Era temprano en la mañana, y los primeros rayos del sol iluminaban la mansión. Kyojuro Rengoku se levantó lleno de energía, como siempre, y caminó hacia la cocina, atraído por el delicioso aroma que impregnaba el aire. Al entrar, encontró a Sumiko ya despierta y cocinando con dedicación.

Kyojuro: ¡Buenos días, Sumiko! -saludó con su habitual entusiasmo, deteniéndose en el umbral para observarla-

Sumiko se sobresaltó ligeramente, pero al verlo, sonrió y se giró hacia él.

Sumiko: ¡Buenos días, Kyojuro! Espero que hayas dormido bien.

Kyojuro: -asintió vigorosamente, acercándose un poco más- Dormí de maravilla, ¡gracias! Pero veo que tú te levantaste aún más temprano. Siempre estás trabajando duro.

Sumiko: -bajó la mirada ligeramente, ruborizándose ante el cumplido, pero continuó revolviendo la sopa que tenía en el fuego- Solo quería ayudar un poco... Espero que no sea un problema

Kyojuro: ¡En absoluto! -respondió él con una gran sonrisa- De hecho, tengo algo importante que decirte

Sumiko: -alzó la vista, curiosa- ¿Algo importante?

Kyojuro: -asintió, su expresión brillante y entusiasta- Hoy quiero presentarte a mis compañeros, los otros Pilares, y a algunos de mis amigos. Estoy seguro de que querrán conocerte, y yo... bueno, quiero que ellos vean lo increíble que eres

Las palabras de Kyojuro hicieron que el rubor en las mejillas de Sumiko se intensificará.

Sumiko: ¿Tus compañeros?

Kyojuro: Sí -respondió él con determinación- Son como una segunda familia para mí, y creo que es importante que te conozcan. ¿Qué dices?

Sumiko: -algo nerviosa pero emocionada, asintió con una pequeña sonrisa- Si tú lo deseas, Kyojuro, entonces está bien. Haré mi mejor esfuerzo por causar una buena impresión.

Kyojuro: -rió con alegría, su entusiasmo tan contagioso como siempre- ¡No hay duda de que les encantaras, Sumiko! ¡Vamos, desayunemos juntos y luego nos prepararemos para el día!

Luego de desayunar, Sumiko subió a su habitación para cambiarse. Al abrir la puerta, se detuvo al ver un hermoso kimono rosa cuidadosamente doblado sobre su futón. Tenía detalles de flores de cerezo bordadas con delicadeza en las mangas y el dobladillo. Encima del kimono había una pequeña nota escrita con caligrafía elegante:

"Querida Sumiko,
Espero que este kimono te haga sentir aún más hermosa de lo que ya eres. Quiero que luzcas radiante para conocer a los compañeros de Kyojuro.
Con cariño,
Ruka."

Sumiko: -tomó la nota con manos temblorosas y una sonrisa apareció en su rostro- *Qué amable es la señora Ruka... Siempre tan considerada.*

Se apresuró a vestirse y a peinarse y ponerse un tocado de flores, admirando lo bien que le quedaba el kimono en el espejo. Aunque se sentía un poco nerviosa por conocer a los compañeros de Kyojuro, no podía evitar emocionarse al saber que su suegra confiaba en ella.

Salieron de la casa despidiéndose de la familia. Kyojuro tomaba de la mano a Sumiko para que no estuviera tan nerviosa y así ambos llegaron a la sede

Kyojuro: ¡Buenos días, mis valiosos compañeros! ¡Espero que el día les sea tan ardiente como sus espíritus! -con su energía característica-

Tengen: ¡Ah Rengoku! Que bueno es verte amigo

Mitsuri: Maestro!!! Es bueno verlo!! *Se ve tan guapo y energético como siempre*

Los demás respondieron con un saludo cordial hasta que Shinobu hablo.

