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Los rayos de luz se infiltraron por las rendijas de la persiana causando que despertara de su sueño, uno de los mejores que recordara haber tenido. Al abrir los ojos, como si de una película de romance se tratara, se encontró con el dulce rostro de Hongjoong dormido justo a su lado entre las sábanas blancas.

El sol brillaba con intensidad, casi cegándole mientras corría por la pradera de la mano del chico al que amaba. Su risa sonaba distorsionada y su sonrisa parecía brillar incluso más que el sol cuando se giró a mirarlo.

De nuevo, estaban en la cama y el mayor le miraba con dulzura. Susurró un te quiero muy cerca suyo antes de dejar que sus labios se posaran sobre los de él con delicadeza y extremo cuidado. Como una caricia que quería mostrar aún más significado que el que dicho gesto mostraba.

Una risotada lo despertó de verdad. Abrió los ojos parpadeando varias veces pero no veía nada. Entonces se dio cuenta de que había cogido uno de los extremos de la cama y lo había estado besando en sueños, por lo que le tapaba y por eso no veía tres en un burro. Sonrojado, se giró soltando la almohada para mirar al chico que se reía detrás de él. Hongjoong, medio-incorporado en la cama, le miraba riendo con una bandeja en sus manos en la que se encontraba el desayuno y sus pastillas.

Se dio cuenta entonces de lo que realmente había hecho. Seguramente ahora parecería un tonto ante los ojos de su hyung y eso era una de las últimas cosas que quería en el mundo.

- Así que así es como besarías a quien te gusta si tuvieras la oportunidad ¿eh? - le dijo el mayor de forma juguetona.

- Cállate Joonie - cogió uno de los cojines al final de la cama amontonado junto con otros más y se lo lanzó al mayor sin darse cuenta de que estuvo a punto de echar todo el desayuno a perder de no ser por la gran agilidad de Hongjoong. Estaba realmente avergonzado por todo. No había sido buena idea invitar al mayor a dormir con él en la misma cama. Entonces los recuerdos de la noche anterior volvieron a él y se sonrojó más. Encima, necesitaba una nueva dosis de sus pastillas puesto que ya comenzaba a sentirse como una mierda con todo lo que acababa de pasar.

Hongjoong lo notó en sus ojos y no dijo nada mientras le ofrecía una pastilla y un vaso de agua. Tampoco dijo nada con respecto a que le había oído decir su nombre en sueños. Ahora sabía seguro que él era la persona que le gustaba a Mingi y solo necesitaba saber eso para ser feliz. Nadie más que él podría estar de aquella forma con el menor, nadie más que él podría llegar a ser íntimo de este. Solo necesitaba saber eso. Jamás le iba a presionar, nunca. Podía vivir sin que fueran una pareja. Tampoco se necesita decir cuando dos personas pasan de ser amigos a algo más puesto que es un cambio que ocurre en sus corazones, ¿por qué ponerlo en palabras o darle un nombre? Lo complicado ahora sería si sucedía alguna situación en la que tuvieran que decir que eran ¿Amigos? ¿Mejores amigos? ¿Casi hermanos? Esas palabras se quedaban cortas, pero no podían decir que eran novios porque oficialmente no lo eran y tampoco lo serían hasta que el menor de los dos lo decidiera. Y esto era algo que ambos habían asumido inconscientemente.

Tras tomarse la pastilla, Mingi se giró para mirar al contrario. Se había despertado con él a su lado; tal vez no como en una escena de película, pero lo primero que había visto al despertarse había sido a él. Por fin, ese deseo se había cumplido, así que sonrió levemente para sí mismo. Aunque su interior aún se sentía mal consigo mismo, una pequeña sensación de calidez había aparecido en su pecho. ¿Podría abrazarle como el día anterior? ¿Podría ser de nuevo arropado por esos cálidos brazos? Que le volviera a decir aquellas palabras dulces y llenas de amor, que le dijera de nuevo que lo quería... ¿Podía pedirle aquello o sería demasiado irrespetuoso?

