Inseguridad
No quiero ilusionarme con lo que dijo. Los sentimientos no cambian de la noche a la mañana. Estoy segura de que si dijo todo eso es porque se siente de cierta manera responsable de mí por lo que pasó.
—¿Se conocen? ¿En qué momento? — cuestionó mi mamá.
—Sí. Él era mi jefe en mi antiguo trabajo, mamá — fijó su mirada en mí—. Qué gusto me da volver a verte, hermanita. Me alegra mucho que te vaya tan bien. Mami no me dijo que estabas acompañada. Vine de Luquillo a verlas. Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que nos reunimos. Es una lástima que papá no pueda estar con nosotras por culpa del trabajo.
—Antes de que se vayan quiero que nos tomemos una foto todos juntos. Incluyendo a mi yerno. Aunque no pueda estar aquí presente, ustedes saben muy bien que su padre las ama con locura. La comida está a punto de terminar, esperen pacientemente sentados — se fue a la cocina, dejándonos a los tres a solas.
—Estás muy cambiada — Maya rompió el silencio, sentándose en el sofá—. Te ves más gordita.
—Sí. He aumentado de peso, pero no puedo decir lo mismo de ti. Estás muy delgada. ¿No te estás alimentando bien?
Verdaderamente parece enferma. Ella nunca ha sido así. Antes tenía sus libras de más.
—Por más que coma, no logro aumentar de peso, pero me gusta como me veo. ¿Cómo era que se llamaba tu ex? ¿Aníbal? ¿Qué pasó con él? Ya te hacía casada y con hijos. En tus redes subías muchas fotos con él y hace largos meses que no publicaban nada. Tenías muy oculto tu nuevo romance, picarona.
—No suelo publicar todo en las redes sociales. Como verás, hay muchas personas que son incapaces de alegrarse del bien ajeno. Otras que solo están en mi página para husmear.
—Te entiendo más de lo que crees. Nuestras tías son un buen ejemplo de ello. ¿Y cuánto tiempo llevan saliendo? — la pregunta fue dirigida a Dereck, pues lo miró a él.
—Un tiempo — se limitó a responder.
Ni siquiera estamos saliendo y él se ha metido demasiado en el papel. Se nota lo incómodo que se siente.
—Les deseo lo mejor del mundo. Hacen una linda pareja.
—Concuerdo — respondió Dereck.
El ambiente cada vez se volvía más incómodo de lo que en sí ya era. Mi hermana se notaba cabizbaja. No dejaba de mirarlo, pero Dereck solo miraba los alrededores y, en ocasiones, a mí. No me gusta sentirme en el medio. No deben estar pasándola bien ninguno de los dos.
La tarde pasó muy lenta, aunque tratamos los cuatro de llevar la fiesta en paz. Mi mamá estaba ajena a lo que estaba sucediendo, pero muy contenta y hablando en doble sentido como siempre. La verdad es que, aunque traté de sonreír en todo momento, estaba sintiéndome muy incómoda e intranquila por dentro. Especialmente cuando mi hermana me miraba.
Nos tiramos varias fotos juntos, antes de ir despidiéndonos. Recogimos nuestras cosas en la maleta y la llevamos al auto. Me despedí primeramente de mi mamá, sintiendo que estoy dejando atrás un pedacito muy importante para mí. Hubiera querido ver a mi papá, pero supongo que tendrá que ser en otra ocasión.
Mi hermana iba a irse también, se despidió de nosotras con un beso en la mejilla y, cuando fue a darle uno también a Dereck, él la evitó apartándola y dándole varias palmadas en ambos hombros.
—Me gusta tu camisa. Que te vaya bien, cuñada. Fue un gusto volver a verte.
Su actitud también me resulta difícil de procesar. Se siente fatal estar en medio de dos personas que a leguas se nota que aún siguen sintiendo algo.
Cuando estuvimos a solas en el avión, simplemente exploté.
—¿Por qué no la abrazaste? Ella se notaba que estaba loca por hacerlo. No tienes que sentirte responsable de mí por lo que pasó. Desde el principio sabía que tú estabas enamorado de mi hermana y que por esa misma razón te me acercaste. Incluso me habías estado confundiendo con ella. Dereck, ya tuve suficiente con lo que pasé con tu hermano para volver a pasar otra desilución más. Uno no manda en el corazón. A ella la conocías desde hace más tiempo que a mí. No dejaré que renuncies a tu felicidad por sentirte culpable.
—¿Tu realmente crees que todo esto que pasó entre los dos fue porque me siento culpable?
—Lo que pasó anoche fue producto de lo que nos está ocurriendo, no porque haya un sentimiento mutuo entre los dos.
—¿Para ti fue producto de lo que nos está sucediendo? — frunció el ceño.
—Los dos sabemos que es así.
Mis palabras fueron arrebatadas de mi boca por su repentino y forzoso beso. Su mano por detrás de mi cabeza me sometía a sus labios y a corresponderle de vuelta. Mi espalda chocó contra la puerta del baño, mientras que su otra mano se adentró por debajo de mi falda y deslizó solo un costado de mi ropa interior. ¿Este tipo está loco? Estamos en medio del pasillo.
—Si lo de anoche fue solo producto de lo que nos está pasando, entonces espero que me des una buena explicación luego de que te tome bien duro ahora.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro