Chapter four
Vestidores
Cuando Tyler había dicho que su hermano lo iba a hacer sufrir con el entrenamiento de Quidditch aquel año no estaba mintiendo. Hubiera preferido equivocarse o incluso tener que hacer un ensayo de historia de la magia para el día siguiente, pero desgraciadamente había visto a su hermano hacer aquel plan durante unas semanas del verano, diciéndole que no le diría nada hasta entrar al colegio al igual que al resto del equipo.
Stephen los había hecho levantarse temprano el sábado para comenzar los entrenamientos, donde se encontraban ahora. El rubio los había despertado a todo el equipo cerca de las siete de la mañana enviándolos al campo, donde les explicó un poco la estrategia que quería usar aquel año para ganar la copa.
Ahora todo el equipo de Slytherin se encontraba dando una vuelta corriendo por todo alrededor del campo. Stephen se encontraba con una tabla en sus manos y un cronómetro.
— Más rápido, así no vamos a ganar — gritó el chico.
— ¡Ponte a correr tu! — le grito Tyler en respuesta, dejándose caer en el césped totalmente cansado.
— Arriba, Tyler — le gritó Stephen.
— Oye Stephen te respeto, pero estoy muriendo de hambre — hablo Regulus Black entre jadeos intentando regular su respiración por el cansancio que sentía.
Hades palmeó la espalda del chico Black cuando lo vio.
— Vamos hermano, queremos desayunar — murmuro Hades colocándose a su lado. — Después nos regañas por cómo hacemos mal el calentamiento.
Stephen miró su reloj en su mano descubriendo que eran 9:35 de la mañana. Aún estaban a tiempo para el desayuno, se agradeció que era sábado y no un día entre semana o estarían llegando tarde a clases.
— Tu corre otra vuelta, los demás pueden irse a desayunar, reservaré el campo para el viernes y entrenaremos de nuevo mientras tanto no se metan en problemas — les indico Stephen.
Los demás miembros del equipo agradeció con exclamaciones y algunos gritos demostrando su agrado por irse a desayunar, Julián se acercó a Regulus pasando el brazo del menor por sus hombros para arrastrarlo al interior del castillo, no sin antes haber dejado sus cosas en los vestidores.
Tyler se sentó en el césped esperando a que Stephen dejara a Hades irse, unos pasos se escucharon haciendo que ambos hermanos miraran encontrándose con su hermana menor, Thea.
— ¿Ya dejaron esto? Podemos ir a desayunar al fin.
Thea también se había levantado temprano a modo de apoyo para sus hermanos, pero en algún punto se había quedado dormida en las bancas y Tyler le puso su suéter a modo de cobija.
— Deja que Stephen deje de torturar a Hades y nos iremos — Tyler señaló a su hermano corriendo por el campo.
— Es mi única forma de venganza por haberme jugado una broma con el despertador y ponerme como compañero de clase a Potter.
Thea rodó los ojos, había escuchado a Stephen quejarse por eso unos dos días.
Vieron como Hades regresaba a ellos y se colocaba las manos en las rodillas inclinándose un poco para calmar sus respiraciones.
— Tu — señaló a Stephen con su dedo. — Te odio.
— Aja si, yo te quiero hermanito, ahora vayan al castillo iré enseguida — murmuró Stephen.
Thea se acercó a su hermano que se quejaba en silencio, arrastrándolo lejos del campo antes de que a Stephen se le ocurriera enviarlo a correr, Tyler se quedó unos momentos más.
— ¿Cuándo dejarás de engañarte?
— ¿De qué hablas?
— "Me puso como compañero a Potter" — repitió Tyler. — Ambos sabemos que no es tan desagradable para ti que los pusieran juntos.
Stephen llevó su mano al puente de su nariz masajeándolo un poco.
— Hasta cuando seguirás con eso — hablo el rubio comenzando a caminar. — No me gusta, James. Es como decirte que te gusta Black solo porque lo estás mirando.
— Es atractivo si, tal vez mi tipo, pero yo no soy su tipo — murmuró Tyler. — Solo digo que, un día te vas a dar cuenta de que realmente te gusta y cuando lo hagas, espero no sea tarde, hermanito.
