Mason

No era necesario ser genio para saber que Eric estaba con Lina o por lo menos cerca de Ana, lo que me pareció muy irracional de su parte irse así como así sabiendo lo traicionera que puede llegar a ser Lina, pero ya no podía hacer nada, solo esperar a que pudiera lograr algo productivo con ella o en efecto, recuperar a Ana.

—¿En qué tanto piensas? — Preguntó Freya a mis espaldas.

A pesar de que no quería aceptarlo, las cosas entre nosotros estaban muy tensas desde que llegamos a la ciudad.

Ahora trataba de evitar estar a solas con ella, lo que era irónico ya que estábamos hablando de la chica a la que hace algunos meses atrás le propuse matrimonio, pero no era tan ciego como para notar la extraña actitud de odio que había tomado hacia Ana, lo que no tenía sentido, Freya no tenía razones para detestarla tanto.

De alguna u otra forma sentí el cambio tan drástico que tuvo en esos pocos días que llevábamos en Los Ángeles, la verdad la sensación de que estaba con una persona por completo desconocida para mí no dejaba de inquietarme.

—Voy a buscar a Ethan, luego te llamo — Le di una falsa sonrisa mientras entraba en el auto para sin darle la mínima oportunidad de hablar, acelerar.

Freya había eliminado la confianza que en algún momento tuve y ahora sabía más que nadie, que además de encontrar a Ana, tenía que aclarar las cosas, pues ya no estaba tan seguro de casarme con ella, y no era justo para ninguno de los dos.

Mientras conducía hacia ningún lugar en específico, un recuerdo llegó a mi mente, y fue de la última vez que vi a Lina, de esa última visita luego del accidente de Freya...

*

Salí del hospital rápidamente con la excusa de que quería cambiarme ya que llevaba un día completo con la misma ropa, pero la verdad era que teniendo la oportunidad de que solo Lina se encontraba en la casa de Ana, debido a que ella se había ofrecido a cuidar a Freya en mi ausencia, no podía desaprovecharla.

La necesidad de confrontarla era más intensa a medida que pasaba el tiempo desde la llamada que tuvimos el día del accidente, porque seguía sin comprender las palabras que dijo en ese momento. Nos habíamos visto luego del incidente, pero no tuve cabeza para hacerle cara.

Sabía que en el pasado no actué de la mejor manera, pero yo no quería hacerla sentir mal, ella era una chica impresionante, sobre todo por su manera de ser antes de todo lo que pasó y diciéndole en la cara que la verdad no me interesaba porque la única chica que se había robado completamente mi atención era Freya me parecía muy idiota de mi parte, fui un insensible con ella que al final no lo merecía, pero meses después, cuando pensé que todo estaba bien, era claro que el daño estaba hecho, y mi novia pagó las consecuencias.

Cuando llegué a la casa me percaté que estaban algunas luces prendidas indicando que efectivamente Lina estaba presente, entonces di leves golpes a la puerta donde a los lejos escuché unos pasos bajando las escaleras para luego verla con un camisón largo y un tanto desarreglada.

Lina se sorprendió con mi visita, pues su expresión era muy clara y ¿Cómo culparla?, mi novia en ese momento se encontraba en el hospital por lo que se supone yo debería estar con ella. Luego de inspeccionarme por completo me esperaba su característica actitud sobradora, pero su postura era tensa.

—Mason — Mencionó neutra — ¿Qué haces aquí?, creí que tu noviecita aún estaba en emergencias — Dijo sentándose en frente de mí un tanto incómoda.

—Solo vengo a hablar contigo — Me tomé un momento para observarla, y es que su actitud era muy atípica, tanto que hasta yo sentí cierto nerviosismo — Seré breve.

—¿Vas a amenazarme? — Preguntó dejándome en blanco — Porque la verdad estoy cansada de eso — Su tono era un tanto ausente, y hasta ese momento noté las grandes ojeras que rodeaban sus ojos.

