❥Durante el silencio❥
Notas:
Yo sé que a algunos les valen keso este tipo de notas y así. Pero siento que necesito escribirlo por dos cosas:
1.- No sé exactamente que estaba pensando con el one-shot de hoy. Bueno sí. Pero es que no surgía nada romántico o de otra índole en mi mente.
2.- Estuve muy ausente por varias cosas; primero, porque no sé que se me metió en la cabeza con el estudio y los idiomas; segundo, mis hermanos son unos inútiles y soy la chacha del lugar, y pos todo sea por ayudar a mi madre; tres, he estado cuidando de tantos gatos... Sólo seis, pero una (gata) estuvo mala porque la esterilizaron y se le cayeron los puntos, se puso muy mal. El otro gato lo rescatamos de que lo estaban atacando unos perros y... También ya se está recuperando.
Pareciera poco, pero no sé, últimamente he tenido mucho sueño, no tiene sentido. Cofcofcomolaexistenciadelsiguienteoneshotcofcof
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-¿Por qué siempre tengo que ceder a tus tonterías?- preguntaba un chico de rizos y piel morena.
-Porque eres mi hermano, y eso hacen los hermanos- caminó orgulloso su mayor.
-Gumball, no me gusta estar afuera a estas horas, mejor regresemos, por favor- el de cabellos azulados frenó su trayecto ¿De verdad lo había convencido?
-Esta bien, hermanito, puedes regresar, no te obligaré a hacer esto- con una mano en su pecho y una mirada compresiva se volteó al menor.
-¿D-de verdad?- el chico felino colocó una de sus manos en el hombro del joven Darwin mientras asentía.- ¡Entonces vamos!- le jaló de la manga del suéter, sin embargo, el de hebras azuladas no dio un paso.
-Darwin, hermanito, dije que tú podías regresar, no estás obligado-
-¿N-no me piensas acompañar?-
-Nop-
-¡No puedo regresar yo solo! ¿Y si me pasa algo? ¡Ya es muy tarde!-
-No corras el riesgo. Te prometo que regresaré contigo si me acompañas en una exploración muy corta, ¿qué te parece?-
-¡Me parece estúpido! Por favor, vamonos-
-Suerte entonces- sentenció, se dirigió hacia delante.
-¡Gumball!- gritó el de ojos esmeralda para acto seguido alcanzar a su hermano. No quedaba más remedio que caminar a la par.- Te odio- susurró.
-Será rápido, te lo prometo- el de tez pálida se detuvo para dedicarle una sonrisa.
-¿En serio?- cuestionó ingenuo.
Al ver su gesto no pudo evitar ceder. Tenía miedo, sí, no quería volver solo, pero tampoco podía negarle a la persona que más quería en el mundo, y más cuando ponía expresiones especificas.
-Esta bien...- suspiró derrotado.
-Te amo, ¿lo sabías?- le abrazó con cuidado. Un acto cariñoso que recibiría gustoso, aunque, no en esta ocasión; frunció levemente el ceño.- Bien, avancemos-
-Espera-
El mínimo se volvió a frenar en paciencia al habla ajena.
-Con una condición- al escuchar aquello estaba a punto de rodar los ojos en molestia. Su expresión se mostró confusa cuando el brazo de su compañero se extendió a él.- Sujeta mi mano. Y te juro que si me sueltas le diré a la señora mamá de esto-
El contrario solo ladeó una sonrisa y tomó la mano morena.
*
Por fin arrivaron al lugar. Era una construcción abandonada, posiblemente el plan inicial era un edificio de departamentos, no lo sabían con certeza. Ya estaba algo deteriorado por las personas que entraban a grafiear o simplemente por vándalos. A simple vista era algo espeluznante, con la luz de la linterna podía verse como la oscuridad consumía el interior.
-Bien, ahora empezaré a grabar- anunció el joven Watterson con la idea de sacar del bolsillo de su pantalón el teléfono celular. No obstante tenía que soltar una de sus manos.- Darwin, sé que te dije que no te soltaría, pero no puedo grabar y sostener la linterna al mismo tiempo-
El otro le recibió con una mirada afilada por lo dicho. Apretó el agarré con fuerza hasta lograr un chillido de parte del azulado.
-¡Yayayaya!- agudizó Gumball con dolor por el apretón.- ¿Podrías sostener la linterna entonces?- cuestionó con lagrimas en los ojos.
Él accedió a sostener la iluminación mientras su hermano se encargaba de desbloquear el teléfono.
-Darwin...-
-¿Qué?-
-¿Podrías grabarme mientras hago una pequeña introducción?-
El de rizos dejó la linterna en el piso y al acceder a la cámara encendió el flash.
-¡Perfecto!, ahora, ¿podría soltarte un...?- de nuevo sintió una presión y observó la molestia de su compañero.- Mejor no- desvió la mirada y también se mostró brevemente molesto en un ángulo que no fuera observado.
Hicieron un montón de intentos, ninguno convencía al mínimo.
-¿Sabes qué? A lo mejor consigo mejores tomas dentro del sitio, si no funciona lo hacemos al final-
*
-¡Dijiste que sería rápido!, ¡llevamos más de 30 minutos en la introducción!-
Por insistencia del hermano mayor, ambos habían logrado adentrarse, en su búsqueda parcial recorrieron unos cuantos cuartos, la mayoría vacíos y "aburridos", lo cual desanimó y frustró al chico-gato. Él claramente esperaba un video impactante para subir a internet, y no estaba dispuesto a hacer clickbait... o quien sabe.
Uno de los espacios más interesantes lo encontraron en una habitación cerrada y sin ventanas, en la cual también se incluían algunos símbolos en las paredes.
-¡Podría tener un mejor ángulo si me soltaras la mano!- de nuevo le miraron dos ojos enfurecidos.- ¡Ahhhhhh! ¡Era mentira, era mentira!-
-¿¡Ya podemos irnos!?-
-¡Aún no hemos grabado nada!-
-¿¡A quién le importa!?-
-¡Así no son las exploraciones urbanas, Darwin!-
El griterío no cesó hasta que se hizo presente un ruido evidente que irrumpió en la atmósfera. Fue como una piedra deslizándose por el suelo de concreto. Ambos callaron de golpe, esperaron unos segundos.
-¿Qué fue eso?- susurró el hermano menor.
-No lo sé- con el mismo tono leve le respondió.
Sus manos se apretaron más; sus ojos se movieron frenéticamente en todas direcciones.
-Q-quizá el lugar es demasiado viejo-
-Gumball, ya no quiero estar aquí- el de piel canela se acercó más al mayor.
-Yo tampoco, mejor regresemos otro día- instantáneamente al terminar esa oración, otro ruido llamó su atención, no sabrían como describirlo, parecía que algo se deslizó rapidamente del otro lado en la pared. Cada vello en la piel se les erizó al instante, su respiración se cortó un momento. El chico de melena celeste tragó saliva. Quería meditar la situación, pero la sugestión comenzaba a tomar lugar en su cabeza.
Ambos volvieron a guardar silencio y se quedaron tiesos escuchando con atención. Para bien o para mal, estaban tomando mayor consciencia de lo callado y poco tranquilizador silencio del ambiente, como si algo hubiera devorado incluso el sonido de su respiración.
-Salgamos de aquí- dijo jalando levemente la mano de su menor para incitarlo a seguirle el paso.
Salieron de la habitación.
Puede que todo haya sido cuestión de analizar más de la cuenta, sumado al hecho de que su miedo ya se acrecentaba en cada fibra de su cuerpo. Ahora notaban incluso el sonido de sus pisadas en el concreto resonando por el pasillo, eso los ponía más paranoicos. Era algo muy notable en el más bajo de estatura, ya que, su agarre era más fuerte y el circulo de luz que iluminaba hacia adelante sufría los temblores de su muñeca. Se odiaba por estar pensando en tonterías como en un fantasma o algo parecido. "Tontos vídeos de internet", pensó.
Llegaron a otro cuarto, el espacio ahora era más amplio. Dos ventanas en mal estado; una era sólo limitada por el marco sin cristal; la otra había sido rota.
-¿¡Qué fue eso!?- expresó en un tono moderadamente alto aquél moreno.
-¿¡Qué fue qué!?- lo anterior sólo había logrado alterarlo.
Volvieron a callar. Ahora el exterior se colaba notablemente en la atmósfera. El grillar y el viento golpeaban suavemente en su sentido auditivo. Prestaban atención por cualquier ruido que pudiera disparar sus alertas. Con cada segundo que pasaba, Gumball escuchaba más cosas que seguramente no estaban allí; como si la naturaleza se quebrara afuera, alguien pisando la hierba. No quería asustar a su acompañante, deseaba parecer valiente, pero le estaba costando.