Tyler se alejó, yendo en dirección hacia el castillo para ir a desayunar.
El rubio ignoró las palabras de su hermano una vez más, tomó los equipos que habían usado guardándolos en sus respectivos lugares, escucho pisadas detrás suyo, supuso que se trataba de Tyler quien había regresado para darle una charla.
— Tyler, ya te dije que...
Cuando se giró para encarar a su hermano se encontró con que no se trataba de él, una vez más enfrente suyo estaba el azabache de gafas, James Potter.
— No eres Tyler.
— No, lo vi caminando por el pasillo creo que se dirigía hacia el comedor para desayunar — murmuró James acomodando su equipo de Quidditch entre sus manos.
— Si, lo obligue a levantarse temprano para entrenar.
— Creo que pensamos lo mismo, había venido para dar unas vueltas en la escoba.
Stephen chasqueó la lengua pasando su mano por su cabello un poco.
— Bueno, tengo que guardar el equipo que usamos, no me tomara más de unos minutos y así puedes entrenar solo.
Stephen estaba tratando de ser amable, lo decía de esa forma porque sabía que James como capitán de su equipo no quería que otro capitán y menos de la casa rival estuviera viendo su entrenamiento y así pudiera estudiar su estrategia para aquel año.
— Te ayudó, así terminas más rápido.
Stephen agradeció en silencio, James dejó sus cosas en una banca para acercarse al chico Slytherin ayudándolo a guardar las escobas que estaban por allí, para después guardar un par de cosas más.
— Espera...
Unas escobas iban a caerse, el azabache fue quien se dio cuenta para advertirle al rubio a quien le cayeron las escobas.
— Está vez no fui yo quien te tiro — bromeó James.
Stephen no pudo evitar reírse por ese comentario.
— Vamos mejorando un poco.
Ambos quitaron las escobas guardándolas de mejor manera, pero al levantar una, al parecer ambos habían tenido la misma idea, rozando sus manos.
Stephen levantó la cara para ver a James, descubriendo que el chico de gafas también había hecho lo mismo.
James miraba con atención los ojos esmeraldas de Stephen, mientras el rubio miraba los de James, los cuales le habían llamado la atención. Quito levemente sus pensamientos de la cabeza. Los dos se pusieron de pie.
— Debo irme — hablo Stephen estando nervioso.
— Si.
— Hasta luego, James.
El rubio prácticamente escapó de los vestidores, caminando a paso rápido para dirigirse hacia el comedor, quería culpar al hecho de que no tenía en absoluto nada en su estómago por el sentimiento que estaba teniendo en su interior.
Se acomodó sus ropas antes de entrar al comedor, para acercarse a donde estaban sus hermanos. Sentándose al lado de Thea y Tyler.
— Vaya hasta que llegas — exclamo Julián al verlo tomar asiento. — Pensaba que te habías quedado en los vestidores pensando en más formas de cómo torturarnos en el entrenamiento.
— Estaba recogiendo las cosas que habían dejado regadas por todos lados — respondió el rubio tomando un par de cosas de la mesa para llevarlas a su plato.
Principalmente se sirvió un poco de jugo de calabaza para quitar la sed que estaba sintiendo, además de quitar el calor que había sentido hace un rato en los vestidores. Se sirvió un segundo vaso, lo cual Tyler notó.
— Para para, parece que alguien está tratando de ahogar algunas emociones — bromeó.
Tyler desvió su mirada a la puerta, descubriendo que James entraba para acercarse a sus amigos.
— Vaya, ahora entiendo todo.
— Deja de hacer suposiciones — habló Stephen. — Solo déjame desayunar.
Los hermanos se dieron una mirada entre ellos que hacían ciertas suposiciones, pero claramente era solo eso, suposiciones.
Stephen estaba concentrado en su destino para intentar quitar la sensación de su estómago e incluso borrar el color de ojos de James de su cabeza, los cuales le habían parecido bonitos.
Stephen deja de hacerte el ciego 👀
¿Qué opinan?
Dany🖤
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