EPÍLOGO
La primavera era una de mis estaciones favoritas y el hecho de que justo en esa fecha Lina se casara aún más.
Me encontraba observando el mar de Santa Mónica ya que como lo habíamos planeado desde niñas ella se casaría en esas playas, donde el lugar sería tan hermoso que nunca seríamos olvidadas, y así era, la verdad la empresa que habíamos contratado hizo un gran trabajo.
El altar, era una pequeña tienda donde estaba cubierta por una cortina de una seda casi transparente de color rosa, donde un gran tapete blanco recorriera todo el camino hasta ella, sin olvidar las bonitas sillas donde estarían sentados todos los invitados.
Sin olvidar que la fiesta era a unos pasos de ahí, pues en unas cabañas estaban largas mesas con lujosas copas donde celebrarían esa unión, no era por demostrar mi personalidad fiestera pero la verdad ya estaba ansiosa porque llegara la noche.
—Te ves hermosa — Susurró James en mi oído — ¿Quién diría este par se casarían?
—Eso ya se sabía, la cosa es que son tan idiotas que simplemente amagaron cinco años — Sonreí cuando tomó mi mano — ¿Cuál será nuestro próximo destino? — Él y yo nos habíamos dedicado a viajar, pues luego de que terminara mi carrera y me graduara como médica, emprendimos distintos viajes a zonas recónditas del mundo pues ayudábamos a esos que no tenían el acceso a la salud.
—África — Dijo animado — Siempre he querido ir a ese continente, diría yo que estaremos recorriéndolo unos dos años.
—Señorita Ana — Alguien que supuse era uno de los meseros nos interrumpió — El señor Mason te necesita — Sonreí porque ya sabía que no podría hacerlo solo.
—Vuelvo en un momento. — Me alejé de la playa para luego observar como poco a poco se iban ocupando las sillas, solo hasta ese momento me di cuenta que era real esa boda, y aunque ciertas lágrimas amenazaron por salir, no iba a arruinar el maquillaje.
Entré en una pequeña habitación donde Mason se encontraba con un hermoso traje azul, se veía tan atractivo que me quedé un tiempo observándolo.
—Pero que novio tan increíblemente guapo — Dije animada — No puedo creer lo que se comerá Lina en unos días — Los dos sonreímos mientras me acerqué a él — Me dijeron que me necesitabas.
—Tengo miedo, yo...Luego de Freya, pensé que no podía enamorarme otra vez, y la verdad hace unas noches tuve un sueño donde ella volvía — Suspiró tembloroso — Es increíble como estoy a punto de casarme y parezco un bebé orinándome en los pantalones.
—Cálmate Mason, ella ya está en el pasado — Cerré los ojos apartando el recuerdo de esa noche que tanto me había marcado — Yo sé que aún duele, sé que no es fácil simplemente olvidarlo, pero estás a punto de casarte con una mujer que ha pasado por mucho, sabes lo que tuvimos que hacer para que no la enviaran a un cárcel, hemos vivido tantas cosas que es seguro que merecemos ser felices.
—Lo sé, tienes razón — Mi vista se nubló de las lágrimas que amenazaban por salir mientras acomodaba el moño que estaba alrededor de su cuello.
—Te quiero tanto — Dijo abrazándome — No sabes lo que significa que estés a mi lado en este momento tan importante para mi vida.
—Yo mucho más — U sollozo salió de mi boca a pesar de que traté de evitar llorar para dañar el maquillaje — Ahora sal al altar de una maldita vez — Sonreí mientras salíamos.
El momento llegaba, así que todos lo invitados hicieron silencio cuando un bonito Volkswagen blanco apareció y de él salió Lina, estaba tan hermosa que sí antes había evitado llorar ahora estaba en un mar de lágrima, así que Mason me miró preocupado pero simplemente le hice una señal de que se tranquilizara. La prometida llevaba un hermoso vestido blanco que tenía un escote en su espalda dándole ese toque sexy que tanto buscamos. Su pecho estaba decorado con rosas a su alrededor mientras de su cintura para abajo, la delicada tela caía hasta sus pies donde tenía una pequeña abertura dando vista a su bronceada pierna.
El maquillaje era sencillo lo que permitía resaltar esa belleza natural que tanto la caracterizaba, nuestra pequeña prima que venía de New York la acompañaba con el velo y por cómico que parezca, el perro que habían adoptado hace dos años, Molly, tenía en su espaldar lo que serían las dos argollas, sonreí porque para hacer que solo se enfocara para llegar al altar había sido un gran trabajo ya que se distraía con personas corriendo, animales del exterior o hasta algo tan simple como la arena.
Cuando llegó junto a Mason este no podía dejar de sonreír, y en su mirada se notaba el gran amor que le tenía, eran tan único que yo solo lloraba de la emoción de verlos juntos, así que mientras el padre daba comienzo a la misa, yo solo enfocaba mi atención en la pareja de novios que se habían convertido en personas muy importantes para mí. Al otro lado de Mason donde se encontraban los padrinos, estaba el que ahora era mi pareja, James, se veía tan atractivo con ese taje negro que no podía dejar de admirarlo a lo lejos, recordaba muy bien cuando me prometió que mejoraría, porque Eric había dejado cicatrices en mí, sentir que todo lo que él me había dicho tanto antes como después del accidente había sido una mentira fue impactante.
Nunca olvidaré como aquel día vi a sus padres cuando fueron a su funeral y verlos tan acabados pidiéndome perdón, porque nunca creyeron que su hijo sería paz de hacer una cosa así, que al final no se había merecido una mujer como yo, pero fuera como fuera, seguía siendo de su sangre y el dolor de su perdida no se los podía quitar nadie, ni si quiera a mí, que a veces extrañaba la persona que fue cuando nos conocimos, eran momentos en los que tanto Lina como yo nos lamentábamos de lo que se había convertido, y hasta mi propio padre admitió porque le caí tan mal, pues sí bien era cierto al comienzo le agradó, luego comenzó a notar detalles que lo llevaron a pensar estaba escondiendo algo, pero que nunca llegó a pensar que fuera verdad.
—Lina Brown Smith — Exclamó el padre — ¿Acepta usted serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarlo y respetarlo todos los días de su vida?
—Acepto — Dijo con lágrimas en sus ojos.
—Mason Collins Maine, ¿Acepta usted serle fiel en las alegrías y en las penas, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza; y así amarla y respetarla todos los días de su vida?
—Acepto.— Una sonrisa se formó en sus labios.
—Puede besar a la novia — En ese momento Mason abrazó a Lina y estampó sus labios en un tierno beso, todos comenzamos a aplaudir y miles de globos inundaron el cielo.
**
La noche llegó y antes de empezar la cena tenía la tarea de expresar unas palabras a la pareja de prometidos, así que reuniendo todo el valor del mundo me levanté llamando la atención de los presentes donde uno de los meseros me entregó un micrófono.
—Buenas noches a todos los invitados y a la hermosa pareja que hoy se ha formado — Comencé — Como la mejor amiga de Mason y la hermana de Lina sentí la necesidad de decir unas palabras antes de hacer el brindis, pues más que nada he sido testigo de todas las pruebas que han tenido los dos, y es que ninguno de los tres se imaginó las vueltas que daría la vida, más que nada el amor, porque cada uno tenía una idea errónea del amor, ese que sentimos todos en algún momento de la vida, ese que nos eleva hasta las nubes, ese que nos provoca sonrisas espontáneas, ese que muchos lo relacionan con lo eterno... — Suspiré tratando de controlar el temblor en mis manos — Pero la realidad es otra, porque ese amor también te hace sufrir, ese amor así como puede llevarte a hacer cosas increíbles, puede conducirte a hacer cosas despiadadas, ese que te lastima y a veces te convierte en lo que más odiaste, ese que en definitiva no se puede asociar con lo eterno porque no dañas a los que amas, así que sí fuiste herido, quiere decir que te amaron y de un momento a otro dejaron de hacerlo. Ellos dos han pasado por tanto...que es uno de esos amores que envidio por la fortaleza que tienen pues es de admirar, porque se han ganado un respeto tanto de mi parte como muchos de los que estamos aquí presenciando lo que han formado... — Cuando pensaba continuar, de repente todo el salón se oscureció, y en un solo parpadeo Lina, Mason y James estaban al frente de mí.
—Ana — Dijo Lina llorando — Por favor...
— ¿Qué está pasando? — Pregunté confundida
—Prometiste que no ibas a abandonarme, te necesito princesa — Habló Mason rozando sus manos en mi mejilla.
—Mi amor — James se acercó a mi odio, donde pude sentir su cálido aliento — Hace años me dijiste que me amabas, que siempre sería tú único amor, estoy aquí, y no pienso dejarte jamás...Despierta linda.
Despierta...
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—¿Cómo se siente señorita? — Una mujer de blanco me preguntó a la vez que adaptaba mi vista a la habitación por completo de blanco.
—¿Dónde estoy? — Pregunté confundida.
—En el psiquiátrico de la universidad de Denver — Exclamó sorprendiéndome — Creo que el episodio psicótico de esta vez te pasó factura, pero no te preocupes nuestro psiquiatra lo tiene todo bajo control — A pesar de que quería preguntarle más cosas, se retiró dando paso a un hombre de bata blanca.
—Gracias Danielle, yo me encargo — Su voz se me hacía extrañamente familiar y cuando nuestras miradas se encontraron un escalofrío invadió toda mi espina dorsal.
—Hola Ana, vengo hacerte la revisión de rutina — Dijo cerrando la puerta con llave así que el miedo comenzó a invadirme poco a poco.
—¿Quién eres?
—Soy el psiquiatra James Harrison— Una gran sonrisa invadió su rostro — Es un placer volver a vernos.
Solo hasta ese momento me di cuenta que dos camillas también se encontraban en el lugar donde estaban Lina y Mason inconscientes.
—¿James?, ¿Qué pasó?, lo ultimo que recuerdo es a Freya y Eric..
—Shhh — Susurró cerca de mi rostro. — Tus amigos no sé que ingirieron pero vaya que les creó grandes alucinaciones
—No, no es verdad, yo...
—Tranquila — Dijo aplicando una jeringa en mi brazo lo que comenzó a generarme sueño, pero antes pude escuchar esas palabras que me helaron por completo — Te dije que serías mía, y sí tenía que llevármelos a ellos conmigo solo para tenerte cerca lo haría, ahora seremos tú y yo princesa — Sentí sus labios en mi frete antes de sumirme en una espesa oscuridad.
FIN
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Esta historia fue la primera que publiqué en wattpad, sí soy sincera nunca pensé que tantas personas la leerían y que les gustara hasta el punto de darme ese gran apoyo porque cada voto, cada comentario, para mí, lo valen...
Estoy feliz ya que editarla fue llevarla a otro nivel y me siento satisfecha de que les haya gustado todo este mundo que de una manera inesperada se creó en mi cabeza...
PDT: Subiré algunos capítulos extras entre ellos:
—Escape del psiquiátrico Lina y James *09/07/21
—Momento entre Lina y Mason (Mencionado en el capítulo 39) *11/07/21
—Día del accidente de Ana y Eric *13/07/21
Extra -> Les subiré curiosidades de la primera versión ya que hay cosas muy distintas que no se esperarán.
SPAM: pueden ir a mi perfil a buscar dos de mis historias, Isabella (Completada), y Un amor entre suspiros(Editando)
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