❥Gato cariñoso (parte 4)❥
Notas:
Pareja: Rob x Gumball
Ya todos saben que tipo de contenido se aproxima.
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-Yo, eh... Creo que me retiro-
-Quédate- aquello parecía más una orden. El de pelo azul se dejó caer sobre la cama, trataba de normalizar su estado.
-¿Qué?-
El ambiente que se daba paso era extraño...
-Espera aquí, no te vayas- luego de lo dicho se dirigió al baño, necesitaba del papel para deshacer parte de su desastre, aunque no era del todo eficiente. Llevó el producto para limpiar superficialmente la colcha.
-No creo que sea correcto quedarme- con iniciativa se dirigió a la puerta, rápidamente esa acción se vio frustrada.
-Seamos sinceros, quieres intentarlo- le sostuvo con firmeza del brazo.
-¿Y ahora de qué hablas?-
-No te hagas tonto, sé que te tocaste al verme- su comentario dejó boquiabierto al más alto.
-¿Qué diablos te pasa?- se soltó bruscamente con un leve rubor.
-Quiero que ambos salgamos beneficiados de esto, solo eso-
-¿Si entiendes que esto es acoso y qué tu padre esta en la sala?-
-Mi padre ni siquiera escucharía como abro una bolsa de papas en tal estado, y creeme que sé lo que te digo- le señalo con la mirada fija.
-Estás loco, estás sucio y apestas, mejor date un baño con agua fría, sirve de que se te bajo lo--
-Se que mantuviste relaciones con alguien de la escuela- el ambiente quedó en sepulcral silencio por unos segundos.
-¿Quién te dijo eso?- le miró seriamente.
-No te incumben mis fuentes- se cruzó de brazos pero cedió rápidamente ante la mirada estricta del otro.- Me lo dijo Leslie-
-Adiós- volvió a tomar el rumbo a la puerta.
-¡No, espera!, ¿entonces es cierto?- por el como se tensó su cuerpo, supo que era verdad lo relatado por el chico flor.- ¿Con quién fue?-
-Me quedaré, pero quiero que borres lo que escuchaste de tu mente, ¿bien?- internamente Gumball se sentía victorioso, siempre conseguía lo que quería... O casi siempre.
*
-No creí que fueras tan receptivo- se sorprendió el castaño, masajeaba el interior del chico con dos dedos. La preparación fue más rápida de lo que esperaba, pesé al lubricante empleado el sabía por experiencia que el proceso conllevaba bastante tiempo, no solo porque esa zona no se lubricaba naturalmente, sino que no era un lugar acostumbrado para lo que se planeaba.
-¿Qué quieres decir?- para Gumball era bastante incómodo, por alguna razón no alcanzaba el umbral del dolor, pero tampoco era algo muy agradable la sensación. Además, había que agregar que se encontraba viendo de frente al mayor, quien... Ya saben.
-Pensé que sería más difícil expandir aquí abajo- ya había metido un tercer dedo.
-¿Qué rayos me crees?- habló con indignación.
Rob rodó los ojos, solo seguía con su tarea por culpa del celeste, para que lo dejara en paz. Al inició admitía que si se sentía ansioso por la oferta, pero el otro había terminado por estropear el momento.
Con ayuda de los minutos y un poco de paciencia, recobró el hilo de su actuar, decidió centrarse en la imagen mental que adquirió del gato y seguir moviendo sus falanges con determinación. Progresivamente, su excitación se hizo presente, incluso añadió más variantes a su labor principal; dejaba besos por la piel contraria al tiempo que su mano disponible acariciaba distintas partes del otro. A Rob le gustaba explorar a su amante con atención, era una forma de analizar y buscar puntos que le facilitaban las cosas en encuentros posteriores, sin embargo, uno de sus gustos personales era que el otro colaborara en las caricias, cosa que aquí no se daba, por lo cuál se veía forzado a buscar en su imaginación algo útil. No se deshizo de sus prendas como lo hizo Gumball, solo bajó sus shorts. El "acceso" al gato fue igual de sencillo que la preparación previa, lo cual hacía cuestionarse bastante al mayor.
-¿De verdad es la primera vez que haces esto?- empezó a moverse con delicadeza en el interior del gato. Le abrazaba con bastante fuerza, aunque por el contrario, su rostro no denotaba molestia alguna.
-Y dale con eso, ¿crees que me la paso pidiéndole esto a cualquier extraño?-
-No lo sé, prácticamente eso hiciste conmigo- se detuvo mirándole fijamente.
-¿Sabes qué?, olvídalo, no voy a dicutir esto ahora, solo sigue moviéndote-
Se dejó a la espera del otro, con la vista en negro se dedicó a recibir, no estaba dispuesto a ver a su... "Compañero" a los ojos. No pasó nada, solo sentía como su interior seguía expandido ante la intromisión.
