Capítulo 1

CASSIA (P.D.V)

Enterré la cuchara en la tarrina de helado, y me llevé un buen trozo a la boca.

- No me puedo creer que todavía estés así -Gritó Laila al abrir la puerta.

Levanté la vista hacia ella, y volví a hacer lo que llevaba haciendo toda la semana: enterrar la cuchara en la tarrina de helado, coger un buen trozo y llevármelo a la boca.

- ¡Te vas a poner como una jodida foca! -Volvió a gritar mientras se acercaba a la cama e intentaba arrebatarme la tarrina, lo cuál no le fue fácil- joder, ¡apestas! entiendo que te haya hecho daño, pero eso no significa que tengas que dejar de ducharte.

- Olvídame -Susurré mientras me alejaba al otro extremo de la cama y me arrinconaba contra el cabecero.

- ¿Qué te olvide? chica, no es tan fácil olvidarte cuando te oigo todas las noches arrastrándo los pies como un puto zombie y saqueándo la nevera como una jodida vagabunda.

La ignoré y seguí comiéndome el helado mientras veía El Diario de Bridget Jones.

- ¿Cómo es posible que estés viendo esta película otra vez? -Gritó presa de la histeria. Agarró el mando y me apagó la tele.

- ¡Eh!¡qué estaba viéndola! -Grité indignada. Mi voz salía ronca debido a los sollozos que había estado soltándo durante toda la última semana.

- Soy tu mejor amiga, y créeme, te quiero con toda mi alma, pero es que ya no te soporto más, ¡no puedo verte así más! -Gritó- te aguanté los tres primeros días, pero es que ya llevas una puta semana así ¡no entiendo por qué! ese chico es un maldito asqueroso que ya te olvidó, y por lo cuál, tu deberías hacer lo mismo.

- No es tan fácil.. ¡vivimos tantos momentos juntos! -Susurré a la vez que me mordía el labio. Era tan difícil no romper a llorar cuando pensaba en él.

- A los cuales él no le da importancia -Dijo mientras se sentaba en la cama- se rodea de la misma gente que nosotras, no puedes darle el gusto de que cuando quedemos, tu no estés. No puedes darle el gusto de ver que estás mal... estas cosas no funcionan así. Una puede llorar cuando la relación se termina, pero luego tiene que pasar página.. ¿de verdad ese chico merece que estés así de mal por él?

- Le quiero -Sollocé.

- Pero él a ti no, y te hizo muchísimo daño. El primer paso para dejar de querer y olvidar, es pasar página, pero es que tu te aferras a la página más triste del libro... chica, es que tu rebobinas la escena de la muerte del personaje más tierno, cincuenta veces -Bufó.

- Tú no me entiendes -Grité mientras me ponía en pie- ¡no entiendes lo que sentía cuando estaba con él!¡me sentía a salvo, me sentía querida! era una persona feliz.

- Entonces tú no estás llorándo por él, estás llorando por miedo a no volverte a sentir así nunca más. Sabes que ese chico te hizo daño, sabes que no se merece tus lágrimas, y aquí estás, botada en la cama viendo comedias románticas y sin bañarte,dejas de lado tu trabajo y todo por un maldito bastardo que se rió en tu puta cara. Chica, a ver si se te mete esto en la cabeza, las chicas pueden fingir orgasmos, pero los chicos pueden fingir relaciones.

Me dejé caer en la cama y volví a llorar de nuevo. 

Lloraba porque le quería, porque habíamos pasado un año completamente felices.. me había hecho sentir la persona más especial del mundo.

- Oh, cariño -Susurró mientras venía a abrazarme- siento si lo que te digo es cruel, pero es que tienes que darte cuenta de que estás desperdiciando muchos momentos solamente por llorar por él. Ese chico te puso los cuernos todo lo que quiso, se rió de ti todo lo que quiso y aquí estás tú, una semana después de pillarlo con su puta prima en la cama, llorándo por él.. ¿quién puede soportar eso? ese chico no se merece que estés así, y yo no me merezco verte así. Me gustaba la Cassia feliz.

- Solo puedo ser feliz si lo tengo a él -Sollocé en su hombro.

Me apartó de golpe, me agarró de la barbilla y me miró fijamente a los ojos.

- Ahora mismo te vas a pegar una buena ducha, te vas a comer la tortilla que te voy a hacer, te vas a arreglar,vamos a llamar a Patri y vamos a salir de fiesta,¿te queda claro? 

- No tengo ganas.

- Te vas a emborrachar, vas a despotricar sobre ese tío y te vas a venir a casa a dormir la mona, y ya mañana si quieres y te quedan fuerzas después de la resaca que vas a tener, vuelves a llorar por él. Date cuenta de que la vida no se acaba porque un chico te haya dejado, la vida se les acaba a ellos cuando por un error pierden a la mejor mujer del mundo, capicci?

- Capicci -Intenté sonreir, pero solamente me salió una mueca.

- No te preocupes, para las cuatro de la mañana ya te saldrá una sonrisa completa -Rió.

**

Abrí los ojos y miré a mi alrededor. Las cortinas estaban completamente cerradas y no dejaba entrar ningun rayo de luz a la habitación, por lo cuál, a pesar del dolor de cabeza tan grande que tenía, no pude evitar sonreír. Mis chicas eran las mejores.

Me levanté despacito pero de manera segura, y llegué a la cocina prácticamente ayudándome de las paredes.

- Buenos días, princesa -Me giré y me encontré a Patri acostada en el sofá con la cabeza prácticamente colgando. Era uno de sus métodos para contrarestar la resaca, y no, no funcionaba, aunque ella seguía diciendo que si seguía haciéndolo, un día dejaría de dolerle. Si, llevaba desde que tenía diecisiete años haciéndolo y seis años después, no le funcionaba.

- Buenos días,monita -Susurré mientras me bebía un termagin. 

- ¿Te acuerdas de algo de lo que pasó anoche?

La miré fijamente. Patri nunca me preguntaba eso.

- Oh Dios.. ¿qué hice? -Caminé lo más deprisa que pude y me senté en el sillón ante ella. 

- Lo de anoche fue la borrachera madre.. jamás en mi vida había visto a alguien beber de esa manera, y tengo que reconocer, que tampoco vi nunca a nadie desplomarse de esa manera -Rió.

Uh, ahí la explicación del dolor que sentía en el pómulo.

- ¿Fue muy vergonzosa?

- Solo tengo que decir que perdistes un tacón -Rió.

Era la única persona que podía reír con una resaca. Esta chica era de otro mundo.

- Dios -Me llevé las manos a la cara y suspiré- ¿qué más?

- Nos encontramos con Roberto y le partistes una botella en la cabeza.

Gemí.

- Laila no podía parar de reír y tú tampoco. No te había oído reír asi desde que empezastes con ese chico.

- ¿Está bien? -Tenía que llamarlo y pedirle perdón.

- No tienes que preocuparte por eso, y nisiquiera pienses en llamarlo para disculparte, todas las mujeres del mundo a las que le han roto el corazón están orgullosas de lo que hicistes -Sonrió- anoche incluso te aplaudieron unas cuantas mujeres y muchos hombres te miraban de arriba a bajo con una gran sonrisa, aunque hay que admitir que otros te miraban con miedo y desprecio.

Antes de poder decir nada, Laila entró en el apartamento dando chillidos y pegando saltos.

- ¡Calla! -Gritamos Patri y yo mientras nos tapábamos los oídos..¿es que aquella mujer no había bebido anoche?

- ¡Tengo una gran noticia! -Gritó de nuevo mientras saltaba hacia el sillón y empezaba a pegar saltos, derepente se giró y empezó a vomitar.

- ¡Mierda! -Gritó Patri mientras nos levantábamos para ayudarla a sentarse.

- ¿Estás bien? -Pregunté.

- Me ha venido un mareo derepente -Susurró inclinándose.

Luego de un minuto, se colocó derecha y volvió a sonreir.

- ¿Cuál es esa gran noticia? -Preguntó Patri.

- ¡Un compañero de trabajo se ha ganado un viaje a Escocia con todos los gastos pagados! -Gritó de nuevo- pero.. aquí viene lo mejor.. ¡era un viaje para tres personas y él no puede ir porque su mujer está de siete meses y el viaje es para dentro de dos meses, asi que no pueden ir con un recién nacido siendo padres primerizos.

- ¿Y? -Pregunté ansiosa sabiendo ya lo que iba a decir.

- ¡Nos vamos a Escocia,bitches! -Gritó Patri antes de que Laila pudiese decir nada.

Entonces, sin importar la resaca, las tres nos pusimos en pie y empezamos a gritar.

- Bueno.. primero limpia el vómito -Reí cuando paramos para coger aire.

¡Escocia!

- Pero.. ¿cómo voy a irme?¿y si Roberto quiere que vuelva con él? no puedo simplemente irme a otro país y ya está.. -Susurré consternada mirando fijamente el suelo.

- ¿En serio acabas de decir eso? -Preguntó Laila con su tono amenazante.

- Anoche le rompí una botella en la cabeza.. tengo que ir a buscarlo y rogarle para que me pida perdón, entonces es posible que volvamos juntos -Susurré ignorándolas. Si,aquella era una gran idea.

Me estaba girándo para ir a mi habitación a vestirme, cuando Laila me agarró del brazo y me giró hacia ella.

- ¿De verdad acabas de decir eso? 

- Laila, déjala -Dijo Patri agarrándola del hombro.

- No -Gritó, y entonces se giró para mirarme fijamente- ¿de verdad acabas de decir que quieres que Roberto te perdone? ¿no debería ser todo al revés? ¿no deberías ser él quien venga aquí rogándo por tú perdón? él fue quien te puso los cuernos, él fue quien se rió de ti durante todo un completo año, porque no solo te puso los cuernos una vez, lo hico más veces. Has vivido una relación de mentiras, tú le querías, pero él a ti no. Solamente eras su vagina segura,porque si algun momento se le acababa el chollo con las demás, tu estarías aquí, ¡porque eres tonta!

Le crucé la cara de una bofetada.

- ¡Cassia! -Gritó Patri apartándome de Laila.

- ¿Acaso soy una tonta por estar enamorada? siento no ser como tu, Srt.Soy de hielo, siento tampoco tener esa mentalidad de que ningun hombre se merece mis lágrimas. Siento no ser como tu,Laila. Pero asúmelo, no lo soy. Estoy enamorada de Roberto -Grité.

- Y él te puso los cuernos, te engañó, se rió de ti durante un puto año. No estoy diciendo que seas tonta por estar enamorada, estoy diciendo que eres tonta por seguir  queriendo volver con él.. ¿qué te va a esperar en esa relación? vas a ser el hazme reír de todo el mundo, incluso de él cuando vayas a pedirle perdón.. ¿realmente quieres ser esa Cassia? -Preguntó calmadamente como si no le hubiese cruzado la cara de un bofetón y eso me hizo sentir la persona más cruel del mundo.

Le había pegado, a ella, a Laila, a mi mejor amiga, a la chica que había estado ahí para mi prácticamente desde el primer momento en el que la conocí.

- Corre, vete a buscarlo, vete y dile que sigues enamorada de él, que te perdone por haberle pegado un botellazo cuando él te ha engañado, vete y ruégale que vuelva contigo, vete y dile que no pasa nada porque se haya acostado con otras mujeres. Vete y dile que te perdone por no tener los cojones que hay que tener para partirle otra botella en la puta cabeza -Gritó.

Me mordí el labio y aguanté sus gritos. 

- Vete, corre Cassia, corre, vete a decirle que te perdone por haber estado llorando toda esta semana y no haber ido antes. Vete y pidele que te perdone porque tus amigas han estado consolándote y no diciéndote que vayas a pedirle perdón. ¡Te estoy diciendo que vayas! -Gritó agarrándome del brazo y acercándome a la puerta.

La abracé y empecé a llorar en su hombro.

- Lo siento muchísimo -Susurré entre hipidos- realmente lo siento muchísimo.

- Te quiero, idiota, no tienes que pedirme perdón -Susurró ella.

- Entonces... ¿nos vamos a Escocia? -Preguntó Patri cuando se acercó a abrazarnos.

- Solo si Laila va a darse una ducha y se quita ese olor a vómito -Reí.

No iba a ser fácil olvidar a Roberto porque lo había amado muchísimo, pero no sería imposible. No sería imposible si tenía a estas dos fantásticas chicas a mi alrededor, y menos imposible si tenía en mente que dentro de dos meses me iría a Escocia. 

No, no sería imposible.