=¿quién eres?=

La pelinegra observaba las batallas entre los bleyders, analizaba cada combate. Todo fue normal con batallas que casi ni duraban. Su hermano seguía ahí observando con aburrimiento. Le tocaba combatir a un chico llamado Valt Aoi, un tanto enérgetico, se acercó un poco para observar la batalla y el bey del chico.

-Tiene el segundo lugar en todo Japón, y pudo mantenerse en pie contra Lui Shirosagi.-Escuchó decir a Chris, que se encontraba hablando con Free sobre ese chico.

-Una derrota es una derrota.-Dijo su hermano observando al chico.

La chica sabía que Lui Shirosagi era un bleyder muy fuerte, ya que había combatido con su hermano. Nunca tuvo la oportunidad de verlo de cerca, pero era un bleyder fuerte sin duda.

Se acercó a los chicos quedando a lado de su hermano, quienes observaban al chico peliazul.

-¿Es mi imaginación o le está hablando a su bey?-Preguntó la chica pelirosa al mirar que el chico Valt hablaba con su bey.

-Es porque aún está aprendiendo de su bey.-Respondió el chico rubio de mechón rojo para luego dar un bostezo.

-¿De qué hablas?.-Le preguntó Chris.

-Pronto lo descubrirás.-Dicho ésto el rubio se fue a sentar algo somnoliento.

La chica de cabello oscuro solo observaba callada, decifrando lo que había dicho su hermano.

La batalla había empezado, sin duda el bey del chico peliazúl había comenzado mal, tambaleandose y chocando con la arena. El bey del chico cambió su trayectoria chocando una y otra vez al bey del otro causando que ambos se quedarán sin energía. Pero causó que él otro bey explotara, ganando así el chico peliazúl.

Se acercó a Free, recargandóse en la pared en donde este estaba sentado.

-¿Qué te parecio la batalla?.-Le preguntó la chica mirándolo.

-Nada del otro mundo.-Dijo y soltó un bostezo.

Las batallas siguieron, llegando a las semifinales. Combatirían Rantaro Kiyama y Valt Aoi, el chico que había ganado anteriormente.

La batalla comenzó, la chica miraba callada. Comenzó a escribir algunas cosas en su libreta. El bey del peliazúl giraba a gran velocidad chocando contra el bey del otro que ni se inmutaba.

"Resistencia y ataque"

Escribió en su libreta para luego volver a observar la batalla. A diferencia de su hermano a ella le gustaba analizar las batallas, claro que Free lo hacía a su manera.

Rantaro logró quitarle un punto a Valt, éste estaba algo pensativo. En el siguiente duelo, el bey del chico peliazúl aceleró de una a otra manera esto no pasó desarpecibido en la chica, igual que a todos que estaban sorprendidos. Su hermano en cambio abrió los ojos observando al chico.
Free se acerco a tomar el bey del chico peliazúl.

Aiko sintió un dolor punsante en su pecho, saliendo un quejido de su boca.

-Aiko, ¿Te encuentras bien?.-Preguntó Chris a su lado algo preocupada.

-Si, estoy bien. Nesecito un poco de aire.-Dicho esto la de ojos esmeralda y cabellos negro salió del gimnasio.

La chica se dirigió a afuera tratando de calmar su respiración mientras ponía sus manos en sus rodillas.

-¿Qué me pasa?.-Se preguntó a si misma.

-Oye, tú.-Dijo una voz.

La chica fue subiendo su mirada hacia aquella persona. Se sorprendió mucho al ver a quien menos se esperaba ver por ahí.

Lui Shirosagi estaba frente a ella, se quedo mirandólo sorprendida.

-Aquí entrena Free de la Hoya, ¿No es así?.-Preguntó el chico con el ceño fruncido mientras cruzaba los brazos.

-¿Ah?.-La chica se sorprendió ¿Qué quería?.

-¿Quién eres?.-Preguntó él todavía de brazos cruzados.

La chica lo miró con confusión, miró hacía el bosque y pudo visualizar la silueta de una mujer. Su pecho volvió a doler, estrujó la parte de su remera, soltó un quejido. El chico la miraba con confusión sin dejar de fruncir el ceño.

-Aiko, ¿Estás bien? ¿Qué te pas-¿Qué haces aquí?.-El chico rubio corrió hacía su hermana para luego darse cuenta de la presencia del chico peliceleste.

Lui solo se dió la vuelta y se fue sin decir nada, haciendo que Free frunciera el ceño, poniendo una mano sobre el hombro de la chica y viendo hacía donde se iba aquel chico.

Todo se volvió negro para la chica.

Un oscuro túnel era lo que se veía, la chica de cabellos ocuros se encontraba enfrente de el, por algúna razón sentía la necesidad de ir hacía él.

Caminó por aquel frío y oscuro túnel. No sentía miedo ni frío, en cambio sentía cálidez.

La luz se hizo presente al final del túnel, cubrió sus ojos con su antebrazo hasta acostumbrarse a la luz del lugar. Vió un hermoso jardín y en éste aquel hermoso árbol de cerezo, donde caían hermosos petálos rosa pálido.

Pudo ver a una mujer ponerse de rodillas recogiendo algúnos petálos que yacían en el jardín. La misma mujer que había visto. La mujer pareció darse cuenta de su presencia, dejando de hacer lo que hacía sin mirarla.

-¿Quién eres?.-Preguntó Aiko mirándo a la mujer.

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Se despertó de golpe, causandó un poco de sorpresa en la persona que estaba a su lado.

-Aiko, ¿Te encuentras bien?.-Preguntó su hermano con un tono preocupado, algo que nunca se veía en él.

-Si, ¿Qué me paso?.-Preguntó la chica tocándose la cabeza.

-Te desmayaste.-Dijo él con su típica voz tranquila, aunque en realidad estaba preocupado.

Ella no dijo nada.

-¿Te hizo algo?.-Preguntó él .

-¿Eh?.-Dijo la chica algo confundida.

-Lui, ¿Te hizo algo?.-Volvió a decir el chico.

Ella negó, el rubio suspiró y se levantó de la silla en donde se encontraba.

-Te dejo, descansa.-Dijo el chico y salió de la habitación.

La chica asintió y se dedicó a observar el techo, pensando en lo que había ocurrido hoy.

¿Quién era esa mujer?