Promesa Mortal
Min Yoon Gi, estaba escondido en un árbol hueco, trataba de controlar su respiración, no quería llamar la atención de los aldeanos que los perseguían.
Pasaban más de las 9 de la noche, llevaba escondiéndose más de dos horas en lo profundo del bosque de selva negra al sur de Alemania.
Su pierna izquierda comenzaba a hincharse cada vez más, le ardía mucho, tenía que morderse los labios para no gritar de dolor, no debía ser encontrado o su vida peligraría al igual que la de su esposo el Doctor en Biología y famoso micólogo Jeon Jung kook de la universidad de Corea.
Que diferente del viaje que planearon, pues nunca esperaron encontrarse con fuerzas obscuras que los harían preguntarse si su razón y mente no le estaban jugando una mala pasada.
Cinco días antes el grupo multidisciplinario viajaba feliz con la oportunidad de participar en la expedición para buscar el Hydnellum peckii*, la seta que sangra, o como la llamaban los lugareños Hongo Diente de Sangre.
Yoon Gi sintió un fuerte calambre en el bajo vientre, se removió tratando de ocultarse aún más en el hueco del árbol. De pronto el centro podrido cedió y cayó dentro de las enormes raíces del árbol, mostrando un camino de túneles estrechos que unían entre si los enormes árboles.
Yoon Gi, no era muy religioso, era un científico cuyo su racionamiento se centraba en los hechos comprobables, dudaba de la existencia de Dios, pero en ese momento de desesperación empezó a orar.
─Señor, tu sabes que siempre he sido incrédulo, pero en estos momentos necesito de tu clemencia para sobrevivir, ayúdame a escapar para que mi hijo pueda crecer y tenga la oportunidad de nacer. Rezó toda la noche, pasaron horas hasta que miro por un pequeño agujero y noto que la oscura selva mostraba un pequeño rayo de sol que débil pasaba entre la espesa capa de follaje de los extraños árboles negros, con mucho cuidado se movió entre las raíces para poder salir a la superficie.
En cuanto salió del hueco del árbol comenzó a correr hacia el paso del puente de troncos que la acercaría a la libertad y al campamento base.
Al llegar al puente vio con horror que había sido cortado obligándolo a ir hacia el sur.
Ya no podía caminar, se sentía con fiebre, sus las fuerzas se le acababan, ya ni siquiera le quedaban lágrimas, pues estaba deshidratado. Se sentó agotado en el suelo, escondiéndose entre unos arbustos y un enorme roble tratando de escuchar cualquier ruido que le anunciara la proximidad de sus perseguidores.
Escucho el crujir de las hojas secas se movió con mucha cautela, para vigilar.
No podía creer, emocionado vio la inconfundible chamarra roja con franja amarilla de su esposo.
─¡Jung Kook, aquí estoy!- Corrió emocionado.
Cuando casi llega a su esposo, se detuvo en seco cuando comprendió que algo extraño le pasaba. Con horror lo vio girar para encontrarlo con las pupilas rojas, su piel transparente con gotas sanguinolentas como el maldito Dientes de Sangre.
─¡NO, tu no!
Flashback
─Este será mi último viaje en mucho tiempo amor. ─Dijo Yoon Gi a su esposo mientras caminaban hacia lo profundo del bosque por la orilla del rio.
─Pero amor, tus eres parte importante de la investigación.
─No dije que la abandonaba, dije que sería mi último viaje en mucho tiempo ¿No te imaginas por qué JK? ─Le preguntó sonriendo emocionado por compartir la gran noticia con su esposo.
─¿Es lo que imagino? –Pregunto emocionado.
─Sí, vamos a tener un bebé.
El pelinegro levanto a su esposo con mucha facilidad pues siempre había sido muy menudito y lo giro emocionado.
Los dos científicos habían pospuesto más de seis años tener descendencia y ahora en el pico más alto de su carrera con una situación económica envidiable, por fin culminaban su amor con un hijo.