—¿No te has preguntado por qué no se lo he dicho a Ana? — Su expresión era de sorpresa pero esta se desvaneció en poco tiempo siendo reemplazada por una mueca de molestia.

—Pues no te negaré lo obvio, pero sigo sin entender cuál es tú punto.

—Necesito saber por qué lo hiciste, no me cabe en la cabeza que la razón sea algo tan estúpido como los celos. — Por un momento esperaba algo hostil por parte de ella, pero Lina solo curvó su boca en un intento de sonrisa que terminó en una mueca.

—Desearía que solo fueran celos Mason, ojalá las cosas sí fueran tan sencillas.

—Entonces dime cómo son — Dije exasperado — Lina solo explícame por qué haces esto, no entiendo que es lo que puedes ganar además de odio — Para ese momento, sentiría más tranquilidad sí ella me estuviera replicando, pero su actitud carente de emoción alguna era desconcertante.

—Es increíble que todavía no lo hayas entendido — Tomó una pausa mientras me observaba — Yo te quise tanto...Que no puedo creer como las cosas están pasando, nunca pensé que seria tan difícil presenciar algo y no poder hacer nada al respecto. — Sus puños se tornaron blancos de la fuerza — Son la peor escoria, él es la peor escoria,

—¿Quién? — Pregunté confundido.

—¡¡No puedo decirlo joder!! — Gritó sobresaltándome — No me pidas algo que no puedo hacer Mason.

—Entonces no sé que quieres que entienda — Repliqué — Lina en este momento lo único que veo es a alguien que intentó asesinar a mi novia y que por alguna razón la cuál no entiendo no he podido decirle a nadie.

—Y espero que las cosas sigan así, es lo mejor para todos — Dijo entre susurros — No vas a hacer nada Mason.

—¿Por qué no haría nada? — Me levanté estresado a lo que ella hizo lo mismo — Te veo muy segura de eso y por sí no lo sabias, las cosas que subestimas pueden pasar en un solo parpadeo — Cuando me di cuenta que no iba a responderme la aparté bruscamente para alejarme del lugar.

—Por esa misma razón — Respondió tomándome del brazo — Cosas hasta de las que tú eres ignorante, pero ten mucho cuidado en quien vas a confiar, a quien vas a defender y sobre todo, a quien vas a destruir — Se acercó a paso lento para quedar frente a frente — Me has herido Mason, de maneras en las que aún me ha costado recuperarme, pero ellos lo han hecho aún más, y por eso estoy haciendo lo que hago. — Dijo para luego en un movimiento rápido estampar sus labios en mi boca, no podía reaccionar, no era como las anteriores veces, pues en ese momento, sus labios rozaban los míos de forma suave y fue tan hipnótico que lo continué sorprendiéndola.

Yo la quería, a pesar de todos los errores que había cometido Lina, una parte de mí todavía tenía sentimientos hacia ella, era como sí de alguna manera, a pesar de estar enamorado de Freya, algo no permitía que me olvidara de ella.

—No puedo — Susurré separándome — Esto no está bien, tú ni siquiera me has explicado las cosas, no puedo hacerme el ciego.

—Estás siendo ciego — Dijo con su mirada fija en mí — No confíes en nadie Mason, todos somos pecadores, pero hay unos que se merecen el mismísimo infierno.

—No sé que pensar — Repliqué alejándome cuando su voz me detuvo en el marco del porche.

—Cree lo que quieras creer, solo espero que no te equivoques al hacerlo — Dijo a la vez que cerró lentamente la puerta.

*

Cuando me recuperé del todo, un mensaje de Eric con una dirección que estaba muy cerca de donde había aparcado el auto luego de los miles de sentimientos que me invadieron por el recuerdo, ubiqué el lugar y sin dudarlo, aceleré mientras una extraña sensación se instalaba en mí.

Ella me había mentido, ella se había aprovechado de que aún la quería, pero se llevó a Ana, tomó la decisión de herir a una de las personas más importantes en mi vida, y eso no pensaba perdonárselo jamás...

—Voy por ti perra — Susurré.

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