~ Capítulo 24 ~
Canción del capítulo: Park Jimin - Promise.
•••
— Ahjumma—Hye estaba sentada en la alfombra de la sala intentando acabar uno de los deberes de uno de sus talleres— ¿Puedo preguntarle algo? —la señora Park detuvo sus manos que cosían una camisa— ¿Alguna vez...Jimin se ha sentido triste?
— ¿Qué clase de pregunta es esa? —frunció el ceño algo extrañada—Todos nos hemos sentido así, incluso los animales.
— Hace dos días le pregunté a Jiminie sobre su padre—se atrevió a contarle—Él siempre es bueno conmigo y me defiende, pero... ¿Quién solía defenderlo en los momentos difíciles? —quiso saber—Sé que su padre se oponía a los cuentos que usted escribía...
— Hye, ¿Quieres saber sobre el padre de Jimin y Rose? —la chica se sonrojó por la vergüenza de haber sido atrapada— ¿Por qué?
— Lo siento—se disculpó bajando la mirada—Sólo...estuve pensando en lo que dijo Jimin, la tristeza se puede disfrazar, me preguntaba si...durante los años de secundaria Jimin...disfrazó su tristeza.
La mujer respiró profundo cerrando sus ojos llevando una de sus manos al puente de su nariz, hace mucho que no hablaba sobre el tema, hace tanto que...alguien además de sus hijos le preguntaba sobre eso.
— Hace muchos años solía ser tú—eso hizo que la joven levantara su rostro—Era tímida, callaba mucho, miraba y juzgaba en silencio—comentó—Mis padres eran muy pobres, tenía hermanas, pero nunca estaban en casa, así conocí al padre de mis hijos.
— ¿Simplemente se encontraron?
— Él solía defenderme de los abusadores, al principio me parecía bonito ese gesto, nadie lo había hecho—sonrió tristemente—Creí que era un caballero, el padre de mis hijos sólo fue volviéndose más posesivo con el tiempo.
— ¿Usted...lo amaba?
— Claro que sí.
— ¿Pero...él sólo cambió?
— YiHyun siempre fue así, sólo no vi porque el amor me cegó por completo, me volví dependiente de ese hombre, me casé creyendo que estaba bien, que era lo que merecía, pero sólo fue una tortura—suspiró—Él nunca quiso tener hijos, conocía mi sueño de ser escritora, dijo apoyarme cuando no fue así.
"Es como dijo YoonGi, a veces no se necesitan motivos ni razones"
— ¿Él...rechazó a sus hijos?
— Cuando supimos que tendríamos un niño su actitud dura se calmó, sus órdenes cesaron y...—dejó la camisa a un lado—Sus golpes también lo hicieron.
— ¿Él...la golpeaba, ahjumma? —Hye tenía miedo de preguntar, pero seguía haciéndolo.
— Cuando no era muy rápida o no obedecía, ahora me doy cuenta lo estúpida que fui. Siempre estuve encerrada en casa, nunca trabajé fuera, nunca tuve verdaderas amigas, nunca tuve un hombro en el cual llorar...
— Sus hijos eran su soporte, Jimin y Rose la aman con todo el corazón.
— A veces creo que esas cosas hicieron que Jimin madurara muy rápido, todo viene desde casa, ¿No?
— Ahjumma, tiene mucha suerte de tener un hijo como Jimin—sonrió dulcemente tomando su mano—Y Jimin tiene mucha suerte de tenerla a usted, él...será un buen esposo cuando consiga a la chica indicada.
Eso le trajo un recuerdo a la mujer.
Doce años atrás
— ¿De nuevo esas niñas te molestaron? —ChaeMin iba con el pequeño Jimin de diez años tomando su mano, en la otra tenía la mano de su hija, Rose tenía entonces ocho años.
— No me gustan que digan que soy lindo.
— Eres lindo, Jiminie, es un cumplido, tesoro—sonrió divertida.
— Es que no sé qué decirles—Jimin miró a su madre—Si les hablo chillan como locas, ninguna de ellas me gusta.
— Oppa, ¿Cómo debe ser tu novia? —Rose miró a su hermano.
— Aigoo, ambos están pequeños para esas cosas—reprochó con cariño la mujer.
— Debe ser como omma—Jimin sonrió divertido mirando a su madre—Linda y atenta conmigo, la defenderé de todos, nadie se meterá con ella.
La señora Park se conmovió con eso.
— Estoy segura que lo harás.
Presente
֎֎֎
La curiosidad estaba comenzando a ser parte de HyeLin, se encontraba sentada en la cama mirando un vídeo de Park Jimin bailando en aquella presentación, Jimin se movía de manera única, parecía ligero sobre el escenario, aquello provocó una pequeña sonrisa en la muchacha, el chico realmente tenía talento con eso.
— ¿Qué es tan gracioso? —Jimin salía del baño luego de haber cepillado sus dientes teniendo su pijama puesto.
— Bailas muy hermoso—comentó ella. El rubio se acercó mirando aquel vídeo en su celular.
— ¿Qué haces viendo eso? —sus mejillas se sonrojaron. La persona que le gustaba estaba viéndolo bailar.
— Nunca te había visto bailar así que...quise hacerlo—levantó la mirada sonriendo con pena—Lo siento.
— Últimamente tienes mucha curiosidad por ciertas cosas, ¿No? —respiró profundo—Hye, estaba pensando y...
— Solía decirles a mis padres que nunca sería bailarina de ballet—contó mirando su celular. Un Jimin vestido de blanco daba saltos y vueltas con una tela blanca que era movida con perfección y precisión—Pero siempre me interesó el baile contemporáneo y esas cosas.
— ¿Enserio? —se sorprendió.
— Sí—asintió.
— ¿No has pensado en tomar el taller de danza?
— No, no puedo—dejó el celular a un lado.
— ¿Qué no puedes?
— No puedo bailar.
Jimin frunció el ceño, se acercó a su propio celular en la mesa de noche, Hye no supo qué hacía, pero de repente una dulce melodía comenzó a sonar. El chico dejó el móvil sobre aquella mesa de noche de nuevo y fue donde ella ofreciéndole su mano, HyeLin dudó, pero temerosa la aceptó. Jimin hizo que se colocara de pie, rodeó su cintura con un brazo y tomó una de sus manos con una de las suyas, Hye miró esos ojos oscuros posando su mano libre sobre su hombro.
Y de repente ambos se movían al ritmo lento de la música.
— Ya estás bailando—sonrió encantadoramente y ella rio por lo bajo—Nunca digas que no puedes hacer algo.
— Bueno...—con lentitud borró su sonrisa—No puedo ayudar a Wendy.
— Eso es una excepción...
— ¿No vas a decirme que haga lo correcto? —susurró. Ambos iban al ritmo lento de la canción que era tonos de guitarra—Incluso tu madre no me insiste en ese tema.
— Nunca te diré que hagas algo que no quieres—admiró esos ojos brillantes e inocentes—Lo que hizo Wendy no tiene perdón, lamento lo de su hija, pero...no puedo obligarte a que dones tu sangre, nadie en esta casa puede obligarte.
La chica suspiró asintiendo.
— En ocasiones intento no pensar en eso, pero...cuando pienso en mamá...pienso en Wendy y es...inevitable...
— Pues no pensemos en eso ahora, pensemos que estamos en medio de un gran salón con varias personas, es una elegante fiesta y estamos bailando siendo la atracción de todos—Hye rio por eso y él adoró escucharla.
— Prefiero imaginar que estoy en un gran salón a solas contigo—aquello hizo que el corazón de Jimin latiera con fuerza. El chico sonrió dulcemente besando su cabeza, besó su frente y de repente ambos se detuvieron, las miradas seguían allí en el otro, la distancia fue volviéndose menos y...
Hye permitió que Jimin posara sus labios sobre los suyos, un extraño, pero agradable cosquilleo los recorrió a ambos, los labios de Jimin esperaron paciente a que la chica se acostumbrara y...de pronto las manos de Jimin estaban tomando el rostro de ella, Hye de repente tenía sus brazos rodeando la cintura del joven bailarín. El beso era suave, lento (quizás mucho) pero ambos lo disfrutaban.
Sólo cuando se alejaron a los minutos encontraron la misma reacción en el otro, mejillas rosadas, labios un poco hinchados, ojos brillantes y dulces. La música acabó dejándolos en el silencio de la habitación.
Jimin no podía creer que la había besado.
Y Hye no podía creer que el chico tuviera esos sentimientos hacia ella, sus brazos lo soltaron despacio y retrocedió con sus mejillas ardiendo.
— Ah...yo...—buscó que decir—Iré al baño.
— Claro, claro—él también estaba avergonzado, pero no más que emocionado. Cuando Hye entró al baño, el rubio se dejó caer en la cama queriendo gritar.
¡Hye y él se habían besado!
¡NO MAMES SE BESARON! >.< Admito que me sorprendió porque mientras escribo ni me doy cuenta de lo que hago, las ideas solo vienen y ya y...
Joder que lindo, permitanme llorar T_T
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro