20

POV ELLIE

Derek y yo estábamos en la veterinaria junto a Deaton. Al final descubrimos que Deaton no era el alfa ya que él estaba tirado en el suelo inconsciente, así que lo ayudamos y nos vinimos los tres a la veterinaria para que el jefe de Scott revise mi herida.

Tenía miedo, y mucho, ya que está el riesgo de que muera o que me convierta en mujer loba y los cazadores me obliguen a suicidarme. Ninguna de las opciones me alegra mucho, pero quería vivir e iba a aceptar cualquier complicación con tal de mantenerme con vida.

— Bien Ellie, ya está —Dalton ya había terminado de limpiarme la herida.

— Muchas gracias por ayudarme —le agradeció a con la mirada y este asintió.

— No te preocupes.

— Lamento lo sucedido —se disculpó Derek y Deaton asintió con la cabeza.

— No hay problema Derek —le dijo con sinceridad Deaton— Los dejaré solos —Deaton se fue de la habitación.

— ¿Estás bien? —le pregunte al ver lo preocupado y asustado que estaba.

— Tengo miedo —me confesó soltando un suspiro.

— ¿De qué tienes miedo?

— Tengo miedo a que mueras —acaricio mi mejilla con su mano—. No quiero perderte, no a ti —lo mire con curiosidad ya que Derek lo dijo como si ya hubiera perdido a alguien por eso.

— ¿Has perdido a alguien por la mordida? —el bajo la vista al suelo evitando mi mirada. Eso me confirma que estoy en lo cierto.

— Si —dijo como si le doliera contarlo—. Se llamaba Paige y ella fue mi primer amor.

¿Qué? Él ya se había enamorado antes.

— ¿Y qué paso? —pregunte tratando de no sonar tan curiosa.

— Murió por mi culpa —fruncí el ceño y me enderece ante esa respuesta, ya en mi mente todo se aclaraba y ya intuía en donde iba está historia.

— ¿A que te refieres con eso?

— Yo la mate porque ella estaba sufriendo mucho ya que su cuerpo no acepto la mordida —mire con pena a Derek y lo abrace.

— No es tu culpa, tu solo la salvaste de su dolor. De todas maneras ella iba a morir —trate de animarlo ya que me había dado cuenta de que su ánimo cambio.

— Por esa razón tengo miedo a perderte —me dio un corto beso y pego su frente con la mía.

— No me pasara nada Derek —eso esperaba—. Ahora entiendo porque tus ojos son azul eléctricos —comente más para mi que para el, este suspiro con tristeza.

— Mis ojos siempre me hace recordar ese día en que la mate...

— Tú la ayudaste a calmar su dolor y créeme que para mi jamás serás el villano de mi historia. Eres una gran persona Derek Hale —le bese la mijilla—. Además, a mi me encanta ese color —le mencione con la sonrisa tierna y este me dio una media sonrisa.

— Sabes que tienes que regresar a tu casa, ¿verdad? —me preguntó cambiando de tema y yo hice una mueca—. Es la única forma, solo así no levantaras sospechas. Ya después podremos desquitarnos con Scott —reí con lo último y asentí sabiendo que tenía toda la razón.

Ya después McCall tendrá que responder por sus actos.

[...]

Estábamos Derek y yo a una cuadra de mi casa mientras nos damos el "ultimo" beso de despedida.

— ¿Sabes que mañana será luna llena? —le mencione y este asintió con la cabeza—. Si la mordida funciona tendrás que ayudarme a controlarlo.

— Claro que voy a ayudarte —me beso los labios—. No tenía pensado en dejarte sola en tu primera transformación, es la más difícil —me recordó y yo suspire, estaba nerviosa.

— Está bien.

— Te veré mañana en el bosque antes de que sea de noche.

— Bien, ya me voy —abrí la puerta y antes de salir le robe un beso.

Cerré la puerta y empecé a caminar hacia mi casa. Al llegar vi como el Camaro de Derek iba desapareciendo poco a poco de mi vista, luego con la llave entre a la casa y entre en silencio. Ya que era muy tarde y todos debían de estar durmiendo.

Cerré la puerta y luego empecé a caminar hacia la escalera pero de repente las luces se prendieron y yo mire hacia Allison que me miraba aliviada.

— ¿Dónde estabas? Me tenías muy preocupada —Allison me abrazo con fuerza—. No vuelvas a hacer eso —me dijo amenazante y con lágrimas en los ojos—. Nunca.

Me sentí aliviada de verla aquí a salvo, a pesar de que su cara estuviera toda demacrada y eso me preocupo, comencé a arrepentirme por irme sin importarme nada.

— Jamás —le prometí—. Cuéntame ¿están bien todos? —le pregunte preocupada y esta asintió.

— Sí, estamos todos bien aunque termine con Scott —abrí mis ojos como platos y los de ella se llenaron de lágrimas. Por una parte me alegraba que estuviera sufriendo Scott.

— ¿Por qué? —le pregunte extrañada y ella empezó a llorar, así que la abrace a mi y mire para todos lados asegurándome que nadie nos estuvieran escuchando. Ambas hablabamos despacio.

— Porque Scott me mintió —me dijo y mordió su labio para evitar llorar más—. No se que es pero se que me está ocultando algo —sabía perfectamente a lo que se refería y era que Scott no puede decirle nada ya que Allison no debe de enterarse de lo sobrenatural.

— Allison no crees que ¿estás haciendo un poco cruel con el? —le pregunto y ella suspiro con cansancio.

— No lo sé, tengo que pensarlo —se seco las lagrimas con sus manos— ¿Cómo te sientes tu? —me pregunto y yo suspire.

— Sigo molesta con Scott por mentir en algo así, Allison. Derek no es un asesino, yo lo conozco y se que él no seria capas de matar y menos a su única familia —ella se quedo pensativa.

— La policía lo anda buscando —me aviso y bufe—. Por favor no te acerques a él, al menos cuando se compruebe su inocencia.

— Está bien, lo entiendo porque me lo estás pidiendo así que para tu tranquilidad lo haré —le mentí y esta me sonrió de lado—. Vamos a dormir fue una noche muy larga.

— ¿Puedo dormir contigo? —pregunto con timidez Allison y yo le sonreí con cariño.

— Claro que si y puedes hacerlo las veces que quieras —ella me sonrió con dulzura y ambas nos fuimos a mi habitación para dormir.

[...]

Al otro día Allison y yo despertamos por mi alarma. Ella fue a su habitación a cambiarse  y yo fui a mi baño para ducharme. Me demore media hora y al salir me puse mi ropa interior y me mire en un espejo viendo la mordida del Alfa. Suspire y lleve mi mano hacia ella y me ardió al tocarla, hice una mueca de dolor  y me puse una venda para tapar la herida.

Busque ropa para ponerme y me puse una polera azul marino, chaqueta de cuero negra, jeans negros y unas botas con un poco de taco de color negra. Me maquille como siempre y luego me senté en mi cama mientras pensaba que seré de mi vida de ahora en adelante siendo mujer loba, como también pensé en la posibilidad de que podría morir. Tenía tantas ganas de hablar con todas las personas que me importan, me gustaría despedirme de ellos y no sabía como lo haría para no levantar sospecha. También quería hablar con Scott, no me gustaría morir estando molesta con él.

No voy a morir. Me recordé a mi misma, aún sigo bien. No siento como si estuviera muriendo.

Escuche como golpeaban mi puerta tres veces y yo grite "pase" pensando que podría ser Allison pero me di cuenta que era tía Kate quien entro a mi habitación.

— Hola cariño —me sonrió cariñosa y yo la mire seria.

— Hola —le dije tratando de sonar amable mientras me sentaba en la cama.

— ¿Siempre te gusta vestirte con colores oscuros? —me pregunto y yo asentí mientras me encogía de hombros—. Vine a verte, necesitamos hablar.

— ¿De qué?

— Hable con tu padre y lo convencí de que salieras de caza con nosotros —me sonrió y yo la mire sorprendida.

— ¿De verdad? —pregunte incrédula y ella asintió entusiasmada.

— Ahora ya me voy para que te sigas alistando —me dio un beso en la frente y yo le di una falsa sonrisa cariñosa.

— Está bien, tía —ella se fue de la habitación y yo bufe con fastidio, no la soportaba.

Me levante de la cama con flojera y salí de la habitación hacia el comedor donde mamá tenía ya el desayuno listo. Cuando la vi la abrace y le di un cariñoso bese en la mejilla.

— ¿Y eso? —me pregunto extrañada y yo me encogí de hombros.

— ¿Qué no puedo regalonearle a mi madre? —le pregunte mientras hacia un puchero y esta solto una pequeña risa.

— Claro que si mi niña —me beso la frente y le sonreí con ternura.

— Te quiero, mamá —solté viendola a los ojos y por un momento me puse nerviosa, pensando estúpidamente si ella me rechazaba como lo hacía la señora que me crió, pero me relaje al sentir como ella me atraía en sus brazos.

— Al igual que yo, no tienes ni idea lo mucho que te amo —acaricia mi cabello y yo me aferre s ella disfrutando de esta muestra de amor por parte de ella.

— ¿Y papá? —le pregunte luego de separarnos y veía como colocaba las tasas en la mesa.

— Está en el despacho hablando con Kate —me contó  yo asentí con la que cabeza mientras pensaba en que podrían estar hablando papá con Kate.

— ¿Te ayudo en algo?

— Si, ayúdame a traer el pan —me dijo y yo fui hacia la cocina a traer lo que me pidió.

Luego todos nos sentamos en la mesa y cominos animadamente -sin contar la molesta presencia de Kate- al terminar el desayuno le pedí a Allison que me acompañara al banco a sacar dinero que me mandaba mi supuesta madre de Londres y ella acepto. Aún no sabía porque ella seguía depositando dinero cuando mi tía Melissa le contó que yo ya sabía la verdad. Me extrañaba su actitud, pero también cabía la posibilidad de que lo hiciera porque mi difunto padre se lo pidió. Por más que me odiara, sabía perfectamente que ella estaba enamorada de mi padre.

Al llegar al banco fuimos las dos a sacar el dinero que necesitaba y luego le pedí que me llevara a una tienda de motocicleta.

Si, quiero comprarme una moto ya que tengo la licencia y hay que aprovechar eso. Además, me cargaba tener que dejar el auto en todas partes y la moto es más práctica para sacarme de apuros.

Allison se rió mientras me miraba sorprendida cuando le conté lo que tenía pensado hacer con ese dinero y me dijo: "a papá no le gustara para nada esa idea". Yo solo me encogí de hombros sin importancia y ella me acompaño hasta la tienda encantada. Al llegar me despedí de ella diciendole que de buena forma que ya no necesitaba de su compañía y ella se fue para la casa. Entre a la tienda mientras observaba que moto podría comprarme.

Pero me detuve en una que me llamo la atención. Era una moto deportiva Ducati 2013, era de color blanco y las ruedes de color negras, sin duda fantástica.

— ¿Señorita desea llevarse está moto? —me pregunto un señor que de seguro es el vendedor y yo asentí con la cabeza mientras seguía embobada viendo la moto.

— Sin duda la quiero —lo mire con una sonrisa de oreja a oreja y este me sonrió contento.

— Pues acompáñeme para arreglar los papeles —asentí en respuesta y yo seguí al señor hacia un escritorio.

[...]

Ya había firmado los papeles de la compra y el señor me entrego la llave de la moto. Yo estaba feliz por mi compra y me subí en ella encendiendola Sonreí al escuchar el hermoso ruido del motor. Me puse el casco -que venía incluido con la moto de color blanca-, me abroche la chaqueta de cuero y acelere saliendo de la tiendo hacia la calle.

Me siento sin duda genial en esta moto y además de eso me hace sentirme sexy en ella. Ya quiero ver la cara que ponga Scott y de Stiles al ver la hermosa moto que me compre. En estos momentos creo que debería ir a hacerlo una visita a Scott para romperle la cara por lo que le hizo a Derek y para mostrarle la belleza que compre.

Diez minutos después llegue a la casa de Scott y me estacione enfrente de ésta, apague la moto y me quite el casco. Encamine hacia la casa de los McCall, no era necesario tocar la puerta ya que seguía todavía con las llaves de la casa.

Iba entrar a la casa pero me detuve al escuchar la voz enojada de Stiles.

— Eres un maldito imbécil por eso te espose —le espeto molesto Stiles y fruncí el ceño confundida. ¿Cómo es que escuche lo que decía Stiles si no lo dijo tan alto como para escucharlo desde aquí?

Y luego abrí los ojos con sorpresa, mi cuerpo acepto la mordida, eso significa que soy una mujer lobo. ¡No voy a morir!

— Ya te dije que lo siento —dijo Scott como arrepentido.

Decidí mejor entrar y ver que estaba pasando. Al entrar a la casa subí la escalera corriendo y llegue a la puerta de Scott vi que estaba abierta. Mire con el ceño fruncido a Scott ya que estaba en el suelo esposado a un calentador y vi a Stiles que tenía las manos en su cadera mientras miraba a Scott con el ceño fruncido. Scott fue el primero en darse cuenta de que había llegado.

— ¡Ellie! —me miro aliviado Scott y Stiles se dio la vuelta para verme—. No vuelvas a hacer eso jamás, pensé que el alfa te había hecho algo —me grito molesto.

— Pero de todas formas nos alegra de que estés bien —agrego Stiles de manera más sutil mientras me abrazaba.

— ¿Qué paso con tu mordida? —me pregunto Scott con el ceño fruncido.

Me saque la chaqueta de cuero rápidamente y luego me levante la polera dejando a la vista mi abdomen. Me saque la venda con nerviosismo y al mirar mi abdomen abrí los ojos como platos por la sorpresa. Sentí mi cuerpo relajarse completamente por el alivio.

— ¡Sanaste! —grito Stiles mientras miraba mi abdomen sin ni una herida.

— Ahora eres mujer lobo —me miro con preocupación y yo me estremecí levemente al darme cuenta de eso—. Él no me quiere solamente a mi ahora.

No sabía cual de los dos había puesto peor cara y eso me alerto al máximo. ¿Cómo era posible que todo cambiará de un momento a otro? Seguía sorprendiendome com todo esto y eso no me gustaba, mi vida entera estaba cambiando y no sabía si para bien o para mal.

— Me quiere en su manada.

No solo tengo que cuidarme del alfa, si no de los cambios que tendré desde ahora en adelante y que tendré que tener mucho cuidado para que los Argent no se enteren.

¿Es muy tarde para arrepentirme de irme a vivir con ellos?

¡Mierda!