Hongjoong notó la miada decaída y dudosa de Mingi, adivinando que quería pedirle algo pero no sabía como hacerlo o si le molestaría. Así que le tomó de la barbilla y le hizo mirarlo a los ojos preguntándole qué quería. Mingi no pudo evitar responder ante aquellos ojos tan gentiles. Riendo por lo bajo, Hongjoong abrazó al menor respondiendo a sus deseos. Se quedaron así un rato hasta que alguien llamó a la puerta. 

El mayor se levantó para abrirla y descubrir a su hermano menor al otro lado con una sonrisa. Jongho, se había olvidado por completo de él. Habían estado todo el tiempo pensando que estaban solos si se iban sus padres, pero realmente; todas las noches, Jongho había estado en la casa, solo que no se habían dado cuenta. Podía ser un chico realmente silencioso cuando se lo proponía, incluso daba miedo.

Su hermano pequeño le dijo que si sabía donde estaba la crema para los golpes y el botiquín. Aquella petición extrañó al mayor que miró por todo su cuerpo buscando alguna herida. Pero él no era el que estaba herido.

[El día anterior en casa de los Jung...]

La tensión se palpaba en el aire. Las miradas de los cuatro en la mesa estaba cargadas de ira. Con cuatro comentarios, habían terminado en una discusión. Antes de irse a la universidad su hermano no era así. Recordaba que era un chico amable y siempre jugaba con él, pero algo debió de pasar allí para que cambiara de aquella forma. O tal vez era él quien había cambiado después de conocer a Atiny. Lo único que le quedaba claro ahora, era que su hermano; en esos momentos, era el mayor cretino de la historia.

Al ver que no eran bien recibidos, Kiyoung y su novia se levantaron con furia y; tras que el hombre dijera algunos insultos hacia los dos que quedaban en la cocina, salieron de la casa en busca de un hotel. Por fin, la pareja respiró tranquila. Él la miró con ojos cargados de dulzura y colocó un mechón de su pelo.

- No dejaré que nadie te trate mal por ser mujer, vales mucho más que cualquier hombre ¿sabes? - la susurró. 

- Tú también vales mucho más que cualquier mujer - le respondió ella entre pequeñas risas. Luego, sus labios rozaron los de él mientras cerraba los ojos y este la besó correspondiendo su deseo de besar al otro. No tardaron en olvidarse de Kiyoung, no valía la pena ni pensar en él. Estaba allí para demostrarse el amor que sentían el uno por el otro. 

El beso iba subiendo de tono y terminaron desnudos en el sofá, observándose mutuamente, admirando el cuerpo del otro mientras lo acariciaban con amor. La excitación corría por sus venas mostrándose en sus respiraciones agitadas. Wooyoung pudo haberla preguntado miles de veces si estaba segura de aquello y Atiny pudo responderle miles de veces que sí antes de que sus cuerpos se unieran en una demostración de amor mutuo (con protecciones incluidas).

Pero realmente Wooyoung no se sentía excitado por el cuerpo de la chica. Era la idea de tener sexo lo que le excitaba realmente. No podía decir que no le gustó, porque le gustó; sintió placer y se sintió realmente amado por la mujer a la que amaba. Esperaba que ella hubiera sentido que la amaba también. Aún así, sentía que no era suficiente y tardó demasiado en llegar al éxtasis; más de lo que tardaría él solo. Sentía que algo estaba mal, algo no andaba bien. Pero ¿qué era? No pudo responderse antes de irse a dormir junto a ella sin ni siquiera recoger nada por el agotamiento que ambos sentían. Y aunque ambos se habían preguntado si al otro le había gustado. Y aunque ambos respondieron afirmativamente. Y aunque habían sido bastante torpes por ser su primera vez. Y aunque Wooyoung estaba seguro de que amaba a Atiny y era perfecto compartir su primera vez con ella. Y aunque se había hecho de día, se había despertado y se había dado una ducha. Seguía sintiendo que algo no andaba bien mientras lo recogía todo y dejaba que su novia descansara en su cama.

Se sentó en el mismo sofá sobre el que; la noche antes, había perdido la virginidad con la mujer que más amaba en el mundo. Apoyó su cabeza sobre sus manos, enredando sus dedos entre su cabello. ¿Qué era lo que andaba mal con él? Porque le gustaban las chicas, era heterosexual; así que no debería de haber habido ningún problema. Lo había disfrutado y había sido algo realmente mágico. ¿Por qué su corazón tenía dudas? No entendía nada.

