Octubre 31, 2016
08: 45 de la mañana

Una cosa si es clara. Él sabe que odio socalzar. Él sabe que odio a la mayoría de esta sección; y no porque sean malos, solo que sus costumbres mundanas no concuerdan con mis costumbres. Además nunca se cómo hablarles.

Mayo 29, 2015
08: 12 de la mañana

     − ¿Por qué jamás le hablas a nadie? – esa mañana andaba del peor humor que pude haber tenido a lo largo de mi vida. Eso significaba que era muy sincera y odiosa.

− Para que querría hablarles.

− No lo sé. Tal vez porque son tus compañeros de clase.

− Tal vez y no quiera ningún tipo de amistad con ellos.

− ¿Por qué nos odias tanto?

− Todos ustedes son una bola de hipócritas, delante de ti te sonríen y luego hablan lo peor de ti. Todos ustedes son...

− Si te tomaras el tiempo de socializar, sabrías que en realidad no somos así ¿y me incluyes a mí en esa lista de gente hipócrita?

− No lo sé, y no me importa. Tal vez y porque no puedo socializar – le digo, pero no estoy hablando, estoy... casi gritando – No soy buena a hacer amigos ¿bien? No soy como ustedes que tienen de mil cosas de qué hablar. Sabes que... − le digo. Hasta ese momento me había dado cuanta de mi tono de voz – Mejor vete ya y no me hables más. Tal vez y no vale la pena ser amiga de una asocial.

¿Dónde había aprendido a ser tan dramática?

Octubre 31, 2016
08: 45 de la mañana

Él no dice.

Yo no digo nada.

Este trabajo será un desastre.

− Se supone que deben hablar sobre el tema – habla la maestra frente a nuestras sillas – por si se les han olvidado los pasos.

− Es mejor que iniciemos – le digo sonriendo apenada y viéndolo a los ojos.

− Creo que tienes razón – me dice el sonriendo de lado.

Ya ha pasado media hora y para mi sorpresa el trabajo ha fluido muy bien. La conversación entre nosotros es solo sobre el trabajo, pero no me siento incomoda; todo va perfecto. En un punto del trabajo la maestra nos da una hoja llena de preguntas que debemos hacerla a nuestra pareja de trabajo.

Leo las preguntas.

¡Dios! Son casi, casi personales.

El de repente ríe.

− ¿Qué pasa? – le pregunto.

− Lee la última pregunta – me dice mientras me ve a los ojos. La leo 'dime uno de tus secretos' en seguida levanto mi vista a él.

− Ni de sueños – le dije sonriendo.

− Oh, sí. Yo comienzo – me dice – pero dejaremos esa de última. Dime ¿Cuál ha sido tu mayor temor?

Lo veo inquieta ¿en serio piensa que responderé todas esas preguntas? Pues se equivoca.

− Se lo que estás pensando, Juliana. No me responderás ni una de estas preguntas. Déjame adivinar. Tu mayor temor, probablemente no le tengas miedo a nada más que a no ser una buena chica en este mundo – muevo mi cabeza lentamente en asentimiento. Él sonríe – ¿tu color favorito? Como olvidarlo, el naranja – mi sonrisa es más amplia esta vez. Asiento – tu animal favorito, déjame recordar... creo que la hormiga – rio porque, aunque suena tonto, él ha acertado. El ríe también − ¿tu parte favorita del día? La noche ¿Por qué? Porque es cuando todos están en silencio y puedes pensar mejor, tal vez es también el único momento donde puedes ser tu misma – esta vez sonrío algo avergonzada por saber que él sabe eso de mí – tu pasión favorita. Quien más, sino yo – ambos reímos – No es cierto. Estoy cien por ciento seguro que es escribir – mis ojos brillan cuando dice esa palabra − ¿quieres que siga? Porque puedo hacerlo y acertar – Tony me está viendo directamente, fijo, sin pestañear –... y si me tocara responder la última pregunta... creo que tu mayor secreto seria... que no eres la chica que aparentas ser. Eres diferente a lo que reflejas en el exterior. Y yo... − susurra −... tuve el privilegio de conocerla.