Shinobu: Ara Ara Rengoku-san quien es esta joven? -pregunto curiosa la pilar del insecto-

Todos incluidos Sanemi, Muichiro, Yuichiro, Iguro y Giyuu vieron que a su lado a Sumiko que brillaba bajo el sol. Su porte era elegante, y su sonrisa cálida irradiaba una tranquilidad que contrastaba con la energía del Pilar de las Llamas.

Sumiko: -inclinó la cabeza en una reverencia respetuosa y murmuró suavemente- Es un placer conocerlos

Los Pilares sintieron un momento de silencio incómodo. En sus mentes, un pensamiento resonaba al unísono:

Pilares: *Una belleza pelirroja*

Giyuu: -fiel a su naturaleza callada, se quedó inmóvil, observándola con discreción-

Sanemi: -con los brazos cruzados, arqueó una ceja, aunque su rostro no pudo ocultar su asombro-

Tengen: -fue más directo, pensando para sí mismo- *Definitivamente tiene un estilo deslumbrante*

Mitsuri: -por su parte, dio un pequeño saltito de emoción y se llevó las manos al rostro- ¡Es tan linda! -exclamó, sus ojos brillando-

Makomo: Es muy linda

Kyojuro: -ajeno al revuelo que causaba Sumiko, anunció con orgullo- ¡Compañeros, permítanme presentarles a Sumiko Kamado! Ella es mi prometida

Un silencio sepulcral cayó sobre el grupo. Los Pilares varones intercambiaron miradas rápidas y luego, casi como si se hubieran puesto de acuerdo, se acercaron a Kyojuro, lo rodearon y lo arrastraron discretamente a un rincón apartado.

Tengen: -fue el primero en hablar, con una sonrisa pícara- Kyojuro, hermano mío, tienes que contarnos todo. ¿Dónde conociste a esa diosa?

Sanemi: -frunció el ceño, aunque no podía ocultar su curiosidad- Sí, Rengoku, ¿cómo demonios terminaste con alguien como ella? No pareces el tipo para... bueno, eso.

Giyuu: -siempre reservado, no pudo evitar preguntar, aunque de forma indirecta- Es... inesperado

Sabito: Además de ser linda es elegante y amable, ella es...

Muichiro/Yuichiro: Perfecta

Kyojuro: -aunque desconcertado por el interrogatorio, sonrió ampliamente- ¡Ah, mis compañeros! Sumiko es una mujer extraordinaria. Es amable, educada, y además posee habilidades impresionantes, como su conocimiento en cocina y hierbas medicinales. ¡Su olfato es increíblemente agudo!

Mientras tanto, Shinobu, Makomo y Mitsuri se quedaron conversando con Sumiko. La curiosidad de ambas estaba al máximo.

Mitsuri: Sumiko-chan, ¿cómo es estar comprometida con alguien tan apasionado como Kyojuro? -preguntó Mitsuri con una sonrisa brillante-

Shinobu: -más directa, añadió con un tono ligeramente burlón- Debe ser interesante vivir con alguien que habla tan fuerte y... Que come mucho

Sumiko: -rió suavemente, sin mostrarse incómoda- Kyojuro-san es muy amable y considerado. Y aunque tiene mucha energía, es fácil de llevar... además, me hace sentir bienvenida

Mitsuri: -tomó las manos de Sumiko con emoción- ¡Eres tan dulce! ¡Estoy segura de que te llevarás bien con todos! ¡Ay que emoción! ¡Mi maestro se va a casar! ¡Y con una chica hermosa! -gritaba emocionada-

Makomo: Espero que podamos salir juntas un día de estos Sumiko-chan

Mientras la conversación avanzaba, Tengen asomó la cabeza desde el rincón donde aún hablaban los varones.

Tengen: ¡Sumiko! -se acerca a Sumiko- Dime, ¿es cierto que cocinas tan bien como dice Rengoku? Porque si es así, ¡necesitamos probar algo algún día!"

Sumiko: -asintió con una sonrisa- Será un placer cocinar para ustedes en algún momento

Gyomei: rezaré por su felicidad y una vida próspera -juntando sus manos-

La comedia y las bromas continuaron mientras todos se acostumbraban a la presencia de Sumiko.

El ambiente en la sede de los Cazadores de Demonios estaba más animado que nunca con la presencia de Sumiko. Las bromas entre los Pilares y la calidez que Sumiko transmitía habían aligerado el tono de la reunión, cuando de repente, una presencia solemne envolvió el lugar.

Hinaki/Nichika: El patrón ha llegado a la mansión

La suave y calmada presencia de Kagaya Ubuyashiki, el maestro de los Cazadores de Demonios, resonó desde la entrada junto a su esposa Amane Ubuyashiki.

Kagaya: Buenos días a todos hijos míos, es un placer verlos a todos reunidos. Su dedicación y fuerza son siempre motivo de orgullo para mí.

Los Pilares inmediatamente dejaron de hablar y se inclinaron con respeto. Sumiko, aunque no reconocía al hombre que acababa de llegar, siguió el ejemplo de los demás, haciendo una reverencia profunda.

Sanemi: Nosotros también nos alegra es este bien estamos felices de verlo  y esperamos que goce de tranquilidad y bienestar patrón

Kagaya: Te agradezco mucho Sanemi

Mitsuri: *Ah que mal, yo quería saludar al patrón hoy*

Kyojuro: Es un honor tenerlo aquí, patrón -dijo Kyojuro con entusiasmo, levantándose- Y también a su familia

Kagaya: Muchas gracias Kyojuro -sonrió amablemente, inclinando ligeramente la cabeza en reconocimiento- escuché que hoy nos acompaña una invitada especial -su voz, como siempre, era serena pero llena de autoridad-

Kyojuro: -dio un paso al frente, señalando a Sumiko con una sonrisa orgullosa- Así es, maestro. Permítame presentar a Sumiko Kamado, mi prometida

Kagaya: -giró su rostro hacia ella, y aunque sus ojos no podían ver, su expresión se suavizó con una calidez que parecía iluminar el lugar- La hija mayor de los Kamado. Sumiko-san, es un placer conocerte. Si Kyojuro te ha elegido, estoy seguro de que tienes un espíritu noble y un corazón valiente

Sumiko: -algo nerviosa y sorprendida de que el patrón conozca a su familia pero profundamente conmovida por sus palabras, hizo otra reverencia- Es un honor conocerlo, maestro Ubuyashiki. Haré mi mejor esfuerzo para estar a la altura de las expectativas

Amane: -con su calma habitual, se acercó y examinó a Sumiko con cuidado, como una madre protectora- Eres muy joven, pero veo en tus ojos una determinación especial. Bienvenida a nuestra familia

Mitsuri: *¡Ah! ¡Amane-san es tan hermosa y amable!*

Las palabras de Amane relajaron a Sumiko, y las niñas, Hinaki y Nichika, se adelantaron tímidamente.

Hinaki: Eres muy bonita -dijo Hinaki en un murmullo, mientras Nichika asentía rápidamente con las mejillas sonrojadas-

Mitsuri: -que estaba cerca, sonrió de oreja a oreja- ¡Lo sé, verdad! Sumiko-chan es tan amable y educada, además de talentosa. ¡Todos la adoran ya!

Giyuu/Sabito/Muichiro/Yuichiro: *Y su sonrisa están hermosa que incluso brilla más que el sol*

Kagaya: -volvió a hablar, dirigiéndose a todos- Es alentador ver a mis Pilares en un ambiente tan armonioso. Incluso en tiempos oscuros, momentos como estos son los que nos recuerdan por qué luchamos. Que esta unión sea un ejemplo de esperanza para todos nosotros

Mientras la reunión de los Pilares continuaba en la mansión de Kagaya Ubuyashiki, Sumiko decidió salir a tomar un poco de aire. El ambiente era respetuoso y solemne, pero estar entre tantos guerreros poderosos le resultaba un poco intimidante, y quería despejar su mente. Caminó por los jardines, admirando la serenidad del lugar, cuando de repente, un grito estridente rompió la calma.

