Mayo  29,  2012
02: 50  de la tarde

Rodrigo aun no me había hablado durante todo el día.

Septiembre  29,  2016
06:  15  de la tarde

  Estoy hablando con Rodrigo. Durante los últimos días no hemos faltado a nuestras conversaciones. Ambos llegamos a la hora que habíamos pactado. Claro que yo siempre lo espero dos o tres horas antes.

Yo: hablo en serio, debes leerlo.

El: ¿de qué trata?

Yo: Entiendes esas cosas que pasan y parecen no tener sentido, pero en el fondo sabes que si las tienen porque todo está controlado por Dios. Nada se le escapa de las manos.

El: Bien. Creo que lo leeré.

Yo: oh, desde luego que lo harás. Pediré mi reporte semanal.

El: sabes que trabajo, no seas injusta.

Yo: y tú sabes que estudio. No seas holgazán.

El: jaja. Ok, tú ganas.

El: ¿Qué piensas?

Yo: sería una locura si te lo digo.

El: amo las locuras.

Yo: estoy recordando cómo me di cuenta que estaba totalmente enamorada de ti.

El: esa fue mi parte favorita.

Mayo 29,  2012
03: 45 de la tarde.

 El maestro de historia debía irse temprano y había dicho que debíamos hacer grupos de dos para presentar un trabajo en la próxima clase. Para mi desgracia, Jenny no había llegado ese día. Y Nelson y Michael se habían vuelto los mejores nuevos amigos. Y mis amigas ya se habían olvidado de mí.

− Oye, Rodri. Ven aquí, nos haces falta, hermano.

− Sí, claro – respondió el. Yo lo observaba, pero al instante que el fijo su mirada en mí, yo aparte la vista viendo a la pizarra, y luego a mi cuaderno− ¿con quién harás el trabajo? – me pregunto estando de pie, frente a mí con su mochila en la mano. Dios, ¿Por qué no lo habías hecho aparecer en mi vida antes?

− Creo que sola – le respondí ojeando mi cuaderno, sin siquiera observarlo.

− podemos hacerlo juntos. Si quieres.

− Si. Claro. − ¿pero qué rayos nos sucedía? Éramos solo amigos − ¿Qué te sucede? – le pregunte − ¿Por qué estas hoy así conmigo?

− no pasa nada, siempre he sido así – me respondió con frialdad, mientras movía su pupitre hacia el mío.

− ¿podrías decirme que va mal? – esta vez quien estaba molesta era yo. ¿Cómo se atrevía a hablarme así?

Rodrigo se sentó e su pupitre, y cuando pregunte eso, el levanto su mirada del cuaderno y me vio fijamente. Se veía molesto y yo empezaba a sentirme nerviosa − ¿Él es tu novio? – pregunto sin más. Su entrecejo arrugado y una línea recta con sus labios; era la primera vez que lo veía actuar así. El siempre había sido sonriente, lindo y chistoso conmigo.

− ¿Quién? – pregunte. Por supuesto que sabía de quien hablaba, pero prefería la parte de hacerme la desentendida. Sentía como si me había caído una cubeta de agua fría. Me sentía tan emocionada y furiosa al mismo tiempo, que no podía controlar las emociones.

− ¡Ay, por Dios! No te hagas, el chico con quien estabas afuera ¿es el tu novio?

Baje mi vista y luego la levante. No tenía por qué sentirme mal – sí, pero ¿y eso que?

− ¿Por qué nuca me lo dijiste? – me pregunto. Ahora Rodrigo se veía ofendido, dolido. Como si de alguna extraña manera lo hubiera traicionado.

− Pues... no lo sé ¿acaso eso importa? Tú jamás me dijiste de lo tuyo con Sandra – contrataque. Lo había hecho con pura intensión, pero al segundo siguiente me había arrepentido de haberle dicho eso. Su rostro había cambiado por completo. Se veía culpable, como si él fuera el causante de todo este drama.

− ¿fue por eso que lo trajiste?

− ¿Qué? Estás loco. ¿De que estas hablando? Claro que no.

− Pues a mí me parece que sí, porque si...

– Pues no. Además tú y Sandra... ¿eh? jamás me dijiste nada sobre eso.

– No había nada que decir. Tú lo sabias todo.

– ¿todo? Te pregunte y tú solo...

