Son muchas fotos realistas pero me enamoraron esos jardines y no es para exagerar o hacer perfecta a la prota pero en serio me enamoraron esos jardines y no me pude contener en ponerlos como referencia para el jardín que tiene la casa de Yomi.

Puede que se aburran ya que los capítulos van a describir todo lo que haga yomi y habrá muy poca interacción entre los vampiros y yui ya que ellos son espectadores, será así hasta que yomi los conozca.

Aún así espero que les guste.

Luego de que los dos pelirrojos hablaran regresaron a donde estaban los demás.

Al llegar cada uno estaba mirando el interior la casa; yui miraba las fotos en los muebles, kanato miraba la cocina, aún buscando dulces, reiji lo sentían cerca, de seguro estaba leyendo algo, y subaru estaba mirando por la ventana.

Su futura cuñada aún seguía limpiando el jardín.

Ya llevaba casi 4 horas en el jardín.

Shu estaba en el sillón a punto de dormirse por completo.

Cuando llegaron las 12 del mediodía, sintieron la presencia de otra humana.

La cual entró por la puerta principal, era peli azabache de ojos violeta, su cabello le llegaba hasta los hombros.

-yomi! -la llamó sacándose los zapatos y caminado por el comedor.

-estoy afuera!.

Le gritó la peli marrón haciendo que su amiga agarré sus zapatos y fuera hacia el jardín.

-hace 4 horas que te estoy esperando!.

-lo siento hermosa, me hice una nueva amistad -sonrió coqueta caminando hacia ella.

-aja -la miro con recelo sabiendo qué estaba haciendo su amiga.

Naomi sonrió inocente y se sentó en el banco que estaba allí.

-yomi ya es hora de comer, descansa un poco.

La miro en modo de rebaño haciendo suspirar a la menor, la cual se sacó sus guantes.

-bien, pon algo de música iré a darme un baño y luego cocino.

-yes!~.

La peli marrón se fue mientras la azabache fue al living a prender la tele.

Los vampiros y la humana la observaron, su olor también era llamativo pero no tanto.

Luego de unos minutos Naomi se quedó dormida en el sillón, cuando yomi bajó la miro y se fue a la cocina para preparar el almuerzo.

Se ató el pelo en una coleta y se puso un delantal celeste, para luego empezar a cocinar dos omelette, dejó los dos platos en una bandeja para después empezar a hacer unos postres.
Al terminar agarró la bandeja con cuidado.

Empezó a caminar hacia el living, dejó la bandeja en la mesa ratona y se giro hacia naomi que dormía como un tronco con baba al borde de la boca.

-ya despierta ebria inmunda -la llamó pateando su pierna, que colgaba del sillón.

Haciendo que naomi se despierte de golpe atragantada con su saliva y cayendo al suelo de cara.

-yo no fui!, él me sedujo! -grito asustada para luego mirar a donde estaba y mirar a su amiga que se empezó a reír -yomi!.

La peli marrón se rió por un rato mientras naomi hacía pucheros.

Se suponía que ella hiciera algo especial para que ellos sintieran una enorme necesidad de hablarle?.

Era bonita, buena cocinera y hasta ahora parecía alguien divertida pero no había otra razón para que llamará su atención.

Qué demonios planeaba ese hombre?.

Shu simplemente miro a su prometida con seriedad.

No era una belleza exótica, tenía buenos atributos lo admitía pero no era una super modelo, su sangre olía bien pero no tan exquisita como la de otras mujeres.

Había cosas, que vio hasta ahora, que la hacían resaltar. Tal vez por ser más demostrativa que otras mujeres japonesas pero hasta ahora no había algo que realmente llamará su atención.

Se supone que ella sería su compañera de por vida?.

Bueno, de seguro su compromiso era algo político entre humanos y vampiros.

En los matrimonios políticos nunca existía el amor, solo en la ficción y él no creía en los cuentos de hadas.

