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Capítulo 13 - Estaban en peligro

Eric

Ana había sido sincera conmigo y agradecía que lo fuera, pero igual no dejaba de doler, no dejaba de ver que las oportunidades de ese futuro nuevo que me estaba haciendo en mi cabeza eran escasas por no decir nulas. No era como si de repente estuviera enamorado de ella como lo estuve alguna vez, pero hay sentimientos que no se olvidan, y desde el momento en que la vi fue como si se despertaran, entonces ella en ninguna ocasión abandono mi mente, pero Ana si me había olvidado, o por lo menos las cosas que alguna vez sintió por mi en un pasado.

Luego de la densa conversación que había tenido, decidí volver a clase para distraerme, pero un hombre se quedó observándome mientras perplejo se acercaba hacia mi.

—¿Eric? — Preguntó — Yo...No sabia que habías vuelto — Me abrazó tan de repente que no pude corresponderle mientras empecé a sentir un fuerte dolor de cabeza.

*

El mismo hombre que me había abrazado y yo estábamos corriendo, de hecho, sentía cierta preocupación en el ambiente, por lo que luego de un largo tramo llegamos a una calle que se me hacia muy conocida por alguna extraña razón, entonces al tocar la puerta, Ana apareció en el marco con los ojos llorosos.

—Perdonen por arruinarles su entreno, pero es importante — De inmediato mi cuerpo se tensó, ya que ver a Ana en ese estado me había afectado, por lo que la seguimos a su habitación mientras observábamos el claro desastre en el que se encontraba su casa, incluyendo un jarrón roto y las sillas en el suelo — Ya se la llevaron, y no puedo dejar de sentirme culpable chicos, es que yo pude evitar absolutamente todo lo que hizo, pude hacerla reflexionar antes de que perdiera...antes de que perdiera la cabeza.

—¿Cómo reaccionó? — Preguntó él haciendo un leve intento por ocultar su nerviosismo.

—Muy mal Ethan — Más lagrimas salieron junto con dolorosos sollozos, por lo que me acerqué para besar su frente y abrazarla — Estaba hablando con ella mientras afirmaba que yo no sabía lo que estaba haciendo, me dijo que dejara de ser tan ilusa — Un escalofrío invadió mi cuerpo — Entonces tomó un cuchillo de la cocina he intentó arrojármelo, por lo que mamá llamó al psiquiátrico y ellos se la llevaron a la fuerza — Tomó un largo suspiro antes de continuar — Fue horrible.

—Pero era lo mejor que podíamos hacer, sabes muy bien que ella estaba fuera de control, y que desde el momento en que pasó lo de Freya debimos detenerla, debimos ponernos alertas, pero cometimos el error de darle otra oportunidad. — Exclamó el hombre al que ella había llamado Ethan

—Ana, sabes que estoy aquí para apoyarte, hiciste lo mejor que pudiste... — Susurré en su oído

*

—¿Estás bien?, ¿Quieres que llame al decano? — Preguntó preocupado mientras salía de mi ensoñación

—Estoy bien...Ethan — Dije al recordar como lo había llamado Ana — ¿Cierto?

—Si, yo soy tu mejor amigo — Dijo forzando una sonrisa — Luego del accidente, estuve visitándote todo ese mes mientras estabas en coma, pero el día que despertaste no pude ir porque mamá tenía que visitar a mi tía en New York, y tuve que viajar, siento no haber estado presente.

—No te preocupes, perdóname por no...por no recordarte del todo bien. — Suspiré intentando recuperarme completamente

—No sabes como me sentí cuando me enteré de que habían tenido ese accidente, yo la verdad no lo creía hasta que vi como entraron a urgencias con diversos tubos por sus cuerpos y que los médicos no les daban esperanzas, yo...No sé que decirte Eric — Sonrió mientras llevaba sus manos a la cara — Wow, hasta me pones sentimental idiota.

—¿Desde hace cuánto tiempo nos conocemos? — Pregunté intentando acordarme de algún aspecto para aliviar la situación.

—Toda la vida, nuestras madres estudiaron juntas en el instituto, por lo que nos unimos y bueno, hasta habíamos planeado estudiar la misma carrera, en la misma universidad — Hizo una pausa mientras como señal de nerviosismo halaba su cabello — No sabes lo...Lo duro que está siendo esto para mi.

—Yo...

—Lo siento, no puedo hacerlo — Me interrumpió a la vez que salía corriendo por la puerta principal.

Había quedado en blanco, porque era complejo para mi no poder recordar a mi mejor amigo, era duro ver la mirada de decepción que estaba en cada rostro de mi pasado, y peor aún no poder remediarlo, porque era una pelea conmigo mismo, era una pelea con mi cabeza para que me dejara acceder a ese vacío. No paraba de herir a las personas, era ya algo inevitable que de verdad hasta me mataba a mí mismo.

*

Ethan

Se suponía que para ese momento yo debería estar en clase, pero me era imposible, yo no podía ver a Eric sin que miles de recuerdos aparecieran en mi cabeza y él no recordara ninguno. Yo lo entendía, entendía que todo esto era culpa del accidente que habían tenido, pero no era fácil simplemente sonreír y empezar a contarle toda una vida, porque siempre he considerado que las historias guardan mucho más que palabras, las historias son experiencias, son sentimientos, son sonrisas, lágrimas, y la complicidad que puedes obtener de una persona con la que has vivido miles de historias era increíble.

Eric había sido esa persona para mí, nos conocíamos desde muy pequeños, desde que nuestras madres eran jóvenes y apenas habíamos nacido, nosotros jugábamos, veíamos nuestras caricaturas favoritas, compartíamos todo, porque la confianza era muy íntima. Él lo sabía todo de mi, y yo sabía todo de él, pero ahora no comprendía sí me estaba enfrentado a ese mismo Eric.

Luego de obligarme a entrar a clase, me levanté llenando mis pulmones con el gélido aire para así despertarme de la extraña pesadilla que estaba viviendo, el sonido de mi teléfono que indicaba una llamada me detuvo, al mirar la pantalla, me sorprendí por la persona que me llamaba, era Cristina Clarke, la mamá de Ana.

—¿Ethan? — Preguntó cuando contesté

—Sí, buenas señora Clarke — Sonreí al recordar las veces que nos quedábamos todos en la casa de Ana y ella nos preparaba una de las mejores pizzas que había probado en mi vida — ¿Cómo ha estado Ana?

—Pues como sabes, se está recuperando, y ha sido un proceso muy difícil — Suspiró – Te llamaba porque además de Freya y Mason, tú eres el único que sabe las cosas, y necesito visitarla hoy a ese lugar, tengo miedo, pero es algo que debo hacer, por lo que quiero pedirte si puedes venir conmigo.

—Por su puesto — Dije al instante — ¿Cuándo...

—Estoy afuera esperándote — Me interrumpió, por lo que busqué su auto y en efecto estaba aparcado justo en frente de la universidad — Aunque voy a ignorar el hecho de que estés fuera de clases jovencito.

—Es por una buena causa — Reí mientras me dirigía hacia ella, abrí la puerta sentándome en el lado de copiloto para observarla y de algún otro modo, una extraña melancolía se apoderó de mi. — ¿Está segura de esto?

—Deja de hablar tan formal Ethan ya sabes que puedes decirme Cristina, y sí, creo que Ana está en peligro, estoy segura que ella tiene algo que ver — No lo dije, pero la verdad es que para mi, nosotros estábamos en peligro gracias a ella.

El camino fue silencioso mientras cada uno se perdía en sus pensamientos, era más bien como si la vida de nosotros hubiera pasado en un solo segundo, además de que saber el lugar donde nos dirigíamos, que era en las afueras de Los Ángeles, donde había un psiquiátrico que como en toda película se caracterizaba por ser muy tétrico a la vista, pero es uno de los mejores en toda la ciudad, y es donde los padres de Ana decidieron internar a su prima.

Bajamos del auto y aunque no dijera nada, sabia que Cristina estaba igual de nerviosa que yo, hace mucho no veníamos a visitarla porque ella nos había herido a todos, había cometido muchos errores de los cuales nos costó recuperarnos, tanto que no volvimos a venir desde que fue internada.

—Bienvenidos, ¿En qué puedo ayudarlos? — Preguntó un hombre en la recepción.

—Venimos a ver a Lina Brown — Dijo Cristina lentamente como si le costara pronunciar su nombre.

—Por supuesto, ¿Son familiares?

—Si, de hecho, soy su tutora legal — El hombre asintió mientras tecleaba en el computador, y unos minutos después subió su vista un tanto preocupado.

—Yo...no sé que decir — Se rascó la nuca a la vez que intentaba controlar el temblor de su voz.

—¿A qué se refiere? — Pregunté estresado luego de tanto suspenso.

—Esa paciente se escapó del Psiquiátrico hace más de un año y medio — Mi cabeza empezó a dar vueltas, y sentía que me iba a desmayar, ¿Cómo era posible que una persona tan peligrosa como Lina se haya escapado de este lugar hace mucho tiempo y ni siquiera lo sepamos?

—¿Cómo es que no nos avisaron? — Preguntó Cristina con voz tensa

—Es que nadie la había visitado desde ese entonces, además por esas épocas, el centro tuvo un error en el sistema y se borraron muchos datos, así que cuando desapareció como nadie vino a renovar la información de ella no se pudo avisar de su desaparición.

—No saben lo peligrosa que es, ¿Avisaron a la policía? — Los recuerdos de cómo había herido a Ana y Eric me estaban colapsando.

—Sí, pero ellos dijeron que como no se conocía ningún familiar, no podían hacer mucho al respecto, tendrían que ir ustedes mismos y denunciar su desaparición.

En ese momento todo dejó de tener sentido, porque ya sabíamos que ella estaba libre, ya sabíamos que no se iba a quedar quieta y que pudo haber sido una de las causantes del accidente, porque ella siempre ha querido hacerles daño, dejó de ser ella misma hace mucho tiempo, pues es que la última vez que la vi, solo pude notar rabia y odio, solo podía notar su sed de venganza.

Sabía muy bien que ella no pararía hasta ver a Ana muerta, sabia que ella era mucho más peligrosa de lo que todos querían creer, y que el simple hecho de que las víctimas hayan perdido sus recuerdos era aún peor, ellos estaban en peligro...


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