− Oigan chicos – Nelson apareció de repente en nuestras sillas. Ambos, Rodri y yo, bricamos de susto. Sentía que mi rostro iba a explotar y lloraría por eso – Sé que no me están preguntando, y también sé que no debería decir esto – susurro – pero... todos sabemos lo que sienten ustedes uno por el otro y...

− ¿Qué? – medio gritamos Rodri y yo al mismo tiempo.

− Alto. Aun no termino de hablar. El punto es que... todos sabemos que se gustan, y todos sabemos que se están resistiendo – Nelson hablaba como si esto fuera un tema de algebras que nos estuviera explicando a ambos, y nosotros parecíamos dos tontos avergonzados de no saber la respuesta al ejercicio de algebras cuando esta era muy sencilla −... pero justo en este momento estaban haciendo un escándalo como una loca pareja celosa peleándose. Todos estaban viéndolos, incluida Sandra. Así que, July, no vuelvas a mencionar su nombre. Y tú, Rodrigo, ya de una vez dile a esta pobre chica todo lo que me dijiste a mí – y sin más, Nelson volvió a su lugar. Como si ya nos hubiese explicado el ejercicio de algebras.

Rodrigo y yo nos quedamos en silencio. Ninguno de los dos se atrevía a verse a los ojos ¿Qué le había dicho Rodrigo a Nelson que no me lo había dicho a mí? ¿Estaría hablando en serio, o solo era un truco para hacer que yo me alegrara? Pero si hubiese sido mentira, estoy segura que Rodri se hubiese defendido, en cambio él había guardado silencio y había bajado su cabeza.

− Deberíamos comenzar el trabajo – le dije. El solo asintió.

Mayo 29,  2012
10:  45 de la noche

  Estaba en la cocina con mi mamá. Ella hacia los últimos deberes y yo la acompañaba. Aunque mi cuerpo estaba ahí, mi mente estaba en lo que había sucedido esa tarde. Las cosas se habían puesto algo incomodas, extrañas, tensas. Decidí irme a la cama y olvidar todo, a fin de cuentas, yo estaba segura que quería a Jeremy.

Entre a mi cuarto y tome mi celular. Tenía un mensaje de Rodrigo.

El: hola, espero que aun estés despierta. Fue muy difícil tener el valor suficiente para tomar el celular y enviarte este mensaje.

El: ¿estás ahí?

El: si no quieres hablar lo entenderé.

Yo: ¿Qué quieres?

El: solo disculparme. Decir que lo siento. Lo lamento. Discúlpame, perdóname.

Yo: ¿Por qué?

El: por cómo me comporte hoy en la tarde.

Yo: en todo caso creo que quien se debería de disculpar seria yo.

El: ¿Por qué?

Yo: por haberte gritado y haberte reclamado por algo que no tenía derecho.

El: de hecho, me gusto que lo hayas hecho.

El: pero yo me estoy disculpando por no habértelo dicho antes.

Yo: decirme que...

El: lo que le dije a Nelson, cuando debí decírtelo a ti.

Yo: ¿y qué fue lo que le dijiste a el que no me dijiste a mí?

El: ¿en serio quieres saberlo?

Yo: creo que sí.

El: le dije que me gustabas mucho. Le dije que... me empezaste a gustar. No me preguntes cómo ni cuándo porque no lo sé. También le dije que quería ser más que tu amigo.

¡Uf!

Sentía que Dios me había enviado a Rodrigo y me decía que dejara a Jeremy inmódicamente. Mi corazón había empezado a vibrar y mis manos a temblar. Me sentía feliz, pero triste al mismo tiempo.

En ese momento quería tirarlo todo por la borda y poder retroceder el tiempo ¿pero para qué? No tenía ni la menor idea. Pero quería retroceder el tiempo.

Yo: ¿de qué hablas?

El: que me gustas, Juliana.

El: realmente lo siento. No sabía que tenías novio. No sabía si quiera si estabas saliendo con alguien más.

Yo: no sé qué decir.

El: no espero que digas nada. Y no es como que te esté diciendo que dejes a ese chico y estés conmigo. Aunque me harías el chico más feliz del mundo si lo hicieras. Solo quería que lo supieras.

Yo: es complicado ¿sabes? Pero creo que yo también siento algo por ti.

¡Rayos!

¡RAYOS!

¡Rayos!

¡Y más rayos!

¿Qué estaba pasando conmigo?

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Creo que me estoy enamorando otra vez de este niño. 

Dedicado a:
gaby08102