Ella no solía enamorarse de cualquier hombre. A pesar de su corta edad, se consideraba una persona muy selectiva a diferencia de su prima Ana, esa casi hermana que tenía e igual la quería, pero como decía su madre, "Cariño te lo puede dar cualquiera, pero el amor...el amor es tan único, que muchas personas carecen de él".

No era como sí muchas personas mostraran interés en ella, pero había un chico que en definitivo la había dejado sorprendida, era como sí él representara todo lo que en su perspectiva era perfecto para una pareja, para un hombre "perfecto". Ese hombre se llamaba Mason, era el nuevo estudiante que había sido ingresado hace pocos meses, y que por alguna señal del destino como ella le gustaba pensar, justo estaba sentado a su lado en la mayoría de las clases. De alguna forma, la relación de amistad se desarrolló de una manera muy rápida, y hasta Ana se había convertido en la mejor amiga de él, lo que por supuesto eran puntos de más para tener su compañía.

—No puedo creer que te guste Mason — Exclamó animada — Sería perfecto que fueran pareja, estamos hablando de mi mejor amigo con mi casi hermana — Su conexión era tan fuerte, que a diferencia de lo que realmente eran, se consideraban hermanas por lo que ya decirlo era muy natural — Voy a hacer lo posible porque estén juntos, tú no te preocupes que en la fiesta que hará Carly tendrán la oportunidad.

—Pero tengo miedo, sabes que quizás no sea de su tipo — Ese pensamiento la había atormentado desde la primer vez que lo vio y se dio cuenta que sentía algo por él.

—No te pongas en esas Lina, las cosas van a funcionar, solo mantente positiva y verás, por ahora voy a salir a tomar algo con él, ¿Quieres venir?.

—No creo que sea buena idea — Empezó diciendo porque sabia las intensiones de Ana...Los iba a dejar solos en cualquier momento y claro, ella no estaba preparada para eso, cada momento que estaba con él su mente entraba en crisis. Respiró relajándose, pero al verla de nuevo se dio cuenta que era demasiado tarde para celebrar, una sonrisa que no dejaba nada bueno se plantó en su rostro, y luego de unos minutos habló.

—Muy tarde...Acabo de decirle que irás, y para que veas, está de acuerdo — Mi sorpresa era evidente, porque ahora sí era un hecho que tendría que verlo.

—Dile que resulté enferma, o mejor que me llegó la regla y no puedo pararme de la cama — Dije abrazando mis piernas — Tengo mucho dolor, que lástima — Repliqué con falsa lástima.

—No seas estúpida, vas a ir — Se levantó mientras buscaba su pequeño bolso antes de textear algunos mensajes y de repente jalarme a la primera planta — Vendrá en un momento, mientras necesito que te sueltes un poco, básicamente hasta lo que sé le has caído muy bien, así que solo sé simpática, no es como si Mason fuera un asocial — <<Pero yo sí>> Pensó — Mi punto es que van a sacar un tema interesante de que hablar mientras yo me desaparezco.

—No se te ocurra abandonarme — Dije rezando para que Ana no me fuera a salir con esas — Está bien, iré, pero solo si no me abandonas mientras estamos con él, por favor.

Justo cuando iba a hablar unos golpes en la puerta la interrumpieron, y mis nervios salieron a flor de piel porque yo sabía quien era, así que luego de que con saltitos ella abriera la puerta revelando a un muy atractivo Mason, todos salimos al instante que ellos comenzaron a hablar del próximo libro que se iban a leer.

Me sentía de más, a pesar de que Ana a veces intentaba meterme en la conversación era como si no pudiera integrarme y de alguna manera lo suponía, no era tan aficionada a la lectura como ellos.

Cuando llegamos al parque principal, empecé a pensar en una excusa agradable para volver a mi casa, pero Ana se me adelantó recibiendo una llamada extraña por como sus gestos se reflejaban a lo lejos, pero había una superstición que me decía que al final no estaba con nadie en la línea y solo era actuación.

