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El día del campamento había llegado, los estudiantes subían uno a uno en el autobús que se encargaría de transportarlos a su destino, y DaSom estaba emocionada por vivir esa experiencia fuera del salón de clases.

Junto a Monique subió al autobús y vio casi todos los asientos ocupados, excepto por unos al final, uno en la penúltima fila y otro en la última. No creía que fuera casualidad que ese libre en la última fila fuese al lado de JungKook, ya que el mismo asiento estaba ocupado por su bolso.

— Parece que no aprende. — susurró Monique haciendo un gruñido por lo bajo.

La pelirroja caminó dándose paso entre los asientos y las piernas de los alumnos hasta llegar al asiento de la penúltima fila, por lo que DaSom siguió y le regaló una sonrisa pequeña a JungKook antes de sentarse; él la imitó. Al otro lado de él estaba EunHee, quien lo miraba de reojo cada cierto tiempo, pero JungKook parecía no darle atención.

El profesor encargado subió y empezó a dar una charla antes de mencionar las reglas claves para un viaje en la naturaleza, y una vez que el viaje emprendió camino a su destino, todos se concentraron el lo suyo.

— JungKook, mira, te quise traer algo. — EunHee a su lado lo llamó y este miró en sus manos lo que ella le ofrecía.

Unas galletas, no cualquier galleta, parecía de las que hacía la madre de DaSom. Así que con ese dato, la chica miró con los ojos entrecerrados por los asientos hasta que vio la mirada maliciosa y con una sonrisa coqueta que sólo se veía a través de los ojos de su estúpido hermano. Seguramente él le dijo a EunHee sobre las galletas que tanto le gustaban a JungKook.

JungKook tomó las galletas con una sonrisa cortés, aunque su mirada se desvió rápidamente hacia DaSom, quien observaba la escena con una mezcla de curiosidad y algo de incomodidad. EunHee, notando la falta de entusiasmo en JungKook, frunció ligeramente el ceño pero no dijo nada más.

— Gracias, EunHee. — respondió JungKook, guardando las galletas en su mochila sin abrirlas.

El autobús avanzaba por el camino serpenteante, y el murmullo de los estudiantes llenaba el aire. DaSom se acomodó en su asiento, sacando un libro para leer durante el viaje. Sin embargo, su atención se desvió constantemente hacia JungKook, quien parecía estar perdido en sus pensamientos.

— ¿Estás bien? — preguntó DaSom en voz baja, inclinándose un poco hacia él.

JungKook la miró, sus ojos oscuros reflejando una mezcla de emociones que DaSom no pudo descifrar del todo.

— Sí, solo... pensando. — respondió él, su voz apenas un susurro.

DaSom asintió, sintiendo una extraña conexión en ese momento de vulnerabilidad compartida. Monique, sentada al frente, observaba la interacción con interés, pero decidió no intervenir.

El viaje continuó, y el paisaje fuera del autobús se transformaba en un verde exuberante a medida que se adentraban en la naturaleza. El profesor anunció que pronto llegarían al campamento, y la emoción entre los estudiantes creció.

Cuando finalmente llegaron, todos comenzaron a bajar del autobús, cargando sus mochilas y equipos. JungKook esperó hasta que DaSom y Monique estuvieran listas, y juntos se dirigieron hacia el área de campamento asignada.

— Esto va a ser interesante. — murmuró Monique, mirando a su alrededor con una sonrisa.

DaSom asintió, sintiendo una mezcla de anticipación y nerviosismo. Sabía que este campamento podría ser una oportunidad para conocer mejor la naturaleza, pero también presentaba la posibilidad de complicaciones con JungKook y Monique conviviendo.

Mientras buscaban sus cabañas y se instalaban, DaSom no pudo evitar sentir que este viaje sería algo diferente a los demás.

Un rato después, el campamento estaba en pleno apogeo. Los estudiantes habían terminado de instalar sus tiendas y se reunieron en un claro, donde el profesor los esperaba con una sonrisa entusiasta. El sol brillaba alto en el cielo, y el aire fresco de la naturaleza llenaba los pulmones de todos, creando una atmósfera de expectación y aventura.

— ¡Atención, por favor! — llamó el profesor, levantando una mano para captar la atención de los estudiantes. — Como saben, nuestra última clase antes del viaje fue sobre la fotosíntesis. Este campamento se centrará en la flora, y nuestra primera actividad será una exploración práctica.

Los estudiantes murmuraron entre ellos, emocionados por la perspectiva de una actividad al aire libre. DaSom, Monique, JungKook, EunHee, Jimin y los demás se acercaron un poco más, ansiosos por escuchar los detalles.

— Cada pareja, que ya fue asignada en clase, recibirá un libro de botánica. — continuó el profesor, mostrando un ejemplar grueso y bien ilustrado. — Su tarea será encontrar una planta en la naturaleza que les rodea, investigarla usando el libro y tomarle fotos. Luego, deberán preparar una presentación sobre cómo realiza la fotosíntesis.

Monique y DaSom intercambiaron una mirada de complicidad, mientras que JungKook y EunHee parecían llevarse bien, conversando animadamente sobre la actividad; DaSom lo había notado al voltear a verlo. Jimin, sonrió a su compañera de equipo Mina, y esta parecía sonrojarse.

— Tienen el resto de la tarde para explorar y encontrar su planta. — añadió el profesor. — Recuerden tomar notas detalladas y muchas fotos. Mañana por la mañana, comenzaremos con las presentaciones.

Con eso, el profesor comenzó a repartir los libros a cada pareja. DaSom y Monique recibieron el suyo y se dirigieron hacia el bosque cercano, seguidas de cerca por JungKook y EunHee, y Jimin con Mina.

— Esto va a ser divertido. — dijo Monique, hojeando el libro con interés. — ¿Qué tipo de planta crees que deberíamos buscar?

— Algo que sea fácil de identificar y que tenga características interesantes para la fotosíntesis. — respondió DaSom, mirando a su alrededor con curiosidad.

Mientras caminaban, DaSom no pudo evitar notar cómo JungKook y EunHee parecían disfrutar de la compañía del otro, riendo y compartiendo comentarios sobre las plantas que veían. Una punzada de celos atravesó a DaSom, aunque se dijo a sí misma que no tenía razón para sentirse así.

¿Así era como se sentía JungKook? Sacudio su cabeza con el pensamiento.

— Parece que alguien está disfrutando del campamento. — murmuró Monique con una sonrisa traviesa, refiriéndose a JungKook y EunHee.

DaSom se sonrojó ligeramente, pero decidió concentrarse en la tarea. Después de todo, este campamento era una oportunidad para aprender y disfrutar de la naturaleza, y no quería desperdiciarla.

DaSom y Monique se adentraron más en el bosque, sus ojos escudriñando cada planta en busca de algo interesante. El canto de los pájaros y el crujido de las hojas bajo sus pies creaban una sinfonía natural que las envolvía.

— Mira esto, DaSom. — dijo Monique, señalando una planta con hojas grandes y verdes. — ¿Crees que esta podría ser interesante?

DaSom se agachó para examinarla más de cerca, sacando el libro de botánica para buscar información.

— Podría ser. — respondió, pasando las páginas del libro. — Parece ser una especie de helecho. Vamos a tomar algunas fotos y notas.

Mientras trabajaban, DaSom no pudo evitar lanzar miradas furtivas hacia JungKook y EunHee, quienes estaban un poco más adelante. JungKook parecía estar disfrutando de la actividad, pero DaSom notó que de vez en cuando sus ojos se desviaban hacia ella, como si también estuviera pendiente de sus movimientos.

La tarde avanzaba y los estudiantes regresaban al punto de inicio de la actividad, cargando sus libros y cámaras llenas de fotos de las plantas que habían encontrado. El profesor los esperaba con una sonrisa, listo para escuchar sus descubrimientos.

— Muy bien, chicos. Espero que hayan disfrutado de la actividad y aprendido mucho sobre la flora local. — dijo el profesor, mirando a su alrededor. — Antes de que se vayan a descansar, me gustaría hacerles una pregunta sobre lo que han investigado.

Los estudiantes se acomodaron en el claro, algunos sentándose en el suelo, otros de pie. Monique y DaSom se sentaron juntas, mientras que JungKook y EunHee se quedaron de pie cerca de ellas.

— ¿Alguien puede decirme cuál es el papel de los estomas en la fotosíntesis? — preguntó el profesor, mirando a los estudiantes.

Monique levantó la mano rápidamente, y el profesor asintió para que hablara.

— Los estomas son pequeños poros en las hojas que permiten el intercambio de gases. Durante la fotosíntesis, permiten que el dióxido de carbono entre en la hoja y que el oxígeno salga. — explicó Monique con confianza.

— Eso es correcto. — dijo el profesor, asintiendo.— ¿Alguien quiere añadir algo más?

JungKook levantó la mano de inmediato, y el profesor le dio la palabra.

— Además de permitir el intercambio de gases, — miró de reojo hacia Monique con un tono de superioridad.— los estomas también juegan un papel crucial en la regulación de la transpiración. Controlan la pérdida de agua de la planta, lo cual es vital para mantener el equilibrio hídrico y evitar la deshidratación. — añadió JungKook, mirando a Monique con una expresión desafiante.

Monique frunció el ceño ligeramente, sintiendo que JungKook estaba tratando de opacarla.

— Sí, pero sin el intercambio de gases, la fotosíntesis no podría ocurrir en primer lugar. La regulación de la transpiración es importante, pero es secundaria al proceso principal de la fotosíntesis. — replicó Monique, cruzando los brazos.

— No estoy de acuerdo. — respondió JungKook, manteniendo la calma. — La regulación de la transpiración es igualmente crucial porque sin ella, la planta no podría sobrevivir lo suficiente para realizar la fotosíntesis de manera efectiva.

El profesor observaba el intercambio con interés, mientras los demás estudiantes miraban a Monique y JungKook, sorprendidos por la intensidad del debate.

— Ambos tienen puntos válidos. — intervino el profesor, tratando de mediar. — Los estomas son esenciales tanto para el intercambio de gases como para la regulación de la transpiración. Ambas funciones son vitales para la salud y el funcionamiento de la planta.

DaSom observaba la escena con una mezcla de incomodidad y curiosidad. Sabía que la tensión entre Monique y JungKook venía de lejos, y aunque trataba de no tomar partido, no podía evitar sentirse un poco celosa al ver a JungKook tan apasionado en su argumento. Se veía tan inteligente que DaSom no creía que necesitara ayuda con alguna materia.

— Bueno, creo que hemos aprendido mucho hoy. — concluyó el profesor, sonriendo.— Pueden ir a descansar y prepararse para la cena. Mañana continuaremos con las presentaciones.

Los estudiantes comenzaron a dispersarse, y Monique lanzó una mirada a DaSom.

— ¿Viste eso? Siempre tiene que tener la última palabra. — murmuró Monique, claramente ofendida. DaSom sonrió sabiendo que JungKook era demasiado competitivo.

— Monique, JungKook — llamó por lo alto y estos voltearon desde sus posiciones.— en lo que terminen de comer algo, vienen de nuevo, quiero hablar con ustedes.

— ¿Qué? — dijeron ambos al unísono y el profesor les sonrió.

DaSom suspiró, sabiendo que la rivalidad entre su mejor amiga y JungKook no se resolvería fácilmente. Aprendería entonces a lidiar con ello.