²¹
♛
Pasaron un par de días desde que Hwasa se marchó.
Seguían escapándose por las noches a verse.
Namjoon mandó a Jungkook por la mañana, a entregar un documento al reino de Jin, él fue pero por desgracia no se encontró con Taehyung al ir.
Así que iba de regreso a su reino, pero se detuvo en su escondite, teniendo la bella sorpresa de que Taehyung se encontraba ahí.
Jungkook vio a Taehyung trabajando pues su mano ya había sanado, estaba lleno de tierra.
—¿jardinería?— fue lo primero que dijo al hacerse presente.
—Jungkook.— Taehyung lo miró con emoción. —sólo es un detalle.— cubrió lo último de tierra, se puso de pie quitándose el sudor de la frente.
—¿qué detalle?— curioso.
—cultivé fresas, podemos comerlas juntos aquí y le dará más color a éste lindo lugar.— Taehyung, explicándolo tan adorable.
Jungkook sonrió y fue con él, se acercó queriendo besarlo.
Taehyung se retiró, colocando su brazo de distancia. —espera, debo limpiarme.—
Jungkook tomó su mano y lo jaló sin importar hacia él, lo besó. Al separarse, Taehyung le sonrió, se empezó a quitar las botas y después la ropa.
Jungkook se sorprendió. —¿q-ué ha-aces?— los nervios empezaban a andar por todo su sistema.
—me tengo que limpiar.— Taehyung muy tranquilo, se quedó únicamente en ropa interior muy delgada y se lanzó al lago que estaba a su costado.
Salpicando un poco, Jungkook trató de no verlo, no quería sobrepasarse. Pero no lo podía evitar. Lo miró, se veía tan divertido, feliz, su piel se veía suave, era un moreno muy suave, como la canela.
Taehyung se rió y tembló. —está algo fría.—
La sonrisa de éste Kim, aligeró la tensión de Jungkook. Quien apenas se rió. —¿trajiste más ropa?—
Taehyung asintió, señaló su morral sobre la banca. Jungkook alcanzó sus prendas por él.
El príncipe Kim salió limpiando su rostro, sujetó su morral y sacó su ropa, Jungkook se hizo un par de pasos atrás, sentía que estando cerca de él así se sentiría ardiendo como el infierno, así que se alejó. Aunque no pudo evitar moderse el labio inconscientemente cuando Taehyung se dió media vuelta y bajó su ropa interior mojada, quedando desnudo.
Veía cada parte de esa perfecta silueta, su piel erizada por el frío, cada suave curva, sus lunares, la fina línea de su espalda conduciendo perfectamente a su lindo trasero, redondo y de aspecto suave. Quería besarlo, tocarlo, se moría por hacerlo, pero le apenaba acercarse, Jungkook miró a otro lado sintiendo sus mejillas rojas de tan sólo pensarlo, avergonzado.
Taehyung se estaba terminando ya de vestir, se colocaba las botas, estaba inclinado haciéndolo, al levantar el rostro fue a Jungkook. —ahora sí, bésame.—
El príncipe Jeon no tuvo que escucharlo dos veces, envolvió su cadera con su brazo izquierdo y con su mano derecha sujetó con delicadeza los cabellos mojados de Taehyung, mientras él le sonreía. Jungkook no tardó mucho en empezarlo a besar, con una pasión que jamás había experimentado, una en donde su cuerpo entero se sentía ardiendo. Excitado.
Taehyung puso sus manos en sus hombros, los había pegado tanto que podía sentir el miembro de Jungkook crecer, chocando con el propio que tras el roce comenzaba a despertar.
Jungkook pasó su mano derecha a su espalda alta y la bajaba lentamente, llegó hasta el límite de la espalda y con temor, bajó su mano al trasero de Taehyung. El cuál no replicó, tomó la nuca de Jungkook y lo empezó a besar con más profundidad, usó su lengua y le dejaba unas pequeñas mordidas sobre los labios.
Ambos tenían una fuerte erección, se perdían en lo embriagador del deseo por el otro. Jeon, aún con la mano en su trasero, lo apretó un poco y lo repegó más a él, si es que eso se podía. Taehyung jadeó apenas audible sobre los labios del contrario.
Taehyung los condujo hacia atrás sin romper el beso, sentó a Jungkook en la banca y se subió en él, pasando una pierna en cada costado, acomodándose para que ambos bultos chocaran y así empezó a mover sus caderas creando fricción.
