.
Le encantaba bailar. Siempre había sido así y, hasta el momento, Jimin había sido su compañero de baile predilecto. No obstante, esa noche cada movimiento de su cuerpo tenía un solo objetivo: Seducir.
Taehyung entreabrió ligeramente los labios y deslizó una mano por su pecho con deliberada sensualidad. Buscó con su mirada al chico que durante varios años ha acaparado todos y cada uno de sus anhelos... y lo encontró.
Hoseok observaba desde lejos el baile casi descarado del peliazul. Por supuesto que el de su hermano era igual de provocativo, pero en ese momento sus ojos parecían anclados a Kim Taehyung. Tensó la mandíbula y apretó ambas manos hasta formar dos puños apretados cuando este le brindó la imagen más erótica que haya visto en sus veinticinco años de vida. Tuvo que reprimir una maldición cuando su cuerpo tuvo una muy inoportuna reacción. Resultaba casi impensable que aquel mocoso lo estuviera tentando con su baile, pero ese era el caso.
Tenía sentimientos encontrados, más no dudó en hacerlos a un lado cuando el llamativo baile empezó a atraer a algunos desconocidos. De varias zancadas se posicionó en la espalda de Tae, casi gruñéndole a todo el que estuviera demasiado cerca de este.
Sus manos apresaron posesivamente la estrecha cintura de quien, por cuenta propia, eliminó cualquier distancia entre sus cuerpos, restregándose de una manera descarada.
Hoseok no dudó en corresponder tal atrevimiento, presionándose más contra el menor sin ser capaz de detener la exploración que sus manos llevaban a cabo sobre el cuerpo adverso, ávidas por tocar, por conocer y memorizar cada palmo de piel.
Taehyung fue bruscamente girado hasta estar cara a cara con Hoseok, de manera que ambos podían apreciar la lujuria presente en la mirada contraria.
Sus pechos planos frotándose una y otra vez a medida que sus caderas se encontraban con cada vaivén, atrapándolos en una deliciosa bruma sensual que los hizo olvidarse del resto.
Las manos del peliazul se desplazaron posesivamente por el cuello contrario, mientras que las de Hoseok lo hacían a lo largo de su espalda. La agitación de sus respiraciones convirtiendo cada exhalación en un jadeo caliente que impactaba contra la boca ajena, ambas entreabiertas pidiendo a gritos la fusión de las mismas.
Más ninguno se atrevió a darle riendas sueltas a aquel deseo latente del cual ya eran prisioneros.
Cuando la música acabó, pasó un buen rato antes de que se alejaran, demasiado acalorados y excitados como para permitirse prescindir de aquella necesaria cercanía.
--Bailas bien. -articuló con voz sospechosamente ronca Hoseok, relamiéndose inconscientemente los labios.
Justo acababa de notar que Taehyung lo sobrepasaba por unos centímetros y esto por alguna extraña razón logró encandilarlo aún más.
El pequeño Tae había crecido maravillosamente bien.
--Tú igual. -una sonrisa tímida afloró en los labios del peliazul, dejando al mayor momentáneamente perdido en esta.
--Será mejor que nos sentemos. -sin esperar respuesta tomó al menor del brazo para que lo siguiera de vuelta a la barra
Ni loco permitiría que alguien más tuviera la oportunidad de bailar con este de la forma en que él acababa de hacerlo.
--¿Tomarás lo mismo de antes? -cuestiona una vez toman asiento, obteniendo un escueto asentimiento de cabeza en respuesta.
Luego de que Hoseok pidiera que le fuera servido lo mismo a él también, ambos sufren un ataque de timidez que los mantiene en total silencioso hasta que el de sonrisa radiante exclama asustado: --¿Dónde está Jimin?
Hoseok comienza a mover sus orbes en todas direcciones, reprendiéndose por haberse olvidado completamente de su hermano.
--Si se refieren al pelirrojo... -empieza a decir el bartender mientras les entrega sus bebidas --...dejó esta nota para ustedes.
Hoseok prácticamente le arrebató el pedazo de papel de las manos.
Se sentía fatal. ¿Qué clase de hermano era?
--"Tuve suficiente diversión por una noche, así que decidí regresarme a casa. Por favor, no se preocupen por mí y sigan disfrutando. La noche aún es joven.
Pd: Hobi, si eres tú quien está leyendo esto, no tienes que llegar a dormir esta noche ;)" -Hoseok pestañeó varias veces seguidas antes de volver a releer la nota --¿Qué rayos significa esto? -cuestiona sin despegar sus ojos de la nota.
--Creo que es su manera de decirles que lo que ustedes necesitan es una cama para liberar su tensión sexual. -comenta el joven muchacho, concluyendo rápidamente que su comentario no era bien recibido en cuanto la mirada fulminante de Hoseok cayó sobre él --Es lo que él dijo antes de marcharse. -se apresuró a aclarar --Como si alguien aquí pensara diferente luego del espectáculo que montaron en la pista. -masculla por lo bajo a la par que se aleja de ellos.