Luego de terminar de comer, naomi ayudó a kiyomi a lavar los platos y las cosas que usó para cocinar, al terminar las dos se quedaron en el living tiradas en el suelo mirando el techo.

-sé que prácticamente vives en mi casa pero...hay algo detrás de esta visita?.

Miro de reojo a su amiga que cerró sus ojos sonriendo.

-solo quería visitarte mija.

Las dos se quedaron en silencio y kiyomi sonrió con los ojos cerrados.

-ayer vi un elefante volador -sonrió inocente y dándole a entender que no le creyó, naomi chasqueo la lengua y suspiro.

-ayer luego de que me tomé todo lo que estaba a mi alrededor me llamaron y me dijeron que tenía una entrevista de trabajo así que necesito que me ayudes a bajar todo el alcohol que tengo encima.

Sonrió nerviosa haciendo suspirar a kiyomi.

-nao~, odio hacer ejercicio, yo vivo para comer no para hacer ejercicio.

-lo sé, ayúdame aunque sea un poco~ -fingió sollozar mirándola con ojos de perrito regañado.

La peli marrón bufo derrotada y se sentó.

-bien te ayudaré, la ropa deportiva que dejaste está en mi habitación vamos.

Al rato las dos estaban con el cabello atado, zapatillas deportivas, leggins, musculosas y encima una sudadera.

Aclaremos que Reiji ordenó, con la mirada, a los pervertidos de la familia que se quedarán en el living con ellos mientras las dos amigas se cambiaban.

-por qué tenemos que ponernos una musculosa térmica y arriba una sudadera? -pregunto naomi con fastidio.

-más transpiración más perdida de alcohol -dijo kiyomi mientras las dos bajaban de las escaleras -primero vamos a limpiar el living, luego el comedor, la cocina, luego las habitaciones de los huéspedes, el cuarto de juegos, la sala de música y~ el baño.

Enumeró recordando los lugares que debía de limpiar, hace días limpió la oficina, la biblioteca y su cuarto.

-eh?!, o sea qué?!, vas a hacer que YO limpie? -pregunto incrédula.

-sí, esto sería el calentamiento de lo que vamos a hacer, este método es más efectivo para transpirar además necesito manos extra para limpiar mi casa.

-bruja -susurro naomi con lágrimas anime agarrando la escoba.

El resto de las 3 horas, las dos limpiaron a fondo todo el lugar, desde la planta baja hasta la planta alta y al final el baño.

Al terminar guardaron todo y kiyomi miro la casa con satisfacción viendo como todo estaba brillante.

-no doy más...no puedo creer que tu limpies toda esta casa sola.

-ya me acostumbré.

Bebió agua de su botella mientras las dos salían al jardín trasero.

-...siempre diré que tu padre hace magia con las manos y tú heredaste eso bebé.

Miro sonriente el jardín mientras su amiga rió por su halago.

Siguieron caminando por el borde del lago y naomi miro la pequeña cueva que estaba allí cubierta de plantas.

-nunca supe qué hay aquí? -susurro curiosa agachándose y mirando hacia adentro.

-te sugiero que no te metas hay una serpiente -dijo mientras naomi se alejó asustada -la encontré cuando empezamos a crear el jardín, ahora es mía.

Sonrió alegré mientras naomi la miraba con una gotita por sus gustos raros.

En serio los Ichinose eran raros.

Las dos siguieron caminando seguidas de los vampiros y la humana.
Subaru se dio la vuelta y vio salir de la cueva una serpiente verde oscura con ojos rojos, el oji rosa estrechó los ojos al ver su mirada pero no hizo nada y siguio a los demás.

Al llegar vieron la otra parte del lago.

Del lado izquierdo todo lo que seguía era bosque y más bosque para luego llegar a la casa de los vecinos de kiyomi, mientras que del lado derecho seguía su jardín.

-cuántos terrenos tienes?!.

