❥Encierro parte 2❥
Notas:
Pareja👉 Julius x Darwin, Darwin x Carrie
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Luego de esa escena el hombre mayor suspiro con desgano.
—Llevate a tu hermano de aquí —indicó.
—En realidad, director, vengo por ese chico de allí —señaló al joven de vestimenta opaca.
—¿Qué? —dijeron al unísono ambos chicos problema. Uno más desconcertado que el otro.
—Vamos, Julius —pidió amablemente. Su apariencia inocente daba a creer que no se enteraba de nada.
—¡Darwin! ¿Qué demonios? —se apresuró a la posición de su colega y le pidió (exigió) telepáticamente una explicación.
—No te preocupes, le dije a la señora mamá que te quedaste hasta tarde por un proyecto escolar —evadió tranquilo su cuestionamiento. Sin embargo, se acercó a su oido y susurró —: O puedo decirle la verdadera razón si así lo quieres. No me sigas —recalcó lo ultimo.
El mayor de los hermanos estaba desconcertado, era la primera vez que el menor le hablaba de esa manera, tal vez era muy en serio la advertencia. Se quedó inmóvil procesando unos segundos.
—Vamos, ya es tarde para estar aquí —volvió a dirigir sus palabras al joven delincuente, quien de mala gana se paró de su asiento y siguió al pequeño en su rumbo.
El director Brown dedicó una mirada de molestia al ver que el otro Watterson no salía de su trance y mucho menos del aula.
—¡Darwin, espera! —exclamó con sentimientos revueltos, aunque su hermano ya se había retirado.
*
Todo el trayecto llevaba encima una atmósfera pesada. Julius fruncía el ceño tratando de mostrarse molesto y desinteresado, sin embargo, solo quería evitar que el pequeño hablara. Esa fortaleza no duraría mucho.
—¿Julius?
—¿Qué? —trató de sonar seco.
—¿De verdad me ves así? —preguntó abruptamente.
El mayor paró la caminata en seco, se sintió como un golpe en el pecho. No quería responder.
—¿De qué hablas? —se mantuvo inmóvil. No podía verlo, no.
—Julius —escuchó detrás de sí.
Claro que sabía a que se refería. El malestar comenzaba a expanderse lentamente con la incertidumbre de posibles desenlaces, varios pensamientos le abrumaron en tan solo segundos. Solo el tacto de una mano en su espalda fue capaz de dispersarlos al momento.
—Tal vez fui demasiado entusiasta y ni siquiera consideré si tu estabas de acuerdo con estar conmigo.
Aunque no lo viera directamente, por como sus palabras se deslizaban con resignación y tristeza, sabía que lo estropearía si no confesaba con sinceridad.
—¿Tan molesto soy? —esa pregunta casi lo desarma.
Quería negarlo, decir cosas que nunca pensó, las palabras se acumulaban en su garganta, pero de su boca no salía nada, o por lo menos, no lo que debería ser.
—Muy molesto.
Al instante los ojos del más joven se abrieron con sorpresa, separó su mano del más alto y con temblor la apegó a su cuerpo. Ahora el no podía verlo a los ojos.
—Ya veo... —susurró con pena y dolor presente —.Discúlpame, Julius.
Cortó su camino al lado de quien consideró un amigo erróneamente, caminó con paso veloz tratando de controlar lo inevitable. Sus ojos se tornaban llorosos, su nariz ardía entre las fuertes respiraciones y el viento frio de la noche.
Mientras, Julius Oppenheimer Jr., permanecía inquieto en su misma posición.
"Era lo mejor" trataba de repetirse en su mente. No necesitaba involucrarse con un mocoso como ese chico, solo causaría revuelo en su grupo y posible burla e insultos hasta el fin de esa vida escolar. Con eso trataba de consolar las ganas de correr, e incluso del pesar en su respiración.
*
Pasaban los días y todo transcurría como si nada, por lo menos a vista de cualquier alumno.
—Hasta que al fin apareces.
El auto-proclamado líder del grupo entró al salón donde solo se hallaban los de su grupo delictivo.
—Cierra la boca, Scythe —dijo y sentó en una de las bancas, mientras las miradas de los otros se posaban en el recién llegado.
—¿Qué?, ¿te quedaste sin niñera? —Mowdown inició con la burla con la que siguieron los restantes.
—¿Hiciste enojar a tu noviecita? —volvió a preguntar el de sudadera gris—. Rotten nos dijo que fue a recogerte a detención.
—Cierren la boca, imbéciles —fue lo único que dijo.
La verdad es que se sentía abatido, no podía creer que una noche de desvelo lo haría sentir tan cansado. Tampoco quería darles el gusto, aunque claro, fue tema de conversación por un rato.
*
Pasaban los días y de vez en cuando cruzaban miradas, los primeros días Julius tenía la impresión de que su malestar era compartido con el pequeño pez, pues ambos apartaban la mirada con incomodidad. Aunque lo negara, una parte, muy dentro de sí, tenía la ilusión de que el pequeño no se rendiría y lo buscaría de nuevo, después de todo, en sus salidas anteriores, le había demostrado que era persistente.
Lo que no espero es que eso no ocurrió.
—Julius, ¿vas a venir o no? —preguntó Reaper sacando al otro de sus pensamientos.
—No —respondió con hastío.
—¿Qué demonios te está pasando, Julius? —se abrió paso Mowdown con simplemente empujar a los otros con su robusto cuerpo.
El de tonos grisáceos solo le dedicó un vistazo rápido. A decir verdad, ya no le importaba. Seguía desvelado, no tenía ánimos de nada y estaba harto de la situación.
Ya ni se esforzaba en ocultarlo. Era obvio a quien estaba observando desde ya hace un rato.
—Julius —le llamó con agresividad al ver como era ignorado por su compañero.
Ya no recibía mensajes de él, ni siquiera notificaciones donde lo etiquetaba, nada.
Lo veía riendo junto a su estúpido hermano y su grupo de amigos. No sabía que le molestaba más, el hecho de que no podía despegar la mirada, o que era el único que seguía insistiendo en que las cosas no estaban bien.
¿Por qué le mostraba esa expresión estúpida a todos? Le molestaba el modo en que reía y como se divertía.
—¿Qué demonios ves? —el más robusto trató de enfocar la mirada en la misma dirección —. No lo puedo creer, ¿estás viendo al mocoso ese? —arrugó la cara en señal de repulsión.
Su sentido auditivo escuchaba la hostilidad de quien tenía al lado, pero su mirada no dejaba de centrarse en como ese enano se sonrojaba al lado de una chica fantasmal que se unió al grupo. No entendía porque le molestaba tanto, solo sabía que ya se encontraba sumamente furioso.
—¿Entonces si te gusta ese idiota? —preguntó el rosado con malicia esperando una reacción. Y vaya que la obtuvo.
*
—¿Creen que debería cambiar de peinado? Tal vez esto ya no me sienta como antes —preguntó Carrie al par de hermanos que la analizaban con detenimiento.
—Nah, tú estilo emo solo te queda a ti, sería un desperdicio, no a todo el mundo le queda bien —dijo Gumball con una mano frotándose la barbilla.
—Estoy de acuerdo, te ves linda con ese estilo —continuó Darwin.
—¿Crees que soy linda? —preguntó la chica con una leve sonrisa y un rubor en sus mejillas.
—Siempre he pensando que eres muy linda —comentó sincero, aunque cuando se dio cuenta con más detenimiento de sus palabras un rubor también lo invadió a él, se retrajo en su posición y sintió como su cuerpo se paralizaba ante el calor.
El ambiente que se formó de inmediato incitó a ambos a quedarse sin palabras, pero por alguna razón sus miradas tímidas rozaban viendo la vergüenza del otro y formando en sus rostros una sonrisa cálida.
—Darwin...
La atmósfera se vio rápidamente rota por el bullicio que comenzaba a formarse en uno de los extremos del patio.
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