No digo nada, solo lo veo detenidamente y mi vista va bajando a mi regazo progresivamente.

− Oye – me habla. Su dedo rozando ligeramente mi brazo − ¿quieres saber mi mayor secreto? – Lo veo otra vez – Aun me siguen gustando las chicas asociales. Esas gritonas que se enfadan y te envían al cacahuate – él me sonríe, pero en el único en quien puedo pensar ahora es en Rodrigo.

¡Rayos!

Diez minutos más tarde, la maestra habla y dice que uno de nosotros debe pasar a dar un reporte de lo que hablamos. Yo no puedo pasar, ya que no sé nada de Tony, pero él tampoco puede pasar, porque no quiero que le diga a toda la sección prácticamente todo sobre mí.

Estoy nerviosa. Ansiosa. Preocupada. Con una chispa de inquietud dentro de mí. Tony parece notarlo, ya que toca ligeramente mi rodilla con su dedo pequeño.

− Oye... − me habla. Yo me sorprendo, solo un poco −...tranquila, no es como que vaya a delatarte frente a todos. Ahora se tus secretos, y no pienso decírselos a nadie – Yo solo lo observo. Estoy tratando de confiar que él no dirá nada – Al menos dime algo...

Lo veo directamente – Si exageras en lo que digas ahí en frente. Juro que te matare. Iré a tu casa por la noche, te roseare gasolina y luego arderás en fuego.

Estoy algo asustada. Yo jamás había amenazado de muerte a alguien. Pero lo que más me sorprende es la facilidad con que han salido esas palabras. Sin duda alguna tendré que preocuparme por mi actitud.

Tony solo ríe – Estas empezando a asustarme, cariño – me susurra en el oído segundos antes de levantarse e ir al frente para dar su reporte.

− Entonces ¿Cuánto sabes de tu compañera?

Tony me mira, luego baja su cabeza pero puedo percibir una leve sonrisa apareciendo en su rostro. Él no se ve nada mal.

− Ella tiene 19 años. De hecho, hemos sido amigos desde antes, antes de que incluso todos ustedes formaran sus grupos de amigos, y miren... nuestra amistad ha perdurado. No somos esa clase de amigos que estamos juntos todo el tiempo, somos esa clase de amigos que sabemos que nos tenemos el uno al otro cuando más lo necesitamos. Cuando probablemente los otros amigos nos dan la espalda... nosotros estamos ahí. Ella es... creo que sería difícil encontrar en alguien más una amistad como la que ella ofrece, es que son pocos los que han llegado a conocerla realmente – el me mira. Fijamente – Y me siento tan afortunado de ser una de esas personas.

− Tony no te estas apegando a las preguntas de la hoja – habla la maestra. Podría decir que ella está comenzando a enfadarse.

− ¿Pero cómo cree que responderé todo eso? Es como estar compartiendo a mi amiga. Y no señor... no quiero que nadie más la tenga – Estoy algo asustada. Tony hará que reprobemos esta tonta clase −... lo que les diré es que... se muchas cosas de ellas, sus gustos, preferencias, disgustos y... una cosa más. Sus gustos son especiales, únicos, diferentes. Ella toda es única como jamás nadie lo fue y como jamás nadie lo será. Aun cuando le rompen el corazón, ella es suficientemente fuerte para reponerse y jamás teme darle la oportunidad a alguien más de ser parte de su extraña, excitante y fantástica vida. Ella es mi amiga. La chica que se enoja porque la tinta del lápiz ha acabado. La chica que disfruta bañarse en la lluvia. La chica que es suficientemente sabia para no dejar que todos la conozcan realmente. La chica que daría lo que sea por ver que sus amigos son felices. La chica que tiene a Jesús en su corazón – esto último lo ha dicho viéndome.

Octubre 31, 2016
09: 12 de la mañana

Me he quedado sin palabras.

Y logramos obtener un diez.

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Dedicado a:

milereyes05