Todos estaban de la misma manera que Naomi, ni siquiera los sakamaki tenían un jardín tan extenso en su mansión.

-ni idea, desde aquí vamos a correr -dijo estirando un poco seguida de naomi.

Al rato las dos empezaron a correr siguiendo el jardín de kiyomi, dejando sorprendida a naomi y a los vampiros.

Subieron unas escaleras rodeadas de tulipanes, llegaron a un camino rodeado de margaritas, jazmines, girasoles y más flores, para luego pasar por un camino lleno de claveles.

Subieron otra vez unas escaleras pero esta vez rodeadas de gladiolas rosas y siguieron subiendo escaleras hasta llegar a una pequeña catarata.

-llegamos!.

Gritaron las dos tirándose al suelo.

-acaso vives...en el país de las maravillas?...por qué demonios no se acababa más el camino?!.

Si no fuera por el cansancio la azabache hubiera hecho un berrinche.

-tú querías transpirar...ahí tenes tu transpiración -suspiro sonriendo divertida.

Siempre quiso correr por su jardín pero  le daba pereza.

-tu jardín es hermoso pero de dónde viene el agua?.

Las dos se sentaron mirando la catarata.

-detrás del bosque hay una montaña y arriba hay nieve, papá quería vivir en un lugar alejado de la ciudad así que eligió este territorio para construir nuestra casa.

Sonrió divertida al recordar que su madre casi se desmaya cuando supo que iban a vivir tan lejos de la ciudad pero luego de ver el hermoso lugar se recompuso y quedó encantada.

-es hermoso -susurro naomi.

-cuando quiero relajarme vengo aquí -las dos se quedaron un rato ahí descansando.

En serio era relajante estar allí.

El ruido de los pájaros, las hojas, el agua.

Era un lugar perfecto.

Cuando el atardecer llegó las dos decidieron volver a la casa.

-tengo hambre otra vez y...me está atacando la sed peligrosa -se quejó haciendo un puchero.

-no me tientes yomi -susurro la azabache siendo rodeada por un aura depresiva.

Las dos se levantaron pero Kiyomi se quedó en cuclillas al sentir un mareo.

-yomi?, te mareaste?.

-sí, tal vez porque corrimos muchos.

-tal vez, deja que te ayude.

Estiró su mano ayudándola pero cuando estuvo parada la oji avellana sintió sus piernas debilitarse siendo agarrada por la mayor.

-ey ey yomi no te me mueras -la agarró de la cintura mientras veía preocupada el sonrojo en las mejillas de su amiga.

Lucía algo pálida pero tenía un fuerte sonrojo, como si tuviera fiebre.

Los vampiros y la humana la miraron curiosos al verla en ese estado.

-no te preocupes, con un baño se me pasa.

Naomi asintió no muy convencida ayudándola a caminar.

Los demás se quedaron allí viéndolas irse, la oji rosa miraba preocupada a la menor.

Tal vez tenga un cuerpo débil como para esforzarse tanto.

-qué le habrá pasado? -susurro preocupada.

Había visto que ellas comieron bien, por qué se debilitó kiyomi.

El lado mamá gallina de la rubia estaba saliendo a flote con kiyomi.

Los demás se transportaron, junto a yui, a la casa mientras el par de oji esmeraldas se quedaban allí

-ayato kun? -lo miro curioso al ver su estado.

Estaba en blanco y sus ojos parecían idos, como si estuviera imaginando algo muy turbio.

-...no puedo respirar! -dijo de repente el pelirrojo apoyándose en sus rodillas mientras transpiraba y laito le hacía viento con su sombrero.

-no te desmayes ayato kun~.

Laito se rió al ver a su hermano pálido, sin poder respirar y transpirando, pareciendo una momia andante, era una escena muy cómica para él.

Parece que el príncipe sádico tenía miedo a que todos sepan del error que cometió con su futura cuñada.

See you...