Epílogo
—Yeobo...—Seokjin miró hacia la puerta que recién se había abierto de manera sigilosa y pudo ver la cabeza que tímidamente se asomaba. Ahí estaba su JK con un puchero en los labios y llamándolo suavemente—. Estoy aburrido...
Sin apartar la vista de la pantalla, Seokjin mueve la cabeza recordando las palabras de Yoongi y el resto de los miembros, sobre mantener a JK "entretenido" por diez días completos.
—Ggukie ya voy a terminar. ¿Por qué no juegas un poco más con Bam? —. De pronto Jin sintió como si le estuviera hablando a un niño pequeño y no a su precioso y grandioso hombre.
—Bam ya se durmió. Actualicé algo en IG..., pero sigo aburrido...Yeobo...te quiero a ti...
A esas alturas, Jungkook se había movido a pasos lentos hasta la silla de Seokjin y ya estaba sentado a horcajadas sobre él. Eran cerca de la una y media de la madrugada. Resignado abandonó el juego y dejó que su novio apoyara su nariz en su cuello.
—Hueles tan bien. Quiero que me abraces y me hagas el amor— Jungkook dejaba besos en el cuello de Jin. ¡Maldito mocoso! Sabía perfectamente como seducirlo y convencerlo tan mal...
—Ggukie...al menos permite que me pare y me pueda duchar...—Seokjin sabía que si JK seguía moviendo su trasero así sobre su pene...él lo tomaría ahí...en su preciosa sala de juegos...que hasta el momento se había mantenido inmaculada...
—No...quiero hacerlo ahora—Jungkook metió la mano por el pantalón de chándal de Jin para masajear su erección—estás tan duro...
Seokjin cerró los ojos. Un día de estos Jungkook lo iba a matar de un ataque. Era tan caliente y no parecía satisfacerse nunca, a pesar que estos días de encierro, prácticamente habían pasado todo el tiempo en la cama.
—No JK. Vamos a la cama, quiero estar cómodo.
Jungkook quien realmente estaba en modo "soy un bebé-soy tu Ggukie- quiero atención", hizo otro puchero y se bajó del regazo de su Jinnie para dejarlo ir a tomar la ducha.
—Tomemos esa ducha juntos—. Ahora JK se había colgado de la espalda de Seokjin y éste resignado, lo arrastró con él al cuarto de baño.
—Eres un bebé muy mal criado...no dejaste que terminara mi juego...— Seokjin lo regañaba, pero mientras enjabonaba la dura espalda de Kook y dejaba besos sobre sus hombros.
—Es que contigo no puedo evitar ser egoísta. No te quiero compartir con nadie. Sólo te quiero conmigo...
Seokjin siguió besándolo y aplastando su erección sobre el trasero resbaladizo de Jungkook. Al le importaba una mierda si su Ggukie era un egoísta, si eso significaba poder tocarlo y amarlo tanto como él quisiera.
Luego de la ducha, cayeron a la cama, con Jungkook sobre Seokjin, recorriendo con besos todo su cuerpo. Éste último, no podía evitar vibrar con cada punto sensible que su novio tocaba. Sus pezones, su vientre, sus muslos. Para cuando Jungkook pasó su lengua por la punta de su pene, sentía que había perdido todo el control sobre su cuerpo.
—Ggukie...tu boca... Sentir cómo la lengua de Jungkook acariciaba todo su pene, como si fuera un caramelo, era un golpe no sólo a su cuerpo, sino que a todas las emociones que le producía ser tomado así por él.
Jungkook seguía concentrado en darle placer oral a Jin, acariciando también su vientre y sus pezones. Quería sentir sus gemidos, cómo su cuerpo se movía, como sus caderas se elevaban por el placer que su boca le estaba dando.
—¡Jungkook! —gritó Seokjin cuando sintió el orgasmo venir. Su descarga golpeó la garganta de JK, quien tragó y pasó la lengua por ultima vez sobre el eje ahora en reposo. Seokjin entonces buscó su boca y prácticamente se lo devoró. A pesar de sentir el relajo post orgásmico, no quería detenerse. El también, quería, por lo que volteó a Jungkook sobre la cama, para devolverle el favor.
Durante un rato, estuvo ahí dándole placer con su boca, besando su punta, lamiendo el presemen. Lubricó sus dedos y comenzó a prepararlo. Jungkook levantó su trasero, cuando Jin tocó su próstata y lo golpeó un par de veces en ese punto. Seokjin sentía como su cuerpo se recuperaba y se sentía lleno de excitación y deseo.
Entró despacio, esperando que ambos cuerpos se acoplaran. Jungkook tiró de él con sus piernas firmes. Y entonces Seokjin vio en su mirada, esa mezcla de pasión, deseo, lujuria. Pero también una mirada llena de amor y sumisión. Esa visión lo volvió loco y comenzó a moverse, golpeando con fuerza el interior de Kook. Sus gemidos, sus dedos apretando su espalda, sus labios ansiosos buscando besos y mordiendo. todo, todo era una fiesta para sus sentidos, para cada pedazo de piel que se rozaba...
Entonces, como una imagen sublime Seokjin en ese momento tuvo conciencia que ellos eran uno. Un cuerpo unido por ese amor y esa pasión preciosa que crecía cada día más. Empujó y empujo y cuando vio a Jungkook cerrar sus ojos para entregarse a la felicidad del orgasmo..., sintió como su propio cuerpo se desvanecía y lanzaba su carga dentro de ese precioso cuerpo. Ambos se tensaron, para finalmente caer exhaustos el uno sobre el otro.
—JK..., te amo...eres maravilloso... perfecto—nuevos besos en el cuello y rostro de Jungkook hicieron a éste reír. Mientras rodeaba con sus brazo y piernas a Jin, como un pulpo atrapando a su presa.
—¡¡Eres mío!!, ¡Mi Seokjin!, ¡te amo, te amo, te amo! —. Sí JungKook también había sentido ese precioso momento como la culminación perfecta de su unión. Ellos eran uno.
Cansados se quedaron uno junto al otro. Mirando hacia el cielo, sin mayores pensamientos.
—Entonces, ¿se te pasó el aburrimiento? —pregunto en broma Seokjin.
—Absolutamente—Jungkook se incorporó y apoyó su cabeza en su brazo para mirar a Jin, quien, al notarlo, se ruborizó.
—¿Por qué me miras así?
—Es increíble que te sonrojes porque te miro, cuando has estado dentro de mí golpeándome como un maldito pervertido—. Seokjin cerró los ojos y sonrió. JungKook tenía razón, pero siempre se sentía un poco tímido cuando él lo miraba con esos ojitos llenos de devoción. Tiró de él, para besarlo nuevamente.
—Tienes razón. Pero cuando estoy haciéndote el amor, simplemente pierdo la razón y probablemente parte de mi conciencia. Ahora, estoy relajado y tu mirada parece querer decir algo.
—Yeobo...te parecerá tonto, porque sé que ya llevamos muchos meses juntos, pero hoy día sentí algo diferente. Fue como si estuviéramos fusionandonos mientras estabas dentro de mí. Ya sabes..., es un poco cursi, pero en realidad se sintió como si nuestras almas estuvieran al fin juntas.
Seokjin se sentó entonces en la cama, e invitó a Jungkook a sentarse entre sus piernas. Éste apoyó su espalda contra el pecho desnudo de Jin. Él simplemente lo rodeó con sus brazos y cerró los ojos. Pensó entonces, en todos los años que habían pasado. Desde el momento en que se habían conocido, pasando por todas esas épocas difíciles, luego el éxito y la cima. Recordó sus primeras parejas y las de Kook. También tembló al recordar los primeros meses de este año que terminaba. Su pelea con Jungkook. El dolor por haberlo lastimado. Unas lágrimas asomaron por sus ojos. Y entonces abrió sus ojos. Jungkook lo estaba mirando también con lágrimas.
—No quiero volver a perderte nunca. No quiero que nunca más me saques de tu vida. Quiero ser parte de ella, quiero amarte y cuidarte siempre. Quiero que seamos uno, que me toques y me mires y sepas lo mucho que te amo—Jungkook hablaba y lloraba al mismo tiempo—. Hoy es la última vez que vamos a recordar lo malo. Desde hoy, desde este encierro bendito, vamos a prometer que sólo construiremos momentos felices y lo malo lo sortearnos juntos. Prométeme que será así.
Seokjin lloraba también, pero sus lágrimas ya no eran de dolor, sino que de profunda emoción por aquellas dulces palabras. Por esa inocente petición. "Ser felices juntos" "pasar las dificultades, juntos". Podía ser que la vida no era tan fácil como esas simples promesas, pero una cosa sabía: estarían juntos. Escondidos, tal vez del mundo y las fans. Tal vez un día podrían mirarlas a la cara y decirles la verdad. Pero no importaba como fuera, ellos estarían juntos.
—Lo prometo—le dijo finalmente a Jungkook—. Vamos a ser felices juntos, Ggukie...
Jungkook sonrió satisfecho y volvió a acomodar su cabeza en el pecho de Jin, mientras este jugueteaba con el piercing de su pezón.
—Sólo nos quedan dos días para terminar la cuarentena. ¿Qué vas a querer hacer?
—No importa...cualquier cosa estará bien para mí. Podemos ir a ver amigos ¿no crees? —Jungkook se rio por las cosquillas y algo más que Jin estaba provocando en su cuerpo.
—Sí, será bueno. El chef Lee Yeon Bok me invitó. Dice que puede hacer un pastel para mí. ¿Irás conmigo?
—¡Amo su comida, claro que voy contigo! Además, no me gusta dejarte sólo con tus admiradores.
—¡Podría ser mi padre Jeon!
Jungkook se rio. Lo sabía, pero le gustaba mostrar siempre su lado un poquito posesivo. Después de todo, le costó tantos años tener a su Yeobo, que ahora no lo pensaba soltar.
—¿Vamos a dormir?
JungKook asintió y se levantó para ponerse un pijama, mientras le entregaba otro a Jin.
—Ahora parecemos un matrimonio de años—JK miró los pijamas a juego que se habían puesto.
—Bueno, nos conocemos hace diez años. Es difícil no serlo..., pero me gusta esa idea...estar casados...todavía tengo ese anillo del infinito que me regalaste...
Ambos se vuelven a meter a la cama y hacen cucharita. Se sienten bien y tranquilos acurrucados uno al otro.
—Yeobo...
—Humm...
—Te amo...
—Yo también te amo Ggukie...siempre lo hice...
FIN.
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