-Da-darwin, yo sé que estás asustado, pero tenemos que--
Un ruido chirriante y lento, era en otra habitación, desgraciadamente no muy lejano, o tal vez el claro eco les estaba engañando.
El de rizos se sobresaltó y se colocó detrás de su hermano apretando su prenda por detrás con violencia, obviamente ya estaba atemorizado.
-Tranquilo, tal vez fue sólo el viento- no supo como esas palabras salieron sin titubear de su boca, incluso sus labios temblaron al finalizar. Sus latidos lo tenían al límite. Trató de dar un paso adelante pero el fuerte agarre de su hermano no se lo permitía, estaba temblando en su posición, tieso.- Darwin, n-no puedo sacarte de aquí si no avanzas- no era capaz de voltear a verlo completamente, su rostro se apegaba su espalda, estaba escondido. Ya no sabía quien estaba temblando más.
No se podían mover. El mayor trató de conservar la calma, inhaló profundo y exhalo con dificultad, estaba a punto de darse ánimos pero fue entonces que la linterna comenzó a fallar.
-¡No, no, no, no!-
El moreno al percatarse pasó del shock a gritarle de nuevo al contrario, armando un vocerío por el pánico de quedarse a oscuras.
-¿¡Qué está pasando!?, ¡préndela, préndela!- exclamaba arrugando aún más la prenda ajena, mientras, la luz después de unos cuantos parpadeos se apagó de golpe.- ¡Gumball, Gumball!-
-¡Aquí estoy, por Dios, Darwin!- estaba perdiendo la calma por los gritos histéricos.
-¡No veo nada, no veo!-
-¿¡Quieres calmarte!?-
-¡No puedo!, ¡Gumball enciende la linterna! ¡Ya!-
-¡Eso intento!-
-¡Ponle otras baterías, rápido, rápido!- por más que observara a los lados, todo se veía oscuro, sólo luces lejanas se asomaban por las ventanas.
-¡No tengo más baterias, maldición!-
-¿¡QUÉ!?- esta vez quería estrangularlo.
-¡No creí que las necesitaríamos!-
-¡Usa la linterna del teléfono!-
De nuevo buscó su celular, lo sacó con prisa del bolsillo, sus manos fueron torpes, sin querer se le soltó, vanos fueron los intentos por retomarlo, impactó en el piso.
-¡No, mi teléfono!-
Los gritos no cesaban, ambos ya estaban desesperados.
-¡La pantalla no responde!- por más veces que su dedo presionara contra lo táctil, no pasaba de la pantalla de bloqueo.
-¿¡Y ahora qué hacemos!?-
-¡No lo sé!-
Ya no lo estaban imaginando, los dos oyeron pisadas, pisadas que venían del piso de arriba. Nuevamente, se quedaron frios, ¿y si realmente había alguien allí? Sintieron el alma escaparse de sus cuerpos.
-Gumball, por favor, te lo suplico, enciende la luz- suplicó agitado.
-No puedo, no sirve- comentó con frustración mientras sus ojos se llenaban de lágrimas por el estrés.
-Presiona el botón, ilumina con la pantalla-
Eso fue lo que hizo, apretó en la parte lateral en el extremo del artefacto. Fueron diez segundos en los que con dificultad poco fue el iluminado que lograron a su alrededor, rápidamente la pantalla volvió a ser negra, era menester estar apretando constantemente el botón de encendido.
-Va-vamonos de aquí-
Se sujetaron de las manos fuertemente mientras caminaban con lentitud y con ayuda de la poca iluminación, era complicado ver que había enfrente. Suplicaban internamente ser los únicos en el lugar. Pasaron minutos en los que todo se mantuvo en moderado silencio, únicamente sus pisadas. Aunque, algo empezaba a molestarle a Darwin, y era que sus pasos cada vez se tornaban más pesados. Puede que haya sido su mente atemorizada, pero podía sentirse como una mirada fija se clavaba en su espalda... Tenía miedo de mirar atrás.
La pantalla se tornó negra, estaba tardando en iluminarse.
-Enciedelo- pidió Darwin con la voz a punto de quebrarse. Tenía el cuello rígido y quería mantener sus ojos en lo que posiblemente sería su hermano.
-¡No quiere!-
El botón estaba sumido, no podían presionarlo. Siguió insistiendo hasta que por fin lo logró, la tenue iluminación pareció desvanecerse como una foto en flash. Sin embargo, fue poco tranquilizador ver como en un escaso segundo una sombra se deslizó velozmente de nuevo a la penumbra.
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