Pasamos por tantos baches, reproches ajenos, problemas venenos, llantos internos, besos en la calle y lágrimas en silencio…

Pasamos por mil infiernos tratando de llegar a este suelo, donde en cada pérdida, te apreté aún más fuerte la mano como cadenas,  para lograr cruzar, como sea pero juntos…

Tengo las manos cansadas, tengo la mirada exhausta, entre tantas tormentas pensé que los 100 días de mal no pasaban…

Pero aquí estoy, sigo parada, tengo los labios secos de tanto aguantar, tengo la ropa desgarrada de tanto arrastrarme  y tu cuidado priorizar…

Tengo el alma hecha retazos, cosida con los pedazos que pude juntar…

Olvidé amarme, lo dejé en segundo plano, no fue en vano pues tu hoy estas sano y salvo…

Dicen que lo prometido es deuda, pues quiero borrar la cuenta y regalarte todo, lo he venido haciendo hasta que mi cuerpo, mi vida  y mis manos ya no pudieron más, lo hice sin quejarme sin mirar atrás,  haciendo oídos sordos al que dirán, arrastrando tu cuerpo y el mío hasta cruzar la tempestad, no me debes nada, lo hice por ambos…

Mi prueba de amor se ha concretado desde aquel día que me propuse amarte, amarte  eternamente hasta que la desdicha intente  matarme…

Pero mientras tanto…

He de seguir luchando, mientras mis brazos aguanten, mientras no amagues a soltarte, seguiré…

Cada vez que  el corazón me late, me recuerda tu rostro y mil motivos más por los que he prometido cuidarte.