—Chicos — Se acercó triste— Lamento decirles que esta bella chica debe irse, al parecer Carly necesita ayuda en unas cosas urgentemente, pero quédense aunque claro no se diviertan sin mí — Terminó mientras le daba un largo abrazo a Mason, por lo que luego seguí yo — Es tu momento, ahora te me paras y lo enfrentas como la linda chica que eres — Susurró en mi oído para que luego desapareciera entre las personas.

—¿Quieres ir por un batido? — Preguntó con esa sonrisa que en definitivo me mataba.

Y es que de todos los sentimientos que puede llagar a sentir una persona... ¿Como es posible que enamorarse sea tan fácil y a la vez tan complejo?, porque quizás sí me habían atraído algunos compañeros con los que compartía clase, pero no el tipo de sentimientos que ahora brotaban con solo sentirlo cerca, era algo tan extraordinario que me sorprendía la intensidad con la que mi cuerpo respondía.

—Sí...claro — Lo seguí contenta porque al final estaba resultando todo.

Sabía que no podía simplemente ilusionarme con que un día él me invitó a comer y estuvimos los dos solos todo ese día hablando de cosas triviales, pero no ignoraba que de alguna manera reforzamos esa conexión que teníamos.

Yo por mi parte estaba más que bien, las cosas se estaban dando, mi mente era positiva y cada mañana me levantaba con la esperanza de verlo y que saliéramos, porque a partir de ese día, comenzamos a hacer planes, a veces con Ana, a veces sin ella, pero el punto era que había llegado a tal convencimiento, que llegó un momento en que mi estúpido enamoramiento me llevó a querer confesarle a él lo que sentía, pensé que estaba tocando el cielo con las manos, pero ella se encargó de arrastrarme de nuevo a la tierra.

—Buenos días estudiantes — Exclamó la profesora de biología — Como verán, estamos a mitad de curso pero han transferido a dos estudiantes — Pasó su mirada por todo el salón, y de repente se clavó en mi — Lina, tú estarás con Danielle, y Mason estará con Freya, por favor cambien de lugares — En ese momento el dolor me invadió, porque el hecho de compartir la mayoría de clases a su lado era una rutina que amaba, ahora no solo lo separaban en las clases sino que cuando por la puerta pasó la que iba a sentarse a su lado, los celos, algo que nunca había experimentado pero fue una herramienta que me permitió sustituir el dolor, porque ella era atractiva, y Mason no tardó en ser sociable con ella, ahora ya no salíamos tanto, y es que ni siquiera Ana salía con él como antes, porque primero estaba Freya.

Los celos se convirtieron en odio cuando un día, que era el cumpleaños de Ana, él llegó con ella y la presentó como su novia...Esas palabra habían dolido como nunca, y fue tanto que tuve que fingir una enfermedad para irme a mi habitación llorando, fue el peor día, fue la peor noche desvelada, y fue el primer amor fallido.

¿Cómo lo supe?

Muy fácil....

Aunque tuve una relación tiempo después con el propósito de olvidarlo, los sentimientos eran diferentes, y unos meses antes de conocer al que fue mi segundo amor tristemente también fallido, seguía sin sentir algo como lo que sentí por Mason. El odio ya era parte de mí, no soportaba ver su felicidad y que hubieran durado como pareja, peor aún que Ana la aceptara así como así, ella sabía de mi dolor y no le importó en lo más mínimo.

Los seres humanos cuando somos esclavos de nuestro impulsos, es imposible que la palabra racional aparezca en nuestra cabeza, muchos siempre han querido simular esa perfección supuestamente deseada por la sociedad, pero la realidad es que somos tan imperfectos, que nos esforzamos por demostrar todo lo contrario.

Máscaras y más máscaras...

Cuando no eres testigo de que tan lejos puede llegar una persona, siempre te vas por lo que tú realidad te permite. En el momento en que no sé sí llamarlo destino o desgracia, fui espectadora de lo que ellos hicieron, de cómo habían logrado jugar con todos nosotros, mi sed de rabia cambió a una de decepción.

Me creí justiciera cuando intenté hacerles abrir los ojos.

Pero terminé pagando mucho peor que ellos, pues al final sí ganaron la guerra. No me justifico por todo lo que hice después.

No me culpen...Cuando solo queda oscuridad en tú interior, no hay mejor arma que la venganza.

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