✨ACEPTANDO SU AMOR✨
El pálido se acercó al casillero maltrato por el tiempo, algunas partes ya estaban pelando se, la pintura gris estaba muy opaca y el sarro ya no tardaba en aparecer.
Con mala gana puso su combinación, molesto por el frío que recorría el lugar ya que afuera estaba nevando y esa canción que salía de las bocinas lo irritaban, la odiaba por dos razones, la primera por qué por lo menos llevaba cinco veces en toda la mañana que se repetía.
Cuando la lluvia se detiene
tu brillas sobre mi
Tu luz es la única cosa que me
mantiene fuera del frío
La luna en la noche de verano
Los susurros de las estrellas
están cantando como árboles
de navidad
Así que te diré un millón de pequeñas
cosas que no conoces
Todo se construye desde adentro
Y te diré
un millón de pequeñas razones
por las que me enamore de tus ojos
Solo quiero estar donde tú estás..
Al abrir un pequeño paquete envuelto en un trapo con estampado navideño estuvo apunto de caer y lo hubiera hecho si no fuera por sus buenos reflejos, lo que si cayó al suelo fue una notita que salió de debajo de ese paquete.
— ¿Otra vez? — Suspiro para luego dejar escapar todo el aire por la boca mientras se agachaba a recoger el papel — ¿Por que no lo entiende? ¿En qué idioma debo hablarle? — Miro con más detalle el paquete he inevitablemente sonrió levemente al ver por una abertura el contenido.
A su cabeza llegó el recuerdo de aquella primera vez que encontró un paquete en su casillero, una caja amarilla hecha a mano, también una notita dentro “Cuando la lluvia se detiene tu brillas sobre mi” decía el papel “¿Hyung, aceptaría mis sentimientos? Atte: Jimin” solo eso, y solo eso basto.
En ese momento su corazón se aceleró, ese lindo niño gustaba de el pero no podía, después de eso había hablado con el pero el menor se había negado a darse por vencido y a partir de entonces aparecían de vez en cuanto paquetitos dentro, mentiría si dijera que cada que lo hacía su corazón no se aceleraba y emocionaba, lo hacía inevitablemente, Yoongi se había enterado que Namjoon había sido sobornado para obtener la combinación del casillero, aún así nunca la cambio hasta ese momento y nunca se le había ocurrido hacerlo.
Movió la cabeza negando mientras aún conservaba la sonrisa hasta que se dio cuenta de ella y aclaró la garganta volviendo a su semblante serio de siempre, esperaba que nadie lo hubiera visto.
Un brazo rodeo su cuello repentinamente con fuerza jalando lo un poco hacia abajo.
— ¿Qué estás haciendo?.. Mmm — Miro el paquete en las manos del pálido — No me digas que.. Jaja ese chico no se rinde.
— ¡Cállate! — Carraspeó con voz grabé.
— Mmm — Miro a su amigo unos segundos y una sonrisa burlona se le formó — Y tu no quieres que se rinda ¿Verdad? — Le dio un pequeño golpe en el hombro al contrario — En navidad se cumple un año ya y solo falta una semana para eso.
— ¡Mira Namjoon, te voy a dar un golpe si sigues diciendo estupideces! ¡Tu y tu estómago fueron los sobornados!— Alzo una de sus manos fingiendo estar apunto de golpear lo cuando..
Unos pasos rápidos se escucharon cerca por el pasillo detrás de ellos y no les dio tiempo de voltear cuando unos brazos rodearon al pálido.
— No Yoongi hyung, no golpe a Namjoon hyung — La voz dulce y levemente quebrada salió.
El pálido giro un poco su cabeza mirando hacia abajo encontrándose con aquellos ojitos color miel que lo miraban hacia arriba, brillosos por lo cristalinos que estaban, un puchero en los labios rosados que hacían ver tan adorable a aquel rubio más bajo.
Yoongi pudo sentir como su corazón podría derretirse en cualquier momento, podría morir en ese instante y lo haría feliz al tener esa imagen como lo último que vio, en su cabeza solo pensaba en “Te diré un millón de pequeñas razones por las que me enamore de tus ojos” y ”Solo quiero estar donde tú estás” lo cual era la segunda razón por la que odiaba esa canción, cuando veía al rubio, cada parte parecía encajar.
— ¿Jimin que haces? — Otra voz sonó y ambos mayores miraron hacia donde se escuchó — Suelta a Yoongi hyung.
— ¡No! — Se aferró más al cuerpo del mayor el cual sin que se diera cuenta sus mejillas estaban comenzando a teñirse de color carmín — Estoy bien aquí, gracias, además Yoongi hyung podría tener frío.
“Tu luz es lo único que me mantiene fuera del frío” Resonó de nuevo en la cabeza del pálido.
— ¡Jimin!
— Está bien Jin — Sonrió burlonamente — No creo que a Yoongi le moleste — Miro a su amigo —¿Cierto?
— ¿Q..Qué?
— ¿De verdad Yoongi hyung? — Los ojitos le brillaron con ilusión mirando al mayor mientras su agarre se hacía más firme.
— Y..yo — Tartamudeo un poco y luego miro el paquete en su mano, así que se soltó del abrazo — ¿Por que dejaste esto en mi casillero otra vez? — Intento que su voz saliera más seria y firme lo cual apenas logro.
Otro puchero en los labios del más bajo se formó, Yoongi volvía a cambiar de tema como muchas otras vez para no responder cuando era algo relacionado con sus sentimientos y que lo alejara tampoco fue de su agrado.
— No es otra vez, está vez son galletas de navidad hyung — Sonrió escondiendo sus bellos ojitos que se convirtieron en una línea — ¿No te gustan? Las hice especialmente para ti yo mismo.
Las piernas del pálido temblaron, su corazón se aceleró tanto que tuvo miedo que todos allí pudieran escucharlo ¿Cómo podría alguien tener una sonrisa tan hermosa? Solo Jimin.
— Yo no..no suelo comer galletas y..
— No ahí problema, yo me las como — Intento agarrar el paquete de las manos del pálido — Faltaba más, no podemos dejar que se desperdicien y.. ¡Ay!
Un golpe seco se escuchó y todos se quedaron sorprendidos mirando al rubio.
— ¡No! — Miraba a Namjoon serio — Las hice para Yoongi hyung, a ti también te hizo unas Jin.
— ¡Jimin! — La voz del castaño salió apenada mientras lo miraban.
— ¿Enserio? — Se dirigió a Jin quien sus mejillas estaban rojas de la vergüenza.
— Y..yo, digo si, son..— Sus nervios le ganaban — Son de despedida — Sonrió forzadamente, y esas palabras hicieron que el ambiente cambiará.
Jimin miro a Yoongi, sus ojitos ya se habían llenado de lágrimas, esa navidad sería la segunda peor para el rubio, a pesar de que creía que el pálido le era indiferente con sus sentimientos y lo había sido todo el año desde que el llegó la navidad pasada a ese orfanato, no quería dejar de verlo.
Jimin había llegado a los 15 años a ese lugar después de que sus padres fallecieron días antes de navidad y ninguno de sus pocos familiares habían querido hacerse cargo de el, el 24 de diciembre había sido llevado allí y Jin al verlo tan solo y triste fue el único que al principio se acercó.
Con el paso de los días Namjoon también lo hizo gracias a Jin, sin embargo, Yoongi nunca había sido bueno con las palabras, aún así había intentado hacer sentir mejor al rubio y fue una de las partes esenciales para que a Jimin le llamara mucho la atención, sabía que debajo de ese chico serio y frío había alguien cálido y dulce, y desde ese día Jimin había hecho lo posible por gustarle al mayor, Yoongi fue cayendo por ese niño berrinchudo, mimado, dulce, juguetón y adorable poco a poco pero no quería aceptarlo a pesar de que todos se daban cuenta menos Jimin y el.
Yoongi y Namjoon eran dos años mayores que Jimin y Jin, Namjoon acababa de cumplir 18 años dos días atrás y Yoongi los cumpliría en tres días, lamentablemente al cumplir la mayoría de edad el orfanato les daba su libertad y debían irse del lugar y esto pasaría el día de navidad, Jimin había llorado mucho cuando lo supo, temía no volver a ver a Yoongi nunca más.
— No quiero que se vaya, Yoongi hyung — Se lanzó abrazarlo y la voz quebrada hizo que el corazón de Yoongi se estrujara — No me deje.
En ese momento de nuevo esa canción estaba sonando..
Así que te diré un millón de pequeñas
cosas que no conoces
Todo se construye desde adentro
Y te diré
Un millón de pequeñas razones
Por las que me enamore de tus ojos
Solo quiero estar donde tú estás..
Está vez Yoongi no pudo evitar devolver el abrazo, tampoco quería irse, no quería dejar a su pequeño rubio, había estado evitando a toda costa ese tema con Jin, con Namjoon y sobre todo con Jimin con el que se había portado un poco distante por lo mismo y por lo cual nunca había querido aceptar sus sentimientos, no quería hacerlo sufrir cuando se fuera, pero estaban allí ya, frente a frente escuchando los sollozos del más bajo que se aferraba a el.
— Tal vez deberíamos dejarlos solos — Miro a Jin quien sorprendido por el contacto físico de parte de Yoongi correspondiendo al abrazo solo asintió — Vamos, llévame a dónde tienes esas ricas galletas — Tomo la mano de Jin y lo jalo.
Tanto se había negado a sus sentimientos por el menor para no herirlo pero nada había funcionado, Jimin lloraba en su pecho y su corazón dolía al verlo así, amaba a ese mimado y tal vez esconder sus sentimientos no había sido lo mejor, una idea se le vino a la cabeza ¿Y si le daba los últimos días a Jimin estando juntos? Tal vez así por lo menos podrían vivir un poco de ese amor.
Yoongi se separó un poco de Jimin, pego su frente a la contraria mirándose fijamente y colocando sus manos sobre las mejillas del rubio, una de cada lado, el rostro de Jimin estaba empapado de lágrimas las cuales fueron limpiadas por los pulgares del mayor con delicadeza.
— Cuando llegaste aquí y entraste por esa puerta , todo resplandeció ¿Sabes? — Sonrió depositando un beso en la frente del menor — Eres como la primera nieve que llegó en una noche de verano, un milagro increíble, un momento sorpresivo que nadie vio venir, eso eres tú para mí Jimin.
— Hy..hyung — Susurro entre sus sollozos.
— Shh, déjame seguir pequeño — Volvió a sonreír cálidamente lo cual acelero el corazón de Jimin y al instante cayó sus suspiros de llanto — Lamento haber sido malo contigo todo el año, sabía que este día llegaría así que creí que sí no aceptaba tus sentimientos sería mejor para ti y sería más fácil, pero tú y ese hermoso rostro me ganaron rápido, tuve que esconder mis sentimientos también.
— Eso quiere decir que.. — Sorprendido sus ojos volvieron a brillar.
— También me gustas.. ¡No! Estoy enamorado de ti, Jimin — Se acercó despacio hasta los pomposos labios del menor y deposito un pequeño y suave beso haciendo que ambos sintieran mariposas en sus estómagos.
Se separaron y las mejillas de ambos estaban rojas, sobre todo las de Jimin, parecía un tomate, no cabía de la felicidad en ese momento, después de todo, Yoongi sentía lo mismo por el, amor.
— Jimin, por ahora solo quiero estar donde tú estás como dice esa tonta canción — Tomo ambas manos del rubio — Déjame quedarme a tu lado hasta el último segundo que me queda aquí, hasta navidad.
— Si hyung — Sonrió volviendo a esconder sus ojitos — También estoy enamorado de ti, quiero pasar estos días a su lado hasta navidad.
Y los labios de ambos volvieron a unirse en un beso tierno, lento y tan dulces, dónde sus corazones bailaban al mismo ritmo acelerado, donde ambos olvidaron que estaban en un pasillo donde pronto saldrían sus compañeros hacia el comedor, fue hasta que escucharon la campana tocar y ambos se separaron de golpe sonriendo con complicidad cuando el lugar se llenó.
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