─Tenemos que regresar, hemos caminado mucho, no es bueno para ti y para el bebé.─Le dijo el futuro padre
─Puedo caminar- dijo mientras sobaba su pancita.
─Insisto, debemos tomar precauciones. Llamaré a la base y pediré que nos recoja el jeep
─Jung Kook, pero debo tomar muestras
─Insisto.
─Yoon Gi, miró con amor el musculoso y atlético cuerpo de su obstinado esposo mientras llamaba a sus colegas.
─Jung Kook a Base, cambió. Jung Kook a base, cambió. Responda base.
Un sonido sordo era lo único que se escuchaba. Nadie contestaba a su llamado.
─Responda base; Jung Kook a base. Chicos respondan. Jin, Nam Joon, respondan. Jung Kook a base, responda base. Si esto es una de tus bromas Jin esta vez no te lo pasaré. Responde o te juro que pondré una queja en la Universidad...
El más terrorífico silencio inundo el bosque...
Fin del Flashback
Jung Kook despertó, le dolía la cabeza, trataba de enfocar la vista, pero estaba desenfocada, se forzó a ver y con horror comprobó que veía todo como sombras y en color rojo, como si un velo cubriera su visión.
De repente recordó todo. Su esposo y el regresaban al campamento preocupados porque nadie les contestaba cuando fueron atacados por aldeanos enardecidos.
Corrieron y logró esconder a su esposo en un árbol hueco, el corrió para alejarlos de Yoon Gi. No supo cuánto corrió antes que lo atraparan y lo hicieran comer del asqueroso hongo sangrante, que lo hizo retorcerse de dolor de estómago
Recordó con horror la euforia que sintió y el trance en el que se sumergió, cuando se sintió ansiedad y ganas de comer carne cruda como si su vida dependiera de saciar su hambre. Quizá esa sensación era el mismo frenesí que sentían los adictos esperando su siguiente dosis.
Comenzó a vomitar cuando revivió en su mente cómo le presentaron el cuerpo sin vida de Kim Nam Joon, su compañero de expedición y químico de la empresa Corean Labs. Debía ser una pesadilla, no podía ser que se comiera el corazón de Nam Joon.
En su vomito se podía ver pedazos de carne y coágulos. Miro sus manos todavía sentía la textura del corazón en sus manos y el sabor en su boca y dientes que habían masticado a su amigo. Lloró al recordar los gritos que escucho de Jin el esposo de Nam que gritaba suplicante desde la jaula oxidada en que lo tenían atrapado.
Pasaron más de veinte minutos para que pudiera calmarse. Se quedó estático sin fuerzas hasta que recordó con pánico que dejo solo en el bosque a su esposo.
Corrió al bosque a buscarlo pero ya no estaba en el árbol en que lo dejó, camino como zombi tratando de no perder la razón, se sentía como drogado. Su conciencia iba y venía.
─¡Jung Kook, aquí estoy!
Jung Kook, se llenó de alegría al escuchar la dulce voz y comprender que su esposo estaba vivo. Con mucho esfuerzo volteo hacia él, pues su cuerpo estaba entumecido, parecía que tenía vida propia, pues ya no lo obedecía.
─¡NO, tu no!─ grito Yoon Gi.
─Yooni, amor, escúchame
─Jung kook
─Yooni, escúchame no tengo tiempo, debes prometerme algo.
Yoon gi, quiso abrazarlo, pero su esposo puso su mano para alejarlo.
─JK, vámonos, tenemos que huir.
─ Toma mi pistola.
─ ¡Nooooo! ─ Grito Yoon Gi, comprendiendo lo que le iba a pedir.
─Sí, amor tienes que prometerme que si vez que mi mente se fue, si mi razón me deja, me mataras. Júramelo, promételo por mi hijo.
─No, no puedo. No me pidas eso, no entiendes que si te mueres, yo también muero.
Desesperado Jung Kook lo abrazo.
-Yooni, devoré el corazón de Nam Joon, mientras Jin me veía.
El rubio tomó la pistola y apunto a su esposo.
Jung Kook cerró los ojos, la muerte vendría a traerle paz. El silencio inundo el bosque
─No puedo Jung Kook, no puedo matarte.
─Ya no soy yo, siento como mi mente abandona mi cuerpo y un ser diabólico consume mi alma. Tienes que prometerme que me libraras de esta tortura. ¿Lo harás? ¡Promételo!
─¡Lo prometo!
Yoon Gi camino alejándose de su esposo, mientras JK, luchaba por no seguirlo para devorarlo.
El rubio se detuvo kilómetros más adelante por el dolor de su pierna que presentaba manchas negras. Tenía fiebre, se presentaron mareos y vómito, que solo confirmaban la infección y el diagnostico de Fascitis necrosante** en su pierna. Su cuerpo llego al límite y colapso desmayándose.
Kim Seok Jin, caminaba se mordía su puño para no gritar, seguía en shock, primero los golpearon y secuestraron su esposo lo defendió pero los aldeanos de Wernigerode*** los superaban en número. Cuando días antes llegaron al apacible pueblo de Wernigerode, el lugar les pareció un hermoso cuento de hadas, pero que ahora su gente estaba enardecida y parecían matones.
Cuando despertó con terror vio que lo tenían encerrado en una jaula de acero como si fuera un animal, quiso vomitar por el olor a podrido y orines. Creyó morir cuando vio a su esposo inerte en una especie de altar y el antes bondadoso carnicero del pueblo un rubio alto ahora lo veía sonriendo con gran satisfacción en la cara casi como si tuviera un orgasmo levantaba una cuchilla acerrada para partir las costillas de su esposo. Con gran satisfacción partio en dos su pecho. Ese espantoso sonido que hico "crac" cuando partió el pecho a su esposo lo perseguiría de por vida.
Su grito se vio opacado con los gritos de alegría de los aldeanos asesinos que ovacionaban cuando Jeon Jung Kook devoraba el corazón de su amado Nam.
Le dolió su cabeza cuando recordó los ojos rojos de Jung kook que lo veían con la mirada perdida y le mostraba los dientes. Su corazón no pudo más y jin sintió un puñetazo dentro de su pecho antes de desmayarse.
No supo cuánto tiempo paso hasta que las violentas sacudidas de JK lo despertaron, al verlo pensó que iba a morir el Micólogo abrió la jaula.
-Jin huye – Le dijo con una voz rasposa.
Pero Jin no podía caminar estaba aterrado, sus pantalones evidenciaban que se había orinado de miedo.
-Huyeeeeeeeee, no puedo resistirlo más.
-¡Mataste a Nam, te comiste a Nam! - grito con odio.
-Jinnnn, corre – fue lo último que dijo antes de lanzarse sobre Jin.
Seok Jin pensó que era su fin, pero Jung Kook se abalanzó a la jaula con sus últimos vestigios de conciencia.
No supo como pero ahora caminaba sin rumbo por el bosque, de repente escucho unos gritos, reconoció la voz desesperada de Tae Hyung del departamento de Geomangnetismo y Exploración.
Se asomó sobre la gran roca en la que estaba subido y miro como un hombre le partía la cabeza con un hacha. Se tuvo que morder el labio hasta sangrarlo para no gritar ante el horror de ver otro de sus seres queridos morir. Su corazón no resistiría mucho tiempo, las imágenes de la mirada de Tae al perder su brillo lo hacían que su mente le dijera que todo era un sueño, que tenía que moverse para no morir.
No tenía armas, no tenía como pedir ayuda. Se dispuso a morir aventándose desde lo alto cuando algo brillo. Se cubrió con las manos el sol para poder ver que era lo que llamo su atención. Era Yoon Gi tenía algo en su cuerpo que brillaba contra el sol, estaba muerto, era otra víctima más.
Sin nada por que vivir Jin, se dispuso a suicidarse, se iba a arrojar al vacío cuando vio que Yoon Gi se movió.
Necesitaba ayuda, comenzó a caminar rumbo al rubio, pero tardo más de una hora en llegar a su amigo.
─Gracias a Dios, estas viva.─ dijo al comprobar el débil latido de su amigo.
Caminaron con paso lento procurando no dejar huellas, su odisea término cuando encontraron la camioneta del instituto abierta, corrieron a revisarla pero no encontraron las llaves.
Buscaron entre los cuerpos regados de sus compañeros, pero fue inútil.
─Yoon Gi, no están las llaves, tenemos que caminar o nos van a matar.
─Ya no puedo dar otro paso mi pierna está matándome. Vete tú Jin, corre, pide ayuda.
─No te puedo dejar, no pude hacer nada por Tae, ni por Nam. No podría vivir si te abandono.
Estaban hablando de separarse cuando Jung Kook se abalanzo sobre Jin.
Gritos y jaloneos rompieron el silencio del bosque.
Yoon Gi, miró como su amado esposo, se había convertido en una hiena carnicera, rabioso de hambre.
─Perdóname dijo antes de dispararle.
Jung Kook sintió un tirón en su cerebro, miro a su esposo con la pistola humeante, su cuerpo perdió fuerza y cayó al piso rebotando su cabeza en el suelo.
Yoon Gi, corrió junto a su esposo.
─Perdóname amor. ─ dijo angustiado mirando el cuerpo de JK.
─ Yonni mira.─ Señalo la mano del pelinegro
En las manos inertes de Jung Kook estaban las llaves del auto, que en sus momentos de lucidez debió encontrar las llaves y las guardo para que su esposo huyera. Era la única explicación posible.
Jin ayudo a su amigo a subir a la camioneta y se sentó apresurado al asiento del conductor, rogando al cielo metió la llave al interruptor y agradeció al escuchar el ruido del motor al encenderse.
Los dos sobrevivientes se alejaban del aquel maldito bosque. Dejando a sus parejas y amigos.
Un año después...
Yoon Gi, puso flores para el retrato de Jung Kook, Nan Joon y Tae Hyung. En esa foto los tres amigos lucían felices, fue la última foto que se sacaron juntos en el aeropuerto antes de partir para el horrible bosque. El rubio limpio sus lagrimas y miró hacia la cuna donde Kookie su hijo, un bebé sano, con cabello negro y con una naricita un poco curva parecida a la de Jung kook, El hermoso nene de seis meses de edad, en este momento dormía plácidamente ajeno a la tragedia donde perdió a su padre.
El timbre sonó, sacando a Yoonie de los recuerdos de su amado esposo y obligandolo a correr rápidamente a la puerta para que cesará el insistente ruido y no despertará a su hijo. Molesto abrió y se encontró con Jin, se veía desesperado agitando en la mano una revista.
-Jin, debes superar estos ataques de pánico, aquello paso. Además te toca dormir a galletita si lo despiertas.
-Perdón pero la maldición no ha terminado mira lo que dice la revista.
Yooni, tomo la publicación científica que su amigo le mostraba para ver con horror y reconocer en la foto al maldito hongo que le quito a su esposo.
El artículo anunciaba que un grupo de científicos había encontrado el maravilloso "Hongo Diente de Sangre" que ayudaba en el proceso del cáncer por su poder anticoagulante.
Jin y Yooni se abrazaron comprendiendo que la pesadilla volvía a repetirse...
La foto del hongo es real y pertenece a la Hydnellum peckii.
* Hydnellum peckii, Se la conoce como Hongo diente de sangre o Diente del diablo. Habita los bosques de pinos de América del Norte y Europa Central, y cuando están en pleno crecimiento segregan un líquido rojo que recuerda a la sangre. Curiosamente, ese líquido contiene atromentina, un anticoagulante natural similar a la heparina. Es comestible, pero su sabor es desagradable, demasiado amargo y picante.
** Fascitis necrosante: Es una infección bacteriana rara que se propaga por el cuerpo rápidamente y puede causar la muerte.
***Wernigerode: Existe y es un encantador pueblo de cuento en el que destaca un castillo de princesas, visible desde cualquier punto de la ciudad Alemana.
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