— Lo siento, podemos dejarlo para el próximo fin de semana—JiSoo no podía ir al cine con HyeLin como habían planeado ya que un imprevisto había ocurrido.

— Tranquila, no te preocupes—sonrió un poco.

— ¿Enserio? Gracias—la abrazó—Debo ir a clases, te veo en el descanso—movió su mano alejándose. Hye iba a retomar su caminata por el pasillo, pero una mano tomó su muñeca deteniéndola, se sorprendió al ver aquel chico de negro sin su típico cubrebocas, su cabello oscuro estaba algo despeinado—Hola—saludó extrañada—YoonGi.

— Mi padre quiere saber si te gustaría ir a cenar este fin de semana a casa—la soltó despacio metiendo sus manos en los bolsillos de su pantalón—Le dije que podía decírtelo en persona, pero insiste que debo ser yo.

— Oh—no supo que decir porque claramente ella no iría sola—Yo...debo hablar con...

— ¿El enano que viene a buscarte y traerte cada día?

Frunció el ceño, no le gustaba que se dirigiera de esa forma.

— Creo que Jimin y tú son del mismo tamaño, ¿Sabes?

— En fin, ¿Debes pedirle permiso a tu novio?

— No es mi novio.

— Que raro, juraba que sí.

— Debo ir a clase, dile a tu padre que hablaré con Jimin—fue lo último que le dijo antes de retirarse dejándolo allí. Ella no lo supo, pero YoonGi se le quedó mirando hasta que desapareció.

֎֎֎

La señora Park recogía la ropa sucia de las habitaciones metiéndolas en una cesta, había recogido la suya, la de Jimin y la de HyeLin, entró a la habitación de Rose encontrando un poco de desastre, chasqueó la lengua negándose a limpiar ese cuarto, cada quien debía limpiar su desorden, incluso Jimin y Hye mantenían la otra habitación limpia. La mujer metió en la cesta algunas camisas, pantalones cortos y faldas a la cesta, con los pantalones revisaba sus bolsillos al igual que las chaquetas, sacó algunos papeles o envoltorios, arrojó todo a la pequeña canasta de basura que tenía la chica junto a la cama, pero un detalle llamó su atención.

Quizás su instinto de madre le avisaba desde ese momento que algo sospechoso ocurría.

La mujer sacó una bolsa totalmente arrugada con algo blanco dentro, frunció el ceño dejando la cesta de ropa sucia a un lado abriendo esa bolsa. Sus ojos se abrieron como platos sacando una prueba de embarazo.

— ¿Qué demonios...? —aquella prueba estaba en positivo.

Coincidencia o no, Rose entraba a su cuarto en ese momento. Se quedó de piedra al ver a su madre allí y la señora Park no estaba nada contenta.

— ¿Saliste temprano de clase?

— No fue un profesor y...—su voz tembló. La mujer le enseñó la prueba de embarazo estando muy seria.

— ¿Quieres explicarme que mierda es esto? —exigió saber. Rose había olvidado como respirar, ¿Por qué todo le salía mal? —Park Rose, te estoy hablando, mírame.

— Mamá, yo...iba a decírtelo...

— ¿Ibas a decírmelo? —bufó— ¿Cuánto tiempo tienes?

— Mamá...

— ¡Respóndeme!

— Cuatro días—se acercó—Pero iba a decirles, sólo necesitaba tiempo y...

— ¿Cuántas veces hablé contigo sobre esto? ¿Cuántas veces te dije que te cuidaras? ¿Cuántas veces hablamos sobre esto? —fue levantando un poco la voz— ¿Por qué no escuchas lo que tu hermano y yo te decimos? ¿Por qué siempre tienes que ir en contra de todo?

— No sabía que él se retractaría, yo...pensé que...

— ¿Pensaste que él realmente te amaba? —sus ojos contenían lágrimas, pero Rose no sabía si era de impotencia o decepción— ¿Te dijo que te daría el mundo entero y que formarían una familia? ¿Te prometió todas las joyas del mundo diciendo que ninguna de ellas se comparaba contigo? —la chica bajó la cabeza dejando caer las primeras lágrimas.

— Jimin y tú no hubieran aceptado esa relación.

— ¿Y por qué crees? Nunca te hemos prohibido nada, pero tenemos el derecho de alertarte cuando algo puede ir mal y es obvio que no me escuchaste cuando te dije que usaras protección—miró la prueba en sus manos—No quería esto para ti, no quería que te convirtieras en mí.

— Mamá—Rose la miró.

— Como siempre sabes todo, debes saber lo que te espera ahora que ese bebé viene en camino—le entregó la prueba—No me interesa saber quién es el padre, no me interesa saber qué harás—recogió la cesta de ropa sucia caminando a la puerta.