Unos pasos bajando las escaleras lo alertaron y se giró rápidamente para observar a la chica bajando solo con una de las camisas de él puestas. La sonrió y la dio los buenos días, recibiendo una respuesta hablada y una física por el beso que dejó Atiny en sus labios. Le preguntó por ir a hacer el desayuno juntos y eso hicieron. Entre risas, juegos y miradas enamoradas; terminaron de cocinar y desayunar tratándose como siempre lo hacían. 

- Alguna vez te has preguntado qué pasaría si no estuviéramos juntos - dijo de pronto Wooyoung, sorprendiendo a la menor.

- Pues... supongo que nuestras vidas serían como antes de conocernos. Mucho más aburridas y tal, pero nos lo pasaríamos bien igual. Tal vez no sea la respuesta romántica que esperabas, pero es la verdad.

- No me refiero a... si rompiéramos por alguna razón.

- ¿Por qué lo preguntas? - el corazón de la menor se estremeció. No iba a dejarla justo ahora, después de lo que habían hecho.

- Es que... creo que no he querido a nadie como te quiero a ti y no quiero por nada del mundo que nos separemos, pero... existe la posibilidad y me preocupa - y era verdad. No había dicho nada que fuera mentira. Pero no era la única razón por la que la preguntaba. Era por aquella sensación de que algo no andaba bien. 

- Si rompieras conmigo, lloraría mucho y me dolería muchísimo ¿sabes? Creo que pasaría mucho tiempo deprimida pero lo acabaría superando porque la vida sigue y me amo a mí misma también, no puedo dejar de ser feliz solo porque tú ya no me quieras. Y espero que en el caso contrario a ti te sucedería lo mismo.

- Sí, tienes razón. Aunque creo que me dolería muchísimo más si fuera porque te enamoraste de mi hermano.

- Por el amor de dios, eso ni en broma. ¿Cómo me voy a enamorar de ese cretino idiota? Siento hablar así de tu hermano, pero es la verdad.

- Lo sé - rió - Tampoco creo que te pudieras enamorar de él. Pero a lo mejor yo de uno de los tuyos si - dijo como si fuera una broma aunque tenía algo de verdad pues la cicatriz de Jongho parecía que aún no se había cerrado del todo.

- Umh ¿En serio? - ella alzó las cejas de forma pervertida y ambos rieron - Aunque la verdad, ambos son unos grandes chicos. Creo que podría confiarte a cualquiera de los dos, sé de sobra que les tratarías bien y serías bueno con ellos. 

Aquellas palabras tomaron por sorpresa a Wooyoung - ¿En serio? ¿No te molestaría? ¿Ni te dañaría?

- ¿Por qué debería de hacerlo? Mis hermanos son buenas personas y tú eres una buena persona. Te amo y por eso quiero lo mejor para ti, si te enamoraras de uno de mis hermanos no es culpa tuya ni mía. Puede ser incluso una gran coincidencia, pero no veo la razón por la que pueda molestarme o dañarme. No es como si tuviera que competir con ellos por quien es mejor para ti. Si ambos sois felices, yo soy feliz. De eso trata amar a otra persona también ¿no?

- Sí, tienes razón - sonrió - Aunque era solo una broma - la tomó de la cintura con delicadeza y posó un beso sobre su frente - Eres una chica increíble ¿lo sabías?

- Sí, lo sabía a la perfección. Tú también eres un chico increíble.

- Te quiero.

- Y yo a ti.

Se besaron y terminaron de recoger las cosas del desayuno. Pero antes de tumbarse a ver una película, él la dijo que iría a por algo de picar al quiosco del pueblo y que fuera escogiendo película. Nada más salir por la puerta de casa, sintió una lágrima resbalar por su mejilla. ¿Qué le pasaba? ¿Por qué lloraba? No entendía nada.

Mientras caminaba, le llegó un mensaje al móvil. Era de Seonghwa. ¿Por qué le enviaría un mensaje el presidente del consejo estudiantil? ¿Habría vuelto a hacer alguna cosa que no debía y necesitaba su ayuda? ¿Kiyoung habría ido a su casa a tocarle las narices y lo iba a pagar con él aunque no tuviera la culpa?

Hola Wooyoung!!!
Sé que no eres como tu hermano y eres una gran persona. Te agradezco muchísimo que me ayudaras el otro día. En serio te debo una. 
Ayer no podía dormir y cuando miré por la ventana vi esto.

Foto

El otro día te vi viéndolos, así que supuse que te gustaría saberlo (? 
No sé, solo ahí tienes
Es el chico que siempre anda con Yeosang ¿no?

Ni siquiera pudo responder. La foto impactó en sus ojos con dureza. Jongho estaba de espaldas y enfrente suyo se veía a una chica, la misma que había visto en el restaurante. Por la foto parecía que se estaban besando y eso asumió él. Jongho, su perfecto cuerpo, su gran fuerza, su amplia sonrisa, su dulzura... Todas esas cosas explotaron en su mente y sintió celos de aquella chica por poder poseer todo eso del menor. No. Así no es como se debía sentir. Ni tampoco debía sentirse excitado por pensar en el cuerpo del menor. Ahora si que se había excitado rápido. Tal vez porque eso que sentía que andaba mal era que había comenzado algo pero realmente no lo había terminado y las hormonas aún revoloteaban en su interior pidiendo otra cosa.

No, eso no podía estar pasando. Él no podía ser homosexual. Él no podía haberse enamorado de Jongho. Él era heterosexual y amaba a Atiny. Realmente la quería muchísimo y no quería hacerla daño. Pero tal vez, no era suficiente. 

Golpeó la pared que tenía más cerca dejando salir la ira y la tristeza de su interior. Pero el problema que tenía y se notaba en sus pantalones necesitaba atención más que sus sentimientos. Se escondió corriendo en un callejón y se ocultó tras un contenedor. Aquello era asqueroso. Asqueroso y horrible. En esos momentos se estaba odiando muchísimo a sí mismo. Así que cuando terminó, comenzó a golpear la pared que había frente a él con todas sus fuerzas intentado liberar parte del dolor. Se sentía mucho mejor cuando golpeaba la dura piedra y sus músculos liberaban la tensión. No se dio cuenta de las heridas de sus nudillos ni de las lágrimas de sus ojos hasta que se separó de la pared cansado y observando sus doloridas manos.

Aquello estaba mal. Todo estaba mal. No entendía nada ni quería entenderlo. Solo quería que las cosas volvieran a ser como antes. Ansiaba que todo fuera más sencillo para él en vez de irse complicando cada vez más. Pensaba que se había librado ya de sus dudas. Pensaba que se había librado ya de lo que fuera que le pasaba con Jongho. Pensaba... pero parecía que nada de lo que pensaba era verdad. O sí lo era pero algo que no entendía lo estaba confundiendo.

Por alguna razón, solo se le ocurrió ir a casa de los Kim. Sabía que Atiny no estaba allí y no podría consolarlo con eso. No quería hacerla daño. ¿Por qué Jongho sí le podría consolar? ¿Por qué sentía que eso era así? Ni idea, pero no quería luchar en contra de su corazón. Estaba harto de luchar.

No llamó al timbre. Le envió un mensaje al menor diciéndole que estaba en la puerta de su casa y este no tardó en abrirle. Ya estaba preocupado cuando leyó el mensaje, pero su preocupación fue a más cuando vio las condiciones en las que se encontraba el mayor. No preguntó, directamente le metió dentro de la casa y le llevó hasta el baño. Tras cinco minutos buscando el botiquín sin encontrar nada, subió a preguntar a su hermano mayor y se inventó la excusa de haberse encontrado un gato herido en la calle y le curaría y le dejaría en la calle de nuevo porque su madre era alérgica y no podían tener uno en la casa. Aunque no muy convencido, Hongjoong le dijo dónde se encontraba el botiquín y volvió junto a Mingi. Le ayudaría a recoger sus cosas y juntos irían a la casa del menor dando por terminado el fin de semana juntos.

