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Extra 3 - Perdición

Narrador Omnisciente

El día estaba un poco soleado para su gusto, pero sí bien no le había molestado antes, en ese momento sus sentimientos estaban tan confusos que no sabría sí iba a lograr fingir en frente de Eric el dolor y rabia que la estaban invadiendo a medida que veía esas fotos que le llegaron en un sobre días antes.

<<¿Cómo es que le hizo eso?>>, Se preguntaba a la vez que lágrimas invadían sus mejillas, pues sabía que el amor era muy finito aunque a veces se quisiera creer lo contrario, pero nunca se esperó aquella traición por parte del que era su prometido.

—Ana — Exclamó su padre — ¿Vas a decirme por qué estás así? — Él se acercó a ella para limpiar las lágrimas de sus mejillas y sonreírle.

—¿Cuándo dejaste de amar a mamá? — Por su expresión esa pregunta no se la esperaba, y aunque dudó en responder, con un largo suspiro comenzó a hablar.

—Te confieso que siempre le tuve miedo a esta conversación pero de alguna manera tenía que llegar... — Concentró su mirada en la ventana de la habitación como sí viajara hacia otro lugar. — Hace unos años atrás cuando conocí a tu madre sentí que había encontrado el amor de mi vida, ella era tan distinta a mí que a diferencia de distanciarme me atrajo aún más —Una triste sonrisa se reflejó en su rostro — El tiempo pasó y yo cada vez más enamorado de ella decidí proponerle matrimonio, no sabes lo jodido que fue escoger un anillo con el que me sintiera seguro. Ese día en aquel restaurante que los dos amábamos tanto, me arrodillé con los nervios en cada parte de mi cuerpo a la espera de su respuesta, por lo que cuando llegó el sí, me sentí el hombre más afortunado del mundo — Cerró los ojos demostrando que no era fácil tanto recordarlo como decirlo— Nos casamos y un día ella llegó un poco asustada porque al parecer se había atrasado con su periodo y de algún manera sabía que estaba embarazada, lo pensé como una corazonada, claro que luego sí ella tomó la prueba para que lo confirmara.

>>Llegaste a nuestras vidas iluminando aún más todo lo que ya teníamos, vaya que aún recuerdo lo hermosa que eras cuando al ser una pequeña bebé te tuve en mis brazos por primera vez, mi hija — Su voz tembló — A veces el amor que sientes por una persona no es suficiente Ana, a veces a pesar de querer a alguien con todas nuestras fuerzas terminamos haciéndole daño de cualquier forma...Cuando tu madre recurrió al alcohol fue cuando me di cuenta de que sí bien aún era una persona importante para mí ella ya no era la misma, cosa que fue destruyéndome a medida que pasaba el tiempo y cuando no soporté más fue cuando decidí separarme y llevarte conmigo porque en ninguna circunstancia te dejaría con ella sabiendo que no estaba en condiciones para cuidarte. — Abrió los ojos para fijarlos en Ana donde ella pudo notar el gran dolor que atravesaba a su padre — No he dejado de amarla pero sé que ya no puedo estar a su lado, que no hay forma de volver a ser esa pareja que fuimos años atrás porque nos haremos daño juntos como ocurrió en un pasado, el amor nos hace egoístas pero muchas veces por contradictorio que suene somos capaces de hundirnos por otra persona, de destruirnos por ella, y nunca te pondría en el medio...

—Lo siento papá — Susurró — No quería que te sintieras mal.

—Para nada linda — Dijo abrazándola — Era algo que debías saber y sea lo que sea que te tenga de esa manera, eres una chica muy fuerte que saldrá adelante siempre ten eso presente — Se alejó para caminar hacia la salida — Iré al trabajo, sí necesitas cualquier cosa por mínima que sea no dudes en llamarme, nos vemos en la noche cariño.

—No te preocupes papá, y muchas gracias — Sonrió — Te amo...

—Yo mucho más hija — Cuando este desapareció, ella tomó la decisión de enfrentar a Eric, aceptaría el viaje porque necesitaba salir y que él no tuviera oportunidad de escapar de ella.

*

Durante la tarde preparó todo su equipaje a la vez que Eric le enviaba un mensaje donde decía que ya iba a recogerla, así que con los nervios a tope e intentado controlar su ira, llegó al porche de su casa para verlo con total ignorancia de que ella ya era consciente del error que había cometido, y cuando una sonrisa apareció en su rostro Ana sintió como sí el veneno se esparciera por ella.

—Mi amor — Exclamó animado — Que linda estás — Se acercó a ella para abrazarla y besarla sin ningún pudor pero al darse cuenta que esta no le correspondía se detuvo. — ¿Pasa algo?

—Solo tuve una discusión con mamá — Mintió para apresurarse y meter su equipaje en el auto sin darle tiempo a replicar.

Cuando apenas iniciaban como pareja a ella le gustaba poner música a todo volumen y cantarla junto a él ignorando las miradas extrañas de las demás personas que los veían, pero ahora, a pesar de que Eric le propuso que pusiera la música Ana solo se limitó a escoger un canal de radio decente para cerrar los ojos obligándose a dormir a pesar de lo corto que sería el viaje, solo esperaba llegar al lugar y tener la valentía de hablar directamente porque hasta ahora podía hacerse la valiente, pero la realidad era que un gran terror la invadía a medida que se acercaban a su destino, pues una parte de ella quería que todo fuera un montaje porque sí todo llegaba a ser cierto no podría soportarlo, no podría considerar todo el tiempo que vivió junto a alguien que al parecer no conocía en absoluto, que todo habría sido un engaño.

—Linda — Susurró Eric despertándola — Ya llegamos.

