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05

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DaSom y JungKook continuaron caminando por la calle, el aire fresco de la noche envolviéndolos. Las luces de las farolas proyectaban sombras suaves en el pavimento, creando un ambiente tranquilo y casi mágico.

— ¿Por qué hiciste eso? — preguntó ella, aún sorprendida por la acción de JungKook hacía un momento.

— Quería hablar contigo a solas — respondió él, con una voz suave pero firme.— No quería que Monique viniera porque quiero caminar sólo contigo.

DaSom lo miró, tratando de entender sus intenciones. JungKook siempre había sido protector, pero esto parecía diferente.

— ¿De qué quieres hablar? — preguntó, sintiendo una mezcla de curiosidad y preocupación. Pero él no le contestó; a pesar de todo seguía siendo tímido con algunas cosas. Lo vio de reojo mientras caminaban por la calle y decidió decir más.— ¿Sabes? — Al decir eso, JungKook volteó a verla.— no deberías ser tan cruel con Monique... — Él suspiró y bajó la mirada a sus pasos.— ha sido una excelente amiga, y nunca me ha visto por encima del hombro... es buena. — quiso recalcarle y él asintió convencido por la misma.

— Lo sé y lo siento, DaSom. — metió las manos en los bolsillos de su suéter y volvió a suspirar.— es solo que... me siento celoso de que tengas a alguien nuevo abarcando el lugar que me corresponde. — se encogió de hombros y DaSom sonrió levemente.

— Tu tuviste y tienes tu lugar especial, JungKook... nadie va a reemplazarte. — mencionó en un murmullo y él también le sonrió.

— ¿Y... qué tan especial es ese lugar? — preguntó con tono curioso y una sonrisa emocionada en su rostro.

— ¿Ese lugar? — rio un poco mientras seguían caminando.— pues... es uno único, siempre es cálido y es el que está más cerca de mi corazón. — se colocó la palma en el pecho y sonrió. JungKook sonrió con ello y se sintió demasiado bien con la aclaración.

Siguieron caminando un poco más y llegaron a un sitio que recordaban con mucho cariño y nostalgia.

— ¿Recuerdas cuando éramos niños y solíamos caminar por este mismo camino? — preguntó JungKook, rompiendo el silencio.

DaSom asintió, sonriendo.

— Sí, solíamos imaginar que éramos exploradores en una gran aventura. — respondió, mirando a su alrededor como si pudiera ver a sus versiones más jóvenes corriendo por ahí.

— Siempre fuiste la líder. — dijo JungKook con una risa suave. — Yo sólo te seguía, asegurándome de que no te metieras en problemas.

— Y siempre me sacabas de ellos cuando lo hacía. — añadió DaSom, riendo también.

Llegaron a un pequeño parque y se sentaron en un banco. Un parque que también recordaban, pues fue el último sitio donde estuvieron juntos antes de que JungKook partiera al otro lado del mundo. Él se inclinó hacia atrás, cerrando los ojos por un momento, disfrutando del aire fresco y el recuerdo de ambos.

— DaSom, hay algo que he querido decirte. — dijo de repente, abriendo los ojos y mirándola con seriedad.

Ella lo miró, sorprendida por el cambio de tono.

— ¿Qué cosa?

— Sé que he sido un poco... difícil últimamente. — comenzó, eligiendo sus palabras con cuidado. — Pero es solo porque me importa mucho nuestra amistad. No quiero perderte.

DaSom sintió un nudo en la garganta.

— No vas a perderme, JungKook. — dijo con firmeza.— Siempre serás importante para mí. — JungKook sonrió, aliviado.

— Gracias, DaSom. Eso significa mucho para mí.

Se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la compañía del otro. Finalmente, DaSom rompió el silencio.

— ¿Sabes? Creo que Monique y tú podrían llevarse bien si se dieran la oportunidad. — sugirió, mirando a JungKook con esperanza.

Él suspiró, pero asintió.

— Lo intentaré. Por ti. Pero no garantizo nada, porque ya sabes cómo soy. — prometió, haciendo sonreír a DaSom mientras negaba; sintiendo que, a pesar de las dificultades, todo estaría bien. Se levantó del banco y extendió la mano hacia JungKook.

— Vamos, te acompaño a casa. Necesitas descansar. — dijo con una sonrisa.— no está muy lejos de aquí ¿no? — él negó mirándola fijamente.

JungKook tomó su mano sintiendo una calidez que le reconfortaba, y se levantó, caminando junto a ella. Mientras se alejaban del parque, DaSom sintió una renovada esperanza en su corazón.

El silencio entre ellos era cómodo, lleno de entendimiento y recuerdos compartidos.

— ¿Te acuerdas de la vez que nos perdimos en el bosque detrás de la escuela? — preguntó DaSom, rompiendo el silencio con una sonrisa nostálgica.

JungKook rió suavemente.

— Sí, claro. Estábamos tan asustados, pero fingimos ser valientes. — respondió, apretando ligeramente la mano de DaSom.

— Y al final, encontramos el camino gracias a tu sentido de orientación. — añadió ella, mirándolo con admiración.

— Bueno, no quería admitirlo en ese momento, pero estaba siguiendo el sonido del río. — confesó JungKook, sonrojándose un poco. DaSom rió, sacudiendo la cabeza.

— Siempre tan modesto. — dijo, sintiendo una oleada de cariño por su amigo de la infancia.

Llegaron a la casa de JungKook y se detuvieron en la entrada. JungKook miró la casa, queriendo invitarla a pasar, pero no sería correcto. Por lo que la dejó tranquila mientras ella llamaba a su hermano.

En un silencio cómodo esperaron a que llegara el mellizo de la chica y una vez el mismo se detuvo frente a ambos, notaron que ya Monique no venía con él. Quizás la había llevado a casa.

— Gracias por el paseo, JungKook. — dijo DaSom, mirándolo con una sonrisa cálida.

— Gracias a ti por escucharme. — respondió él, devolviéndole la sonrisa.

DaSom se acercó y lo abrazó, sintiendo su calidez y el latido de su corazón. Aspiró de forma profunda y disimulada para sentir su aroma y cerró los ojos llenándose de este. Y a pesar de hacer lo posible porque no la descubriera, no sabía que JungKook hacía lo mismo que ella.

— Cuídate, ¿sí? Y descansa. — susurró en su oído, con preocupación y cariño.

JungKook asintió, abrazándola con fuerza sin querer soltarla.

— Lo haré. Buenas noches, DaSom. — dijo, soltándola con suavidad.

— Buenas noches, JungKook. — respondió ella, entrando en el auto y cerrando la puerta detrás de ella.

Mientras caminaba hacia su casa, JungKook no podía dejar de sonreír. Sabía que, a pesar de los desafíos, su amistad con DaSom era fuerte y especial. Y eso le daba esperanza para el futuro.

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La clase de biología estaba en pleno apogeo, con el profesor explicando los detalles de la fotosíntesis en la pizarra. DaSom, JungKook, Jimin y Monique estaban sentados juntos, prestando atención a la lección.

— Y ahora, tengo un anuncio emocionante para todos ustedes. — dijo el profesor, captando la atención de la clase.— Como actividad extracurricular, iremos a un campamento por un fin de semana para conectarnos con la naturaleza y aplicar lo que hemos aprendido en clase.

Los estudiantes comenzaron a murmurar emocionados, y DaSom intercambió una mirada entusiasta con Monique y luego con JungKook.

— Además, tendrán que formar equipos para una actividad especial en el bosque. — continuó el profesor.— Cada equipo deberá trabajar juntos para completar una serie de desafíos.

Antes de que DaSom pudiera reaccionar, Monique le tomó del brazo con una sonrisa radiante.

— ¡DaSom, seamos un equipo! — propuso, apretando su brazo con entusiasmo.

DaSom miró a JungKook, quien estaba sentado al lado de su hermano Jimin unas filas detrás de ella. Él movía su mandíbula de lado a lado, claramente molesto por la situación. Jimin observaba la escena con una sonrisa divertida.

— Claro, Monique. — respondió DaSom, aunque su mirada seguía fija en JungKook, tratando de calmarlo con una sonrisa apenada.

JungKook suspiró y miró hacia otro lado, tratando de ocultar su frustración. Ella se levantó en cuanto el profesor salió del aula y caminó hacia el pelinegro con Monique detrás de ella.

— ¡DaSom y yo haremos equipo! — dijo emocionada y JungKook la miró mal.— ¿con quiénes harán equipo ustedes?

— Supongo que Jimin y yo seremos un equipo entonces. — dijo, su voz tensa. Observó al nombrado y este lo miró con los ojos abiertos en grande.

— Oye, no me dijiste. — se quejó suave.— ya le hice señas a Mina. — se quejó nuevamente y JungKook suspiró mirándolo ofendido.

— Ah... ¿JungKook? — habló una voz femenina y suave. Él levantó la mirada y la observó.— ¿Tienes compañero? — preguntó nerviosa y sonrojada.

Jimin le dio una palmada en la espalda y le sonrió ampliamente a la chica.

— EunHee. — dijo con una sonrisa, tratando de aliviar la tensión.— menos mal que llegas, claro que no tiene compañero y le encantaría formar equipo contigo. — dijo aliviado de poder ser compañero de la chica que estaba siguiendo.

DaSom observó a EunHee y ésta, siendo tímida, se veía muy linda. Volteó a ver a JungKook y este se quedó mudo un rato mientras su vista estaba perdida.

— Claro, EunHee, gracias por pedírmelo. — sonrió suavemente y la chica se sonrojó aún más.

— ¡Oh gracias! Prometo esforzarme para que nuestra calificación sea la mejor. — hizo una corta reverencia y luego se alejó del sitio para sentarse de nuevo en su puesto.

JungKook sonrió con la reciente escena y luego volvió a la realidad cuando vio las caras de Jimin, Monique y DaSom sobre él.

— ¿Qué? Ninguno de ustedes me tomó en cuenta. — se encogió de hombros y continuó dibujando en su libreta sin darles más atención.

DaSom sintió una punzada de culpa por lo que dijo; ya que en verdad ninguno lo tomó en cuenta, pero sabía que no podía dejar a Monique sola ya que más nadie hablaba con la chica y DaSom era su amiga y compañera en casi todos los proyectos.

El profesor entró de nuevo al aula con unas hojas en sus manos y continuó explicando los detalles del campamento mientras pedía a los alumnos ir pasando las hojas luego de tomar una. Pero DaSom no podía dejar de pensar en cómo equilibrar su amistad con JungKook y su amistad con Monique. Sabía que el fin de semana sería un desafío, pero también una oportunidad para fortalecer los lazos entre todos ellos.

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