Noviembre 14,  2016
10: 12  de la mañana.

  Lunes. Hermoso y adorado y no extrañado lunes. Todo el día de ayer pase hablando con Tony sobre toda clase de tonterías que se venían a mi cabeza. Y el, no hacía más que seguirme en cada una de mis ocurrencias. En nuestra última conversación había dicho que hoy necesitaba hablar conmigo. No comento sobre qué, pero me asustaba muchísimo.

Pero para mi sorpresa, él no había venido a clase.

− ¿A quién buscas? – me sorprende Corina, buscaba de reojo algún indicio de él.

− Nada – le digo tratando de hacerme la desentendida.

− No te hagas, sé que lo buscas a el – me dice dándome de codazo.

Yo sonrío. Es difícil poder disimular o engañar a Corina.

Noviembre 14,  2016
11:  13  de la mañana.

Vamos de camino a cualquier lugar para sentarnos mientras esperamos que el comedor central abra. Cuando recibo un mensaje.

Tony: No voltees.

De inmediato me volteo, y él está justo detrás de mí. La sonrisa en mi rostro no se hizo esperar. Las chicas se detienen también y, de inmediato, la furia en el rostro de Bianca no se hace esperar también.

− ¿Qué hace el aquí? – pregunta. Está molesta.

− Déjala – le habla Kim – No la fastidies − Yo aún estoy concentrada en la sonrisa en el rostro de Tony.

− ¿Vienes o no, Juliana? Se nos hace tarde – me dice Bianca, se ve algo desesperada.

Tony se acerca solo un poco más y me saluda con un ligero y muy rápido abrazo, tan rápido que no me da tiempo de devolverlo. Me sonríe y camina directo a Bianca. Cuando ella ve que va en su dirección y se pone un poco nerviosa, como a la defensiva. Yo estoy confundida, Corina esta confundida, Andrea esta confundida y Bianca se ve preocupada. Ah, claro; Kim esta solo viendo de lejos. Me asusto un poco, creo que Tony le dará un golpe a Bianca y luego me dirá que huyamos, todo pasa rápido y no da tiempo ni pensar bien las cosas ¿huyo o no huyo con el después de golpear a Bianca? Estoy a punto de decirle que se detenga, aun cuando él no ha comenzado a hacer nada, pero entonces pasa otra cosa.

− ¿podría hablar un minuto contigo, Bianca? – le dice Tony calmadamente. Alivio, preocupación y un poco de incertidumbre me invaden al instante ¿Y si la quiere golpear cuando yo no esté viendo? No. El no golpearía a una mujer. ¿Y si lo hace? Pero ¿Por qué la querría golpearla de todas maneras?

Bianca está algo impresionada por lo que Tony le acaba de decir. Ella solo nos ve, tratando de pedir ayuda con la mirada, pero ni las chicas ni yo nos movemos en absoluto. Ni siquiera Andrea y yo hemos compartido nuestra mirada cómplice.

Después de medio segundo que parece media hora, Bianca habla − ¿para qué?

Claro, ella está a la defensiva.

− No te quitare mucho tiempo ¿podríamos? – Las chicas y yo somos solo las espectadoras.

Bianca solo asiente y entonces ellos se alejan un poco.

− ¿Qué es eso? – me pregunta Corina al fin, yo la veo y no sé qué decir, porque en realidad no sé qué es eso.

− No lo sé. Me asusta – le digo, pero curiosamente estoy sonriendo.

Ellos no tardan nada hablando porque ya viene de regreso. Bianca se ve algo calmado ahora, y Tony viene sonriendo hermosamente.

¡Rayos! Esa sonrisa peligrosa otra vez.

− Vámonos – le dice Bianca a las chicas sin detener el paso. Kim sigue a Chico como la chica sumisa que es. Corina y Andrea solo me miran.

− Vamos – me dice Tony sujetando mi mano – Debo hablar contigo. Chicas... me la robare una vez más.

La sonrisa cómplice de Andrea se dibuja en su rostro y entonces ellas se despiden. La veo alejarse por un momento. Bianca solo voltea y me mira, luego parece que le está reclamando algo a Corina.

Cuando las chicas han desaparecido volteo y lo miro − ¿Qué se supone que fue todo eso? – la sonrisa en el rostro de Tony no desaparece y es contagiosa, porque ahora yo también estoy sonriendo.

− ¿a cuántos tengo que pedirles permiso para hablar contigo? – Me pregunta sonriendo aún más – para ser asocial, es eres bastante difícil.

− ¿Qué tu hiciste qué? – estoy impresionada. Impresionada y encantada.

Noviembre 14,  2016
12: 08 de la mañana.

Tony y yo estamos comiendo.

No en el comedor central. Ahí me encontraría a los chicas y cuando me vieran me iban a matar. Bianca me debe odiar justo ahora.

Noviembre 14,  2016
11: 20 de la mañana.

− ¿Por qué lo hiciste? – le pregunto algo molesta. Internamente estoy feliz.

− Tenía que... además, necesitaba arreglar las cosas con Bianca, y no quería que por mi culpa ella te odiara o algo así.

− No me odiara. Ella solo... exagera un poco.

− Eso espero, porque a veces actúa más de la cuenta.

− No digas eso.

Noviembre 14, 2016
12: 20 del mediodía

  Estamos en unas áreas verdes de la universidad. Desde que salimos del mini comedor me he preguntado porque aún estoy aquí con él, pero por más que busque, no puedo encontrar una respuesta a eso. O tal vez si, y la respuesta me gusta y me aterra un poco.

Tony me mira y sonríe. Yo hago lo mismo.

− ¿Qué? – le pregunto.

El solo niega, y se levanta solo un poco del pasto para acercase a mí. Me pongo un tanto nerviosa.

Sin pensarlo dos veces, Tony se acerca lo suficiente y toca mi rostro con ambas manos, su rostro está muy cerca del mío; si me moviera solo un poco más, pasaría lo que sé que él está pensando justo ahora que pasara. Pero no me muevo.

− ¿Qué haces? – le pregunto en cambio, casi susurrando.

Pregunta tonta. Claro que se lo que hace.

El solo niega otra vez y sonríe. Su sonrisa está a medio segundo de tocar mis labios.

− Estoy dando el cuarto paso – me dice rosando delicadamente y sin propasarse la comisura de mis labios.

− ¿y cuáles fueron los pasos anteriores? – le pregunto. Ya estoy desesperada de que me bese de una buena vez.

− El primero fue recuperarte – roza su nariz con la mía. Lo único que puedo hacer es cerrar mis ojos −... El segundo fue casi pedirle permiso a Bianca – ambos reímos, pero sus manos se aferran más a mi rostro −... y justo ahora me saltare el tercer paso.

Entonces sus labios hacen contacto con los míos y me besa. El beso que había estado esperando.

¿Sería egoísta pensar que él es Rodrigo?

Así que no, no lo hago.

Luego que él se separa de mí, solo un poco de mí, me ve a los ojos y deposita un suave beso en mis labios.

Mis labios arden de alegría y desesperación por más.

− ¿Y cuál era el tercer paso? – le pregunto mientras mis labios recorren sus mejillas.

Tony se separa un poco de mí y me ve directo. Sonríe como idiota y yo hago lo mismo.

− Preguntarte si querías ser mi rara y asocial novia.

Yo cierro los ojos y rio por la forma en que lo ha dicho, Tony ríe y toma mi barbilla y besa la punta de mi nariz. Ahora él está sentado en el pasto frente a mí, con una de sus piernas cerca de la mía − ¿Qué dices? Estoy algo nervioso.

La jauría dentro de mí no puede ser controlada. Si antes sentía un zoológico, ahora siento una selva amazónica justo en mi estómago, mente y corazón. Quiero gritarle que sí, y tirarme sobre él y besarlo hasta más no poder.

− Ya te habías tardado mucho – le digo, y al minuto siguiente sus labios están sobre los míos por trigésima vez.