Minji.

El departamento de Bada es impresionante, un pentahouse completo en uno de los lugares más seguros de Seúl.

Es la hija del Hyungnim, no es para menos.

Todo el lugar es como ella, elegante, con clase y con una gama de colores neutros.

Se quito la chaqueta quedando en un crop top azul qué acentuaba su vientre plano.

Abrió dos enormes puertas, lo primero a mi vista fue la enorme cama con sábanas color vino, al frente una mesa con varias botellas, pero no veía ninguna copa.

—Quiero preguntarte algo —dice sentándose en la cama —como pudiste darte cuenta no soy de las que se anden con rodeos —me miro de arriba abajo —se que la situación entre nosotras podría ser complicada.

—Te vas a casar con mi hermano.

—Pero aun no es así —se mordió el labio —yo estoy dispuesta a parar cuando lo pidas, incluso aun casada podríamos seguir.

—¿Seguir con que? —No se que estoy haciendo pero quieto retarla —¿con besos? ¿si quiera cuentan?

—¡Por dios niña! —siseo y se lamio los labios —me pones muy mal —levantó el mentón —quiero follar contigo, quiero que tu precioso coño manche mi cama con orgasmos, y quiero que me contestes quitándote la ropa o saliendo por esa puerta.

Me comencé a quitar la ropa, caminando hacia ella, tomo una botella de vino, la fue abriendo.

—¿Recuerdas que te invite a una cata? —asentí —la haré yo usando tu coño como copa…