Lee Suho.
(Un día antes.)

Se terminó de secar el cabello con la toalla, apenas y se miro al espejo, últimamente prefería evitarlos «¿Te crees vampiro o que?» la voz de __________ resonó en su cabeza; así mismo fue un vago recordatorio de lo que había pasado el día anterior, cuando ella se desmayó.

—... Ayúdame...

El volteo en busca de la voz de su amigo. Quien le recordaba que tenía que alejarse de __________ lo antes posible. La piel se le erizó y pronto comenzó a faltarle el aire; ya había perdido a una persona por su imprudencia y... Algo más después.

—. Debería irme a dormir ya...—se dijo pero entonces algo robó su atención

En la barra de la cocina, sobre salió la servilleta improvisada que utilizo en aquel entonces, Suho se acercó y la abrió, eran dos pastillas de la medicina de __________; la intención era una pero...

Justo cuando abrió torpemente el bote y con los nervios a flor de piel escucho los pasos de los abuelos de __________; sabía que dirían y que eran capaces de hacer si lo veían cerca de ella.

—. Volveré por ti, te lo prometo.—le susurró y salió del hospital

Le ardió la cara de solo recordar aquello, inhalo y observo las pildoras, rojo y amarillo, eran sus colores y en el contorno venía escrito: "DLXXX-B"

No podría llamarse un doctor de primera, pero sabía perfectamente que en su vida había visto tal diseño, frunció ligeramente el ceño tratando de ver más detalles del medicamento, pero no hubo más; se acercó a la ventana mientras hacia una llamada.

—¿Lee Suho?—respondieron

—. Si, disculpe la hora—comentó

—. No importa, ¿Pasa algo?

—. Es más una duda.—Suho sopeso como manejar la situación

—¿Sobre ti?—inquirió la persona al otro lado

—. No, es más una investigación...—Suho miro hacia la gaveta que asomaba la puerta de su habitación—. Para un trabajo de Biología, ¿Podrías analizar esto? Por favor.

La respuesta fue óptima, en cuanto pudo envío la foto de las pastillas.

—. Hummm... ¿Acaso no tienes el nombre de las pildoras?—cuestiono el otro

—. No, lo lamento.—contestó Suho

—. Tsk. Quizá debas venir entonces a dejarme una, además de que no alcanzo a leer que dice—confesó—¿Cuando...?

—. Domingo a las 7, ¿Te parece?—lo interrumpió al instante Suho

El receptor de la duda de Suho, aceptó sin objeción alguna, una ves finalizó la llamada; Suho miro Seúl iluminado, había algo, algo que incluso _________ no estaba del todo lista por saber.

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Hoy.

Pidió una malteada, no era para el. Pasó la página de su libro de biología; confiaba en ella, como no tenía idea y eso en ocasiones lo asustaba. Perdido en sus pensamientos, como si fuera algún tipo de don, pudo casi escuchar los zapatos de la chica chocar contra el pavimento, su perfume le acaricio las fosas nasales y quizá todo el cuerpo, su respiración tan familiar y tan peculiar.

—¡Ya me esperan, gracias!—escucho

Supo que era ella. Inhalo profundamente como para calmarse así mismo, ella había llegado, pero con una grandísima diferencia.

—¡Suho!—exclamó no supo si de nervios o por alegría

El cabello se lo había teñido de lila y el maquillaje que llevaba le quedaba bastante bien, la ropa se le ceñia al cuerpo y tenía la respiración agitada.

—¿Esperaste mucho?—preguntó

Suho se limito a negar con la cabeza.

—¿Que? ¿Te comió la lengua el gato?—siempre tan imprudente y directa—¿Te espante?

«anonadado» corrigió mentalmente Suho, el cabello le caía sobre los hombros y lo tenía ligeramente alborotado.

—¿Te dejarán entrar con esos cabellos?—quiso golpearse la cabeza ante su comentario tan absorto

—. Diré que es para la obra, aunque no le veo tanto problema, Hyejin lo lleva rubio.—hizo una mueca mientras se encogió en hombros—¿Y tú?, ¿Cómo estás?

Las pastillas le quemaron en el bolsillo del pantalón cuando ___________ saco el botecito de medicamento, logro ver el nombre por fin.