Noeul sonrió en grande, estaba avergonzado pero increíblemente feliz por la respuesta del azabache.

La cena continuo en base a coqueteos e insinuaciones, es por esa razón que Noeul va malditamente nervioso en el auto, Boss conduce hacía su apartamento y el castaño no sabe si sería correcto invitarlo a pasar, afortunadamente para él, Boss tomo la iniciativa en cuanto estacionó el auto.

-¿Sería muy descarado de mi parte pedirte continuar conversando en tu apartamento?

Se notaba que estaba nervioso, ambas manos apretaban el volante con fuerza y a pesar de que tenía una sonrisa en el rostro su vista estaba fija en el volante.

- Sería lo mejor - contesto Noeul -te iba a invitar a pasar de todas formas.

Boss mordió levemente su labio y asintió en silencio, entraron al edificio y subieron al piso de Noeul compartiendo sonrisas tímidas, toda la confianza que tuvieron por momentos en la cena ya no estaba presente.

Cuando llegaron a su puerta, Noeul abrió y le permitió a Boss entrar primero, quien agradeciendo entro.

-¿Quieres un café? ¿Té?

-Un café por favor

-Ven, acompáñame a hacerlo en la cocina

Boss siguió a Noeul, el castaño hizo funcionar la cafetera y volteo a verlo.

- He pensado mucho en ti Boss - dijo casi en un susurro.

El azabache trago casi audiblemente

-¿De verdad ó lo dices por decir?

- Completamente verdad, de hecho quiero mostrarte algo

Salió de la cocina pidiéndole a Boss que lo siguiera, se acercó hacia la pared donde tiene apoyadas todas las pinturas y materiales, rápidamente tomó aquella pintura que no ha dejado de ver desde el día en que la termino.

-No tengo idea como fue, pero solo me senté aquí pensé en ti y pude terminarla

La volteo para que el azabache la pudiera ver, él la tomo con manos temblorosas y sonrió.

- Esto es bellísimo Noe, el talento definitivamente volvió - dijo sonriendo

Noeul tomó la pintura lentamente y la dejo a un lado, se acercó a Boss y poso sus manos en los costados de su cara

- El amor por el arte no fue lo único que volvió Boss... No recuerdo nada, pero siento...mucho

Y sin decir más o esperar una respuesta junto sus labios.

El azabache no tardó en corresponder.

El beso era lento y cuidadoso, los brazos de Boss estaban abajo sin hacer ningún intento por tocar a Noeul, por lo que el castaño se alejo.

-Lo siento - susurro Noeul - me deje llevar y ... Mierda, perdón.

Boss no decía nada, estaba sorprendido y su respiración estaba algo compleja, besar de nuevo a Noeul ha sido uno de sus mayores deseos, pero tiene tanto miedo.

- Noeul, yo...

-No tienes que decir nada - dijo Noeul con una sonrisa temblorosa, quería llorar y sabe que el azabache lo ha notado - de verdad, no es necesario.

Paso junto a Boss, y volvió a la cocina intentando controlar su respiración y a las lágrimas que quieren salir, ahora sabe con certeza que estás emociones, estos sentimientos tan profundos e intensos son los que aman locamente a Boss porque este rechazo se siente como lo peor que le puede haber pasado.

Cuando el azabache llegó a la puerta, él lo vio de reojo.

- Serviré el café - hablo intentado sonar normal

- No es necesario, creo que lo mejor es que me vaya.

Noeul se volteó rápidamente a verlo, tomó una respiración de esas que tanto le están costando en este momento.

- Boss, no sé cómo mierda explicar bien esto ¿Ok? Pero extraño algo que no recuerdo, te extraño tanto de una manera que no entiendo y creo que te amo, no lo sé pero lo siento y he tenido a Peat aquí cada puta semana contándome cosas nuestras, viendo fotos y videos y las emociones que siento con ellos son reales... sé que te lastime, lo sé... - sin evitarlo un sollozo escapó - pero ya no es lo mismo Boss...

El azabache no lo miraba, su vista estaba clavada en el piso de la cocina.

-Noeul, quizás solo estás confundido...como dijiste, has tenido a Peat aquí contando cosas hermosas y divertidas... todo eso te tiene confundido, no me quieres a mi ¡ni siquiera te gusto Noeul!

Noeul negaba, mientras las lágrimas corrían por sus mejillas.

- No Boss... Mirá este lugar, mirame a mi, yo no soy el mismo que despertó en el hospital...yo soy alguien distinto ¿No podemos dejar en el pasado lo que sucedió y tratar de intentarlo?

Boss negó, se dio media vuelta en silencio y salió de allí.

Noeul no lo podía creer, tal como se había dicho a si mismo más temprano era todo o nada, y fue nada lo que resultó ganador.

Sirvió café en su taza y tratando de secar sus lágrimas con su mano bebió café.

Boss entro a su auto y comenzó a golpear con fuerza el volante, las lágrimas que retuvo ya no pudieron ser detenidas. Sentía rabia y pena, pero creía que tenía que priorizar su bienestar e intentarlo con Noeul recién descubriéndose a si mismo no era algo que resultará positivo para él.

Intento controlar su respiración y encendió el auto para manejar hasta su hogar.

Cuando entro a su casa vacía los recuerdos de un Noeul manchado en pintura intentando hacer café en la cocina y bailando despreocupado no lo dejaron, se sentó un par de minutos en la mesa y luego de pensarlo agarró las llaves del auto y salió de vuelta al apartamento en donde dejó a un Noeul destrozado.

Se repetía una y otra vez en la mente que no perdía nada en intentarlo, el Noeul al que dejó llorando no era el mismo que meses atrás lo veía con despreció.

Cuando llegó, estacionó lo más rápido que pudo y corrió hasta el piso del castaño, golpeo la puerta casi desesperado y en cuanto un Noeul de ojos rojos abrió, se acercó a él para besarlo.

Lo beso como había querido hacerlo desde que despertó después de ese fatídico accidente, el castaño correspondió el beso enseguida.

Boss entro al apartamento tomando por la cintura a Noeul y cerró la puerta sin separarse de él, se alejo solo un instante para susurrar sobre sus labios.

-Lo siento... Lo siento

-Está bien Boss

El azabache volvió a besarlo, sus manos se apretaron en la cintura contraria mientras que el castaño daba pequeñas caricias en su rostro.

Cuando se volvieron a alejar para respirar el azabache volvió a hablar.

- Tengo miedo, pero quiero intentarlo Noe...no ha pasado ningún solo día en que no te extrañe.

- Entiendo que sientas miedo, fui una completa mierda al dejarte ir, pero ahora es diferente...todo es diferente.

Boss asintió, con ojos cerrados y con su frente pegada a la de Noeul.

- Aún te amo Noeul

Noeul sonrió y dejó un beso en lo labios del mayor.

El beso comenzó a hacerse más intenso, ambos estaban temerosos de la respuesta del otro pero se dejaron llevar por sus instintos.

Noeul tomó lentamente la chaqueta elegante de Boss y la comenzó a bajar despacio, el azabache se separó un poco para facilitarle el trabajo, y de forma lenta comenzó a dejar caricias dentro de la camiseta del castaño que en cuanto sintió el tacto en su piel soltó un pequeño y leve quejido.

-Ven- susurro Noeul

Tomó una de las manos de Bods y lo guío hacía su habitación.

AAAHHHHH!! ✨