Jungkook después de un vaivén más de caderas y de apretar su trasero, pasó las manos adelante, atendió a cada uno con ellas, sobando la erección de Taehyung junto con la suya.
Se sentía bien, incluso detuvo el beso y recargó su cabeza sobre el pecho de Taehyung y miró directamente como sus bultos se juntaban. Jadeó.
Taehyung tiró de su rostro hacia atrás, mordía su labio para evitar hacer ruido. Pero fue demasiado cuando Jungkook posó una mano en su trasero y la otra lo acariciaba directamente a él a lo largo de todo su miembro, mientras su boca se dirigía a su cuello dando un par de lamidas y mordidas inofensivas. —maldición, Jungkook.— excitado, cerrando los ojos.
Jungkook dejó su cuello y mirando su propia mano tocarle el miembro así a Taehyung, respondió; —no maldigas.—
Taehyung giró los ojos, suspiró y tomó su rostro, lo levantó para poder besarlo con deseo.
Mientras se besaban, Jungkook puso sus manos en los botones del pantalón del príncipe blanco y se dispondría a liberarla, quería tocarla piel a piel.
Pero.
—¡Taehyung!— se escuchó fuera del lugar.
Ambos se detuvieron con pánico. Jungkook como primer instinto fue levantarse, tirando sin querer a Taehyung.
—auch.— en el suelo.
Jungkook le extendió su mano para levantarlo, pero al escuchar pasos corrió a ocultarse detrás de un gran arbusto.
—Taehyung, ahí estás.— Baek, entrando al escondido lugar.
Taehyung tomó su morral del suelo y se levantó, lo puso enfrente de su entrepierna, ocultando su gran problema.
—¿qué hacías en el suelo?— Baek frunció el ceño, acercándose a él.
—me caí.— Tae nervioso, un poco agitado.
—¿de dónde?— miró hacia todos lados sin ser preciso. —am, ¿estás bien?— definitivamente era raro.
—lo estoy, ¿qué necesitas?— Taehyung tocó su nuca.
—Leeteuk te está buscando como loco, supuse que estabas aquí y vine por ti.— le sonrió.
—así que vamos.— lo tomó del brazo.
Pero éste se safó. —adelante, enseguida te alcanzo, tengo que guardar mi ropa.— señaló la que usó para trabajar, aún estaba en el suelo.
—está bien.— Baekhyun no hizo un drama por ello, salió dando pequeños brinquitos de ahí.
Jungkook salió dejando salir aire pesado.
—perdóname, ¿te lastimé?— en voz baja, se acercó.
—no importa, eso estubo cerca.— Taehyung fue a guardar la ropa en su morral. —me tengo que ir, cuídate mucho, te quiero.— le dió un corto pero delicioso beso y caminó hacia la salida.
Jungkook aún caliente, se mordió el labio.
—¿cuándo nos volveremos a ver?—
Taehyung se detuvo. —pronto.— le dió una rápida mirada traviesa hacia abajo, por la entrepierna aún dura de Jungkook, sonrió mirándolo a los ojos y salió corriendo.
Jungkook suspiró cautivado, doliéndole el bulto, con ambas manos en la cadera. —mi príncipe.—
♛
Taehyung sintió incomodidad al no poder resolver su erección, pero después de un tiempo se bajó.
Llegaron al reino el y Baekhyun. —ahí está Leeteuk.— señalando la entrada del mercado, dónde el antes mencionado estaba parado con unos guardias, mirando a todos lados.
—gracias, te debo una.— Taehyung se mezcló entre la gente y salió de repente frente a Leeteuk. —¿me extrañaste?—
—Oh príncipe, que bueno que estáis bien, es tiempo de sus clases, su carroza lo espera.— hizo una reverencia.
—sí, iré en un segundo, sólo necesito hablar con Baek un momento.—
Leetuk inclinó su cabeza hacia la derecha, levantando una ceja, serio, tratando de ser firme y decir con la mirada que no.
—seré breve, ahora vuelvo.— corrió con Baek, quien estaba en el puesto de libros de sus padres con su hermano mayor.
Lo apartó de ahí un poco, lo suficiente para hablar en privado.
—necesito que me hagas un favor.— Taehyung susurró.
—¿cuál?— interesado.
—quiero que compres un ... — se calló cuando desvío la vista a una casa que se encontraba al fondo del pasillo del mercado. —¿esa es Mariam?— frunció el ceño.
