Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

14


Estaba segura de que pagarle horas extras a la enfermera me iba a pasar facturas mas adelante; por lo tanto, traté de concentrarme en otra cosa, como la ropa que me pondría esa noche. Si me ponía a analizar la situación terminaría por llamar a mi amiga y decirle que no podía ir. 

Dominar mi melena castaña fue un proceso complicado; era tan liso que no lograba que los risos que intentaba hacer con la rizadora quedaran como deseaba. Luego de una hora de frustración lo conseguí. Tuve que aplicar una inmensa cantidad de laca para mantenerlo en posición. 

Procuré que el maquillaje fuera sencillo: base líquida que ayudaba a cubrir las múltiples imperfecciones de la piel, producto de una adolescencia llena de acné. Ahumado en los ojos, lo cual resaltaba el café de mis pupilas. Labial rosa palo cubriendo mis delgados labios. Leve rubor dándole color a mis pálidas mejillas. 

Una vez lista, me enfundé el jean azul que me quedaba ligeramente holgado. Ante todo, la comodidad. Un top beige cubrió mi pecho, dejando a la vista el ombligo; encima, una chaqueta de cuero que serviría para protegerme del frío de Bogotá. Me obligué a esconder la pancita que se me veía, debido a noches de hamburguesas y salchipapas.

Finalmente, tenis blancos para completar el estilo. Me sentí satisfecha con la imagen que proyectaba el espejo. Me veía hermosa. Había olvidado la sensación que te transmite sentirte bonita, mirarte al espejo y amarte. Aunque todo acabase a penas lavara mi rostro y me quitara la ropa... 

Escuchar que golpearon a la puerta me puso nerviosa. Sabía de quien se trataba, porque yo misma lo invité. No entendí por qué, pero me pareció correcto hacerlo. Deseé que me hiciera compañía esa noche. Los días que llevaba compartiendo con él descubrí que me gustaba estar a su lado. Que su compañía me hacía sentir libre de problemas. Quizás más adelante me arrepentiría de haber involucrado a un hombre que acababa de conocer en mi vida. 

Además, ¿Qué podría pasar? Solo era una salida de amigos. No estaría sola. Sara iría con nosotros, y otras personas que aseguró que iba a invitar. A ella no le mencioné mis planes con respecto a Emiliano porque fue algo que surgió de repente. No lo planeé. Él pasó por aquí para llevar a Laura a su caminata. Me saludó con un beso en la mejilla que puso tiritar mis piernas. Entonces informó: 

—Perdón por llegar tarde, tuve que resolver unos asuntos. —Sentí curiosidad por saber que eran esos asuntos, pero almacené la intriga en mi mente. 

—No pasa nada —Le regalé una sonrisa—. ¿Qué harás luego? —Me atreví de preguntar. 

—Creo que descansar, ¿por? 

—¿A que hora tienes guardia mañana?

—¿Qué me vas a pedir? —Su sonrisa me hizo sentir como una adolescente que estaba a punto de confesarse a su amor platónico.  

—Es que… —Me rasqué la nuca, en un gesto de nerviosismo—. ¿Te gustaría salir conmigo hoy? Y con unos amigos también. —Tuve la necesidad de aclarar. 

Negó con la cabeza, divertido, para luego decir que sí...

Otro golpe en la puerta me hizo espabilar. Antes de abandonar la habitación tomé una bocanada de aire. Rápido, ya me encontraba frente a un Emiliano que vestía una camiseta blanca y pantalón oscuro. Una chaqueta de color marrón cubría sus musculosos brazos. Esta vez no llevaba el pelo estilizado, sino que lucía revuelto. Lo hacía ver rebelde, atrevido… 

—¿Lista? —preguntó con una sonrisa ladina, que me estremeció. 

—Voy por el bolso, me despido de mamá y nos vamos. 

Los compañeros que Sara dijo que invitó no llegaron. Emiliano se llevó muy bien con mi amiga. Tomamos unas cuantas cervezas, entre risas y conversaciones agradables. 

—¿A qué te dedicas, Emiliano? —Hizo la pregunta Sara. Cruzó una pierna encima de la otra. La conocía tanto como para saber que lo estaba analizando.

—Soy médico internista. —Luego de responder le dio un sorbo a la bebida. 

—Oh… bien —asintió—. ¿Tienes hijos? 

Él casi se atragantó con la cerveza. Seguramente lo directa que era mi amiga lo pilló por sorpresa.  

—No —sonrió—, pero planeo tenerlos algún día. Claro está, si la pareja con la que esté lo desea. 

Ella siguió preguntándole cosas referentes a su vida a las cuales respondió animado. Mi amiga me dedicó una mirada de complicidad sin que nuestro compañero lo notase. Ella lo hacía por mí. No pude evitar sonreír al darme cuenta de que Sara me conocía tan bien que se dio cuenta de que yo no había tenido el valor para hacerle esas preguntas. En nuestros encuentros en la azotea era yo la que mas hablaba. 

—¿Por qué no mencionaste a tu amigo? —preguntó mientras lavaba mis manos. La vi a través del espejo, estaba parada detrás de mí. Una mirada sugerente me hizo darle explicaciones rápidas de donde lo conocía. 

—Lo invité porque él se ha portado bien con mamá. No hay nada entre nosotros. 

Me miró de pies a cabeza, la sonrisa pícara en sus labios solo demostró que no creía en mis palabras. 

—Te gusta, Kelly. Por eso está aquí. —Se posicionó a mi lado, dejó la mano en mi hombro y añadió—: Eso está bien. Es bastante simpático. Me agrada. —No podía asegurar lo que empezaba a sentir por él, me parecía atractivo y su presencia me resultaba agradable, pero no quise darle nombre al sentimiento tan rápido. Ni siquiera lo conocía bien. Solo podía asegurar que era una buena persona.  

Ambas dejamos el baño. Para sorpresa nuestra, Emiliano no se hallaba en donde lo habíamos dejado. Lo busqué con la mirada entra la multitud, pero no lo encontré. Mi amiga y yo nos dedicamos una mirada preocupada. 

De repente, apareció. Llevaba el celular en mano, por lo que concluí que acababa de contestar una llamada. No pregunté. No lo creí conveniente. No era asunto mío, así que solo me acomodé al lado de Sara y seguimos conversando, sin demostrar que me había intrigado el motivo por el cual había dejado el asiento.

***

El siguiente capitulo estará que arde 🥵 si alcanzo a editarlo horita lo subo de inmediato, sino cuando toque.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro