Su arrogancia es mas grande que los lentes de sol que usa y eso es decir mucho, ya que los lentes ocupaban casi todo su rostro.

   ¿Es que acaso las películas que veía de niña son basadas en la vida real?

   Una rubia plástica con menos carne que un pollo se cree la dueña de la escuela, allá por donde va todos se mueven cediéndole el paso, al parecer tiene complejo de Madona. Una mano alzada con una cartera en miniatura de un beso y la otra como si estuviera apoyada en algún lugar plano, así es como camina; es bastante gracioso a decir verdad, pero me indigno su actitud.

   Verla caminar y que le dejen el camino libre no era nada, pues a mi no me afecta; si me molesto que haya empujado a una chica que estaba de espaldas por no moverse para que pase, teniendo todo el lugar del mundo al rededor de la pobre infeliz que recogía sus cosas del piso con mi ayuda.

- Gracias. - Dijo la morocha frente a mi.
- No hay de que. - Sonreí - ¿Cómo te llamas?
- Sasha, ¿Y tú?
- Soy Sofia, un gusto. - Sasha extendió su mano para que se la estreche, pero claro que le di un beso en cada mejilla dejándola estática.

     Seguí mi recorrido por la escuela observando la lista en mi mano, debería encontrar mi casillero y luego...

    Un golpe seco, como si choque una pared, aunque tenia ropa esta pared y claramente era una persona; lo observe a la cara cuando se dio vuelta y me enoje. Claro que tenia que ser él, el señor al que una intenta ayudar y luego desaparece sin decir gracias. Rodee su cuerpo, ya que claramente, no tenia intenciones de moverse y seguí mi camino hasta mi casillero.

  >>>Maldito idiota, ojala le hubiera dicho a los motociclistas que estabas escondido atras... <<<

- ¿Siempre hablas sola? - Me sobresalte sobremanera y observe a mis espaldas, largando un fuerte suspiro al darme cuenta que era Sasha. Tenia su casillero junto al mio.
- No lo sé, no me di cuenta que hablaba. - espero no haya escuchado nada.
-No te preocupes, solo susurrabas. Acabas de meterte en el ojo de la tormenta, solo aviso. - levanto ambas manos en signo de rendición.
- ¿De que hablas? - Mi curiosidad aumento, pues toco el timbre de inicio de clases. - Mierda, no sé ni donde estoy parada.
- Dejame ayudarte. - Estiro su mano tomando el papel en la mía. - Suerte la tuya, tienes Historia conmigo, yo te guió.
- Eso de verdad es un alivio. - saque mis libros y cerré la taquilla.
 
   Caminamos por el pasillo y doblamos esquinas no se cuantas veces, pero llegamos antes que la profesora apareciera, gracias a que me hizo trotar.

    Bien, a decir verdad la rubia estirada pareciera una buena alumna, hasta que la vi copiar las respuestas de la chica en el asiento frente a ella. Eso me dio gracia, pues en Argentina dicen que las rubias son huecas, claro que no es cierto, tenía amigas rubias inteligentes, pero de igual forma me hizo reír.

- ¿De que se ríe señorita Sanchez? - Ay! En la que me metí, olvide mencionar que la viej... La profesora Smith observa todo de todos, nos quiere como robots.
- Disculpe profesora, me río de como ella, - apunto a la rubia hueca - le copia las respuestas a ella. - apunto a la otra.
      La mirada asesina de ella, me mato 5 veces de distintas maneras, claro que solo le Sonreí con sorna. Todos juntos como en un coro me regalaron un "oooh" de velorio. La profesora claramente las mando a separarse, poniendo a la rubia, Jhonson creo que la llamo, frente a su escritorio durante todo el año.

      El almuerzo de locos, lo llamaría al primero que tuve en la escuela.
     Sasha me aviso que la próxima vez que tocaran el timbre tendríamos que ir al comedor y que me explicaría las normas. Fuimos las primeras en llegar, pues pedimos para ir al baño cinco minutos antes; tomamos nuestros almuerzos y fuimos a sentarnos, ya que yo soy altanera o lider (eso dicen) tome la iniciativa de ir a sentarme a una mesa redonda en medio del comedor.

   -¡¿Estas loca?! - chilla Sasha- Esta mesa es de Alexa, se enojara muchisimo. - Intenta levantarme por el codo mientras me río sin parar. - ¡¿De qué mierda te ríes?!
- Calmate un poco - digo entre risas. -¿Quién es esa?
- La rubia hueca. - dice mirando mas allá de mi.

   Me doy la vuelta y la rubia, ahora llamada Alexa, me mira de arriba con dos escoltas.

- Sal ya de mi mesa. - Oh, se equivoco conmigo. Ya me molesto.
- ¿Tu mesa? - río con sorna - Yo no veo tu nombre por ningún lado huequita.
- ¡¿Quien te crees que eres?! ¡Sal ya de aquí! - no me paso desapercibido el silencio fúnebre que se creo en el comedor.
- Mira, acá no dice tu nombre, es el primer día de escuela por lo que no puedes tener ya un asiento y no me vengas con tus derechos de rubia hueca que conmigo no van. Deja de humillarte sola y vete a sentar que necesitas comer, piernas de pollo. - dicho esto me gire para Sasha que me miraba con los ojos casi, casi salidito de su órbita. - Sientate Sasha, tengo hambre.
- Eres una gorda asquerosa, me la vas a pagar. - me amenazo la muy loca.
- Tus amenazas me la paso por ahí abajo. Si soy gorda es mi problema, no te pido el dinero para la comida, así que no me jodas y vete de una vez.

    Chilló, pataleo y siguió chillando, pero luego se fue. Sasha no paraba de reír diciendo que nos iba a ir mal, muy mal y yo trataba de tranquilizarla de que nada pasaría.

  - Bien, dejemos el futuro agonizante que nos espera por un rato y observa. - empezó apuntando. - allá arriba se encuentran los Zeltas, - apunta a un segundo piso que no me di cuanta que estaba allí. - Christopher es el de cabello largo, líder y mellizo de Gina, la castaña que estaba con Alexa. Jamas debes acercartele, odia a casi todas las personas, ama a su hermana y a sus amigos. Pero es escalofriante cuando te mira, ya que generalmente tiene su ojo morado por andar en peleas.

- Ni que lo digas. - Murmuré sin darme cuenta.

- Oh! Verdad que le chocaste. Yo no se por que te dejo pasar sin decir palabra, pero sigamos. El de al lado de Christopher, a su derecha es Zabdyel, no es tan desagradable la verdad, es hasta amable y simpático, lo contrario a Erick, el de la izquierda, lo único lindo que tiene son sus ojos, pero de personalidad es una asco. Claro que nadie peor que Christopher.

- ¿Y que onda la hueca? - pregunto por que no quiero saber mas de Chris, desgraciado.
- Oh! Ella, ella es... - campana maldita.

    Al llegar a mi casa a la tarde, comí temprano antes que llegaran mis padres y fui a mi habitación, ojala no lo hubiera hecho, pues casi casi muero de un infarto al ver un bulto acostado en mi cama....

Hola, preguntaron cada cuanto subiría capítulos, no tengo ni idea la verdad. También que si cuando empezaba la novela, pues ya empezó señor@s, solo que todavía no tengo claro los días que subiré capítulos y no quiero hacer publicidad por ahora.
Perooooo, aunque sea una vez por semana lo empezare a subir.
Prometo, prometo..
Soy mala en todo esto, así que tengan paciencia a la novela... Y a mi obveooo..
Bien, bye...
XOXO