-O-oye, ¿puedes moverte?, esto es incómodo-
-¿Lo es?-
-¡Claro que lo es!, ¿acaso alguna vez has estado en esta situación?-
-No, por eso pregunto- dejaba ver su expresión en forma maliciosa.
El más alto empujó sus caderas hacia adelante de manera lenta y tortuosa. Su interior se estremecía, el maldito lo estaba provocando, deseaba que se moviera con mayor ímpetu.
-Por favor, Rob, no me dejes así, muévete- quizá por la buena manera...
Nada, seguía penetrándolo con lentitud y profundidad.
El gatito azul perdió los estribos y sacando fuerza de quién sabe dónde lo empujó sobre el colchón, ahora se hallaba encima suyo.
-Te odio- susurró. Comenzó a moverse de arriba a abajo sobre la extensión del castaño, era un poco dificultoso por toda la energía empleada durante el día, ya que, sus brazos le amenazaban con fallarle constantemente y así fue, cayó sobre el pecho de su ex-némesis quien parecía burlarse de su situación.
-Eres un maldito, ¿te gusta verme así?- se mostró hostil.
-Te mentiría si dijera que no- estaba jugando, quería que el menor le suplicara, aunque, lo que no sabía era que Gumball ya se estaba fastidiando.
-Maldita sea, Roberto-
-¿Qué acabas de decir?- su ceño se frunció rápidamente.
-¡Lo que escuchaste!, ¡Roberto, Roberto!- sabía que al otro le molestaba que le cambiara el nombre aunque fuera a propósito.
El de orbes lila se enfadó severamente, enrolló sus brazos alrededor de la estrecha cintura blanquecina y comenzó a embestir con fuerza sin previo aviso.
-¡A-ahh!, e-espera, R-rob, no, no, ¡yo-- empezó a balbucear sin terminar frase alguna, los choques que recorrían su cuerpo le estaban confundiendo a otro nivel. La rapidez de las estocadas sobre su persona le producían ligero dolor, pero no prevaleció por mucho debido a su ya extraña condición. De manera anormal el placer se sobreponía sobre aquella sensación desagradable, claro que seguía allí, pero era enfrascada por la de recién.- Es raro, ¡es muy raro!-
-¿Ya te arrepientes?- le cuestionó con una sonrisa pícara. El felino no era capaz de responder coherentemente, soltaba aire de manera excesiva, de vez en cuando relamía sus labios con la esperanza de calmar esa sensación de salivación constante. El mayor también sentía la agitación por el ejercicio físico, su respiración se tornaba pesada.
*
-¡Anaís!- gritaba un joven de tez morena corriendo al lado de la mencionada.
-¿Qué pasa?- observaba con detenimiento al pez, suponía que sin la compañía de su hermano este tendría un día tranquilo.
-¿Has visto a Gumball?- se apoyó sobre sus rodillas, estaba agotado de correr todo el bendito día.
-¿Gumball?- procesó la pregunta.- ¿Estuvo en la escuela?- Darwin asintió repetitivamente.
*
Los hermanos Watterson no pudieron iniciar una nueva búsqueda, su madre les interceptó en la salida.
-¿Cómo estuvo su día, niños?-
-Pensé que papá vendría a recogernos- interrumpió el moreno.
-Se supone- gruñó con una sonrisa forzada la gata.- Su padre no contesta el teléfono y me preocupa su hermano-
-Sobre eso...- el de sudadera naranja no pudo evitar soltar un comentario.
-¿Qué?- Nicole aprovechó el alto para voltear a los asientos traseros.
-Mamá, ¿qué tan grave es la situación de Gumball?- Anaís trató de distraer la atención enfocada hacia el moreno.
-Es algo complicado de explicar- desvío la mirada incómodamente.
-Mamá- llamó con enojo la peli rosada, no podía creer que su propia madre era condescendiente con ella a pesar de su no tan corta edad y madurez mental.
Su madre suspiró y reanudó la charla acomodándose en su asiento.
-Tu hermano está pasando por una etapa parecida al celo-
-¿Celo?, ¿eso no es exclusivo de las hembras? Además, ¿animales?- la menor no tenía entendido todo el tema, era lista, pero sus clases aún no llegaban tan lejos.
-Hija, tu hermano siempre ha sido un misterio para la ciencia y la medicina-
-Es una aberración a la biología- concluyó la coneja.
Darwin solo observaba la discusión sin entender nada.
°
Alguien ya detengame.
Ya mejor hubiera hecho fanfic esta vaina :^) ... No puedo creer que aún no se me cansa el cerebro de esto. En vez de corregir los demás borradores le sigo metiendo relleno a esto con una cuarta parte tan innecesaria.
Eeeen fin, no tener clases me afecta :^( ya mejor le sigo con mi lectura de digestivo
Por último, dejare un dibujo feo que hice porque Charlie, vengo inspirado.jpg
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