???: ¡AUXILIOOO! ¡NO QUIERO MORIR! -alguien grito desde lejos-

Sumiko: -parpadeó, desconcertada, y giró la cabeza hacia el origen del escándalo- ¿Eh? ¿Qué pasa?

A lo lejos, vio a un chico rubio corriendo despavorido, con lágrimas surcando su rostro, mientras otro chico musculoso con una máscara de jabalí lo perseguía con furia.

???: ¡DETENTE, INOSUKE! ¡YO SOLO DIJE QUE TU MÁSCARA NECESITA UN BAÑO, NADA MÁS! -corriendo como chiva loca-

Inosuke: -claramente furioso, rugió mientras corría detrás de él- ¡TE VOY A DESTROZAR, MONITSU! ¡NADIE INSULTA MI MÁSCARA!

???: ¡¡ES ZENITSU JABALÍ IDIOTA!!

Sumiko, sin poder evitarlo, dejó escapar una risa nerviosa ante la caótica escena. Sin embargo, al ver que el pobre chico rubio se tropezó frente a ella parecía realmente en peligro, decidió intervenir.

Sumiko: Oye ¿Te encuentras bien? -se acerca a el preocupada hasta estar frente a el-

Cuando Zenitsu la vio, aún en el suelo no apartó los ojos de Sumiko.

Zenitsu: ¡Una diosa ha descendido del cielo para salvarme! -exclamó Zenitsu, sus ojos llenos de estrellas- ¡Eres la mujer más hermosa que he visto en mi vida! ¡Por favor, cásate conmigo! ¡Sálvame de este demonio con cabeza de jabalí!

Sumiko lo miró sorprendida y algo incómoda, pero antes de poder responder, Inosuke llegó corriendo hacia ellos.

Inosuke: ¡APÁRTATE, MUJER! ¡ESTE ASUNTO ES ENTRE ÉL Y YO! -no parecía tener intención de detenerse-

Sumiko: Oye tranquilizante no es necesario que lo persigas así -trataba de razonar con el-

Inosuke: ¡Waaaaaah! -no tenía intención de cooperar y corre hacia ella-

Sumiko: -viendo que no podía razonar con el tomó una decisión rápida. Con una calma inusual, esperó a que se acercara lo suficiente- Te dije que ... -y justo cuando parecía que iba a abalanzarse sobre Zenitsu, le dio un cabezazo certero en la frente- ¡¡¡Te calmes!!!

Zenitsu: ¡¡¡aaaaaahhhh!!! -sorprendido-

El impacto resonó en el aire quedando en silencio. Inosuke cayó de espaldas, sorprendido, y Zenitsu se quedó boquiabierto, temblando.

Inosuke: ¿Qué fue eso? -murmuró Inosuke desde el suelo, tocándose la frente-

Sumiko: Ah! Discúlpame! -dijo Sumiko con una voz suave y algo avergonzada mientras se disculpaba- Pensé que sería mejor calmarte de inmediato. Espero que no te haya dolido mucho -dijo con un tono dulce y preocupado-

Inosuke: -se levantó de un salto, su máscara torcida mientras se la acomodaba y su orgullo algo herido- ¡TÚ TIENES UNA CABEZA MÁS DURA QUE YO! ¡ESO NO ES NORMAL! -dijo casi impactado señalándola-

Zenitsu: -aún en el suelo, la miraba con devoción- No solo es hermosa ¡También es increíblemente fuerte! ¡Definitivamente eres la mujer perfecta! ¡Por favor, cásate conmigo!

Sumiko: -sonrió ligeramente, tratando de no reírse- Gracias por el cumplido, pero me temo que no se va a poder ya que estoy comprometida

Zenitsu: -parecía que le tiraron un cubetazo de agua fría, cayendo al suelo con dramatismo- ¡La vida es cruel! ¿Por qué siempre le pasa esto a mí?

