La burbujeante agua tibia abrazó su cuerpo con sutileza mientras el vapor que desprendía empañó todo a su alrededor, la satisfacción que sintió al hacer contacto con el agua fue grata y lo hizo olvidarse un rato de todos sus problema. Manteniendo la mente en blanco mientras la esponja recorría todos los lugares donde anteriormente había sido besado y tocado con lujuria por un alfa del que apenas sabía su nombre, recordando muy poco su rostro. Pero aún sintiendo todas la sensaciones que le hizo experimentar en una sola noche, culpando a su mismo celo por adelantarse y ponerlo en esa situación.

El chico de cabello azabache se mantuvo un buen rato en aquella bañera, deshaciéndose con cada pasada la suciedad de su cuerpo, lavando y quitando con frenesí aquellos recuerdos que guardaba su pálida piel, en la cual abundaban las marcas rojizas, moradas y grisáceas, siendo ellas testigo de todo lo que pasó en aquel cuarto la noche anterior. Un suspiro cansoso se escapó de los labios de aquel omega y cuando sintió el frío recorrer toda su anatomía decidió que era hora de salir, así que tomando la bata para cubrir su cuerpo, abandonó la bañera dirigiendo sus pasos hacia el espejo de ese baño. Mirando su reflejo en silencio, analiza cada parte de él mientras los recuerdos llegaban en fragmentos borrosos donde eran pocas las partes que podía recordar.

—¡Luna! —exclamó exasperado, tras no poder evitar aquellos recuerdos.

Y negó con la cabeza, alejando su mirada de aquella marca que relucía en su cuello.

—Debe ser una broma. —dijo mientras se aleja por completo del espejo.

Escuchando la puerta ser tocada tres veces y la dulce voz de su madre venir después del toque.

—Yoongi, hijo ¿Ya sales? —preguntó su madre un tanto preocupada por la demora del chico.

El pelinegro enfocó su mirada en la puerta de madera y sacudió su cabeza un poco para despejar todos sus pensamientos.

—Si, mamá ya voy a salir. —avisó caminando hacia la salida del baño y girando la perrilla logró ver a su progenitora del otro lado.

—La comida está lista, cariño. Cámbiate rápido y ven a comer antes de que se enfríe. —La mayor le ofreció una amable sonrisa y acarició con su mano la cara de su hijo—Sé que estás preocupado, pero te aseguro que todo saldrá bien. —aseguró dando suaves caricias en el rostro del menor.

—Mamá tengo miedo. —dejó ver el temor que sentía.

—¿A qué le tienes miedo, mi vida? —Su voz salió tan suave, casi intento consolarlo.

—A estar embarazado. —contestó aterrado por aquella suposición.

—¿Y por qué le temes a eso? —agarró con cuidado la mano del azabache y lo guió hasta la cama donde los dos se sentaron.

—Temo ser un padre terrible, así como lo fue el mío. —vociferó asustado por su futuro.

—No, cariño —negó tomando su rostro para que lo mirará—Tú nunca serías un padre terrible —le sonrió—es más me atrevo a decir que serías el mejor padre que pueda haber en este mundo —aseguró.

—¿Estás segura de eso? —la miró buscando alguna afirmación.

—¡Claro que sí! Yo misma me encargué de criar a mi hijo muy bien y con los mejores valores. Es obvio que serás un excelente padre y yo te ayudaré a serlo, cuando nazca ese bebé. Estaré aquí para apoyarte. —aseguró con mucha confianza.

—Gracias, mamá. —Sus ojos lagrimearon sentimental.

—Así que no te preocupes, hijo. Tú no serás como tu papá, él es un mal hombre mientras tú eres todo lo contrario a él. No deberías preocuparte mucho por ser igual a él. —ofreció un beso en la frente de su cachorro.

—De verdad no sé lo qué haría sin ti, mamá. Eres todo lo que tengo en esta vida y no quisiera perderte.

—No me vas a perder, yo siempre estaré aquí para ti. —le sonrió dulcemente —Ahora ve, cámbiate y sal a comer. Te estaré esperando afuera con la comida ya servida. —avisó parándose de la cama y caminando hacia la puerta, mirando por última vez a su hijo—No te demores, luego se enfría la comida —dicho eso, la mujer salió de la habitación.

Dejando al omega solo entre aquella cuatro paredes, otra vez siendo invadido por sus pensamientos. Si bien su madre tenía razón, eso no quitaba el hecho de que seguía preocupado al fin y al cabo iba a traer al mundo a un cachorro y debía esforzarse el doble para sacar adelante a su bebé y a su mamá, las dos personas más importantes de su vida.

En un cuarto de un hotel se encontró Min Yoongi después de despertar cuando el sol pegó en todo su rostro y se dió cuenta minutos después que estaba completamente solo en aquella habitación, lo extraño era que en su cuerpo no había ninguna prenda, pero si un montón de marcas que al mirarlas en el espejo del baño le hizo recordar parte de lo que había sucedido la noche anterior. Donde sin descaro alguno había entregado su cuerpo a un alfa desconocido, del cual supo el nombre después de leer la licencia que dejó tirada en el suelo.

—Kim Taehyung... —repitió el nombre del tipo con el que había pasado su celo.

¡Cielos! De verdad que ese tal Kim Taehyung era todo un dios griego, con solo ver su cara en la foto de aquel documento pudo notar lo bien esculpido que tenía el rostro y aún no se creía que pasó la noche con ese alfa, pero el tipo tuvo el descaro de escapar después de todo lo que pasaron juntos y ni siquiera dejarle su número de teléfono para comunicarse con él después, si que era un sin vergüenza.

—No lo puedo creer. —negó con la cabeza para levantarse de esa banca una vez vió su autobús acercarse.

Cuando ya estuvo en el autobús, reflexionó un poco sobre lo sucedido esa noche y se dió cuenta que el tipo con el que se había acostado no era tan descarado, sinceramente hubiera hecho lo mismo si fuera él quien se levantó. La vergüenza lo hubiera carcomido y escapar sería su primera reacción, así que no lo juzga.

Cuando bajó del bus lo primero que vio al ingresar al edificio donde vivía fue a su amigo Baekhyun, quien al verlo corrió hacia él con gran velocidad.

—¡Cuéntamelo todo! —fue lo primero que dijo cuando estuvo enfrente del pelinegro.

—¿Qué? —Yoongi lo miró confundido.

—Ay no te hagas. Te ví cuando saliste de la reunión con aquel alfa. —Su mirada acusadora cayó en el más bajo.

—De verdad que no se te escapa nada, Baek. —negó para agarrarse del brazo de su amigo —Está bien, te lo contaré todo. Con lujos y detalles.

—No con muchos detalles, luego me traumo. —negó aterrado de imaginar todo lo que le hicieron a su amigo.

—Omitiré ciertas partes, puedes estar tranquilo.

—¡Está bien! Cuéntame todo.

—Bueno, bueno. Verás.... —comenzó a contar mientras ambos se dirigían hacia el ascensor.

En donde Yoongi narró a detalle todo lo que sucedió lo noche anterior con aquel alfa al cual desconocía por completo, pero quien sería un factor importante en su vida.

Tengo la inspiración al mil y decidí por mi cuenta, que la trama de la historia iba a ser cambiada, literal voy a cambiar todo para darle un mejor desenlace a la historia.

Editado: 29/06/22

Se las quiere y aprecia mucho ♡