Capítulo 2

*DOS MESES DESPUÉS*

- Esto es... muy verde -Concluyó Patri mientras mirábamos por la ventanilla del avión.

Habían pasado dos meses. Dos meses desde que Roberto y yo lo habíamos dejado, dos meses desde que Laila nos dio la magnífica noticia de que íbamos a viajar a Escocia y que íbamos a estar allí por una semana. 

- ¿Cómo te creías que era? -Reí.

- No sé.. pero aunque no tiene nada que ver con Madrid, la cosa es que.. me encanta -Susurró mirándonos fijamente. Su felicidad se podía notar a kilómetros.

Sonreímos y nos agarramos las manos mientras el piloto anunciaba el descenso. 

Tenía el presentimiento de que aquel viaje iba a ser inolvidable.

*

- Dios.. ¿realmente está lloviendo? -Gimió Laila mientras miraba por la ventana del hotel.

- Aquí se está así prácticamente todos los dias -Respondí mientras me encogía de hombros.

- No estamos en España, cariño. Acostúmbrate a este tipo de clima -Dijo Patri mientras sacaba ropa de la maleta.

Para Patri era fácil decirlo, ella se había pasado su vida a caballo entre Madrid y Londres, ya que sus padres se habían separado desde que era muy pequeña.

- La verdad es que estoy un poquito acojonada.. sé que aquí se habla inglés, pero.. ¿y si no logramos entenderles? siempre se ha dicho que es muy difícil entender a los escoceces -Susurré.

- La mujer que se ocupaba de la casa de mi padre cuando yo era más pequeña era escocesa y aunque al principio me costaba un poco entenderla, poco a poco se me fue haciendo más fácil. Solamente tienes que prestar más atención a su manera de vocalizar, ya que hablan más rápido.

- ¿Te enseñó palabras escocesas? -Preguntó Laila interesada. No sabíamos que su "niñera" había sido escocesa, siempre habíamos pensado que se había rodeado solamente por personas londinenses, ya que su padre era un rico petulante que no soportaba a la gente que no fuese de Londres.

- Bastantes, cuando era pequeña era capaz de mantener media conversación en gaélico. La verdad es que cuando estaba en España, solamente me hacía ilusión volver a Londres por el hecho de encontrarme con ella -Sonrió.

Aunque hubiese pasado todos sus veranos en Londres, para mi hubiese sido increíble, Patri no se sentía afortunada. Sus padres, ambos británicos, se enamoraron y se fueron a vivir a España debido a los negocios de su padre,y cuando ésta cumplió siete años, ellos se separaron. Su padre nunca le había prestado mucha atención, pero cuando se fue de vuelta a Londres e insistió en que ella fuese los veranos, solamente por el hecho de molestar a su madre, prácticamente la ignoraba. Patri se pasaba los veranos sola en su casa.

- ¿Y qué fue de ella?

- Cuando mi padre nos pilló una vez hablando en gaélico, la echó y eso ocurrió cuando yo tenía dieciséis años. Desde entonces no he vuelto a ir a Londres a ver a mi padre -Suspiró.

Patri era la perfecta niña rica con una educación de privilegiados pero con una infancia desdichada por parte de su padre. Su madre la adoraba con todo su corazón.

- Estamos en Escocia.. ¿por qué no la buscamos? será una oportunidad perfecta para descubrir más sobre este lugar, y posiblemente ella esté encantada de enseñarnos todo esto un poco y tal vez, nos enseñe un poco el idioma -Chilló Laila entusiasmada.

- No creo que se acuerde de mi -Rió Patri, pero de manera triste. Esa mujer  seguramente había sido alguien muy importante para ella.

- ¿Cómo no se va a acordar de ti? fue tu niñera y te enseñó el idioma. Seguramente te recordará por el hecho de que tu padre es un petulante.

- Tienes razón -Rió.

- ¿Sabes de dónde es?

- Vive en Inverness -Laila y yo hicimos una mueca y Patri se echó a reír.

- Eso está prácticamente en la otra punta de este país -Dije mientras me tiraba de espaldas en la cama.

Laila, después de mirar un rato el móvil, dijo:

- Está a tres horas y poco más de aquí -Sonrió.

- ¿De verdad quieren ir a buscarla? es posible que siga viviendo en Londres.

- O es posible que haya vuelto. De todas formas, así nos damos un paseito por todo esto. Venga, hagámos una locura.. estamos en un país extranjero, al menos dominamos el idioma.. más o menos -Susurré mientras me mordía la uña del dedo gordo- bueno, da igual. Dejamos en recepción la localización a la que vamos.

- Tía, vive en Inverness pero no sé en qué calle vive.. ¿te crees que eso ahí es un pueblito de nada? 

- Patri, es la capital de las Highlands... ahí prácticamente los hombres van con falda, ¿qué nos puede pasar? -Reí.

Si, algunas veces debería estarme callada.

*

- ¡Oh Dios, esto es precioso! -Grité emocionada mientras agarraba las manos de Patri y Laila.

- Si, pero me estoy muriendo de frío -Susurró Laila pegándose mucho a mi.

Llevaba puestos unos pantalones vaqueros demasiado ajustados, unas botas de un tacón altísimo y una blusa con un escote muy pronunciado. La chaquetilla que llevaba no le servía de nada.

- Tía, te dijimos que te pusieras un abrigo más gordo -Me encogí de hombros y seguí mirándo todo a mi alrededor.

Las montañas eran increíblemente verdes.

- Vale, ya estamos aquí.. ¿ahora qué hacemos? -Preguntó Patri mirándo a nuestro alrededor.

Sinceramente yo pensaba que esto iba a hacer más pequeño, pero me había equivocado. Era enorme y no iba a ser tan fácil encontrar a la niñera de Patri aquí.

- Siempre podemos acercarnos a tres atractivos ecoceses y preguntarles la dirección -Sonreí guiñándole un ojo.

A las dos esa opción les hubiese gustado si hubiésemos estado en España o en algun lugar donde hablásemos español, no en un lugar donde únicamente hablaban inglés y para volver al sitio que conocias, tenías tres horas de viaje por delante y la próxima guagua no salía hasta dentro de dos horas.

- Una idea genial lo de venir aquí ¿eh? -Las palabras de Patri goteaban ironía.

Sin decir una sola palabra, empezamos a caminar para adentrarnos en la capital de las Highlands. 

- Tengo que admitir que esperaba un pueblito viejo y con pocas personas -Reconoció Laila.

Asentí de acuerdo con ella, ¿quién coño iba a decirnos que Inverness era toda una ciudad? aunque todo mantenía un aspecto clásico, era una ciudad con todas las palabras. Un río dividia la ciudad en dos, lo cual daba la sensación de que el lugar era mucho más grande.

- ¿Qué coño hacemos ahora? -Pregunté cuando llegamos a la plaza central. 

Mirásemos donde mirásemos solamente habían casas y montañas.

- No he pasado tres horas y cuarto de viaje solo para llegar y sentarme en esta jodida plaza viendo pasar a tíos en falda escocesa, lo cual tengo que decir, a muchos no les queda nada bien, asi que, venga, arreando, vamos a hacer turismo.

Sin esperar una respuesta, Laila empezó a caminar.

- ¿Y a dónde vamos primero? 

- Vamos a una tienda y compramos un mapa, luego, ya veremos.

*

- Como de aquí me salga una serpiente, la vamos a tener -Susurré asqueada mientras intentaba caminar lo más rápido que podía sin apartar la vista detrás de mi.

- Aquí no hay serpientes -Puntualizó Laila.

- ¿Cómo lo sabes? esto es casi un bosque,aquí puede haber cualquier cosa.. además, ¿por qué coño hemos venido aquí solas?¿somos estúpidas o qué?

- Deja de decir estupideces, no nos va a pasar nada -El suspiro de Laila me puso de los nervios.

- ¿Y cómo sabes que no nos va a pasar nada? esto es acojonante, nisiquiera tenemos la ropa adecuada para estar haciendo senderismo. Deberíamos volver a la ciudad y esperar a que aparezca la guagua.

- No voy a pasarme dos horas sentadas, eso lo tengo claro -Dijo Patri- además, quisieron venir aquí, lo más lógico es que aprovechemos este viaje y conozcamos más el país.

- ¿Conocer más el país es meterte por este bosque o como coño se llame esto? -La ceja la tenía tan alzada que en cualquier momento se me fundiría con la raíz del pelo.

- Esto no es un bosque, es una colina que se llama Craigh na Dun.

- ¿Y por qué vamos a venir piedras? es estúpido -Bufé.

- Este lugar tiene mucha historia y hay un libro que empieza su historia aquí. Si venimos a Escocia es para tener un poquito más de cultura, no solo para estar de un lado para otro en los centros comerciales.

La voz sabelotodo de Patri me ponía de los nervios.

- ¿Y eso a qué viene ahora? tú eres la que se pasaría la vida en los centros comerciales, es más, si no te sacaramos de allí arrastras te gastarías todo el dinero que tienes en comprar ropa en la tienda Guess.

- Quien tiene, puede.

- ¿Perdona? -Reí.

- Chicas, cállense ya -La voz de Laila nos sacó de aquel momento de tensión.

Adoraba a Patri, pero es que había momentos como aquel en el que, simplemente.. agh. No podía explicarlo.

- Miren esto.. es.. precioso.

Miramos en la dirección de Laila y sinceramente, me quedé asombrada. No pensé que aquel sitio pudiese ser tan bonito.Se limitaba a ser una extensión increíble de césped, y podía parecer algo común si no fuese por las piedras colocadas en el centro de aquel lugar. No apuntaban a ninguna dirección salvo el cielo, simplemente estaban allí, colocadas, esperando a que alguien las volviese a mover de sitio.

- Esto es increíble -Susurré mirándo a mi alrededor.

Detrás de toda aquella extensión de grandes piedras, se podían ver más montañas, lo cuál, con aquel día en el que el sol prácticamente no atravesaba las nubes, le daba un toque misterioso y mágico.

- Podría quedarme a vivir aquí -Susurró Patri mientras se acercaba a las piedras rápidamente.

- Vaya.. ¿quién coño habrá puesto estas jodidas piedras aquí? -Pregunté asombrada mientras me acercaba a mirarlas- es increíble... ¿en qué época las trayeron?y.. ¿por qué?

- No lo sé, pero la verdad es que me gustaría ver a tantos hombres clavando estas piedras aquí -Contestó Laila mientras sacaba el móvil.

- Si, la verdad es que molaría bastante -Susurré impresionada.

¿Quién coño tendría la fuerza suficiente para traer esas jodidas piedras a este lugar?¿y de dónde las habían traído?

- Imagínenselos.. tuvieron que ser hombres increíblemente fuertes y.. apuestos -Rió Patri.

Tuve que soltar una carcajada.

- ¿Apuestos? es posible que fuesen unos cracos.. la belleza en  aquella época puede ser bastante relativa.

- Gente guapa han habido en todas las épocas, si no, mírame a mi -Sonrió mientras se llevaba una mano al pelo y hacia como que modelaba.

- Bueno, pues a la gente guapa no se encargaban de retratarlas.. los ricos e importantes siempre eran feos -Sonreí divertida.

- Pues encarguémonos nosotras de retratarnos -Dijo Laila mientras guiñaba un ojo. Levantó el móvil y sonrió a la cámara- venga chicas, un selfie.

Corrimos hacia ella y sonreímos  a la cámara.

- La verdad es que me está gustando este viaje -Dijo Laila mientras miraba hacia todos lados y se apoyaba en una de las rocas- joder, es bastante resistente.

- Tía, llevan años ahí, es normal que sean bastante resistentes -Reí mientras me apoyaba con ella y colocaba mi cabeza en su hombro. Patri copió mi gesto.

- Desearía poder vivir una aventura en este jodido país, enamorarnos y yo que sé.. el típico amor de verano pero sin el verano -Rió Patri.

- Nunca he tenido un amor de verano -Sonreí.

- Ni yo.. la verdad es que estaría bien tener una aventura. Sería algo interesante que contar -Susurró Laila.

- Gracias por traérnos -Dijimos Patri y yo a la vez con una sonrisa.

Derepente, un rayo atravesó el cielo, lo cuál me envió un escalofrío por todo el cuerpo y me puso la carne de gallina.

- Mejor nos vamos,¿no? -Pregunté mirándo a nuestro alrededor. El sol prácticamente no se veía y estaba empezando a hacer mucho viento- creo que se acerca a una tormenta.

Laila y Patri asintieron de acuerdo. Cuando nos alejamos de la piedra, otro rayo cayó muy cerca de nosotras y entonces, todo se volvió negro para mi.