Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 3: Reconstruyendo

Seokjin estaba dolido y triste. Nunca en estos diez años, Jungkook se había negado a abrirle una puerta. Habían discutido muchas veces, pero siempre, al final terminaban hablando, pidiéndose perdón muto, llorando abrazados y comiendo helado. Pero esta vez no había sido así. Tuvo que volver a su casa, sin poder hablar con él. Y no lo culpaba. El peso de las terribles palabras que le había dicho se hacía cada vez más insoportables. Lloró en el sofá de su departamento porque sabía que había herido a una de las personas más importantes de su vida.

No sólo era su compañero de grupo, era su mejor amigo. Y tal como le había dicho Yoongi, era la persona que siempre estaba para él. Incluso, en los periodos que JK tenía pareja. Nunca dejaba de lado a Seokjin.

¿Por qué había reaccionado así? ¿Cómo era que desde que estaba con Jun-Ho, parecía que todo lo demás no estaba bien? Sabía que ni su familia, ni los miembros lo querían mucho. Entre sus amigos si había aceptación, pero tampoco es que tuviera tantos o se reuniera con ellos muy seguido. Él debía hablar de cualquier manera con Jungkook y usaría todo lo que estuviera a su alcance.

Sin embargo, una semana después, las cosas no habían cambiado. JK se negaba a volver al dormitorio, a pesar que Jin sabía que odiaba estar solo en el su departamento. Después de todo nunca lo consideró su hogar. Cuando tenían actividades juntos, simplemente lo ignoraba. Por supuesto que frente a las cámaras le sonreía, y le hablaba, pero una vez que se apagaban, era otra cosa. Sí lo saludaba cortésmente, sí se sentaba con él y los otros a comer, cuando era inevitable. Pero nada más. Jungkook se había alejado completamente. Seokjin sentía que su corazón se partiría de dolor. Lo extrañaba, lo necesitaba, y a pesar de sentir un pequeño terror por la forma como anhelaba a Jungkook, se engañó a si mismo diciéndose que estaba demasiado acostumbrado a su presencia.

El resto de los miembros no intervenían. Todos ya sabían el motivo de la discusión, pero ninguno había tomado partido. Sabía que eso también debía agradecérselo a Jungkook. Por Yoongi se había enterado que les pidió no juzgar a Jin y seguir las relaciones de manera normal. Fue en ese momento que Namjoon le recordó que debía solucionar sus problemas. Que era una de las promesas que se habían hecho, pero de acuerdo con palabras de Yoongi, JK sólo se había encogido de hombros y no le había contestado al líder.

Por eso, esa noche estaba decidido a hacer algo. Fue hasta el dormitorio de Jimin y Hoseok y le pidió al primero hablar a solas.

—Me preguntaba cuándo me ibas a pedir esto. ¿Te das cuenta que me pides que engañe a Kook, para que puedas hablar con él? Me estás pidiendo que traicione su confianza...

—Jimin-ah, estás exagerando. Sólo te estoy pidiendo que lo lleves a la sala de práctica media hora antes. ¡Eso es todo!

Jimin sonrió. Era difícil para él la posición en la que estaba. Adoraba a ambos. Y secretamente su sueño era verlos convertidos en pareja. A menudo conversaba con el resto de los miembros sobre eso. En algún momento del 2016 y luego que JungKook cumpliera su mayoría de edad, el comportamiento de ambos fue...ambiguo y pensaron que en algún momento les confesarían que estaban juntos. Nunca sucedió, pero él no perdía las esperanzas. Por eso, verlos ahora tan distanciados y más aún por culpa de un idiota como era la pareja de Seokjin le dolía. Por supuesto que haría lo que su hyung le pedía, sólo quería hacerlo sufrir un rato.

—Está bien. Lo llevaré ahí, pero hyung, intenta no arruinarlo. Probablemente ésta será tu única oportunidad de arreglar las cosas con él. Debes hacerlo bien.

—Eso quiero Jiminie. Pero necesito que JK me dé la oportunidad de escucharme. Hasta ahora no ha querido. Y lo entiendo, yo estaría igual, si hubiese sido al revés. Pero, aún tengo esperanzas de recuperarlo.

—Sé que los quieres hyung, y que estás arrepentido de lo que dijiste. Y estoy seguro que Jungkookie lo entenderá. Ya ha pasado una semana, creo que está más calmado. Pero, aun así, está triste. Lo conozco, te extraña. Eres su amigo, su todo...cómo él dice.

Seokjin se sonrojó. Sabía a lo que apuntaba Jimin. Él no era tonto y no era inmune a las bromas que a veces los demás les hacían, por la forma en que Jungkook y él se relacionaban. Cuando estaban mucho tiempo en la habitación del otro, cuando se tomaban las manos sin razón o se golpeaban mutuamente. ¿No eran así todos los amigos? ¿Acaso el propio Jimin y Taehyung, no estaban siempre el uno sobre el otro? Sin embargo, a nadie se le ocurría molestarlos.

—Te ayudaré. Pero más te vale que estés listo—. Seokjin le sonrió y le dio las gracias. Claro que iba a esta listo.

Al día siguiente, todo fue igual. Con la excusa de ensayar una de las muchas coreografías, se fue antes a la agencia. Esperaba que Jimin hubiera hecho su trabajo y también llegara antes con Jungkook. Luego de hablar con Jin, Jimin había llamado a Jungkook y le había pedido que lo acompañara un poco antes, pues quería mostrarle unos pasos de baile. "¿Por qué no se los muestras a Hobi-hyung?, lo tienes al lado tuyo", le había contestado. Le tomó varios minutos convencerlo que necesitaba que fuera él y no Hoseok el que viera los pasos. A pesar que Jungkook refunfuñó por tener que levantarse más temprano terminó cediendo. Le costaba decirle que no a Jimin.

Seokjin se paseaba nervioso en la gran sala de práctica que tenían en el nuevo edificio. Todavía no se acostumbraba al lugar. De pronto la gran puerta se abrió y pudo escuchar la risa de Jungkook, por algo que seguramente Jimin había dicho. Risa que rápidamente desapareció cuando lo vio ahí.

—¡Me engañaste! —Fue lo primero que le dijo a Jimin, dándose vuelta, esperando salir por donde había entrado.

—Jungkook ¡por favor!, espera. No te enojes con él. Yo sé lo pedí. Necesitamos hablar. Al menos, hazlo para cumplir con nuestra promesa—. Su pecho se movía rápidamente, pues había disparado todas esas palabras con el temor que Jungkook se fuera sin escucharlo.

Jungkook se rio. Sabía de qué promesa hablaba. Y no era precisamente aquella que se habían juramentado los miembros, la de siempre darse una oportunidad de hablar y arreglar sus problemas. No. Era "la otra promesa". Y no podía negarse. Resignado se quedó estático en su lugar.

—Habla entonces—le dijo al mayor, sin ningún tipo de respeto o cortesía y cruzándose de abrazos.

—Los voy a dejar solos—dijo Jimin, pensaba que era lo mejor. Ellos debían resolver sus problemas solos.

A JungKook le daba lo mismo. Nada iba a cambiar para él.

—¿Por qué no vienes aquí y te sientas conmigo? Tenemos al menos media hora antes que llegue el personal y los miembros.

—Habla rápido Seokjin-nim, no tengo muchas ganas de estar aquí y lo sabes.

—Jungkook... ¿por qué me hablas así? Tanta formalidad...

—¿Prefieres que te trate sin honoríficos? A mí me da igual. Es uno de mis tantos defectos, ¿no? Ser irrespetuoso contigo. Siempre lo dices.

—Sabes que no es en serio, contigo no me importa el uso de honoríficos. Siempre me estás llamando de diferentes maneras y sabes que es parte de nuestra amistad....

—Dime lo que sea que quieres decir.

—Quiero pedirte perdón. Disculparme contigo. Esa noche quería decírtelo, pero no me dejaste entrar a tu departamento. Jungkook, realmente lo siento. Todo lo que dije. fue horrible y no lo mereces en absoluto.

—¿Eso es todo? —JungKook sentía como su corazón latía tan rápido. Estaba tan dolido, pero a la vez también le dolía no estar cerca de Jin, aunque no creía que las cosas entre ellos volvieran a ser igual que antes. Las palabras del mayor le habían dolido demasiado, además, él no había cambiado su manera de pensar acerca del imbécil que tenía por pareja.

—Sé que no te simpatiza Jun Ho, pero debes entender que yo elegí estar con él y no voy a aceptar que hables mal de él o que quieres intervenir en mi relación. Ese día había discutido con él y luego viniste tú. Soy mayor que tú y tengo más experiencia. Sé lo que hago y si me equivoco será mi responsabilidad. Pero sé que jamás debí decirte esas cosas... yo sólo...

—Repetiste lo que Jun-Ho seguro dice de mí...

—Jungkook...—Seokjin no supo que más decir, porque era verdad. Era Jun-Ho quien le había dicho que el menor los exponía con todos aquellos problemas que habían tenido. En ese momento, Seokjin le había dicho que no hablara así de Jungkook y habían tenido una gran discusión, pero luego lo había olvidado, hasta ese día que explotó.

JungKook, sonrió amargamente. Él ya lo sabía y también sabía que nada cambiaría. Sentía que su amistad con Seokjin se había quebrado para siempre y en este punto pensaba que no podría ser reparada.

—Si te hace sentir mejor, te disculpo—. Seokjin sonrió de gran manera e iba a acercarse a abrazarlo, pero Jungkook lo detuvo—. No hyung, no más abrazos. Prometo respetarte, ser cordial contigo y trabajar en armonía. Después de todo, BTS es demasiado importante para mí y está por sobre cualquier diferencia que tú y yo tengamos. Pero eso es todo. Somos colegas, compañeros de trabajo y hasta de casa..., pero eso es todo. No me pidas nada más.

—No se puede terminar una amistad, así como así...yo te quiero JK lo sabes. Y sé que tú a mí.

Jungkook sentía como si miles de aguja se estuviesen enterrando en su corazón. Claro que lo amaba. Era Seokjin, el hombre que estuvo con él
desde el primer día que llegó como aprendiz. El hombre con el que había crecido, al que admiraba..., pero también tenía orgullo. Hacía dos años cuando todos lo atacaron, se había sentido tan poca cosa..., pero ahora era diferente. Se sentía confiado y le daba lo mismo lo que los demás pensaran. Además, ya tenía veinticinco años y merecía respeto y consideración.

—Nuestra amistad se perdió el día que me faltaste el respeto y dijiste un montón de cosas que son mentiras y que me dolieron profundamente. Más aun, porque hace dos años, fuiste tú el que me consoló y me apoyó. Dijiste que hago lo que quiero sin que me importe el grupo..., cuando he dado mi juventud por BTS. Cuando tú y los demás miembros son mi familia y mi ancla. ¡Sabes que eso no es verdad y me duele que siquiera lo hayas mencionado! Y me duele que estés con alguien que piensa toda esa mierda de mí. Por eso no podemos ser amigos como antes.

—Kookie...—los ojos se Seokjin se llenaron de lágrimas, porque en el fondo sabía que JungKook tenía todas las razones correctas para terminar la amistad de diez años que los había unido. Pero no se resistía a ello.

—Yo hablaré con Jun-Ho y le diré que debe disculparse contigo. Yo he discutido con él, cuando dijo todas esas cosas. Prometo que no va a interferir en nuestra amistad...pero JungKook por favor no me dejes...te necesito.

—No quiero que hables con él de mí. ¡Nada! Ni siquiera me menciones. Además, tú no me necesitas. Tienes a Yoongi y lo tienes a él.

—Yoongi es mi amigo y sé que te dolió cuando dije que era mi alma gemela. Pero sabes que lo dije en un sentido muy distinto a lo que tú eres para mí. Yoongi tiene mi edad y es casi como hablar con el espejo. Sin embargo, jamás tendremos ese grado de intimidad que tú y yo hemos logrado. Y Jun-Ho...él es mi pareja, es verdad..., pero no es mi mejor amigo.

Jungkook sentía como las lágrimas iban a salir a flote. En ese momento todo lo que deseaba era lanzarse a los brazos de Seokjin y que éste lo sostuviera fuerte como siempre lo hacía cuando tenía miedo, dolor o angustia. Pero también tenía miedo de ser de nuevo herido. Meditó por un momento su respuesta. No quería sólo guiarse por las emociones del momento. Tampoco podía negar que perder para siempre la amistad de Jin lo lastimaba todavía más.

