4TO CAP
Aún no podía creer lo que acababa de ver, ese no podía ser Yoongi, su Yoongi, el mismo que le prometió casarse con el.
Se sentó en el suelo duro y tapo su rostro con sus manitas, sus lágrimas no dejaban de salir y su pecho de doler, su cabeza comenzó a punzar, todo su ser le gritaba que saliera y comprobará que no era ese pálido que había estado esperando por 11 años.
Pero en el fondo sabía que no podía estar equivocado, era Min Yoongi.
La puerta se abrió y JungKook entro: al ver en el suelo a su amigo rápidamente se acercó a el confundido y preocupado por el llanto del contrario.
— ¿Jiminie que te paso? — Se colocó de cuclillas frente a el — ¡Dime algo!
Los sollozos de Jimin no lo dejaban hablar, limpio sus mejillas con la manga de su playera y sorbio su nariz intentando controlar se pero en ese momento solo quería continuar llorando por qué no entendía nada y así le era difil explicarle a JungKook.
— Jimin, tengo que entregar este pedido — Mostró su libreta de apuntes — A la pareja que entró, quédate aquí y regresaré para..
— ¿Pareja? — Dijo entre leves sollozos — Las personas que.. entraron son.. ¿Pareja?
— Supongo, no lo sé — Confundido — Parece pero ¿Eso que tiene que ver?
— Son.. pareja — repitió cerrando los ojos con fuerza intentando no dejar escapar más lágrimas.
— No estoy entendiendo nada Jiminie — Se levantó — Conoces a esos chicos que...
Camino hacia la entrada del cuarto y miro hacia afuera por una pequeña ventana que tenía la puerta hacia donde estaban aquellos chicos platicando mientras sonreían.
— ¿No me digas que uno de esos es ese tal Yoongi? — El tono de su voz fue de sorpresa.
Jimin asintió mientras se incorporaba, volvía a limpiar su rostro con las mangas de su playera y buscaba una servilleta para su nariz.
— ¿Quién de los dos?
— El de cabello negro pero.. parece como si no me conociera — Su voz termino en un chillido agudo — Me ignoro.
— Jimin.. — No sabía que decir, se sintió estresado por un momento al quedarse sin palabras — Han.. han pasado 11 años, tal vez no te reconoció por eso o tal vez no es el.
— Es el, ya a madurado un poco pero no a cambiado mucho — Se escuchaba apagado y triste — No podría equivocarme y confundir a Yoongi nunca.
— Realmente no se que decirte — Frunció el seño pensativo — ¿Tal vez deberías ir y hablar con el?
— ¿Hablar con el? — Sintió como si su estómago diera un vuelco, tantos años sin verlo y ser el quien le hable le aterró — No, yo.. está con alguien ahora.
— Por que no llevas el pedido — Le sonrió cálidamente — Tal vez no te reconoció y ahora lo haga.
Jimin quiso creer en esas palabras pero aún así no podía dejar de pensar en la relación que pudieran tener los dos chicos de esa mesa, pensar en que de verdad fueran pareja le estaba oprimiendo el corazón y las ganas de llorar querían aumentar, debía controlarse, no podía salir con los ojos hinchados y la nariz roja como acostumbraba a quedar cuando lloraba extrañando al pálido.
JungKook se acercó al más bajo y lo abrazo mientras le daba unas leves palmaditas en la espalda, ese chico podría verse rudo con los tatuajes y los piercings que tenía pero en realidad era un algodón de azúcar andante aún que por otro lado también tenía un carácter fuerte cuando se enojaba.
No tardó más de algunos minutos en terminar la orden de la mesa y miro a Jimin un poco preocupado por si estaría bien que llevará el ese pedido, en el rostro del menor era muy notable su tristeza, nunca antes había visto a alguien con tales ojos de desilusión, se preguntaba si todos los donceles causaban ganas de cuidarlos de todo mal cuando estaban tristes, esa era la sensación que tenía en ese momento con Jimin, le daban muchas ganas de protegerlo al verlo tan frágil he indefenso ante sus ojos.
— Jimin.. Umm, tal vez yo deb.. — Fue interrumpido por el menor abruptamente.
— ¡Debo saber si me ignoro a propósito o solo no me vio! — Insistió como si lo que JungKook iba a decir se lo hubiera ya repetido varias veces hasta molestarlo — Lo siento Kukie, yo..
— Está bien — Le acercó la charola — Te miraré desde aquí.
Las piernas de Jimin temblaron, tenía esa sensación de miedo, dió un enorme suspiro y trago grueso para después salir de la cocina si así podría decirle.
Se dirigió a paso lento mientras su angustia y miedo crecían más a cada paso que daba hasta llegar a la mesa, el chico rubio le sonrió, tan linda sonrisa pensó, le dolió imaginar que esa sonrisa fue la que conquistó a su Yoongi, luego su vista se dirigió al pálido quien estaba serio mirando por el ventanal, claro que era el, no había ninguna duda de eso ahora, su corazón latió con mucha fuerza que tuvo miedo que fuera escuchado.
Colocó los vasos de café frente a cada uno y el pan dulce en medio de la mesa, la rebanada de tarta de manzana se la colocó al rubio y la de chocolate al pálido quien está vez alzó la vista para mirarlo.
Juraría que iba a desmayar se cuando sus miradas se encontraron, esos ojos negros y profundos como la noche lo miraban nuevamente, había extrañado tanto los ojos gatunos que poseía aquel chico pero las palabras que salieron de su boca lo bajaron de la nube dónde estaba parado.
— ¿Un molesto doncel? — Salió su voz de forma seca y con un toque de molestia — ¡Por que no trajo el pedido el mismo chico que nos tomo la orden! — Fue más un reclamo que pregunta y eso fue un golpe para el rubio de pie.
— Yoon no seas grosero — Miro al pálido con el seño fruncido para luego quitarlo y mirar al rubio a su lado con una leve sonrisa apenado — Disculpa por favor, no es personal, no le agradan los donceles.
"¿No le agradan los donceles?"
¿Que quería decir con eso? ¿Cómo podría no agradarle los donceles cuando el había sido su amigo por años? ¡Incluso la promesa de casarse!
— No tienes por qué estar dando explicaciones Hobi — Se dirigió al rubio sentado — Todos los de esa clase son molestos — Bufo y el dolor en el pecho de Jimin se intensificó.
"¿Molestos?"
— Yoongi por favor — Molesto — Ni siquiera sabes si es doncel.
Yoongi barrio de arriba a bajo al chico parado y Jimin solo se mantuvo quieto, por su cabeza pasaban muchas preguntas después de escuchar al pálido y las ganas de llorar se presentaron.
— No es tan difícil de reconocerlos — Se cruzó de brazos y arrugó la nariz — Las facciones femeninas los delatan fácilmente, esa pequeña cintura no la tienen todos los hombres.
— Dios Yoongi — Su voz salió más molesto está vez, miraba al pálido fijamente y este trago grueso.
— ¿Celoso? — Dijo burlonamente.
Hablaban como si Jimin no estuviera ahí, su presencia estaba siendo ignorada y no pudo contener las ganas de llorar mientras las palabras del mayor salían y lo partían de nuevo.
— Eres mi novio, solo tengo ojos para ti — Le sonrió al rubio sentado — Nunca me fijaría en un molesto doncel.
Y Jimin salió corriendo de ahí hasta entrar por la puerta detrás del mostrador buscando refugio en los brazos del JungKook a quien abrazo con fuerza mientras lloraba aferrándose a su cuerpo y escondiendo su rostro en el pecho de este.
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