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capitulo seis

Punto de vista de Aria.

Richard era un amigo que hace un año y medio se fue a California a estudiar allí, mantuvimos el contacto.

—Feliz cumple, moni -me abrazó -diecisiete ya, eres una vieja.

— Richard, cállate tienes diecinueve.

— yo estoy en mi mejor edad, ya puedo hacer lo que quiera porque soy mayor de edad, dejé de depender de mis papás.

— a mi aún me queda un año para que eso suceda -miré al frente donde estaban mi hermana y Joel riéndose, bajé la mirada.

— moni... ¿qué te ocurre? -miré a Richard con mis ojos cristalizados.

— solo... Te lo cuento fuera de este lugar.

Salimos fuera donde no habia nadie solo Richard y yo, le conté todo lo que me sucedía con Joel.

—guau... ¿pero seguro que solo te gusta y no te has enamorado?

— es imposible que me haya enamorado.

—¿te duele verlo con tu hermana?

— si.

—¿sientes mariposas cuando lo ves?

— si.

—¿Tiemblas cuando te mira?

— si.

— entonces siento decírtelo, pero te has enamorado -suspiré.

— pues que bien todo -dije con sarcasmo.

—ojalá me equivoque y sea solo una amor de primavera -verano.

—¿por que Joel? Hay miles de personas más ¿por qué el novio de mi hermana?

—pues yo pienso que haríais buena pareja -lo mire haciendo una mueca -"la pareja perfecta" no existe, además tu no tienes la culpa de enamorarte de Joel, uno no elige de quien se enamora.

—no puedo traicionar a mi hermana de esta manera.

—no lo hagas, tu hermana siempre por delante es tu hermana al fin de todo. Pero antes piensa si tu hermana haría lo mismo por ti.

Obvio, nos llevábamos bien, a veces teníamos nuestros más y nuestros menos, pero éramos hermanas.

— voy a por algo de beber, espérame aquí -se levantó de donde estábamos sentados y entró dentro del local, yo miré a la nada, pensando en Joel, sabiendo que estaba dentro de ese lugar con mi hermana problablemente besándose o riéndose.

Son la pareja perfecta, y yo el monstruo que se ha enamorado del Romeo de su hermana.

—bonita noche -su voz acarició mi cuerpo -muchas estrellas.

—si... Me encantan las estrellas.

— lo sé, ¿a quién no le gusta?

— a mi hermana.

— es verdad -reimos,se echó hacía atrás para observar las estrellas -túmbate, las veras mejor.

Me Tumbé a su lado y su mano rozaba la mía.

— un cielo sin estrellas no sería un cielo.

— cuando mires las estrellas recuerda que en todas y cada una de ellas hay un beso para ti -nos miramos a la vez y sonreímos. FRENOS NECESITO FRENOS PARA NO BESARLO. Cada vez mas cerca, nuestras respiraciones casi eran una, nuestras narices se rozaban un paso mas y nuestros labios estaban juntos.

— mi hermana debe estar buscándote -me aparté.

— si, es verdad -se levantó -¿vienes dentro?

— no, estoy esperando a Richard -Sonreí y él me devolvió la sonrisa antes de adentrarse en el local.

Me llevé las manos a la cabeza, ¿que fue eso? Joel Pimentel a menos de tres centímetros de mi. Y yo lo aparté por ldiota, aunque hice lo correcto porque él está con mi hermana.

—¡YA VOLVI! -dijo el dominicano sentándose pasándome una bebida

—ay Richard que bueno que llegaste.

—¿que sucedió?

— te cuento otro día.

Cuando la fiesta acabo, Hope y Katherine se vinieron a dormir a casa, estuvieron dos horas hablándome de lo que hicieron con Chris y Erick aúnque yo la verdad no les prestaba mucha atención que digamos, estaba pensando en Joel, menos tres centímetros y casi toco esos labios tan perfectamente comibles.

—planeta Tierra llamando a Aria -miré a Kath -¿que te pasó que estás ida?

—llevas ida desde que viniste de fuera con Richard.

—me pasó algo.

—¿con quién? ¿con Richard? — preguntó Hope.

—no.

— ¿Zabdiel? — preguntó Kath.

—no.

—¿entonces?

— Joel -dije en tono muy bajo ya que la habitación del al lado era la de mi hermana.

—¡CUENTA YA! — dijeron al unísono.

— okay, Richard entró en el local a por bebidas y yo me quedé sola afuera, llegó Joel y se sentó conmigo empezamos a hablar de las estrellas y...

—¿¡Y!?

—casi nos besamos -susurré.

—que fuerte... — dijo Katherine incrédula.

—pero como que ¿casi os besais?

—me dijo esta frase cuando mires las estrellas recuerda que en todas y cada una de ellas hay un beso para ti.

—ay... Que mono -dijeron al unísono.

—me aparté antes de que sucediera algo de lo que después me arrepentiría.

—hiciste bien, es el novio de tu hermana, y por mucho que tu te enamores de él eso no cambiará.

Nos dormimos, y al día siguiente nos despertamos por la luz del sol, más bien yo me desperté.

Baje a la cocina a desayunar algo, cogí el zumo de naranja y lo serví en un vaso cuando llamaron al timbre.

Abrí la puerta y no podía ser.

—hola -saludó sonriendo.

—hola, ¿qué haces aquí? -hasta que caí en que venía por mi hermana -oh es verdad, aún duerme pero la voy a despertar, pasa.

Entro en casa y cuando iba a la habitación de Nora a despertarla apareció.

— amor -lo abrazó y acto seguido lo besó,yo mire a otro lado tratando de disimular que estaba celosa.

— os dejo solos -subí a mi habitación y las dos bellas durmientes se habían despertado -Joel está abajo.

—¿que?

—sí, hablando con mi hermana.

— tranquila ya bajo yo a por algo de desayunar -Kath salió por la puerta y luego retrocedió -psss venid, están discutiendo.

Automáticamente salimos disparadas a escuchar, algo que nos caracteriza a las tres somos muy cotillas.

— es una oportunidad increíble, no puedo rechazarla.

—¿y tiene que ser en Australia? ¿no puede ser aqui?

—Joel, Sabes que es mi sueño.

—lo sé, pero... ¿desde cuando lo sabes?

— desde hace tres semanas.

—¿y me lo dices ahora?

—no quería que esto nos afectase.

— pues afecta, sobretodo si me mientes.

—Joel, por favor entiende.

—¿cuando te vas?

—mañana en la mañana.

—perfecto -salió de mi casa como alma que lleva el diablo, enfadado estaba eso se notaba a kilómetros. Pero también lo veía triste.

Y no sé por qué, me mataba ver su cara entristecida... Ay Aria donde vas a parar.

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