Sinceramente él no deseaba estar ahí escuchando esa conversación. Pero era imposible, pues los gritos al otro lado del teléfono se oían claramente. Estaban en la sala de descanso, esperando su turno para la sesión fotográfica. Miró a Yoongi, que le movió la cabeza en forma negativa, para volver a fijar su vista en el celular.

—¡Estoy trabajando Jun Ho! Por favor..., no te pongas así...y tampoco debes gritar...

Jungkook tenía ganas de arrebatarle el teléfono y gritarle un par de cosas al imbécil ese. No entendía a su hyung. Por qué seguía en esa relación toxica, que no le traería nada bueno.

Finalmente, Seokjin cortó la llamada, se guardó el celular en el bolsillo del pantalón y miró a sus dos compañeros avergonzado. Pero no dijo nada. Sin embargo, Jungkook no se pudo aguantar.

—Por qué soportas a ese tipo? Realmente no lo entiendo. ¿Hasta cuándo seguirás en esto hyung? —Yoongi los miró, sabía que se desataría una tormenta, pero decidió no intervenir. Jungkook ya no era un niño, para estar todo el tiempo sobreprotegiéndolo, aun cuando ganas no le faltaran, especialmente sabiendo la reacción que podría tener Seokjin.

—Esto no es de tu incumbencia. No tienes por qué intervenir en mi vida y tampoco es educado escuchar conversaciones ajenas.

—Lo siento, pero esa conversación no fue privada. Los gritos que te daba los podíamos escuchar claramente. Lo lamento, pero no puedo quedarme callado. Eres mi mejor amigo y no quiero que sigas sufriendo en una relación toxica y dañina.

Seokjin comenzaba a alterarse. Ya la conversación con su pareja, lo había dejado totalmente fuera de sí, y ahora el mocoso entrometido dándole consejos que él no había pedido.

—Repito, no es tu asunto y tuyo tampoco—miró a Yoongi, que levantó sus manos, en señal que no había dicho nada.

—Ese tipo, todo lo que quiere es dominarte y hacer que hagas lo que él quiere. ¿No te preocupa que incluso podría revelar su relación?, está obsesionado con que dejes el grupo.

—Él firmó un acuerdo de confidencialidad. No lo va a hacer.

—No confío en eso. ¿No te amenazó ya una vez con decirle a todo el mundo que estaban juntos?, deberías pensar en el escándalo que eso traería.

—¡Lo dijo en un momento de rabia! ¡No hablaba en serio! ¡Nunca debí contarte eso!

—Realmente no puedes saber si lo dijo de verdad o no. Piénsalo Seokjin- hyung...ese tipo te hará un escándalo y...

Seokjin cerró sus ojos. Estaba al borde del llanto porque el estúpido de Jun Ho le había recriminado el poco tiempo que le dedicaba y ahora Jungkook...

—¿Tú me hablas de escándalos? ¿No han venido de ti acaso, cada escándalo relacionado con el grupo en los últimos dos años?—Jungkook lo miró sin poder creer lo que le estaba diciendo. Sacando en cara esos temas.

—Te recuerdo Jeon Jungkook, que yo no fui el que me tatué el brazo, no tuve fotos con una chica en público, tampoco...

—¡Hyung es suficiente!—. Yoongi ya no se iba a quedar callado. No iba a permitir que Seokjin siguiera insultando y humillando a Jungkook.

—No, no me quedo callado—. Entonces se acercó a Jungkook y lo apuntó con su dedo—. Fuiste tú el que chocó y saliste con tus amigos a Itaewon en plena pandemia. No tienes derecho a hablar de escándalos Jungkook, o de intentar darme lecciones. De todos nosotros, eres el que menos ha pensado en el grupo, al momento de hacer lo que te da la gana. Así es que guárdate tus consejos...

—¡Seokjin, dije que suficiente!—Yoongi se plantó en medio de los dos.

—Hyung para ti Yoongi...

—No tengo que hablarte con respeto, si tú no eres capaz de respetar a Jungkook. No tienes derecho a hablarle así. Sólo está tratando de darte un consejo, y por cierto estoy completamente de acuerdo con él.