— Lo abortaré, lo prometo.

La señora Park sonrió tristemente sin verla.

— Lo hagas o no, no volverá a ser lo mismo, Rose.

֎֎֎

Las clases habían acabado y HyeLin se despedía de JiSoo en la salida del centro de talleres, no veía a Jimin por lo cual dedujo que debía esperarlo, la chica no esperaba que cierto rostro familiar apareciera. Aquella chica se quedó mirándola, Hye pensó en salir corriendo, pero en su lugar se quedó inmóvil, su mano se aferró a una de las correas del bolso.

— Sabía que eras tú desde lejos—comentó al estar cerca. Hye no la miró teniendo su vista en sus zapatillas deportivas, Wendy tenía su cabello de un color algo rojizo, claramente se lo había cambiado— ¿Dónde has estado metida? Te he buscado desde hace dos semanas.

"¿Por qué me buscaría? Ella me detesta"

— Yo...estoy estudiando...

— ¿Dónde? —miró la entrada del centro de talleres— ¿En este lugar? —se sorprendió y frunció el ceño—Siempre escuché de la clase de alumnos que hay aquí—miró a su hermanastra de nuevo—Necesito tu ayuda.

— ¿Qué? —se sorprendió.

— SeGye está en el hospital, tuvo un accidente hace días—comentó luciendo desesperada—Tienes el mismo tipo de sangre que ella, necesita que la ayudes.

HyeLin recordó a la hija de Wendy, aquella niña un poco revoltosa y en ocasiones arrogante. En ocasiones llamaba loca a Hye o sino rara, pero otras veces fue amable con ella, no podía juzgarla por ser una niña, pero...había algo que impedía ayudarla, Wendy estaba pidiendo ayuda, pedía ayuda para su hija y...hace tiempo atrás HyeLin le pidió la misma ayuda, al menos similar.

En vez de responder retrocedió comenzando a temblar, los recuerdos querían invadir su mente perturbándola.

— No puedo, yo...yo...debo irme.

— Es tu sobrina, tienes que ayudarme—tomó sus brazos—Es mi hija, necesito tu ayuda.

— Alguien más lo hará—intentó soltarse.

— No hay nadie más, no puedo esperar o ella morirá, ¿Dejarás que SeGye muera? Es una niña...

— Suéltame, no puedo—forcejeó.

— Hye, no seas egoísta, por favor.

— ¡Dije no! —la empujó retrocediendo, casi tropieza de no ser porque una mano pálida la agarró de la cintura, Hye volteó encontrándose con Min YoonGi. La pobre estaba a nada de tener una crisis de pánico.

Hace tres años atrás

HyeLin entró a la casa muriendo de calor, afuera hacia un sol inclemente, los rayos estaban más fuertes que nunca ese verano. Dejó las llaves en una de las pequeñas mesas de la sala junto a una bolsa con ciertas cosas de la tienda.

— ¡Mamá, traje lo que querías!

Recogió su largo cabello oscuro en un moño, subió las escaleras escuchando una discusión provenir del cuarto de su madre y le extrañó, ¿Quién estaba allí? Caminó hacia la habitación cuando escuchó un golpe en seco, corrió al baño que estaba con la puerta abierta encontrando a Wendy de pie totalmente inmóvil y en el suelo a su madre sangrando de la cabeza.

— ¡Mamá! —corrió a ella sosteniéndola— ¿Mamá? —la movió asustada—Dios mío, llama una ambulancia—dio palmaditas a su mejilla, pero no respondía. Wendy seguía allí parada— ¡¿Qué le hiciste?! Llama una ambulancia, por favor—tomó una toalla intentando detener el sangrado de su cabeza—Mamá, despierta, por favor.

— ¿Está muerta?

— ¡Claro que no! —y tampoco iba a comprobarlo— ¡Pide ayuda! Por favor, Wendy.

— Yo...debo irme...—se notaba en shock.

— ¡No! Por favor, no me dejes ahora, no sé qué hacer, pide ayuda.

Wendy pareció pensarlo, ella había ido a reclamar lo que le pertenecía, pero al empujar a la madre de HyeLin no esperaba provocar aquello, la mujer había resbalado y se había golpeado la cabeza con el borde de la bañera, Hye no pudo escucharlo, pero Wendy había notado un sonido similar al de un hueso al quebrarse cuando la mujer cayó.

— Lo siento, yo...no puedo...

— ¡Wendy! —gritó cuando esta se fue sin mirar atrás.

Todo mal ._.

PD. ¿Alguna actriz o idol para interpretar a HyeLin?