--¿Puedes creer lo que dijo ese idiota? -entona furioso, con su ceño fruncido en dirección a un desentendido bartender que prefirió seguir sirviendo tragos y no metiéndose en conversaciones ajenas.
--Sí y no me parece una mala idea. -la respuesta de Taehyung provocó que Hoseok se atragantara con su propia saliva.
--¿De qué hablas? -su voz sale con tal desconcierto, que le roba un bufido exasperado al menor.
Y es que, en serio, si después de lo acababa de pasar en la pista de baile Jung Hoseok no lo veía aunque fuera como un candidato para calentar su cama, entonces se esforzaría por borrar sus sentimientos.
No planeaba pasarse la vida lamentándose por un amor unilateral.
--No me molestaría terminar en la cama contigo. -dice de manera más directa y con una determinación que no sabía que tenía.
--Tienes que estar bromeando. -ríe de manera nerviosa, ¿Desde cuando él se ponía nervioso ante una insinuación? --Vamos, eres el amigo de mi hermano y yo...
--No te atrevas a soltarme esa estupidez de que me ves como a un hermano menor porque no lo soy. Jimin es tu hermano menor, no yo. Yo soy Kim Taehyung y me has gustado casi desde la primera vez que te vi. -espeta con suma seriedad y harto de ser visto como un niño --Ahora mismo tienes dos opciones. -prosigue --Me eliges o me rechazas. Ten en cuenta que tienes una única oportunidad, así que elige bien.
¿De dónde estaba sacando toda esa valentía y determinación? era algo que ni el mismo Taehyung podría responder. Literalmente estaba temblando de los nervios y los latidos de su corazón resonaban en sus tímpanos mientras aguardaba por una respuesta.
--No sé qué responder, yo... -no tuvo tiempo de terminar la frase porque el peliazul se giró con toda la intención de marcharse.
Taehyung presionó con fuerza sus labios mientras se acercaba a la salida sin mirar atrás. Podía escuchar a Hoseok llamarlo, pero no se detendría a darle la oportunidad de sertir lástima por él.
¡Rayos! No le pasó por la cabeza que dolería tanto ser rechazado.
Nada más poner un pie en la calle, sintió como era halado y pegado a un costado de la entrada del bar. Ya estaba listo para gritar pidiendo auxilo cuando descubrió -con mucho asombro- que se trataba del mismo que acababa de romper su pobre corazón.
--¿Quieres, por favor, esperar un segundo? -pidió Hoseok a la par que intentaba recuperar el aliento. Le había tocado correr con todas sus fuerzas para alcanzarlo gracias a que el bartender le impidió la salida, exigiéndole pagar lo consumido antes de marcharse.
--Ya me diste tu respuesta. -articula con amargura el peliazul --No hay nada más que hablar.
--Escúchame, por favor... -pidió casi suplicante. Lo cierto era que no tenía idea de qué decir. Taehyung lo había agarrado totalmente desprevenido con aquella confesión --Jamás he tenido una relación seria o duradera. -confiesa, extrañamente contrariado al revelar esto --¡Diablos, Taehyung! Difícilmente he pasado más de una noche con la misma persona...Y-yo... la verdad no se qué decirte. -acuna el bonito rostro entre sus manos y junta sus frentes. Se sentía confundido por primera vez en su vida --No tengo idea de qué esperas de mí.
--Nada que tú no estés dispuesto a dar. -alcanza a musitar Tae con las mejillas sonrojadas. Sigue sin saber de dónde sale todo aquel coraje para decir las cosas sin tapujos --Hazme una propuesta y veamos qué pasa.
Hoseok no puede evitar sonreír enternecido ante el atrevimiento del menor --Mis propuestas no son precisamente inocentes y me temo que podrían escandalizarte.
--Puede que yo sea menos pudoroso de lo que supones.
Bien, aceptaba que Taehyung había hecho añicos la percepción que tenía de él. Y aunque no estaba del todo seguro de lo que estaba ocurriendo entre ellos exactamente, sí sabía que jamás volvería a ver al peliazul como un niño.
--¿Sí? -entona entonces demasiado cerca de aquellos labios insolentes y tentadores. Hipnotizado por la forma, el color y la textura. ¡Las ganas de probarlos lo estaban volviendo loco! --¿Qué responderías ante una propuesta indecente?
Tae finge que lo piensa un rato --Dependería de cuán indecente fuera. -un gemido abandonó sus labios cuando fue tomado repentinamente de la cintura.
--¿Qué tan indecente te parece esto? -demanda saber con un gruñido bajo y gutural mientras se aseguraba de que el menor sintiera la firme erección apenas contenida bajo sus pantalones.
--Completamente aceptable. -gime nuevamente a centímetros de la boca contraria, recibiendo a cambio una sonrisa perversa.
Con su capacidad de contención por el suelo, Hoseok no pudo más que sucumbir ante la tentación que representaban aquellos mullidos labios, descubriendo la dulzura de estos e intuyendo que, definitivamente, no le bastaría con solo aquella noche.
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¡¡Feliz Navidad!!
♡♡Gracias por leer, votar y/o comentar♡♡
《Akina》
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