
9. Distante
If it's not like the movies,
That's how it should be, yeah.
When he's the one,
I'll come undone,
And my world will stop spinning
And that's just the beginning...
---
Más tarde ese mismo día Sarah era un manojo de nervios, ya se había quemado los dedos en dos ocasiones cocinando la cena para ella y Nate.
¿Por qué estoy haciendo lasagna? Oh, mira, aquí está tu comida favorita. Por cierto, quiero terminar contigo.
Dio pisotones en la cocina de la misma forma en que lo haría un niño pequeño.
¡Argh! Esto sería mucho más fácil si fuera un completo idiota.
Metió la lasagna al horno, ajustó el temporizador en la estufa y miró a su alrededor.
"Ensalada, lista. Mesa, lista. Postre, listo. Vino, él lo trae." Se dijo a si misma. "Okey."
Se metió a la regadera ensayando en su mente como iba a hacerlo, mientras el agua tibia recorría su cuerpo.
Entonces, Nate... Este, hemos tenido una gran relación pero pienso que debemos darnos un tiempo. No, no. Nada de tiempo, tiene que ser definitivo.
Honestidad, necesito ser honesta. Nate, últimamente he estado pensando... en... en otra persona. Mucho. Y en sus ojos... y su sonrisa... y su voz grave y aterciopelada...
Su mirada se perdió y se mordía el labio inferior mientras sostenía el jabón entre sus manos. Luego, sacudió la cabeza para salir del trance y tomó la botella de champú.
Demasiada honestidad. No puedo hacer eso. No pienses en Hamdan, NO pienses en Hamdan mientras terminas con tu novio. Dios mío, soy de lo peor.
"¡Auch!" Champú cayó en uno de sus ojos. Se echó agua en la cara y continuó enjuagándose el cabello.
Okey. Nate, has sido un gran novio pero ya no estoy segura de mis sentimientos hacia ti.
Eso está un poco mejor.
Entró a su cuarto con una toalla envolviendo su cuerpo y otra en la cabeza. Se puso un par de jeans azules y un top negro y soltó su cabello para que se secara.
Estaba frente al espejo, poniéndose brillo en los labios cuando el temporizador la hizo correr hacia la cocina. Apagó el horno y echó un vistazo adentro.
"Perfecto." Murmuró.
Llamaron a la puerta y Rooster corrió hacia ella.
Dios mío...
Sarah giró los hombros hacia atrás, suspiró y se dirigió a la puerta tratando de sonreír lo más naturalmente posible.
Nathan se había quitado el saco y la corbata y sostenía una botella de vino. "¡Hola cariño!" Tomó a Sarah de la cintura y le plantó un beso en los labios.
"¡Hola!"
"¡Huele muy bien! ¿Lasagna?"
"Ajá." Respondió ella sin mover los labios.
"¡Genial!" Nathan sonrió, dejándola ir y entrando al apartamento para darle una palmada a Rooster, que movía la cola y daba vueltas en círculos. "¿La abro?" Preguntó, levantando la botella de vino.
"Por--" La voz de Sarah se ahogó y tuvo que carraspear. "Por favor."
Podía sentir como su corazón se aceleraba y empuñó las manos para tratar de calmar sus nervios.
Él puso la botella sobre el mostrador de la cocina y tomó el sacacorchos de uno de los cajones. "¿Adivina qué?"
"¿Qué?" Ella le contestó, tomando las dos copas que estaban en la mesa.
"No voy a viajar por lo que resta del año. Así que podemos pasar algo de tiempo juntos antes de que te vayas." Nate anunció, sacando el corcho de la botella.
Sarah miró hacia abajo y notó lo mucho que temblaban sus manos, así que rápidamente puso las copas frente a Nate. "¡Qué bueno!" Le dijo, intentando sonar emocionada.
Nate llenó las copas hasta la mitad y le entregó a Sarah la suya.
"¡Salud por eso!" Él exclamó, chocando las copas y tomando un trago. "¿Está todo bien?" Le preguntó, inclinando la cabeza.
"Este, si. Comamos."
Nate le ayudó a servir la cena mientras hablaba de todas las cosas que podían hacer juntos mientras estuviera en la ciudad. Sarah continuaba sonriendo, asintiendo con la cabeza y contestando a sus preguntas con monosílabas.
¿Cuándo debería hacerlo?
Se sentaron uno frente al otro. Ella miró su plato y se dio cuenta de que no podía comer nada en ese momento.
¿Cómo empiezo?
"¿Sarah?"
Ella levantó la cabeza y por la cara que Nate estaba haciendo, supo que su falta de atención era obvia. "Si, perdón."
"De acuerdo. No más." Nate dejó su tenedor y se cruzó de brazos. "No voy a seguir comiendo hasta que me digas qué está pasando."
"¿Qué? No, yo--"
"Basta." Usó su mano para hacer énfasis. "Has estado tan distraída las últimas semanas. Pensé que era por los entrenamientos y la carrera pero aún sigues estando tan... distante y no siendo como eres siempre. Aún después de haber ganado. ¿Qué sucede?"
Sarah respiró hondo y también puso su tenedor de vuelta en la mesa.
Hazlo de una vez.
"Está bien. Primero que nada, me disculpo por la forma en la que me he comportado. Tienes razón. Realmente, eres una gran persona Nate pero..." Sarah vio como las cejas de él empezaban a juntarse lentamente y se acomodó en su asiento. "Últimamente, me he sentido diferente acerca de nosotros y--"
"¿Estás terminando conmigo?"
La boca de Sarah estaba abierta, pero ningún sonido salía de ella. Pasó saliva y bajó la cabeza.
"¿Sarah?"
Su corazón golpeteaba contra el pecho. Se secó el sudor de las manos en la tela de los jeans sobre sus muslos. Otra respiración profunda y lo miró de nuevo. "Si."
Las esquinas de la boca de Nate empezaron a levantarse. "¿Es en serio?" Preguntó riendo.
Ella presionó sus labios y asintió con la cabeza.
La cara de Nate cayó. "¿Qué?" Murmuró. "¿Qué demonios?"
Ella se disculpó. "Lo siento."
"¿Qué demonios está pasando?" La voz de Nate subía con cada palabra y se llevó las manos a la cabeza. "Pero-- Pero, ¿por qué? Yo-- Yo te amo. ¿Qué sucedió?"
Sarah no soportó ver el dolor en el rostro del hombre frente a ella y bajó la mirada a su regazo. "Yo solo... ya no me siento de la misma forma que tú te sientes."
Nate se paró abruptamente, casi tirando su silla al piso y asustando a Sarah. "¡Obviamente! ¿Pero por qué?" Demandó gritando.
"¡No lo sé! ¡Simplemente es así!" Ella gritó de vuelta.
"¿Desde cuándo?"
"¿Acaso importa?"
"¡Si!" Nate vociferó, golpeando la mesa.
Ella se estremeció y Rooster gruñó desde la sala de estar.
Nate cerró los ojos y dejó caer su cabeza. "¿Conociste a alguien más?" Preguntó de manera calmada y sin mirarla.
Sarah no encontró la forma de ser completamente honesta con Nate. Mencionar a Hamdan era innecesario, nada iba a pasar entre ellos. Tal vez, el único propósito de haberlo conocido, era para que se diera cuenta de que no podía hacer perder más tiempo a Nate, además de que no quería seguir hiriéndolo. Así que mintió.
"No."
Nate se dirigió hacia ella y se puso en una rodilla. "¿Entonces? ¿Qué cambió?" Le imploró, tomándola de la mano.
Sarah se giró en su asiento para encararlo. "Yo cambié. Tú no has hecho nada malo, Nate." Un nudo se formó en su garganta.
"¿Hay algo que pueda hacer?" Le preguntó con voz quebrada. "Porque si necesitas algo de tiempo yo pue--"
"Nate, no. No hagas esto más difícil."
Soltó la mano de Sarah y se puso de pie, cubriéndose la cara con ambas manos. Los ojos de Sarah comenzaron a llenarse de lágrimas así que parpadeó para no dejarlas salir.
"¿Así que esto es todo?" Nate cuestionó con los brazos abiertos.
"No quiero herirte, esto no es fácil para mi." Sarah admitió mirándolo desde abajo.
"Pues imagínate por lo que estoy pasando yo en este momento." Empezó a caminar de arriba a abajo frente a ella. "Yo estoy enamorado de ti, yo pensé en una vida contigo, yo iba..." Se detuvo y cerró los ojos nuevamente. "Olvídalo." Suspiró.
Nata caminó a la puerta pero algo en uno de los estantes lo hizo detenerse. Sarah sabía lo que era. Era una fotografía enmarcada de ambos, de cuando empezaron a salir, estaban en playa Jumeirah y esa foto era una de las favoritas de Nate.
"Puedes quedarte con eso." Dijo él, sin voltear, con la mano en la manija de la puerta.
Sarah se puso de pie. "Nate!"
Él giró con una expresión oscura en el rostro que ella no había visto antes. "¿Qué, Sarah? ¡Esto es lo que tú quieres! Acabas de decirme que no hay nada que yo pueda hacer, entonces ¿cuál es el punto de quedarme?" Estaba respirando fuertemente por la nariz y Rooster gruñó de nuevo en advertencia. "Dios sabe lo mucho que te amo, pero estoy seguro de que no voy a rogar por algo que no sientes."
Nate se fue, dando un portazo tras de sí.
Sarah sintió una opresión en el pecho y las lágrimas resurgieron en sus ojos. Se cubrió la cara con las manos y sus débiles piernas cedieron, haciéndola caer de rodillas en el piso, los sollozos llenaron el vacío apartamento.
Estaba segura de que lo había hecho, de que era la decisión correcta, pero nunca se había sentido tan sola. Sus padres y Tom estaban lejos, sus amigas en Dubái estaba probablemente ocupas, y nadie tenía ni idea de lo que estaba pasando.
Sarah advirtió algo tibio en su regazo y cuando se descubrió la cara, se dio cuenta de que Rooster había ido a sentarse a su lado y su pata estaba sobre la pierna de ella. Sarah abrazó a su perro y continuó llorando.
***
PE tiene casi 300 lecturas y estoy muy contenta por eso! La verdad es que no estaba segura de que mi historia en español tuviera una audiencia, pero creo que vamos por buen camino.
¿Tienes preguntas? ¿Comentarios? Puedes hacerlos aquí, públicamente o mandarme un mensaje privado. Me encantaría saber lo que mis lectores piensan.
Por favor, que no se te olvide votar! (:
XOXO,
Sophie.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro