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08

Quien diria que aquella noche estando en el pasto, con una sabana debajo de ellos y contemplando las estrellas seria algo que los hubiera marcado de por vida. Se encontraba nervioso, temblaba y sentia sus manos muy sudadas con tan solo el paso que estaba por dar con ella, con su apreciada mujer de nombre Caroline.

- Caroline, ¿te encuentras bien? -pregunto nervioso al verla tan pensativa observando el cielo estrellado. Ella tomo un suspiro y puso una sonrisa pequeña afirmandole- Has, has estado algo callada hace un rato. ¿Algo va mal en el trabajo?

- No. No hay nada de malo, solo que, en este momento es perfecto para meditar.

- ¿Meditar?

- Claro. Cariño, siempre hay que aprovechar la oportunidad que se presenta cuando hay paz a nuestro alrededor.

- Cierto, perdoname -Caroline gentilmente le dijo que no era problema, el Sniper se sentia el doble de nervioso cuando el rostro de su pareja volteo a mirarle. Sus dedos se aproximaban poco a poco a su chaqueta para buscar aquella sortija, pero antes de que pudiera tomarlo lo detuvo una vez más aquella calida voz para sus oidos.

- ¿Cariño? -alejó velozmente sus dedos de su prenda y prestó su atención a ella- Necesito hablar contigo sobre algo.

- Soy todo tuyo, ¿qué pasa? -se le acercó más para depositar su brazo izquierdo en sus hombros atrayendola.

- Al meditar mis ideas, me he dejado en claro que no solo yo debo pensar en lo que sucederá conmigo a futuro. -ella lo observaba para saber si realmente la escuchaba, para el Sniper oirla era de lo más primordial he interesante que pudiera hacer- Y he estado pensando entre nosotros dos. He pensando que, que estoy algo preocupada por ti.

- ¿Qué es lo que te preocupa?

- Me preocupas por ese trabajo tuyo que tienes. -ella soltó sin más ese miedo, temia la reacción de su pareja ya que para Lawrence (el Sniper) lo era todo- Cielo, no te pido que renuncies por mi. Te pido que te tomes un tiempo, tengas, te tengas el tiempo para tomar un respiro de esos peligros que enfrentas con esos amigos tuyos. Cada vez que te marchas siempre ruego por ti y el que no te alejen de mi vida -Caroline comenzó a sollozar evitando que el la viera. Caballerosamente saco un pañuelo y comenzó a limpiarles sus lagrimas tratando de consolarla- Incluso tus padres se sienten algo preocupados.

- Mi vida, tu nunca me perderás. ¿Y sabes el por que? -ella le preguntó la razón- Por que soy un profesional en lo que hago. Soy un profesional en que nunca pensaría el rendirme, siempre lucho para poder volver a casa contigo. Caroline, cualquier cosa que me haya sucedido o me sucederá sabes que pelearé, por ti y por nosotros -ella sonrió, habia conseguido sacarle una sonrisa y dejar ese estres suyo fuera. El Sniper le depositó un beso en su frente y se apartó un poco de ella, Caroline se confundio ante eso, pero, cuando notó que la voz de Lawrence ya no era el de un hombre seguro ella estaba comenzando a confundirse el doble- Caroline yo, yo he estado. ¡Estuve! Yo estuve... Bueno, uhg.

- ¿Cariño? -de pronto la habia tomado por sorpresa. Sacó el anillo y avergonzado bajó su sombrero para ocultar su rostro- ¿Lawrence, esto es...?

- Bueno, yo eh. Eh... Lo conseguí antes de que pudieras encontrarme atorado en mi propia trampa para caimanes. Como sea, yo eh... Caroline, yo, ¿quisieras ser mi esposa para...? -la mujer no lo dejó terminar cuando esta terminó por avalanzarse en él entonando un "por su puesto que sí"- ¡Demonios, sí! Yo, crei. Oh Caroline -terminaron por abrazarse por un largo rato hasta que el puso la aquella sortija en el dedo de Caroline- Te prometo, que me daré un tiempo del trabajo. Es una promesa de dos...

- ¡Hey, Sniper! -sintió como la palma de una mano ajena fue a parar en su hombro derecho- Compañero, estamos teniendo un juego de poker en este momento. ¿Gustas una partida? -Engineer trataba de convencerlo en repetidas ocasiones el que no se mantuviera tan distanciado del resto con sus pensamientos o recuerdos. Sniper hacia su esfuerzo pero era inevitable, inevitable por las ideas que tenía en su cabeza con Caroline y esa detective; ambas difefentes pero al menos servible para ayudarlo a encontrar pistas de su paradero.

- Voy en un rato -indiferente mencionó. Engineer comenzó alejarse de él ya que iría a dentro de la base para jugar esa dichosa partida de poker. El Sniper tragó duro su saliva para después suspirar tan profundo, no debaja de ver aquel atardecer por el simple hecho de tener un día libre que para él era más aburrimiento que diversión; aunque también era una tortura al momento de estar solo. Acomodó mejor su sombrero y se adentró al edificio hasta llegar a la sala donde estarían sus otros compañeros. Por ahora se trasladaron a una sala que era tomada por ser la de entretenimiento, teniendo un pequeño bar ahí, la mesa para jugar algunos juegos de apuestas, un proyector antiguo para observar peliculas y demás derivados para sus entretenimientos trabajando ahí. Al entrar a esa habitación solo notó que Spy no se encontraba conviviendo (algo tan común de él teniendo su sala para fumar), se acercó hasta la mesa y fue recibido por el resto para proceder a jugar- Bien, empecemos esto. -Engie fue quien empezó a barajear y entregar las cartas primeramente para el Heavy, Demoman, Soldier y por su puesto el Sniper.

- ¿Dónde estar doktor? -preguntó curioso el Heavy.

- Bah, de seguro en su laboratorio con sus cosas -tomó un trago de su wisky siendo regañado por Soldier.

- ¡Aún no es momento para embriagarse soldado! ¡Estamos por empezar esta partida!

- Shh, calla. Que no voy a terminar "muerto" en la mesa.

- ¡¿Muerto?! ¡Muerto terminarás sino obedeces a mis ordenes! -por poco y comenzaban una pelea terminando a golpes, pero Engie se hizo cargo cuando en ese momento comenzó el juego.

- ¡Oigan ya callesense los dos que no dejan ver la peli en paz! -gritó el Scout de fondo quien estaba siendo acompañado por el Pyro.

- "Vuelve a hablar mocoso y tus sesos terminaran en el piso" -pensó anargadamente el Sniper.
Pasando unos veinte minutos, la partida de poker se volvió intensa cuando el Demoman tenia la suerte de ganar, por otro lado, Soldier ya le estaba declarando una guerra por todo o nada. En este instante iniciaron una vez más pero Sniper rompió la tensión- Por cierto, ¿alguien más nota algo extraño?

- ¿Cómo que? -le observó Heavy.

- ¿Y la detective y su ayudante?

- ¡Creo que se fueron a darse un rato a solas o algo asi! -gritó una vez más de fondo el Scout, que al tener palomitas en su boca no pudieron hacerle mucho caso a su incoherencia.

- Miss Pauling vino a buscarla para una reunión con el sr. Hale y la administradora -mencionó Engineer.

- ¿Eso es todo? -dudoso dijo una vez más el australiano.

- Pues sí. La mirada que tenia la detective me da a entender que no es nada malo, parecian lo bastante tranquilos cuando se fueron con Pauling, inclusive ella. Sabes algo raro que siento con su ayudante, ¿cómo se llamaba?

- ¿Miyamonton? -dijo el Demoman confundido.

- Miyamoto compañero.

- Ah, ese tipo débil -volvió a tomar un trago de su bebida.

- Claro, ese chico Miyamoto, no lo se pero siento que es algo ¿distinto? No lo se -Engie se quitó su cazco para rascar su cabeza y volver a su duda- No parece un detective.

- Pues el ser ayudante de detective, ser su trabajo -Heavy bajó sus cartas y prestó más de su atención aquel tema cruzandose de brazos.

- Lo sé, pero me refiero a que no le es muy servible para la detectiva. Ella se ve profundamente concentrada en lo que le esta tratando de resolver al sr. Hale. Siento que no me estoy explicando bien -frustrado mencionó.

- Tu piensas que por ser débil crees que es una carga, ¡Posiblemente lo sea, pero aun así no se ve del todo como un gusano!

- Ya. Aun así, no se quedarán por mucho tiempo aquí. Además sería incomodo que se quedara mucho tiempo con nosotros en la base -Sniper bebio un trago de una cerveza que tomó hace unos instantes.

- ¿Incomodo? -el escoses le observó.

- Venga compañero, como diría el Spy. Alguien de su tipo no es nada para nosotros.

- ¿Que carajos te pasa? ¿desde cuándo piensas como el Spy hombre? -Demoman se levantó de su asiento casi tambaleandose.

- ¡Eso no importa! Lo que importa es que si ella acaba pronto aquí, no lo se, sería algo bueno ¿no creen?

- ¿Tú no estar comodo con detective Liz? -al parecer poco a poco los compañeros de aquel australiano iban dudando sobre él.

- No quice mal interpretarme pero... -se mantuvo en silencio por todas aquellas ideas que se fusionaron acorrolandolo. Comenzaba a estresarse.

- ¿Sniper? ¡Soldado responda! -el Sniper se levantó de su asiento dejando sus cartas dando a entender que se marcharía sin decir nada- ¡Dije que respondieras, es una orden!

- ¡Callate ya! ¡Nadie te obedece, deja de hacerlo! -gritó enfurecido.

- Hey amigo, es mejor que evitemos esto y volvamos al juego -pacificamente mencionó el Engineer. Pero la gota que derramó el vaso fue unas risas burlonas de parte del más joven.

- ¡Pelea! ¡Pelea! ¡Pelea! -Sniper no dudo de tomarlo de su camiseta y querer darle un puñetazo, claro que el Scout también se iba defender al sentirse confundido por tal reacción agresiva de su compañero. Sin embargo los detuvieron.

- ¡Sniper! Baja eso y dejalo en el suelo -tanto como el aussie y el chico observaron la entrada de la sala. Spy los tomó por sopresa y amargadamente les ordenó tal cosa. Sniper rendido dejó caer a su colega y el comenzó a sobarse parte de su cuello y transmitirle una mirada amenazante al más alto- Deberían actuar como profesionales. En un momento tendremos devuelta la presencia de la detective y su audante, verlos de esa forma es repugnante he incomodo para la señorita.

- ¿Lo dices tú o realmente eso lo piensa ella? -ironicamente dijo el Scout.

- Sabes me sorprendes el que no le hayas insinuado algo contigo.

- Primero nos tragamos su idea de que era un hombre, aunque bueno lo vimos como un niño. Pero ahora no creo que sea...

- Por su puesto que no. No es tu tipo.

- Woah ¿qué? ¿qué, qué no es mi tipo? -el empezó a reirse sarcasticamente- Podría pedirle una cita asi de rápido y tu boca quedaria en el suelo por horas. -aquella sala de pronto comenzó a sentirse la presencia de carcajadas por las ocurrencias del más joven del grupo- ¡Carajo, será cierto! ¡Ya lo veran!

- Eres una verguenza -murmurando dijo una vez más el australiano quien fue oido por el Scout.

- ¿acaso quieres que te golpee?

- ¿Qué, tienes miedo en hacerlo? ¿Cómo lo tendras con ella? -empezaron a volver a amenazarse cuando fueron una vez más interrumpidos por el frances.
El ambiente se volvió algo tenso hasta que oyeron el sonido de pasos aproximarse a la sala. Spy, quien estaba justo en la entrada, giró su cabeza al pasillo a su izquierda y notó la presencia de aquellos dos individuos.

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