Ambos vieron a la jóven despidiéndose de la anciana en la puerta. Y respondió. —sí, es su abuela, todos dicen que es una bruja pero sólo son rumores.— respondió tranquilo.
Taehyung se quedó pensando en eso unos segundos más. Pero ambos fueron interrumpidos por Leeteuk. —príncipe.— sonando serio.
—está bien luego te diré, vámonos.— Taehyung se fué con él, se despidió de Baek con la mano.
♛
El tiempo parecía volar, Jisoo cumplió 3 meses de embarazo y el cumpleaños de Taehyung y Jungkook se acercaba.
Jungkook casi no pasaba tiempo en el castillo, daba clases o estaba con Taehyung, teniendo un par de citas románticas. Y por suerte ésta mañana estaba en el castillo, caminando por los pasillos, mientras leía.
Jisoo se lo encontró. —¡príncipe!— con emoción.
Jeon levantó la vista del libro que tenía en manos. —buenos días.— dijo con un humor neutral.
Jisoo corrió y lo abrazó. Jungkook apenas y respondió el abrazo. —lo he extrañado tanto, nos tiene muy olvidados.— tocó su panza de 3 meses.
—lo siento, he estado ocupado.— se separó de ella, no se sentía cómodo tratándola con cariño porque él estaba ahora con Taehyung.
—pero ahora está libre, tal vez podría hablarle al bebé, para que reconozca su voz.— Jisoo con ilusión.
Jeon levantó sólo una ceja. —estoy leyendo querida, igual después.— iba a seguir su camino, ella lo siguió y tomó su brazo.
—también podría leerle, es importante que le hable, escuché en el Harem que el bebé para nacer sano necesita escuchar que es amado.— Le sonrió.
Dando vuelta en la esquina, entrando al pasillo donde se encontraban ambos Namjoon llegó, parándose delante de Jungkook y después de que los dos le hicieron reverencia, habló; —Jungkook acompáñame a mi cuarto de tratos.—
Él asintió, Namjoon se adelantó, mientras él se giró a decirle. —si me permites, tengo algo que hacer, después te iré a ver.— Se separó de ella y fue tras su padre.
Jisoo puso las manos triste sobre su panza.
—tu padre te ama, sólo está ocupado.—
♛
—buenos días rey.— Jungkook, al entrar tras él.
—Hijo mío, ven aquí.— Namjoon caminó al escritorio.
Jungkook dejó el libro que tenía entre manos en una mesa a su lado y fué con su padre.
—hoy es un día importante.— lucía feliz. —llegará una nueva ronda de criadas, para el Harem.—
Jungkook no dio una reacción a eso, ya que no lo emocionaba la idea.
Namjoon agarró sus hombros. —hijo, deberías alegrarte, sé que no haz pasado otra noche con Jisoo ahora que está embarazada, eres un caballero, tienes necesidades y no permitiré que no sean cumplidas.—
—Padre, disculpe pero no qui..— Jungkook trató de oponerse pero fue inútil, Namjoon ni siquiera lo escuchaba.
—habrá una fiesta para nosotros con ellas, espero te prepares temprano, podrías tomar hasta dos mujeres si lo deseas.— el rey sin mirarlo, sentándose. —por cierto, tengo una tarea más para ti el día de hoy, quiero que des un paseo por la aldea más cercana y realices el inventario para mí.—
—¿en serio lo haré?— Jungkook se emocionó, siempre había querido hacer esa tarea, es de suma importancia y era conocer más del reino.
—sí, saldrás en unos minutos, quiero que regreses temprano.— Namjoon le extendió la mano.
Jungkook la tomó y pegó su frente a ella. —gracias, no lo decepcionaré.— feliz.
—sé que no.— Namjoon con orgullo, levantó a Jungkook del hombro y le confesó; —todo sería perfecto si tu hubieses llegado al poder, Eunha no representará bien mi apellido.—
Jungkook no supo qué decir, se sentía incómodo.
—ahora ve a prepararte.— Nam ante su evidente silencio.
Jungkook asintió, hizo una reverencia y salió casi corriendo de aquel cuarto, se marchó a hacer su muy tardada tarea.
♛
Al llegar la noche.
Preparaban a Jungkook, con un bello traje negro.
Eunha entró a su habitación, después de haber pedido permiso para hacerlo, observando a su hermano más arreglado que lo normal. —luces apuesto para dormir.— sentándose en la cama.
—gracias, pero hoy habrá fiesta de nuevas favoritas.— mirándose a sí mismo en el espejo, mientras una criada lo peinaba.
—oh, ¿también tú? que cruel.— Eunha enseguida, parecía estar decepcionada.
Jungkook la miró enseguida, le dolía causar esa mirada en ella. —salgan todas.— ordenó y las sirvientas obedecieron.
El mayor de los Jeon fue hacia ella y la tomó de los brazos suavemente. —sólo cumplo con mi deber, con lo que papá quiere, no quiero otra favorita.— admitió.
Eunha suspiró, entendiendo que eso era lo que tenía que hacer. —me iré a dormir.— se levantó y fue a la puerta.
Jungkook la detuvo con su voz. —Eunha, ¿puedo pedirte algo para Jisoo?—
Eunha confundida lo miró. —¿qué cosa?—
—quiero que busques una criada para ella, que sea de máxima confianza para que la cuide, de todo, si ella quiere algo de comer o lo que sea que necesite en el embarazo, también para que no se sienta sola mientras yo estoy ocupado, di que yo di la orden.—
Eunha asintió, formándose una sonrisa en sus labios. —¿la quieres tanto?— con emoción.
—sí, ninguna otra se le compararía.— Jungkook guardando las apariencias como Hwasa le dijo.
Eunha sonrió y salió del cuarto, emocionada a buscar una criada para ella.
—Y también para que no me esté molestando.— Jungkook se dijo a sí mismo.
Fueron por él, la hora había llegado. Caminó por el pasillo de las criadas pues el rey y él serían los primeros en entrar.
Miró a una de ellas, conectaron miradas unos segundos y regresó la vista al frente.
Se sentó al lado de Nam y él le dió el pañuelo con el que elegiría mujer. Empezó la fiesta, Jungkook estaba totalmente desinteresado, pero tenía un plan para hoy.
Le bailaron muchas jóvenes hermosas, ninguna lo veía directo a los ojos por respeto y por sentirse intimidadas por la belleza y profundidad de los ojos del príncipe.
Llegó una jóven con la que conectó miradas al entrar, ella le empezó a bailar y lo miró directo a los ojos, con picardía.
Jungkook levantó una ceja por la osadía. Miró a su padre y él estaba muy ocupado divirtiéndose viendo a las otras.
El príncipe regresó la vista a ella, bastante atrevida, se acercó más de lo permitido a Jungkook.
Jeon se rió de lado por esa actitud, le dió el pañuelo.
Namjoon vio caer el pañuelo y aplaudió, con una gran sonrisa. —váyanse de una vez.— le susurró a su hijo.
Jeon se levantó, ella recogió el pañuelo y fue tras él.
Mientras caminaba ella tras Jungkook para ir a su habitación, la jóven lo abrazó por detrás, pasando su mano por todo el abdomen del príncipe.
Se sorprendió, a ella no le importaban ni las reglas ni el protocolo, no estaba permitido tocarlo sin su permiso.
No lo soltó hasta sus aposentos.
—tranquila.— Jungkook apartó su mano de él. —déjame invitarte una copa.— sirvió dos copas del vino que ya estaba en su habitación.
Ella se sentó en la cama, sonrió. Era bonita, eso no se podía negar, tenía los ojos gris, piel blanca y cabellos negros.
El príncipe le dió la copa. —¿cuál es tu nombre?—
—Yeeun.— contestó enseguida, después bebió un gran trago de su copa.
Jungkook asintió recargando su lengua contra su mejilla. —no te importan las reglas, ¿cierto?—
—no, es más divertido no seguirlas.— tenía una mirada cautivadora y juguetona. —y si no me equivoco, príncipe, usted me eligió por eso.—
Jungkook sonrió de lado. —lo puedo admitir.—
Ella bebió todo lo restante de su copa. —las demás criadas no mentían, todas hablaban de lo atractivo que usted es, del gran físico que tiene y de lo ardiente que es tenerlo en persona.— dejó la copa en una mesa, se levantó y fue a pararse justo delante de él.
Jeon se rió. —también eso lo puedo admitir.— dejó su copa intacta en la mesa también.
—si me lo permite decir.— mirándolo directamente a los ojos. —ha tomado una increíble elección al elegirme, puedo darle todo el placer que puede imaginar.— pasó sus dos manos sobre sus hombros.
—eso lo veremos.— Jungkook la tomo y la aventó con cuidado a la cama, se subió sobre ella sin aplastarla y comenzó a besarla, sin control.
♛
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro