Chapter five
Cocinas
Durante la semana Stephen se había metido en problemas gracias a uno de sus hermanos y esta vez no fue culpa de Hades, un verdadero milagro según las palabras de Tyler cuando lo vio entrar con una hoja que marcaba su detención el miércoles por la noche, específicamente se trató gracias a Julián. Quien ahora fue él quien le hizo una broma, pero esta vez el rubio quiso vengarse siendo descubriendo por la profesora de Transformaciones y Jefa de la casa Gryffindor, Minerva McGonagall.
Quien claramente lo envió a detención y bajando algunos puntos por su comportamiento.
— Velo por el lado bueno — habló Tyler sentándose en su cama mirando a su hermano.
El rubio levantó la cabeza para mirarle esperando a que continuara, pero no lo hizo.
— Claro como tú no serás quien reciba un castigo y encima no se de que se tratara.
— Lo peor que te puede pasar es que te manden a lavar los baños, sin magia y los que están más sucios, esos que siempre están escondidos y los que nadie usa — murmuró Thea quien se encontraba de infiltrada en la habitación de sus hermanos.
El rubio hizo una mueca debido al comentario de su hermana, deseando no haberse metido en problemas en primer lugar.
— Tranquilo, te conseguiremos algunos dulces de Hogsmeade.
— ¿Por qué crees que no iré a Hogsmeade? — cuestionó Stephen
Thea y Tyler se miraron entre ellos, para después encogerse de hombros sin decir más.
Los tres bajaron de los dormitorios para dirigirse al gran comedor debido a que la cena ya se encontraba cerca.
Caminaron por el pasillo escuchando a Thea hablar sobre el ensayo de Transformaciones que tenía que hacer y Tyler se quejaba de que no había podido hacer una tarea, intentando convencerla para que se la pasara.
— Oh vamos Thea no se van a dar cuenta.
— Puedo decirte como lo hice, pero no haré tu tarea, flojo.
Stephen rodó los ojos al escucharlos. Tyler se colocó enfrente de su hermana sosteniéndola por los hombros mientras ella levantaba su mano hecha un puño dispuesta a golpearlo.
— Creo que he comprobado que no debo asustarte, hermanita.
— Speddy puede romperte un hueso si se lo propone — hablo Stephen mirándolos con sus brazos cruzados.
— Les he dicho que no soy una indefensa mariposa — hablo la chica bajando su puño.
— Vamos Thea, ayúdame, haré lo que me pidas.
— Rómpete una pierna y así podré jugar el el próximo partido — propuso ella con una sonrisa.
— Tirare a Hades de su escoba o de las escaleras y te conseguiré su lugar.
Thea pareció fingir que lo pensaba, mientras Stephen negaba con la cabeza.
— ¿Y qué ganó yo a cambio? — preguntó la chica cruzándose de brazos.
Stephen negó con la cabeza sabiendo que Thea estaba a punto de caer en la trampa de Tyler. El pelinegro sonrió al escuchar a su hermana decir aquello.
— Te ayudaré con tu ya sabes quien — Thea arqueo una ceja confundida bajo el extraño código que había usado Tyler. — ¡Auuuuh!
Thea se lanzó a Tyler callándolo, pero ambos cayeron al suelo, Stephen no pudo evitar la carcajada que amenazaba con escapar, claramente no sabía a quien se estaba refiriendo su hermano.
Ayudo a Thea a ponerse de pie ora después nuevamente los tres ponerse en marcha hacia el comedor, antes de poder entrar, Stephen fue detenido por la profesora McGonagall.
— Señor Arcane, lo estaba buscando — habló la profesora al verlo.
— Te guardaremos un lugar — murmuró Thea dejando a su hermano que se quedará con la profesora.
— Dígame profesora.
Stephen sabía del porqué lo había detenido, le estaba por decir cuál era su castigo.
— Quería informarle sobre su castigo — habló la profesora. — Se llevará acabo el sábado por la mañana, después del desayuno, ayudará a los elfos en la cocina. Lamento decirle que no podrá ir a Hogsmeade.
Ahora Stephen entendía por qué sus hermanos le habían dicho sobre comprarle dulces, la duda era como es que ellos se habían enterado mucho antes que él.
— Está bien, profesora.
Stephen se fue caminando en dirección hacia su mesa, sentándose al lado de sus dos hermanos con los que anteriormente había estado hablando.
Thea lo miró tan pronto este se sentó a su lado.
— ¿Porqué esa cara larga?
— Mi castigo será el sábado, después del desayuno.
Tyler hizo una mueca y tomó su copa bebiendo un poco de jugo antes de poder hablar.
— Te conseguiremos dulces.
El resto de la cena conversaron de otros temas intentando que Stephen dejara de pensar sobre el castigo. Lo cual consiguieron con éxito.
🐍
El sábado había llegado, Stephen se encontraba despidiendo a sus hermanos que irían a Hogsmeade.
— Te conseguiré bombones de chocolate — murmuró Thea.
— Bombones hay en el castillo, pero ninguno quiere con Stephen — habló Tyler rápidamente ganándose la mirada de sus dos hermanos a su lado. — Espera yo conozco de uno que si, pero este es más ciego que esa persona en cuestión ¡Auch Thea!
— Ay se me resbaló la mano golpeándote en la cabeza — se disculpo la chica falsamente.
Thea lo había golpeado en la cabeza para que dejara de decir esas cosas delante de todo el castillo, varias personas que estaban a su alrededor se rieron e levemente. Algunos chicos le guiñaron el ojo a Tyler entre esos, Sirius Black.
— Mira, Black te guiño un ojo, al fin sabe de tu existencia ahora deja de llorar todas las noches diciéndome "Sirius no me hace caso" — dijo Thea señalando al pelinegro de ojos grises que estaba junto a sus amigos, excepto...
— ¿Dónde está James? — preguntó Stephen mirando en la misma dirección. Solo logrando ver a Remus, Peter y Sirius, pero no había rastro del azabache de gafas.
— Vaya al fin te importa, creí que nunca caerías ante su encanto — murmuró Tyler.
Stephen y Thea rodaron los ojos.
— Me parece que estaba enfermo, no lo vi en el desayuno — respondió la chica estando al lado de ellos.
Thea y Tyler se despidieron del rubio quien les pidió que se cuidaran y no hicieran algo malo sin él. Caminando nuevamente hacia el interior del castillo se adentró a las cocinas encontrándose económicas varios elfos en el camino.
Durante sus años en el colegio, tanto Stephen como sus hermanos habían sido amables con ellos, saludándolo y haciéndoles plática de vez en cuando, por lo que la compañía del chico Arcane no les molestaba en absoluto.
— Nos ayudarás a hacer galletas — dijo un elfo acercándose a él chico.
— Genial, ¿me podré comer algunas?
Una risa se escuchó haciendo que los demás elfos lo miraran, uno de ellos negó con la cabeza, mientras otro asentía a espaldas del que estaba negando. Stephen se puso a ayudar a los elfos mientras charlaba con una elfina que estaba allí, quien le contaba como es que debía hacer correctamente las galletas, la puerta fue abierta nuevamente y por esta entró un azabache de gafas
— ¿Qué haces aquí? — preguntó Stephen y James al mismo tiempo.
— Una broma a Snape, McGonagall me atrapo — respondió el azabache.
— Julián y Hades me hicieron una broma, me quise vengar de mi hermano y McGonagall me descubrió.
Stephen asintió, James se acercó para también comenzar a hacer las galletas. Primero ambos tuvieron que hacer la mezcla, pero en dos ocasiones tuvieron que comenzar de nuevo por que no agregaron los ingredientes correctos o la cantidad indicada.
James miró la harina en la mesa y tomó un poco poniéndola sobre su mano y después llamando la atención de Stephen tocándole el hombro, el rubio miró a James, quien al ver que el chico lo miraba sopló la harina en su mano haciendo que esta cayera en el rostro del chico quien cerró los ojos.
— Ups, se me fue un poco
Stephen se quitó un poco la harina de los ojos para después mirar a James quien sonreía levemente.
— Lo siento, Arcane.
— Este juego lo pueden jugar dos, Potter.
Stephen tomó entre su mano un poco de harina y la lanzó a James, ambos comenzaron una pelea de harina intentando manchar al otro, pero de pronto uno de los dos resbaló al suelo, siendo James quien cayera.
— Te ayudó — habló Stephen con una sonrisa en su rostro estirando su mano hacia James para ayudarlo a ponerse de pie.
James lo tomó de la mano, pero en lugar de levantarse lo jalo hacia él haciendo que el rubio cayera encima suyo, Stephen no pudo evitar reírse. Cuando ambos calmaron sus risas se quedaron mirando.
El azabache miraba el rostro del rubio intentando memorizar cada parte del mismo, colocó una mano sobre su mejilla. Stephen de igual manera miraba el rostro de James y en un rápido impulso se inclinó para besar los labios de James.
El beso al principio tomó por sorpresa a ambos, pero comenzaron a mover los labios en una sincronía, parecía que los labios de James fueron hechos para Stephen, el rubio dejó un leve beso en la comisura del labio de James antes de separarse.
Sus respiraciones eran agitadas, habían pasado demasiado rato sin despegarse, pero tan pronto como lo hicieron Stephen cayó en cuenta de lo que había pasado por lo que se puso de pie rápidamente y con un movimiento de varita limpió todo el desastre que hizo junto a James para después prácticamente escapar de las cocinas dejando a un azabache sentado en el piso de la cocina mirando por donde se había ido el rubio con la duda en su cabeza.
¿Había hecho algo malo?
No diré nada más que
SE BESARON
Dany 🖤
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