—No importa hyung...déjalo, ya no vale la pena perder el tiempo—. Jungkook se dio vuelta hacia Seokjin y lo miró fijamente—. No vuelvas a hablarme. Pensé que éramos mejores amigos, pero veo que cometí un error. Así...claro, como cada uno de los que me acabas de echar en cara.¡Púdrete Seokjin!—Y sin más salió del cuarto, para encerrarse en el baño.

Yoongi dejó que se fuera, era mejor así. Que botara la rabia que tenía. En un rato tendrían la maldita sesión fotográfica y nadie debía darse cuenta. Ellos siempre evitaban preocupar a sus manager o que la gente del staff se diera cuenta de situaciones así. Pero no iba a dejar ir a Seokjin sin decirle lo que pensaba.

—¡Eres un grandísimo idiota! Acabas de herir a tu mejor amigo. La persona que siempre ha estado y está para ti. Me decepcionas, porque sé que esas palabras que salieron de tu boca hoy no son tuyas, sino de ese hombre que lo único que ha traído ha sido discordia. No me importa si quieres estar con él, pero no lastimes a los miembros. Ninguno lo merece.

—Yoongi..., lo siento...yo...

—Tengo la piel dura, Seokjin. He pasado, por tanto, que si me dices una estupidez..., puedo olvidarla fácilmente. Pero Jungkook...él es distinto. Es sensible y depende emocionalmente de ti. Y ahora lo lastimaste hasta el alma.

Yoongi salió y dejó solo a Seokjin. Necesitaba tomar aire y averiguar si Jimin aún seguía dando vueltas por ahí, para que viera a Jungkook. Lo encontró en el estudio de Namjoon.

—¿Puedes por favor ir a ver a Jungkook? Debe estar llorando en el baño de...

—¿Qué sucedió?—preguntaron casi al mismo tiempo Nam y Jimin.

—Seokjin hyung, discutía por teléfono con ese idiota con el que sale. Jungkook le dijo unas cuantas verdades...y hyung fue muy hiriente al responderle.

Jimin no siguió escuchando y fue corriendo al piso donde había estado hace poco en la sesión de fotos y fue directo a los baños. Efectivamente, Jungkook estaba encerrado llorando...

—Jungkookie déjame entrar, soy Jimin—. La puerta del baño se abrió de inmediato.

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—¿Qué fue lo que hyung le dijo a Jungkook?—. Namjoon estaba preocupado. Jin y Jungkook nunca peleaban. Tenían discusiones tontas sobre quien se comía la comida de quien o cosas así, pero ellos la mayor parte del tiempo estaban jugando, o estaban abrazados en algún rincón.

—Fue realmente..., le enrostró todo lo que pasó con sus tatuajes, la chica, la salida a Itaewon. Desconozco a este Seokjin, siempre es el más gentil de todos. Además, adora a Jungkook, realmente ese hombre ha influido de manera negativa en él. Y yo en algún momento se lo dije, pero me mandó a la mierda.

—Todos estamos de acuerdo, que es un hombre muy desagradable. La familia de hyung tampoco lo tolera. Realmente no lo entiendo. No sé por qué está con él. Siempre sus parejas fueron chicos tan agradables, educados.

Yoongi movió su cabeza. Tampoco lo entendía. Tal vez porque lo había conocido en un momento difícil de su vida y se había aferrado a él, como un salvavidas..., sólo esperaba que no hubiera peores consecuencia que las que sabía ya había.

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Mientras tanto, Jimin sólo se había limitado a abrazar a Jungkook, sin hacer preguntas y sin decir palabras vanas que sabía su amigo no iba a escuchar.

—Escucha, sé que discutiste con él, pero ahora tienes una sesión de fotos y debes parar de llorar. Eres un profesional Jungkook, nunca lo olvides. Después en casa, podemos acurrucarnos en la cama y podrás llorar todo lo que quieras.

Jungkook miró a su amigo y trató de calmarse. Lloraba de rabia y pena. Porque nunca imaginó que su hyung favorito, su mejor amigo, le hablara de esa forma. Estaba profundamente herido y de pronto tuvo un sentimiento de abandono que no le gustó. Aun así, Jimin tenía razón y debía calmarse. Trató de respirar y luego de calmarse se lavó a la cara. Era un desastre, aun así, trató de controlar sus emociones.

—¿Qué voy a hacer? Mira mi cara. Debo sacarme esas fotos y mi cara...

—Primero debes tranquilizarte. Te llevaré a la sala de maquillaje.

Media hora más tarde, la maquilladora había luchado para ocultar bajo toneladas de base y maquillaje retocado, los ojos hinchados y rojos de Jungkook. Ella sabía que él había llorado. Y sintió mucha pena. Ellas no podían preguntar nada. Aun cuando moría de ganas de consolar a JK, por contrato tenían prohibido relacionarse de esa manera con los artistas. Por eso se esmeró en hacer un buen trabajo, para que nadie notara que su hermoso niño había llorado.

El fotógrafo, una vez que tuvo a los tres integrantes frente a él, comenzó a pedirles sonrisas y que posaran juntos. Yoongi se mantuvo todo el tiempo en medio de los dos. Jungkook a pesar de mostrar su adorable sonrisa, tenía el corazón roto y él lo sabía. Era tan transparente ante sus ojos. En ese momento odiaba a Seokjin por no haber medido sus palabras.

La sesión terminó sin dificultad. Jungkook y Seokjin habían actuado como los profesionales que eran. Se habían reído, incluso abrazado. Nadie podía imaginar ni siquiera cuan rota estaba en ese momento la relación.

Al volver a la sala de descanso, Jimin esperaba por Jungkook. Yoongi tomó del brazo a Seokjin. Era urgente que solucionaran el conflicto o las cosas se pondrían peor.

—Debes hablar con él ahora—le urgió Yoongi, pero Seokjin simplemente se sacudió de su agarre y suspiró.

—Jun Ho me está esperando. Tu escuchaste que no estaba feliz. No quiero también discutir con él. Sé que a Jungkook se le pasará. Hablaré más tarde con él. Iré hasta su casa si es necesario. Estoy seguro que no irá al dormitorio. Cuando se altera de esa forma, prefiere estar solo.

—Creo que cometes un error al no hablar con él ahora.

Seokjin no dijo nada más. Tomó sus cosas y ni siquiera se despidió de los demás y fue en búsqueda de su manager, para avisarle que iría en su propio auto hasta el departamento de su pareja.

Jimin y Yoongi se miraron. Y luego se volvieron hacia Jungkook que en silencio y con los ojos llenos de lágrimas terminaba de arreglar sus cosas.

—¿Me acompañas a casa Jimin—murmuró apenas—. No quiero ir al dormitorio. No quiero preocupar a los demás.

—Igual lo harán Jungkookie...

—No sí ustedes no les dicen. Por favor hyung, no quiero que los demás se enojen con Seokjin. El me insultó directamente a mí. Por lo tanto, es conmigo con quien tiene el problema. No quiero causar divisiones.

Yoongi suspiró, porque Jungkook tenía razón. No iba a ser sano que los chicos tomaran partido. Aunque Namjoon ya sabía. Sólo Hoseok y Tae no tenían idea del conflicto. Así que antes de irse y luego de dejar a Jimin y a JungKook en la van con sus managers, fue a hablar con Namjoon que todavía permanecía en su estudio y le explicó la situación.

—De todos nosotros, siempre he pensado que Seokjin y tú son las personas más aterrizadas y menos conflictivas. No logro entender por qué aceptó a ese hombre en su vida.

—Porque el tipo es inteligente y lo conoció en un momento de vulnerabilidad...Si Jungkook hubiese estado más cerca de él..., no hubiera pasado esto. Pero...

—Lo sé, lo sé—. Namjoon suspiró —.No se puede volver el tiempo atrás. Creo que de alguna manera el destino se encargó de hacer lo suyo y ahora podríamos tener un desastre. Papá me dijo que Seokjung y su padre están preocupados por hyung.

—Pero Jin es el mayor de aquí Nam. Nada podemos hacer. El único que se atreve a hablarle sin ningún tapujo es Jungkook y mira lo que ocurrió.

Namjoon se pasó las manos por la cara. Esperaba que pronto pudieran hablar y resolver el problema. Ellos estaban bien, a pesar de los momentos difíciles que habían vivido después del comienzo de la pandemia y que sus vidas cambiaran abruptamente. Habían sido meses de recuperación y sanación y esperaba que este conflicto entre los mejores amigos del mundo se solucionara.

Jungkook llegó a su departamento, sacó sus zapatos y tiró la mochila lejos. Se sentó en el sofá con los ojos cerrados. Jimin se había dedicado a consolarlo todo el viaje. Lo acarició, le hizo escuchar canciones alegres, y le volvió a contar sobre la bonita chica que había conocido en Paris, en sus vacaciones de hacía casi dos años, y con la cual todavía se escribía. Realmente amaba la capacidad de consuelo que tenía su amigo y compañero. Era el primero que acudía a él, cuando lloraba en los conciertos o se sentía mal. Siempre Jimin..., mientras Seokjin miraba un poco alejado, esperando que se calmara para luego envolverlo también en sus brazos. Sabía que se ponía nervioso cuando lo veía llorar. Por eso generalmente dejaba esa tarea en manos de Jimin y luego él terminaba confortándolo, llevándolo a su cama y acurrucándose a su lado.

Esa imagen terminó por romperlo y comenzó a llorar. Se había aguantado delante de Yoongi y Jimin, pero ya era demasiado. Odiaba todas esas horribles sensaciones que sentía en este momento. Seokjin ni siquiera había intentado hablar con él. Simplemente había corrido donde su precioso amante. Había escuchado perfectamente la conversación que había tenido con Yoongi. Bien. Era suficiente. El no merecía eso. Lo había aprendido hace unos años atrás, cuando casi terminan con su estabilidad emocional, simplemente por hacerse unos tatuajes y comer con una amiga.

Se paró del sofá y marcó el número de recepción. Dio las instrucciones necesarias y simplemente fue a la cama.

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C

uando Jun-Ho abrió la puerta de su departamento, encontró a Seokjin triste. Rápidamente lo abrazó y dejó un beso en su cuello y lo hizo entrar. Tal vez había sido un poco duro con él, cuando más temprano lo había llamado, pero es que no podía entender por qué su pareja insistía en ser parte de ese grupo que lo único que hacía era desplazarlo y no darle la oportunidad de brillar.

Sabía que, si Seokjin empezaba una carrera de solista, junto con impulsar su carrera de actor, obtendría mucho más reconocimiento que el que tenía ahora. Odiaba esa dependencia emocional que tenía con el resto de la banda y la necesidad imperiosa de protegerlos. Todos eran adultos ya, incluyendo al peor de todos: Jungkook. Simplemente lo odiaba. Pensaba que era un hipócrita, al lucir como un niño mimado que necesitaba las veinticuatro horas del día de la atención del resto de sus hyung.

—Por favor Jinnie, no estés así. Lamento si te grité antes. Es sólo que habías prometido venir temprano y...

—Traté de explicarte que la sesión se atrasó. A veces ocurre Jun Ho, no es que no hubiese querido venir. Puedo entender tu molestia, pero no voy a aceptar que me vuelvas a hablar de esa manera.

—Lo lamento tanto—. Lo abrazó y buscó sus labios para que Jin lo besara, pero éste se negó. No estaba bien. No podía sacarse de la cabeza a Jungkook. Seguro que ahora estaría más enojado por no haberlo buscado inmediatamente—. Está bien..., si no quieres mis besos...

—No es eso...Jungkook y yo discutimos y...—Jun Ho lo soltó de inmediato y se cruzó de brazos.

—Entonces esa cara, es porque el niño dorado te hizo otro berrinche...

—No hables así de él por favor...y no fue otro berrinche...nos escuchó discutir, luego discutí con él y le dije cosas muy hirientes...que no debí...yo...sé que no lo entiendes, pero al menos deberías tratar de...

—No me interesa Jungkook, Seokjin. Pero tú sí y verte mal porque discutiste con él, también me pone mal. No entiendo la clase de amistad que ustedes tienen. Te he dicho muchas veces que ese chico abusa de tu confianza, te falta el respeto constantemente..., pero a ti parece no importarte. Como sea, supongo que quieres arreglarlo con él ¿verdad?, ¿por qué viniste entonces y no fuiste con él?

—Porque te había prometido que vendría y tú eres importante para mí. No quiero que estés triste o pienses que no me importas.

Jun Ho se relajó. Tenía a Seokjin. Incluso lo había puesto por sobre el molesto mocoso. Eso quería decir que su trabajo de convencer a Jin no estaba tan mal hecho. Lo abrazó y ahora sí Seokjin lo besó. Se entregó en ese beso. El realmente estaba enamorado de ese hombre. Y esperaba que pronto las cosas pudieran ser tal y como él quería.

Luego de estar un buen rato besándose y cuando la situación pasaría a otro nivel, Seokjin volvió a recordar a Jungkook.

—Jun Ho, lo siento..., pero quisiera poder hablar con Jungkook hoy...

—Es tarde Seokjin y de todas formas lo verás mañana otra vez.

—Mañana no nos toparemos. Nuestras agendas están separadas. De verdad le dije cosas muy feas...

Jun Ho cerró sus ojos. Estaba bien. Él tenía a Seokjin. Había venido con él primero. Podía dejarlo ir, si no lo hacía tampoco podrían estar en paz.

—Está bien amor, si es tan importante, ve, pero mañana te quedas a dormir conmigo.

—Lo prometo—. Seokjin lo besó y lo abrazó—. Gracias por entenderlo.

Salió del departamento, tomó su auto y fue directo al de Jungkook. Lo llamó desde el auto, pero no le contestó. Le envió un mensaje, el cual fue leído, pero no contestado. No sería fácil, pero haría que Jungkook lo escuchara.

Cuando llegó frente a la entrada del elegante condominio, Seokjin introdujo la tarjeta para entrar a los estacionamientos, pero ésta no funcionó. Apretó entonces el timbre para llamar a la recepción.

—Buenas noches—. Sintió la voz amable del señor Choi.

—. Buenas noches, señor Choi, soy Kim Seokjin, estaba tratando de entrar, pero la tarjeta no funciona—Un silencio siguió a sus palabras—¿Señor Choi?

—Sí...señor Kim...lo siento..., pero el señor Jeon ha solicitado que bloqueemos su tarjeta y que no le permitamos la entrada..., lo lamento.

Seokjin dio gracias al cielo por no estar frente a frente del señor Choi, pues su rostro se encendió de la vergüenza. Sabía que era un hombre discreto, con la cantidad de celebridades que vivían en el condominio, pero, aun así, simplemente no pudo pensar lo que el amable recepcionista podría estar pensando.

—Está bien señor Choi. Ya sabe cómo es Jungkook..., le hice una broma hoy y me la está devolviendo..., no se preocupe..., mañana ese chico sabrá de lo que es capaz su hyung...—rio, pensando que esa mentira al menos salvaría en algo su prestigio y el de Jungkook—. Buenas noches.

—Buenas noches, Señor Kim. Y espero verlo pronto por aquí otra vez.

Seokjin simplemente salió a la calle con su auto y se detuvo un rato antes de volver al departamento común. Dos lágrimas bajaron por su rostro. Se sentía humillado y también avergonzado, porque en el fondo de su corazón sabía que lo merecía. Jamás debió hablarle de esa manera a Jungkook. Su mejor amigo. El chico que lo animaba cada vez que tenía oportunidad. El que le seguía todas sus bromas, el que le alaba su voz y su rostro...ese precioso ser con ojitos de ciervo...