Mientras tanto, Inosuke, que parecía haber olvidado su enojo inicial y se acercó

Inosuke: ¡TÚ! -señaló a Sumiko con un dedo acusador- ¡Vamos a pelear! ¡Nunca he conocido a alguien con una cabeza tan dura como la mía!

Sumiko: -levantó las manos con calma sonriendo- No vine aquí a pelear contigo -ahora su aura cambia a una peligrosa sin borrar su sonrisa- Pero si sigues comportándote de esta manera, tendré que usar la misma técnica otra vez

Inosuke parpadeó y se quedó en silencio, claramente confundido entre la amenaza y el respeto que sentía por su fuerza.

La escena terminó con Zenitsu murmurando palabras melancólicas sobre el amor perdido, e Inosuke retando a los árboles cercanos para recuperar su orgullo.

Sumiko: Pero me gustaría saber sus nombres

Zenitsu: Yo soy Zenitsu Agatsuma

Inosuke: Yo soy el rey de la montaña, Inosuke Hashibira

Sumiko: Mucho gusto en conocerlos yo soy Sumiko Kamado -su sonrisa brillaba tanto que Zenitsu e Inosuke les brillaron los ojos-

Inosuke: Pues ahora tú serás "mujer de la cabeza dura"

Zenitsu: Tarado respeta a esta divinidad!!! -le da un fuerte golpe en la cabeza-

Sumiko: ah tranquilos... tranquilos -con una gotita de sudor estilo anime-

Después de esa alborotada bienvenida de esos dos, Sumiko regresó a la sede, preguntándose si todos los cazadores eran tan peculiares como esos dos.

Sumiko: Vaya si que ellos dos son muy intensos *Pero puedo oler que son buenas personas tal vez podamos llevarnos bien* -sonriendo mientras caminaba para regresar a la sede, mientras regresaba a la mansión después de lidiar con Zenitsu e Inosuke, no se percató de que varios ojos la habían estado observando-

Mitsuri y Shinobu, por supuesto, eran las más evidentes, pero junto a ellas estaban los demás Pilares: Gyomei, Iguro, Muichiro, y también Yuichiro Tokito, el hermano mayor de Muichiro, quien había llegado poco antes junto con Sabito y Makomo.

Todos habían presenciado el espectáculo. Mitsuri se aferraba a Shinobu para no caer al suelo de la risa, mientras Sabito y Makomo compartían miradas de incredulidad. Incluso Giyuu, normalmente impasible, levantó ligeramente una ceja.

Sabito: Vaya, esa chica sí que es interesante -murmuró Sabito con una pequeña sonrisa-

Yuichiro: -cruzó los brazos, mirando a su hermano gemelo- Parece que no es tan delicada como aparenta

Gyomei: -quien había estado rezando momentos antes, suspiró con su habitual calma- Una joven que combina amabilidad y fuerza... Rengoku ha encontrado a alguien especial

Muichiro: -por otro lado, parecía distraído- ¿Qué pasó exactamente? No lo vi bien

Makomo: Ella le dio un cabezazo al cazador con máscara de jabalí -respondió Makomo con una sonrisa divertida- Y lo dejó completamente aturdido

Iguro: -siempre reservado, murmuró algo bajo- Interesante... pero qué escena tan innecesariamente ruidosa.

Cuando Sumiko entró, su rostro estaba rojo de vergüenza al darse cuenta de que todos la habían estado mirando. Los Pilares y los demás trataban de mantener la compostura, pero Mitsuri fue la primera en romper el silencio.

Mitsuri: ¡Sumiko-chan, eso fue impresionante! -exclamó, corriendo hacia ella con una gran sonrisa- ¡Nunca había visto a Inosuke tan confundido!