Cuando terminó de enseñarle la cabaña que había alquilado a su prometida, comenzó a desempacar todo pero una duda no lo dejaba estar tranquilo, pues la actitud de Ana era muy extraña y peor aún sí ella intentaba ocultarlo cuando él la conocía muy bien. La posibilidad de que ella se hubiera enterado estaba presente pero era casi imposible, Lina a pesar de todo amaba tanto Mason que fue capaz de cerrar la boca con tal de que Freya no le hiciera daño.

—Eric — Exclamó Ana cuando él entró a la que sería su habitación en esos días — Necesito hablar contigo.

—Así que ya me dirás que es lo que te pasa — Dijo intentando calmar sus nervios.

—Hace unos días... — Comenzó a hablar pero entonces unos fuertes pasos la interrumpieron.

—Buenas noches — Dijo una joven mujer — Mi esposa y yo vinimos también a pasar el fin de semana en este bonito lugar, el dueño nos dijo que estaríamos con otra pareja supongo refiriéndose a ustedes, por lo que espero y nos llevemos muy bien.

En ese momento la confusión de los dos era palpable, pues para Ana, primero no tendrían la privacidad suficiente para hablar del tema tan delicado que la estaba carcomiendo dentro, y Eric en ningún momento fue avisado en que compartirían el lugar.

El fin de semana pasó rápido y a pesar de Ana mantener una distancia con Eric, la pareja con la que estaban conviviendo terminó por ser muy amigable, donde de hecho aconsejaron a Ana para afrontar el problema que se le aproximaba, así que compartiendo sus números de teléfono y con la promesa de volver verse, ellos se despidieron y emprendieron su camino a Los Ángeles.

— ¿Por qué lo hiciste? — Preguntó Ana mientras Eric encendía la radio a la vez que manejaba por la autopista.

— ¿Hacer el que...? — La confusión era clara en su rostro y sin poder soportar más su descaro, ella explotó.

— ¡¿Cómo es que me traicionas de esa forma?! — Ante su grito él se sobresaltó — Yo lo único que he hecho es quererte y ser la mejor esposa para ti, pero al parecer el pago no es el mismo... ¿Cómo le haces eso a Mason? — Sus ojos comenzaron a cristalizarse — No te bastó solo con eso, además te aprovechas de unas menores de edad... ¿En qué te convertiste?

—Ana, cálmate yo...

— ¡No me pidas que me calme solo dime la puta verdad para acabar con esto! — El estrés de Eric ahora estaba en todo su cuerpo, al parecer la amenaza no había sido suficiente y Lina le dijo a Ana. Estaba entre la espada y la pared.

—No es cómo crees linda — Una motocicleta los pasó rápido provocando que Eric mantuviera las dos manos en el volante con tal de esquivarlo, pero en ese proceso perdió el control de los frenos y sin saber que más hacer con pánico observó a Ana.

—¡¡Eric frena!! — Exclamó ella con miedo.

— ¡No puedo, los frenos no me funcionan! — Gritó intentándolo de nuevo sin obtener ningún resultado.

Ana probó con el freno de mano pero eso solo empeoró la situación, y en unos segundos la camioneta se elevó para girar múltiples veces hasta terminar en el otro carril donde un gran camión terminaría por arrollarlos dejándolos al borde de un gran abismo.

*

James

Cada minuto maldecía a Lina por haber hecho eso, la verdad nunca estuve de acuerdo pero no podía oponerme porque dejaría mí interés muy evidente cosa que para la inestabilidad de ella no era conveniente.

De un momento a otro, el auto comenzó a girar hasta el punto de terminar a una gran distancia de donde estaba teniendo en cuenta que siempre estuve detrás de ellos, y cuando pensé que sería todo un gran camión impactó con ellos dejándolos a punto de caer en un gran abismo. Eso fue suficiente para que frenara y corriera a toda velocidad donde estaban sin importarme sí algún carro me arrollaba.

Al llegar, pude observar como Ana tenía un gran golpe en la cabeza a la vez que estaba inconsciente, pero lo que me preocupó fue la gran cantidad de sangre que salía de aquella herida, así que con la ayuda de los viajeros logramos sacarla y aunque no lo pensé en mis planes, también a Eric.

Como lo tenía previsto saqué el maletín donde estaban las cosas necesarias para auxiliarla y evitar que la pérdida de sangre le generara alguna pérdida irreversible. Comencé a curar poco a poco las heridas mientras ingresaba oxígeno con el pequeño concentrador que llevaba. A simple vista su débil pulso comenzó a retomar el ritmo normal aunque sabía lo que estaba haciendo era solo provisional y no tardaría a empeorar de nuevo, sería suficiente para esperar a los paramédicos y salvarla. Imaginé que Eric no contara con la misma suerte ya que no pensaba mover un solo dedo por él, pero otro médico estaba presente donde lo ayudó y para no ser muy evidente me vi en la obligación de prestarle mis herramientas.

No la dejaría morir porque a pesar de los años sin hablar con ella, Ana se había llevado absolutamente todo de mí, ella era mis noches en vela, ella era mis momentos difíciles, ella era mi esperanza y a la misma vez mi perdición...

*****

Holaaa, me paso por aquí primero para expresarles mi agridulce situación, pues ya hemos llegado al final de esta historia cosa que me provoca felicidad y al mismo tiempo tristeza.

Amo el apoyo que he obtenido de ustedes...Seguiré trabajando para crear consciencia de los trastornos mentales y demás problemas que se tienden a romantizar. (Por ahora de una manera muy superficial , pero estoy creando una historia por la cual me he tenido que informar de psicólogos y demás la cual les estaré informando ya que va dirigido a las personas que alguna vez o siguen luchando contra la depresión y los trastornos alimenticios)

Always and Forever...

*

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