Caminos ¿separados?
La extrema seducción colinda, probablemente con el horror.
George Bataille
¡¡Crush Oigo el estruendo de la botella rompiéndose y me hace girarme a mirar el desastre que nuevamente tengo que recoger.
—¡Dios, los turnos nocturnos apestan!—Pienso en voz alta. Joder la misma mesa que acabo de atender. Este turno será largo.
De nuevo estoy cubriéndole a Nicole después de estar en entrevistas de trabajo en mi día de descanso y tres llamadas de mi hermano...Son tres no una, creo que he agotado mi paciencia por el día de hoy. ¡Ahh, pero este si me la paga. Le llevo las cervezas que estos mal nacido pidieron. ¡¡Es que no se dan cuenta de que no pueden con su vida!! Bueno respira Sofí, que quedan apenas quince minutos para terminar el maldito turno y poder ir a tu cama calentica, sin estruendos exagerados. Dios si mi cama. Las cervezas se mueven en la jodida bandeja no entiendo ¿por qué?
—Sus cervezas.—Dos ojos abiertos me miran y comienzan a carcajearse.
—Joder, de momento pensé que era mi mujer.—En serio, creo que tengo que llamar a terapia alguien no puede más con la bebida. Miro fijamente a los dos hombres, deben estar por encima de los cuarenta y son humanos. ¡Que cuarenta...cincuenta! Joder pareceré vieja. Creo que es hora de terminar mi turno. Giro sobre mis pies quitándome el delantal.
—¡Pero que mierda...—La bofetada no se ni de donde salió. ¡Joder. Veo mi mano esta roja. Fui yo. Rebobino todo en mi mente. Uno de aquellos viejos me acaba de tocar una nalga, pero el pobre esta ahorita en el piso sangrando por la nariz.
"Se lo merecía. A ver si va y aprende a tocar el culo a su madre"
—¡Para que respetes a tu madre!—Le tomo las palabras a mi loba uqe slo puedo escuchar yo. Me siento tan feliz e incrédula hasta que llega mi jefe. Rush. Dios es un bombón. ¿Cómo es posible...? El rubio todo estampado con su pelo multicolor y esos músculos que no caben en las camisas de Surf. ¡¡Es gay!! Si chicas y es uno de mis mejores amigos. Pero dios odia a las mujeres, literal... Recuerdo lo que me dices todos los días cuando suelto un Dios nos odia:
-Dios no odia a las mujeres, si no los hombres en general, mira que si encontrara al erudito aquel que escribió la biblia... lo ahorcara. ¡Qué hombre para decir tantas sandeces en un libro! Estoy divagando.
—¡Sof, Sof! ¿Qué te pasa?—Llevo como una hora llamándote. ¿Cómo odio ese diminutivo? A, por cierto, esta mujer medio borracha se llama Sofía. Menuda las ganas que tengo de partirle el culo a ese imbécil. No se asusten no soy tan peligrosa.
"Pero yo sí, sácame que le parto el culo.No tiene derecho a tocarme mi culo es de Roach"
"Venga calla ya, que mi culo no tiene dueño" La siento refunfuñar y marcharse a lo más recóndito de mi mente.
—¡UPS! Creo que he bebido un poco.—La verdad, llevo dos botellas de bourbon desde las cuatro de la tarde y son... pues no lo recuerdo. El alcohol a los lycan no debe hacernos mucho efecto pero cuando los mezclas con un poco de acónito eres como una humana real tomando en un bar.
"Si Edward se entera me mataría, pero quien se lo va a decir"
"YO, es que no me cuentas a mí, casi nos matas la semana pasada"
"No te habías escondido, joder que me duele la cabeza"
Se me da mal la bebida con acónito. Aún recuerdo aquel día que vomite delante de la sala de maestro. ¿Quién me dijo que la cerveza era buena para los nervios? No lo recuerdo, pero sé que me sabia a oro líquido. Entre tan relajada al salón a exponer el trabajo que mis viseras terminaron en el zapato del profesor. ¡Dios, no lo quiero ni recordar!
—¡Sof. Amelia me ha dicho que no has parado de beber desde que llegaste. ¿Qué ha pasado? Su cara de preocupación es hermosa.
—Me tenías que recordar el día de mierda que he tenido. En serio Rush tenías que ser tú.— Suelto, mientras me giro hacia el hombre que esta aún en el suelo. Llego junto a él y me mira súper asustado. ¡Venga que solo fue un bofetón!
—¡Sof. Déjalo, creo que esta peor que tú.—Comienzo a reír. El pobre no puede ni pararce. Rush me jala fuera de la habitación. Joder no recuerdo que había tanta gente. Caminamos a la puerta trasera del bar, siento el aire fresco en la cara.
—Hay que subir el aire acondicionado, allá dentro si que hace calor.—Rush que hace cinco segundos tenía cara de pocos amigos esta desmadejado de la risa.
"Son tus hormonas, pasar tanto timpo entre humanos te ha hecho olvidar que eres loba y tu periodo de celo debe comenzar. Debes buscar a Roach y reproducirse"
-A Ro...ch, que me maten primero.-Rush me mira confundido porque su nombre se parece un poquitín.
"Solo cambia una letra, aunque tuno lo queras reconocer lo estrañas"
-Extrañar...na..que me follen.
"Eso estaría mucho mejor"
—Es que contigo no se puede Ro. Intento portarme profesional delante de todas esas personas, pero...Es que no puedo contigo.—Venga no entiendo de que se ríe, ha pasado algo y no me he enterado. —¡Venga deja que le dé instrucciones a Amelia y a Lis para que cierren, así tú me cuentas de donde vienen esas ganas locas de matar a alguien!.
Veo a Rush desaparecer tras la puerta trasera del local. La música alta me provoca un inmenso dolor de cabeza, me masajeo las sienes girando hacia los botes de basura que se encuentran en el callejón. ¿Quién me manda a beber de esa manera? Una sombra aparece detrás de mí. ¡Serio! Ahora alguien me asalta a espaldas.
"Prepárate puede ser alguien de ese culto"
La sombra se acerca a mi lentamente mientras con la misma velocidad mi mente se prepara para el asalto. ¡Joder. Si salgo de esta diosito prometo no beber de esa manera. ¡Nunca más!
Casi me es perceptible el calor del cuerpo ajeno y el olor a humano. Tenía que haber escuchado a mi hermano cuando me decía:
—Las noches son difíciles en ese país. Un poco de karate te ayudará. —Cuanto quisiera haberle hecho caso en este momento. Llevo mucho
Siento una mano estamparse sobre mi hombro. La tomo y la giro junto a mi cuerpo quedando completamente de frente a la espalda de aquel desconocido. Siento la alegría de haber podido defenderme y la adrenalina en mi cuerpo aumenta junto a las ganas de vomitar. Maldito alcohol.
—¡Estas loca.—Una voz ronca aturde mis sentidos y mis bilis vuelven a unos zapatos ajenos nuevamente. ¡Sera que nunca dejaré de vomitar en zapatos ajenos.—Si estas como una cuba. ¡Qué asco!
—Mierda, usted me asusto. Eso lo causo usted. ¡Qué carajo hace caminando lentamente hacia mi cuando estoy de espalda!—Y borracha, pero claramente eso no lo diré.
—Quería decirle que le haría compañía mientras volvía su compañero, los callejones no son lugar para chicas y menos alcoholizadas y tan pequeña como usted. Podrías soltarme el brazo...No creo que me los quiera vomitar también.
—Disculpe.—Me estabilizo en mis piernas mientras el hombre se da la vuelta. Levanto mi cabeza llegando a su cuello. Este hombre tiene complejo de jirafa. ¿Dónde encuentro uno igual?
"Roach" Dios que mal me siento.
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