Shinobu: -con su tono ligeramente burlón, añadió- No esperaba que tuvieras esa clase de fuerza. Tal vez deberías ser tú quien nos entrene a todos jiji

Sumiko: -se llevó las manos a las mejillas dándose cuenta de que la habín visto cuando le dió el cabezazo a Inosuke, claramente abrumada- N-no es para tanto. Solo quería evitar que alguien saliera lastimado...

Kyojuro, que también había presenciado la escena, estaba visiblemente sonrojado, pero no podía dejar de sonreír. Dio un paso al frente y puso una mano en el hombro de su prometida.

Kyojuro: ¡Eso fue asombroso, Sumiko! Tu valentía y determinación son dignas de admiración. ¡Estoy muy orgulloso de ti!

Sus palabras hicieron que Sumiko se sonrojara aún más, pero al mismo tiempo la llenaron de calidez. A pesar de lo avergonzada que estaba, no pudo evitar devolverle una pequeña sonrisa.

Mientras tanto, Zenitsu, que había seguido a Sumiko como una sombra, señaló a Kyojuro con dramatismo.

Zenitsu: ¡No la mereces, Rengoku-san! ¡Es un ángel enviado del cielo, y tú solo eres un tipo ruidoso que come demasiado!

Inosuke: -recuperado del golpe, irrumpió en el lugar señalando a Sumiko- ¡Aún no he terminado contigo! ¡Quiero una revancha, mujer de la cabeza dura!

Antes de que pudiera continuar, Gyomei alzó una mano con calma.

Gyomei: Inosuke, basta. Has causado suficiente alboroto por hoy

Con el asunto aparentemente resuelto, la reunión se reanudó, pero no sin que todos los presentes miraran a Sumiko con una mezcla de respeto y diversión. Kyojuro, por su parte, no dejó de sonreír durante el resto del día, orgulloso de su prometida, quien no solo era amable y educada, sino también fuerte y valiente.

Mientras Kyojuro observaba cómo Sumiko regresaba al salón con el rostro sonrojado y todos la felicitaban por su valentía, no pudo evitar imaginar un escenario alternativo en su mente.

Se imaginó a Sumiko con una expresión severa, los brazos cruzados, y una mirada de fuego (literalmente, en su imaginación). Su voz resonaba fuerte y clara:

Sumiko (imaginación): ¡KYOJURO RENGOKU! ¿¡POR QUÉ TE COMISTE EL ÚLTIMO PEDAZO DE PASTEL SIN PEDIR PERMISO!?

En su mente, él intentaba disculparse, sudando frío, pero Sumiko, con un movimiento elegante, se inclinaba hacia él y le daba un cabezazo certero. El impacto era tan fuerte que podía ver estrellas girando a su alrededor.

De vuelta a la realidad, Kyojuro se estremeció ligeramente.

Kyojuro: No... Definitivamente no quiero estar del lado equivocado de su ira... -pensó, tratando de mantener la compostura mientras el recuerdo imaginario lo hacía sudar un poco-

Shinobu, que había estado observándolo, se inclinó hacia Mitsuri y susurró con una sonrisa burlona.

Shinobu: ¿Qué crees que estará pensando Kyojuro-san? Tiene una cara como si acabara de ver un demonio.

Mitsuri: Debe estar nervioso por algo -respondió Mitsuri con una risita- Pero se ve adorable

Kyojuro, quien escuchó parcialmente el comentario, sacudió la cabeza, intentando borrar esa imagen de su mente. Miró a Sumiko, quien ahora estaba sonriendo tímidamente mientras respondía a los halagos de los Pilares, y no pudo evitar sonreír ampliamente.

Kyojuro: No importa lo que pase, Sumiko es increíble... *Pero mejor me aseguro de no hacerla enojar nunca.* -sudando frío-

Nuevo capitulo para esta historia, y ahora con la poderosa cabeza de Tanjurou alias Sumiko y a todos los demas personajes. Espero que les aya gustado este nuevo capitulo y no olvides votar y comentar. Bye bye.