Wooyoung se derrumbó sobre la taza del baño mientras esperaba al menor y cuando este apareció con el botiquín en sus manos, no le dio tiempo a usarlo. Le abrazó con tal fuerza que casi no le dejaba moverse mientras se resistía insistiendo en que tenía que curar sus heridas. Finalmente, el mayor dejó que el menor lo curara sin mediar palabra ninguno de los dos. Por fin, Jongho se atrevió a romper el silencio.

- ¿Y Atiny?

- En mi casa.

- ¿Qué ha pasado?

- Golpeé una pared.

- ¿Por qué hizo eso?

- Porque quería golpear una pared.

- ¿Quién querría hacer eso?

- Yo.

- ¿Me va a explicar bien lo que ha pasado, hyung?

- Es que no entiendo lo que ha pasado.

- Mira, no soy tonto así que cuando mi hermana dijo que dormiría en su casa... pues pude suponer perfectamente lo que iban a hacer. Si algo pasó entre los dos puede contármelo.

- No es eso. De verdad que no entiendo lo que ha pasado.

- Pues antes de golpear una pared podrías intentar entenderlo ¿no? Así solo te haces daño a ti mismo. Intenta analizar bien la situación y...

No pudo terminar de hablar. Unos labios cerraron los suyos sorprendiéndolo y de alguna forma terminó acorralado contra la pared por al cuerpo del mayor. Sus mejillas se tiñeron de rojo y su corazón se aceleró. Estaba intentando superarlo, pero si hacia eso no podría hacerlo y además... Le apartó con fuerza, enfurecido. ¿Cómo había podido hacer aquello? Besarlo cuando estaba saliendo con otra persona. Ponerle los cuernos a su hermana. No, no iba a permitirlo. Pero antes de poder gritarle, Wooyoung cayó al suelo de rodillas y comenzó a llorar ahí, delante de sus ojos.

Entonces comprendió todo. Wooyoung había tenido sexo con su hermana (cosa en la que prefería no pensar porque revolvía sentimientos en su interior que intentaba borrar) pero aún tenía dudas de lo que sentía por él y por eso le había besado, para intentar aclarar sus sentimientos con la esperanza de convencerse de que Atiny era la única persona que amaba. A juzgar por como había caído al suelo y se había puesto a llorar, no había ocurrido así. ¿Wooyoung... estaba enamorado de él en realidad?

- ¿No lo entiende o no quiere entenderlo? - fue lo único que creyó necesario decir, poniéndose a su altura y tomándolo del rostro - Respóndame a unas preguntas más. ¿Tuvo sexo con mi hermana aún teniendo dudas de lo que sentía por ella?

- No. No yo... estaba seguro de que la amo. En ese momento lo estaba.

- ¿Y ahora?

- La quiero pero... No sé...

- ¿Que sintió... cuando estaba así con ella? ¿Le gustó? ¿Le gustó de verdad?

- Yo... si pero... no estoy seguro... no sé... No me sentía bien del todo.

- ¿Cree que no es heterosexual? 

- No, a mi me gustan las... no sé... Ya no lo sé.

- ¿Qué siente por mí?

Una sacudida como un terremoto movió el corazón de Wooyoung obstruyéndose la garganta con un fuerte nudo aún mayor que el que ya le provocaban las lágrimas. Esa era la gran pregunta. Una pregunta que se había repetido varias veces y tras el beso sus dudas habían aumentando. Porque se había sentido bien besarlo, porque le había gustado incluso demasiado y sentía que necesitaba más. Y no porque necesitara besos, si no porque le necesitaba a él.

- Bien, se lo voy a decir yo. Todo esto es con cariño y no es una reprimenda, solo quiero ayudarlo. Creo que siente por mí algo más que amistad, lo mismo que sentía por mi hermana mientras salían pero que ahora siente por mí y no por ella. Y yo siento lo mismo. Pero ninguno de los dos quiso admitirlo ni siquiera para nosotros mismos porque no queríamos dañar a Atiny. Al final yo pude admitirlo e intenté olvidarme de usted, pero por alguna razón no lo consigo y creo que es porque sé que amarlo no es del todo una causa perdida ya que usted siente lo mismo pero no quiere admitirlo ni siquiera para sí mismo aún. Así que intentas convencerte de que Atiny es la única persona a la que debes y puedes amar. Creo que no te gustan las chicas, que eres homosexual y por eso no disfrutaste del todo anoche con mi hermana; pero por alguna razón eso tampoco puedes admitirlo. Ninguno de los dos queremos dañar a Atiny, los dos la queremos muchísimo pero eso no quiere decir que la ames. Tus sentimientos por ella han pasado a ser los mismos que los que sientes por una amiga. Y eso no está mal, a veces pasa. Pero tienes que darte cuenta primero y hablarlo con ella después. Porque si intentamos convencernos de lo contrario solo nos vamos a hacer más daño a nosotros mismos y a ella. Se dará cuenta ella sola porque no es tonta si no se lo decimos. Espera una semana o así hasta que todas las dudas de tu corazón se hayan aclarado y luego habla con ella. Creo que es lo mejor que puedes hacer ahora - y tras decir esto con la voz más dulce que pudo poner, le abrazó - Te quiero y no quiero que sufras. No más. Vamos a solucionar esto y hacer las cosas bien por una vez ¿vale?

Woooyung asintió y correspondió el abrazo llorando en su hombro. A pesar de que no quería admitirlo, Jongho tenía razón. Toda la razón del mundo. Conocía como se sentía mejor que él mismo. ¿Qué iba a hacer ahora? Por el momento solo quería llorar. Llorar hasta que toda el agua existente en su cuerpo se agotara. Y luego... seguramente haría lo que Jongho le había dicho. Porque era verdad, era lo único que podía hacer. Aceptar lo que sentía, dejar atrás las dudas y esperar para que el golpe no fuera tan duro para Atiny. Porque la quería y quería hacerla el menor daño posible, no había ninguna manera de no hacerla daño aunque lo quisiera.

Cuando Wooyoung ya estuvo presentable, fueron juntos a casa del mayor con una bolsa de patatas fritas que cogieron rápidamente en el quiosco para que Atiny no sospechara. Al ver a los dos chicos juntos, su novio podía ponerla de excusa para su tardanza el haberse encontrado en el quiosco con Jongho que iba a comprar una revista que le encantaba a Shuhua y se habían puesto a hablar. De esta forma, ella no podría sospechar nada y no sabría nada hasta que fuera  oportuno.

Los dos chicos se despidieron y Wooyoung pudo actuar de la forma más perfecta posible una vez su corazón se hubo desahogado en los hombros de la persona de la que estaba realmente enamorado. Realmente Atiny no pudo sospechar nada, ni siquiera se dio cuenta de las heridas el contrario. Esperaba que no la hiciera tanto daño al final.

[Mientras tanto Mingi y Hongjoong...]

Quería darle de la mano mientras caminaban. Realmente quería hacerlo, pero se sentía demasiado egoísta por ello. Al fin y al cabo; aunque el mayor se hubiera confesado, él no y podría dañarlo dándole esperanzas de algo que no quería que sucediera por miedo más que nada. Aún así, Hongjoong no se detuvo y; tras comprobar que el menor también quería aquel contacto mirando sus gestos, le tomó de la mano con una sonrisa. Se sonrieron y continuaron caminando. Era como flotar entre las nubes. La mano del contrario se sentía tan cálida...

Entonces fue cuando se encontraron con una pareja paseando de la mano como ellos, solo que aquella pareja era una pareja oficial. Entonces fue cuando las miradas de Yunho y Mingi volvieron a conectar y las dudas se abrieron en los corazones de ambos. Entonces fue cuando aquel simple hola que se dirigieron dolió más que mil espadas más por los recuerdos y la incomodidad que por otra cosa. Entonces fue cuando cada uno siguió su camino sin dejar que quienes les acompañaban dijeran una sola palabra más a su mejor amigo. Entonces fue cuando Yunho pudo ser tranquilizado y reconfortado por su novio y Mingi... Mingi no tenía a nadie en quien apoyarse... O sí, pero no se daba cuenta de ello.

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