—Yo...dame tiempo hyung. Esto no es fácil. No es como si pudiera olvidar todo tan rápidamente. Te prometo que lo intentaré. Por ahora no puede ser como antes...yo no volveré a darte una tarjeta para que entres a mi condominio cuando quieras..., yo no iré al tuyo solo...Volveré vivir al departamento con los demás..., pero no me pidas tener la intimidad y confianza de antes. Debemos reconstruirla. Y eso no se logra sólo pidiendo perdón. Lo siento.

—No por favor...tú ni siquiera tienes que decir lo siento. Todo es mi culpa. Y lo entiendo y acepto lo que dices...Te prometo que daré todo de mi para que vuelvas a confiar, para recuperar nuestra amistad...sólo no te alejes por favor. Sólo déjame estar a tu lado.

Seokjin extendió su mano. Quería abrazarlo, sentir su calor. Quemaba su corazón el que JungKook estuviera tan apartado de él. Jungkook vaciló, estiró su mano hacia él, pero en ese momento la risa fuerte de Hoseok lo detuvo. Venía con el coreógrafo y al ver la cara de los dos chicos supo de inmediato lo que pasaba y se lamentaba que nadie se lo hubiera advertido.

—Me alegra que ya hayan llegado—saludó alegremente Sungdeuk, sin sospechar lo que había pasado antes ahí.

—Llegamos sólo hace un momento—contestó Seokjin, evitando dar mayores explicaciones. Miró a Jungkook por última vez, que todavía tenía los ojos un poco rojos y le sonrió tímidamente. Jungkook también le sonrió y con eso terminó la pequeña conversación. Ahora sólo debían esperar que el tiempo hiciera su trabajo.

¿Lo hizo? Seokjin en realidad no estaba tan seguro. Había transcurrido un mes desde la discusión y posterior "reconciliación", pero las cosas seguían tensas entre ellos. Jungkook por supuesto que no lo trataba de la misma forma. Tal como le había dicho, ya no había esa intimidad propia de su amistad y relación. Se habían acabado los toques, los masajes, los juegos entre grabaciones y las conversaciones en susurros que solían tener lejos de las cámaras e incluso de los otros miembros.

Jungkook era cordial y de vez en cuando le ofrecía su sonrisa brillante y hermosa, pero nada era lo mismo. Conversaba temas triviales con él y de vez en cuando le hacía una pequeña broma. Pero la mayor parte del tiempo una fría indiferencia los rodeaba. Y el menor estaba muy consciente de aquello. No había sido adrede. Simplemente sentía que necesitaba curarse. Había conversado mucho con su hermano, el cual adoraba también a Seokjin, y él le había recomendado mantener una cierta distancia. "Debes lamer tus heridas y curarlas. Y cuando estés listo, volver con él" y era eso lo que había hecho. Estaban con grabaciones y la preparación de Butter, pero se había dado tiempo para él, para compartir con los otros miembros y sus amigos de generación.

Pero también sentía que parte del dolor ya había pasado y estaba listo, para dar un nuevo paso.

Ahora habían llegado a un hotel, donde filmarían un episodio de RUN. Todos estaban emocionados porque los juegos implicarían mojarse mucho y eso les encantaba. Y así fue, pura diversión. Todos estaban empapados y durante las pausas intentaban secarse, con el staff proveyéndoles de toallas. La promesa final era que cuando terminaran de grabar podrían entrar a la gran piscina temperada.

Seokjin se divirtió y miró un par de veces a Jungkook quien no dejaba de sonreír. Le gustó verlo así, contento y disfrutando. Sin embargo, en medio de los cortes, no le hablaba ni una palabra. Tal vez era hora de hablar de nuevo con él.

Cuando al fin terminaron de grabar, todos entraron a la piscina. Jungkook estaba especialmente contento y se subió sobre la espalda de Hobi, para luego Tae subir sobre Jungkook. La pirámide humana se vino abajo y reían mucho. Seokjin los miraba de lejos. Hasta que el staff los llamó para entregar los premios y hacer la despedida.

Jin tenía frío y estaba temblando un poco parado ahí en el agua, cuando lo sintió. El pesado cuerpo de Jungkook sobre el suyo. Lo envolvió con sus fuertes brazos y el corazón de Jin comenzó a latir en forma acelerada.

—No quiero que tengas frio, hyung—le dijo Jungkook al oído y lejos de los micrófonos que los rodeaban.

Seokjin entendía que aquel era un gesto de paz de su amigo y sonrió feliz. Era un momento que no podía dejar pasar, así que dejó que se quedara allí, aferrado a su cuerpo, sintiendo después de mucho tiempo la
presencia física de JungKook. Una que extrañamente había echado demasiado de menos.

Cuando las cámaras se apagaron, Jungkook seguía en su espalda y aprovechó para alejarse de los otros miembros y salir de la piscina. Cuando llegaron a la orilla, Jungkook se bajó de su espalda y ambos se miraron. Había algo entre ellos. No era la primera vez que se miraban así, en forma anhelante, aunque ninguno de los dos sabía qué era.

Probablemente se habían extrañado mucho.

—Nos divertimos hoy. Estoy cansado, pero estoy bien—Jungkook rompió el extraño momento que una vez más se había formado entre ellos—. Gracias por permitirme estar sobre ti.

—Gracias a ti por darme tu calor. Realmente tenía frío.

—Lo sé. Tu labio inferior estaba un poco morado y conozco tan bien tu cuerpo, que sé que estabas con frío.

—¿Quieres después de aquí ir a comer algo? —. Podemos ir a algún lugar pequeño...

—¿No tienes que ir con él? —Jungkook nunca más había dicho el nombre de Jun-Ho.

—Hoy no. Le dije que terminaríamos tarde y cansados. No tengo que ir a verlo, y, además, quiero pasar tiempo a solas con mi mejor amigo.

Jungkook se sonrojó y su corazón latió con fuerza. Él también quería estar a solas con Jin, sin la presencia de los miembros. Así que luego de ducharse avisaron a sus manager y éstos lo llevaron a comer.

Llegaron a un pequeño bar que siempre tenía un privado para ellos. Los chicos solían ir allí con amigos o parejas. Tenía una entrada por la parte de atrás que nadie conocía y que conectaba directamente al privado. Lejos de miradas de curiosos o prensa. Luego de que tomaran su orden, ambos se miraron y permanecieron en silencio por unos minutos.

—Gracias por querer compartir este momento. Pensé que nunca más comeríamos juntos. Te extrañaba mucho JK. Eres mí mejor...

—Jin..., por favor. ¿Podemos por ahora evitar las etiquetas? Quise venir hoy contigo, porque mi corazón ya no se siente tan herido como hace un mes atrás. No soy rencoroso, pero no voy a negar que aún me duele.

Seokjin estiró su mano y tomó la de Jungkook quien luchó por retirarla. Que él lo tocara así, le provocaba sentimientos que no quería volver a experimentar, porque lo confundían.

—No, no voy a soltar tu mano. Yo te quiero y sí eres mi mejor amigo. Y sé que te herí profundamente, pero créeme que no pasa un día que no piense en eso y me sienta miserable. Quiero recuperar lo que teníamos y te pido que lo creas.

Jungkook entonces, envolvió sus dedos alrededor de la mano de Seokjin, como tantas veces lo habían hecho, al final de un concierto o simplemente cuando a veces se sentaban uno al lado del otro. Sabía que ya no podía luchar. Extrañaba también a su mejor amigo.

—Está bien. Yo te creo. Por eso estoy aquí. Y por eso te abracé hoy en la piscina. No quiero que te sigas sintiendo miserable.

Seokjin sonrió y besó los nudillos de Jungkook. Se soltaron cuando entraron con la comida. Ambos sonrieron al ver la cantidad de cosas que habían pedido. Así como antes. Tal vez, pensaron ambos, las cosas podrían volver a su cauce normal.

Cuando terminaron de comer era tarde, y decidieron caminar un poco, a pesar del frío que los acompañaba. Pero por lo mismo, había pocas personas en la calle y eso les permitía pasar casi desapercibidos. Sus guardias de seguridad los seguían desde una distancia prudente, por lo que la sensación era buena. Podían seguir conversar tranquilos y ser sinceros el uno con el otro.

Seokjin miró a JungKook. Tenía el pelo largo aún y le gustaba como sus rizos se asentaban en su rostro. Se veía un poco más mayor de lo que realmente era.

—Entonces, ¿abandonaste el mixtape? —preguntó Jin. Sabía que ese era un tema un poco incómodo para Jungkook, que siempre empezaba con sus proyectos y que nunca terminaba. Sin embargo, él lo había estado alentando par que sacara su música.

—No lo he abandonado. Simplemente borré algunas canciones. No estaba cómodo. Me he demorado tanto que esas letras no reflejaban mi yo actual. Ahora soy un hombre mucho más seguro de mí mismo, de lo que era cuando escribí esas canciones. No quiero darles una idea equivocada a ARMY. O que se preocupen por mí.

—Caro que has cambiado. Todo los hemos hecho. Nuestra vida cambió.

—Por eso las borré. Debo empezar de nuevo. Pero...bueno este último mes no me sentía muy bien...así es que...supongo que ahora que tú y yo estamos mejor...

Seokjin bajó la vista. Sabía cuán importante era en la vida de Jungkook. Tal como él, era en la suya. No lo podía negar. Habían estado juntos por diez años. Apoyándose y brindándose un cariño sincero y a veces muy demostrativo. Sabía que incluso últimamente los emparejaban muchas más fans que antes. Sonrió ante ese hecho. Obviamente la couplé con Jimin era la favorita de todos, pero últimamente había visto muchas cuentas que se hacían llamar Jinkook. Y a veces, no sabía cómo sentirse sobre eso. A él no le molestaba. Era parte de ser idol.

—Necesitas retomar tu música JK. Y yo estoy aquí para apoyarte—fue todo lo que dijo y fue suficiente para que Jungkook le devolviera una hermosa sonrisa. Jungkook era hermoso. Tal y como él había previsto que fuera.

—¿Entonces, en este mes has conocido a alguien? —Jungkook llevaba casi cinco meses solo, luego de una relación que había sido bastante seria y estable.

—No..., no tengo ánimo, ¿sabes? He salido con mis amigos, con Jimin y Tae. Ha sido bueno compartir con ellos. Pero no quiero pensar en otro tipo de relación.

—Me alegro. No es bueno que pases tanto tiempo solo JK y sólo trabajando. Tienes derecho a salir y distraerte.

—No fue lo que dijiste la última vez...

—Sabes que no es lo que realmente pienso. Lo que pasó en Itaewon fue imprudente. Pero tampoco era tan grave. Te lo dije cuando sucedió. Además, ha pasado casi un año...

Subieron a la camioneta y fueron al departamento común. Al llegar cada uno fue a su dormitorio. Jin prefirió quedarse allí y no ir al suyo. De alguna manera quería sentirse cerca de Jungkook. Recién se había metido a la cama, cuando la puerta de su dormitorio se abrió.

—Quiero dormir contigo—fue todo lo que Jungkook dijo, antes de meterse en la cama de Jin. Este simplemente lo recibió. Era agradable volver a tener a su mejor amigo, ahí mirándolo fijamente, mientras ambos se quedaban dormidos.

Los siguientes días fueron mejores. Los demás miembros sonrieron aliviados al ver que los amigos retomaban sus costumbres. Jugar alrededor del otro, comer juntos y pelear por tonterías todo el tiempo.

Todos de alguna manera sabían que en esa extraña amistad había algo más, pero nunca ninguno de ellos se atrevió a decirlo en voz alta. Tal vez el peso de una promesa que había hecho cuando eran jóvenes había bloqueado los sentimientos que tenían Seokjin y Jungkook.

Probablemente la diferencia de edad, el miedo a romper al grupo y un montón de prejuicios más, los había orillado a ser "mejores amigos", aun cuando era evidente que los sentimientos del uno hacia el otro eran mucho más profundos.

Jin y Jungkook estaban ahora, intentando grabar un comercial para la cerveza que promocionaban, pero no dejaban de reírse, por las patadas y golpes mutuos que se daban. Eso eran ellos, dos fuerzas magnéticas que se atraían de un modo imparable, y que, de alguna forma, en algún momento estallaría.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro