Propósito Navideño
¡¡¡Muchas Gracias!!! 🙇🏻♀️
Este pequeño y primer logró es realmente gratificante para mí. Y siempre serán bienvenidos los lectores a los que les interesen mis historias.
Agradecer a WattpadMitologiaES por crear y promover estos retos. Animan a muchos escritores a desarrollarse y seguir dejando volar su imaginación, haciendo lo que les gusta ... escribir.
Sinceramente espero que disfruten de mi historia y le den una bonita acogida. Siempre le pongo amor a cada proyecto, y también estoy abierta a críticas.
Palabras totales: 1000
Mitológia: Inca
Género: Fantasía
Lista de palabras: Nacimiento, magia, luces, grinch, disputa familiar, cascabeles, árbol de navidad, deseos, nostalgia, milagro navideño.
En tiempos actuales, donde la adoración devota a deidades de civilizaciones antiguas se extinguió casi totalmente. Estos dioses olvidados se vieron en la necesidad de adaptarse a las costumbres impuestas y entrelazadas a sus pueblos regentes, a fin de permanecer en la mente de futuras generaciones. Una de esas celebraciones fue: Navidad.
Cada año, al iniciar el primer día del último mes. En los santuarios del mundo se reúnen las deidades de cada cultura, para tañer al unisonó la gran campana celestial obsequiada por el Dios supremo. Una alianza pacífica, que buscaba recordar el nacimiento del salvador, además de reavivar el espíritu navideño en el corazón de cada habitante de la tierra con ayuda de los distintos y particulares carámbanos de hielo.
Pero esta historia navideña empieza en el ombligo del mundo, en el recinto de los dioses Inca. Machu Picchu.
Tras 484 navidades exitosas al mando del joven dios Ataguchu, ayudante de la creación. Cometió un error imperdonable aquel penúltimo día de noviembre como protector del carámbano inca.
La última semana de noviembre, era tiempo en que espíritus traviesos y maliciosos del Uku-Pacha ascendían al Kay-Pacha y Hanan-Pacha, con el único propósito de estropear la festividad decembrina.
Un sorbo de chicha con alucinógenos, indujo a Ataguchu al rio Vilcanota a plena luz de luna, y en cooperación de las hechiceras voces de las Yakurunas, fue lo que Supay y compinches necesitaron para hurtar el corazón del carámbano. El ópalo andino.
Entonces, cuando las campanas celestiales retumbaron en todo el mundo, el único carámbano que no se iluminó fue el incaico. En consecuencia, el dios creador Viracocha y sus homólogos fueron llamados inmediatamente ante el omnipresente para debatir la mejor solución a tal hurto que antes se suscitó en otra cultura, teniendo un desenlace fatal para el imprudente dios que intento recuperar por su cuenta el corazón del carámbano custodiado.
Mientras, Ataguchu ayudado por Kon, trataban de evitar que más grietas se formaran en el carámbano.
La diosa Sarama también acudió, distribuyendo sabiamente la magia concentrada durante once meses. Pero solo alcanzaron a encender las luces interiores de un tercio de la población.
Transcurrió media semana, y lamentablemente el carámbano se derretía a una velocidad impresionante. Ni hechizos o habilidades de cualquier dios podrían detener su inminente extinción.
Afortunadamente, Viracocha llegó con una solución el doceavo día. Según la leyenda, solo un humano que cumpliese cuatro características, podría salvar la navidad:
1° Debía estar por cumplir los veinte, en navidad.
2° Debía creer en el omnisciente.
3° Comprender el verdadero significado de "Navidad".
4° Poseer espíritu navideño de infante.
Pues solo un alma adulta pura sería capaz de hacer renacer un carámbano pereciente que había nacido y crecido con la creencia de los niños.
Motivado, Ataguchu cogió un quipu especial y así inicio su bajada a Kay-Pacha, para vivir su aventura en busca del elegido entre diez personas en flor de su vida.
El primer día empezó literalmente con el pie izquierdo. Se topó con dos ateos y un budista. Y luego un par de mellizos nacidos en cuna de oro, que fueron educados como unos grinch. Solo bastaba ver su disputa familiar para entender que le resultaría difícil eliminar un arraigado amor materialista dado por generaciones. Perdió cinco días.
Del dieciochoavo al veinteavo día, la humanidad le mostró su peor cara. Cuatro chicas en un abrir y cerrar de ojos perdieron el último vestigio de su niño interior, obligadas a madurar antes de tiempo. No podía cargarlas de colosal responsabilidad; debían sanar y reencontrarse.
Realmente la esencia navideña perdida estaba causando estragos. Todo era su culpa.
Finalmente, Ataguchu agito rítmicamente tres veces los cascabeles que adornaban su muñeca. Pronunció el nombre de la última persona, y apareció en su casa.
Rebosante de gozo, sintió esperanza al ver a una simpática joven adornando el árbol de navidad mientras un fondo musical la acompañaba.
Cuando sus padres la llamaron, Ataguchu sonrió. Todo en el cosmos se alineaba. La recordaba. El año de su nacimiento, la más radiante estrella astral la bendijo; su futuro era promisorio.
Pero, una vez más la realidad lo abofeteo.
Adaiah podía parecer feliz por fuera, pero interiormente tenía su propia cruz, dada por su enfermizo sentido del deber y la responsabilidad.
Penosamente esa temporada colapso. Llegó a su punto absoluto. Tal vez no pudiera ayudarlo. Lucía como un cuerpo zombie, carente de emociones, deseos, ... propósitos.
Estudiar una carrera no deseada, heridas psicológicas no sanadas, perdidas no superadas, apariencias que guardar, etc. ...Ser lo que los demás esperaban que fuera ...Aquello fue lo que le revelaron sus poderes a Ataguchu, y sintió pena, porque durante largos años, había ayudado a crecer al carámbano con su sincero y radiante amor por la navidad. Debía reivindicarse, le devolvería las ganas de vivir y creer. Quedaban 3 días antes de noche buena.
...Más nada resulto...
Rompiendo las reglas de su cosmovisión, Ataguchu tomó el espíritu del abuelo de Adaiah para poder alterar sus emociones. Después de todo fue hacedor de ese espíritu suyo.
Ataguchu no supo y nunca sabría lo que hablaron, solo sintió un susurró diciéndole "cuídala". Para que inmediatamente, la chakana que colgaba de su cuello, retumbara y la voz de Kon le comunicará que el carámbano volvía a crecer junto a un nuevo ópalo.
Aliviado, Ataguchu volvió al Hanan-Pacha, más quedó sorprendió al ver a Adaiah allí.
Ella no dio detalles, solo le mostró sus recuerdos con nostalgia. Diciéndole que su vida nunca fue mala, pero que cometió el error de vivir para otros, bajo sus deseos y no los suyos.
Con una cálida sonrisa Adaiah le agradeció por obsequiarle un propósito, su milagro navideño.
Ataguchu entendió entonces que ya no era humana. Los vivos que alguna vez la conocieron, la olvidarían, porque ahora era una deidad, ...del jubilo y esperanza..., de la navidad...
Misteriosamente el ópalo antes de azul cielo, ahora se combinaba con un rosa pálido.
... Solo el omnisciente sabría si los uniría un lazo de amistad, hermandad, amor o compañerismo ...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro