Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

✭Fantasista Squad✭


"Eh, que alguien le despierte..." murmuró uno de los alumnos.

La clase entera dirigió su mirada hacia el bicolor que ocupaba el asiento al lado del pelinaranja.

Este, revolviéndose incómodamente en su sitio, aunó ánimos para despertar al chico que se encontraba descansando a su lado.

"Shi-Shinonome- desp-despierta-" tartamudeó, temiendo el como pudiese reaccionar su compañero.

Akito Shinonome gruñó, abriendo sus ojos lentamente, para después fulminar al de ojos grises.

"Aoyagi, qué demonios necesitas!?"

Toya se encogió en su asiento, y tímidamente señaló al profesor. Akito miró profesor de plástica, y después de nuevo a Toya, sin comprender lo que trataba de comunicarle. Antes de que pudiese decirlo, el profesor lo hizo por él.

"Entonces, como estaba diciendo-" dirigió su mirada hacia Akito "debéis formar grupos de cuatro, para hacer el proyecto.

El sonido de sillas moviéndose y los pasos del alumnado, dirigiéndose a las mesas de sus amigos, llenaron el aula.

Solo cuatro personas permanecieron en sus asientos.

El profesor lo notó.

"Aoyagi, Shinonome, Kamishiro, Tenma, formad un grupo los cuatro." les ordenó. Los cuatro nombrados cruzaron miradas que delataban los nervios que les dominaban, y predecían la incomodidad que habría en el ambiente de trabajo.

Sin tener muy claro qué hacer, los otros tres se dirigieron a la mesa del rubio, reuniéndose alrededor de ella.

Akito les miró, el desprecio y la desconfianza asomándose a sus ojos, haciendo sentir incómodos al resto. Tsukasa, viendo que todo se iba al traste, tomó la iniciativa.

"Haha- ha... M-me presento-" empezó, temblando ligeramente. "soy Tsukasa Tenma, futura estrella!"

Rui empezó a reírse, tapándose la cara con una manga.

"P-perdón-" murmuró, su infame sonrisa gatuna coronando su rostro. "Soy Rui Kamishiro. Encantado."
Toya decidió ser el siguiente. "Un placer, Toya Ao-"
"Sí, sí, todos sabemos quién eres. El favorito de los profesores." bufó Akito, el odio en su mirada augmentando.

"Shinonome, es una optativa artística, no hace falta que muestres odio ha-"

"Tenma, deja de hacer el ridículo." le espetó el pelinaranja. Tsukasa sonrió.

"Pongámonos con el trabajo. Debemos hacer una presentación sobre-" calló, y parecía pensativo. "Aoyagi, sabes sobre qué era?"

"Una exposición oral sobre un pintor renacentista. Debemos confeccionar una cartulina, y-"
"Y sí, lo pillamos." de nuevo, Akito le cortó la frase a la mitad, mirando al suelo, molesto por alguna razón que el bicolor no podía comprender.

Acaso he hecho algo para molestarle...? Trató de recordar todas sus interacciones anteriores con el pelinaranja, pero nunca había hablado con ninguno de los tres.

"Propongo a Miguel Ángel." intervino Rui.

Los tres lo miraron, cuestionando el porqué. Rui captó la pregunta.

"Habéis visto las estatuas que talló, ¿no?" preguntó.
Akito quedó entre perplejo y asqueado.

"Ya sabemos todos que eres maricón, Kamishiro. No hace falta recalcarlo cada vez que hablas."

Aún así, decidieron hacer una exposición sobre el renombrado artista italiano.

"Ey, Miguel Ángel no era una tortuga kung-fu?" murmuró Tsukasa.

* * *

Malditos imbéciles... porqué narices tenía que tocarme con ellos...? De nuevo, Akito tenía ganas de unirse al cosmos. Y no pueden ni llegar pronto a casa de Aoyagi... Malditos sean... Aoyagi...

Miró de nuevo su teléfono, esperando que al menos Rui y Tsukasa hubiesen dado alguna excusa sobre el porqué de su tardanza, pero nada.

Sin más opciones, llamó al timbre.

Tras varios segundos de espera, en los que se preguntó si tal vez se había equivocado de timbre, y debía salir corriendo, sonó la monótona voz de Toya.

Subió por el ascensor.

Cuando entró en la casa, se encontró al bicolor, dormitando sobre la mesa del comedor, junto a unos apuntes. Sorprendido, los recogió, y examinó sus contenidos.

"Shi-Shinonome..." farfulló el de ojos grises. Akito se giró de nuevo para mirarle, pero seguía dormido. Aún en ese estado, alargó la mano, a tientas, y cogió la de Akito.

La ternura de verlo en ese estado se agolpó en su pecho del pelinaranja, sorprendiéndole. Empieza a caerme bien este- este libro andante!? El calor que le invadía fue suplantado instantáneamente por rechazo.

Sacó su mano de entre los dedos de Toya, quien, con el movimiento brusco, despertó, sorprendido.

Antes de que pudieran decir algo, Tsukasa y Rui entraron por la puerta.

"Estáis cogidos de la mano!?" exclamó el menor de los Shinonome.

Rui contestó, su risita escalofriante dotando el ambiente de un grado de terror innecesario en aquel momento.

"Tsukasa tenía curiosidad por como se sentía el tener contacto con un hombre, y se lo he mostrado."

Una serie de escalofríos recorrieron la espalda de Akito.

"Hasta donde lo habéis llevado...?" preguntó, temiendo la respuesta que pudiese recibir.

Tsukasa ladeó la cabeza, sin llegar a comprender el nivel de seriedad de la situación.

"Digamos que le he enseñado a besar... lugares románticos de Shibuya..."

La respuesta del pelimorado no ayudó a tranquilizar a Akito.

"Aunque, Shinonome, sabes que a todos aquí nos gustan los hombres, no trates de ocultarlo..."

Ahora Akito estaba verdaderamente horrorizado.

"Me estás llamando homosexual? Pero si-"
Toya apoyó su mano en el hombro de Akito, que solo acabó de aterrorizarlo.

"Estoy rodeado de-" no podía articular palabras. Miró a los tres, tratando de relajarse. "Hemos venido a hacer el proyecto... acabemos con esto, y no nos hablemos nunca más.

Empezaron a pegar las imágenes que Toya había imprimido con antelación a su visita, y a escribir los textos que él mismo había preparado para la cartulina.

Pegaron cada cosa en su recuadro, mas para cuando miraron la hora, eran pasadas las once y media de la noche.

"Toya, te importaría si nos quedamos a dormir esta noche?" preguntó Tsukasa, curiosidad genuina en su voz. "Dudo que mis padres me dejen deambular solo por Shibuya a estas horas, menos aún que ellos vengan a recogerme."
Rui asintió, silenciosamente formando la misma pregunta.

Toya se encogió de hombros, sin ninguna opinión real. "Supongo. Avisadles."

Akito no quería tener que quedarse con ellos, pero sabía que las condiciones de Tsukasa eran las mismas para él.

"Toya... podrías hospedarme a mí también... si no te importa- porfavor?" masculló, entre dientes.

"Una fiesta de pijamas! Esto no podría ser mejor!" exclamó Tsukasa, sus ojos radiando pura alegría y emoción.

Eso sí que no era algo que compartiese con Akito.

"Id vosotros avanzando el proyecto, yo prepararé algo para comer..." un largo suspiro emanó de la boca de Toya.

Akito, inconscientemente, se fijó en sus labios. No tardó en darse cuenta de sus propios pensamientos. Estoy- fantaseando con ese ser!?

* * *

Mientras disfrutaban del vasto menú que les había preparado Toya en escasos minutos, el silencio que e formó entre los cuatro no auguraba que pasaran una buena noche.

Akito miró por el rabillo del ojo a Rui, sentado a su lado. Tan discretamente como pudo, analizó también a Tsukasa y a Toya, quienes comían sin decir palabra.

Tal vez Rui tenga razón. Tal vez- todos aquí seamos- gays...

La consciencia le carcomía, urgiéndole que dejase de fingir, pretendiendo no saber que él lo era.

Aunque trató de concentrarse en la comida que tenía en el plato, un pudo evitar darse cuenta de las miradas que Rui lanzaba a Tsukasa, y de como se sonrojó el chico.

Akito se levantó de golpe, y el plato cayó al suelo, dejándolo lleno de restos a medio comer, y cerámica hecha pedazos.

Los ojos de Toya parecieron agrandarse, mientras lo miraba, entre sobresaltado, asustado y...

Preocupado? Tras todo lo que le he dicho, Toya se preocupa por mí? De verdad- le importan mis sentimientos?
Sacudió la cabeza, tratando de disipar sus pensamientos, y acabar con sus dudas. No puedo más con ellos-
"Por dios, se puede saber qué estáis haciendo todos?" vociferó, fulminándo a los tres con la mirada. "Que sí, que sois maricones, me queda claro. Pero yo no! Y no hace falta que-"
Sintió como sus manos se calentaban. Ya callado, miró hacia abajo, y vio como estaban envueltas por las de Toya.

"Lo siento, A-Akito-" farfulló, sus mejillas húmedas debido a las lágrimas que por ellas corrían. "Lo siento mucho-"

El pelinaranja estaba incrédulo. Toya Aoyagi, quien, como ahora se daba cuenta, no le había hecho nada, le estaba pidiendo disculpas sollozando.

El bicolor siguió hablando.
"No quería- que lo que siento por tí- resultara una molestia-"

Ahora, eran Tsukasa y Rui quienes les miraban, siendo la perfecta descripción de la incomodidad. Y Akito no les podía culpar.

"To-Toya" balbuceó, un hervidero de emociones reemplazando lo que pensaba que era su corazón. "Qué- qué es lo que sientes por mí, exactamente...?"

Toya levantó la vista, pestañeando lentamente, y después frotándose los ojos con los puños cerrados.

El corazón de Akito reventó, junto con todo control que tuvo hasta entonces.

"Toya-" pero apenas lo pudo oír. "Toya Aoyagi, me gustas- me gustas mucho!" gritó. "Soy un mentiroso, un hipócrita, y amo a un chico. Pero Toya, te amo!"

Rui, quien se había mantenido al margen hasta entonces, intervino.

"Así que el homófobo resultó ser homosexual...?" rió, contento con su frase.

Fue Tsukasa, quien ahora parecía sonrojado.

La tensión en el aire empezaba a desaparecer, como si la confesión de Akito hubiese cambiado todos los problemas que habían tenido antaño, hubiese arreglado todo.

Y así parecía ser.

La confesión de Toya aún lo tenía temblando, y el haber respondido él también, admitiendo sus sentimientos, lo sorprendía aún más.

Toya lo sonsacó de sus pensamientos.

"Tsukasa, Rui... sonará- muy, muy raro, pero..." tragó saliva, tratando de hacerse entender. "Siento que si- Akito y yo empezamos algo... nuestra relación no estaría completa sin vosotros dos."
Rui lo miró suspicazmente.

"Qué quieres decir? Que os aconsejemos en vuestra relación? Que seamos vuestros amigos?" la siniestra sonrisa gatuna apareció en su rostro de nuevo.

Sin perder ni un segundo, Rui se sentó sobre la mesa, ladeando la cabeza, mientras reía.

"Tal vez... deberíamos explorar nuestros límites..." propuso, susurrando. "Tal vez... podríamos hacer esto más... ¿interesante...?"
Akito, ahora consciente de las miradas cómplices entre los otros tres, empezó a sentirse acalorado.

"A Akito no parece disgustarle la idea..." ahora fue la estruendosa risa de Tsukasa la que hizo que el pelinaranja volviese en sí.

Qué están- sugiriendo...? Una idea, que antes hubiese considerado disparatada y repulsiva, empezó a formarse en su mente.

Una idea que ahora empezaba a parecerle intrigante y curiosa. Una, que le hacía querer explorar sus límites.

Miró a los otros tres, quienes le sonreían traviesamente.

"A mí me parece bien..." intervino Tsukasa. "Hemos pasado de desconocidos, a formar un grupo... creo que sería divertido..."

Akito miró a Toya, quién le observaba, esperando su aprobación, con una expresión que delataba la timidez que sentía, pero la esperanza de que Akito aceptara.

Miró al pelimorado, quien parecía saber muy bien lo que quería

Miró a Tsukasa, quien se había sentado sobre Rui, y sonreía ampliamente a Akito, animándole.

Esa idea que proponían, esa idea alocada, pero que parecía tener futuro, junto a ellos tres. Tal vez... solo, tal vez, lo desconocido no sea tan- aterrador y horrible- si es junto a ellos- junto a Toya.

"Bueno..." pensó en lo que estaba a punto de decir. "Podríamos intentarlo... mientras no me cojáis los tres de la mano a la menor ocasión..."

Una nueva risa, melódica, sonó sobre las otras dos.

Toya, de nuevo con lágrimas en los ojos, y aún riendo, les tomó a él y a Tsukasa de las manos, quien a la vez, tomaron a Rui entre las suyas.

"No hay nada que perder-" farfulló Toya, con una sonrisa que les cegaba. "Y, si es junto a voostros, haré cualquier cosa."

El ambiente, tan cargado momentos antes de dolor, tristeza, sufrimeinto, mentiras y odio, se había vuelto un poco más ligero.

Tal vez no sepamos lo que está por venir, lo que pasará a continuación... pero, sea como sea, nos tenemos los unos a los otros. Akito sonrió, más reconfortado.

"Por un nuevo camino- juntos."

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro