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Después de otra semana.
Se encontraban los reyes blancos desayunando junto sus hijos, Taehyung molestaba a Hoseok apretando su brazo mientras sus padres no observaban, Jimin hacía todo un desastre al comer embarrándose comida y tirándola, las criadas lo limpiaban.
Jin y Dara conversaban entre sí.
—podrían ordenar que Taehyung que se detenga, por favor.— Hoseok enojado.
—bla bla bla, no llores, estamos jugando.— Tae apretando su pecho, para después reír.
—fue suficiente, Taehyung.— Dara, seria.
Taehyung giró los ojos y se acomodó bien, comiendo normalmente, dejando tranquilo a su hermano, pero Hoseok no se lo había devuelto, así que apretó la pierna de su hermano por debajo de la mesa.
—¡ouch!, respétame soy mayor.— Taehyung pegándole con la palma en el hombro.
—oye.— Hoseok le devolvió el golpe de la misma forma.
—maldito.— Taehyung le pegó más fuerte en el hombro con su puño.
—maldito tú.— Hoseok empezó a pegarle también, convirtiéndolo en una pelea.
—¡Taehyung! ¡Hoseok! No puedo creer que ni siquiera nuestra presencia respetan.— Dara alzando la voz, molesta.
Ambos se dejaron de golpear, guardando la compostura. Jin se rió burlonamente de sus hijos y bebió de su copa.
Tras el silencio Jin decidió hablar. —Taehyung, Eunha lucirá hermosa con el vestido que diseñaron para ella.— dijo de buena forma.
Taehyung no levantó la vista del plato, molesto.
Hoseok notó eso. —¿no te quieres casar, hermanito?— burlándose de Tae.
El mayor se molestó más. —por qué no te enfocas en tus propios problemas, ¿acaso ya hablaste con los reyes de Mariam?— respondió.
Hoseok abrió más los ojos, negando discretamente con el rostro.
Taehyung bebió de su copa con una sonrisa complacida y burlona por la cara de preocupación de su hermano.
—¿quién es Mariam, Hoseok?— Jin, interesado.
—nadie.— Hoseok nervioso.
—¿tienes concubina?— Dara, sorprendida.
—ahh.— Hoseok, pensando en qué decir, pensando en que lo iban a reprender.
Taehyung estaba listo para reírse a carcajadas de Hoseok cuando lo hicieran terminar con aquella chica, pero su sonrisa se borró cuando escuchó a su padre:
—¡estupendo!— Jin sonrió.
Dara aplaudió de felicidad.
—¿qué?— El hijo mayor de los Kim ofendido de tal reacción.
—es una gran noticia hijo, Hoseok pronto podrá formalizar.— Dara dijo acerca del tema.
Hoseok sonrió, miró a Taehyung complacido.
Taehyung miró a los 3 en desacuerdo.
—eso no es justo, yo también debería elegir con quién me casaré.— Taehyung golpeó la mesa con sus manos.
Ambos reyes lo miraron, desaprobando esa acción. Jin habló; —todos salgan, déjenme hablar con Taehyung.— dijo serio.
Todos, incluyendo a Hoseok, Dara y Jimin.
—deberías alegrarte por tu hermano, deberías compadecerlo, él no será rey, puede al menos elegir quién será su esposa.— Ya solos Jin comenzó a decir.
—si es por el trono, creo que es más conveniente que cases a Hoseok con Eunha, ellos son casi de la edad, sería mejor.— Taehyung aún con el tono fuerte.
—¿estáis dispuesto a renunciar a la corona por un capricho?— Jin comenzaba a molestarse.
—no es un capricho, estoy siendo justo y lógico, yo soy demasiado grande para ella y no quiero ser rey, quiero ser feliz y libre.— con sinceridad.
—haz enloquecido ya, ¿qué piensas que dirá el rey Jeon acerca de ésto? No le hará feliz saber que mi hijo rechazó a su hija, no podemos humillarlos de esa forma.—
—no, inclusive le alegrará, así no se menosprecia a su hijo Jungkook y ambos mayores de ambos reinos dejan el poder, siendo justa la situación porque ... —
—¡No!— interrumpió a Taehyung con enojo. —¿cómo te atreves a cuestionar mis órdenes?—
—padre, perdón pero pienso que tomó la decisión incorrecta.— confesó con valentía.
—¡Taehyung! ¡respétame! Te casarás y no quiero ni un lloriqueo más acerca del tema, es una orden.—
Taehyung enfureció no se sentía escuchado, se levantó, hizo una reverencia y salió de la habitación, subiendo por las escaleras tronando los pies sobre los escalones molesto.
Taehyung golpeaba su cama, enfadado por sentirse tan asfixiado.
Fue hacia su balcón, sobre la pared que adornaba el costado del balcón estaba un detalle de madera, que le permitía bajar por ahí con mucho cuidado, si caía podía morir, pero el joven ha hecho esto tantas veces que ya no es complicado para él escapar así.
Bajó, salió a toda prisa corriendo, antes de que alguien lo viese y dijera algo. Se dirigió a su lugar favorito, aquel lugar escondido del lago donde podía conseguir paz.
Por fin llegaba al lugar, cortaba ramas mientras maldecía para sí mismo. —malditas responsabilidades de príncipe, quien las creó puede irse al infierno.— enojado decía, se calló hasta escuchar el sonido de violín que venía entre los arbustos.
Se dió prisa y observó por los pequeños espacios que había entre los arbustos que formaban esa gran pared. Vió a Jeon Jungkook tocando violín de pie, quien se detenía mirando las notas sobre la banca, seguía anotando y borrando más.
Taehyung se calmó y pensó que era increíble, él estaba componiendo música.
Kim sin hacer ruido corrió a entrar, mientras gritó; —¡tocas muy bien!—
Jungkook quien tenía los ojos cerrados se espantó, dejó caer el violín al suelo, rompiéndose.
—lo siento tanto.— Taehyung corrió a levantarlo, pensó que Jeon explotaría de coraje y le gritaría, pero no.
Jungkook tocó su hombro. —no hay problema, tengo más de esos.— sorprendentemente estaba relajado.
Aún así Kim se levantó con el violín partido en dos en las manos.
Jungkook lo tomó, guardando lo que quedaba en el estuche. —¿qué hacéis aquí?—
—yo debería preguntar eso Jungkook, tú ya sabes que éste es mi lugar.— Taehyung con tranquilidad.
—bueno, desde que te encontré aquí pensé que era un tranquilo lugar para relajarse, así que vine a escribir un poco de música pero no te preocupes ya iba de salida.— Jungkook se colgó el estuche, caminó hacia afuera y Taehyung lo siguió.
—¿a dónde vas?— Taehyung con curiosidad, siguiéndolo hasta su caballo, el cuál era distinto al del otro día.
—tengo que dar clases de matemáticas.— Jungkook se subió a su caballo pero sin avanzar aún.
—¿también das clases de matemáticas?— Taehyung sorprendido.
—doy todas las materias por ejemplo: matemáticas, literatura, geografía, también de equitación.— Jungkook con seriedad.
—wooow, ¿puedo ir contigo?— Taehyung interesado.
—¿a tomar clases?— Jeon levantó una ceja. —creo que sí te hacen falta.— bromeó y se rió de su propio comentario.
Taehyung se rió irónicamente. —¿sí o no?— se cruzó de brazos, mirándolo hacia arriba pues estaba encima del caballo.
Jungkook sonrió de lado. —está bien, puedes ir a observar.— estiró su mano, extendiéndola a Taehyung, la cuál él tomó y lo ayudó a subirse tras él.
—no hablaré, los niños no son lo mío.— Kim riéndose. —como das equitación, debes ser excelente conduciendo caballos.— puso sus manos al rededor de Jungkook suavemente.
—soy muy bueno conduciendo a mis caballos, pero agárrate bien, éste es nuevo.— Jeon dijo comenzando a avanzar a toda velocidad.
Llegaron a uno de los pueblos del reino negro.
Bajaron del caballo, iban caminando ambos al lado de él, pues Jungkook se dirigía a donde daba clases y Taehyung lo seguía. Teniendo pláticas vagas, donde se conocían un poco más.
Llegaron a un lugar donde habían muchos niños reunidos, esperando a Jungkook.
Él amarro a su caballo en la rama baja de un árbol, fue directo a los niños los cuales parecían tener de 6 -10 años. Se alegraron muchísimo al verlo llegar y Jungkook también se puso feliz de verlos.
Taehyung lo miraba con fascinación.
Empezó la clase, todos los niños estaban sentados sobre un tapete y Jungkook frente a ellos, Taehyung decidió sentarse detrás de los niños a observar a Jeon dar la clase.
—¿en qué nos quedamos la semana pasada?— preguntó.
Levantaron la mano para poder responder, Jungkook eligió a una niña y ella respondió; — contábamos hasta el 5.—
—correcto, ¿todos saben contar hasta el 5 ya?— Jeon preguntó y ellos dijeron que sí.
Taehyung se sorprendió de saber que apenas sabían contar hasta el 5.
La ignorancia que había en los pueblos era grande es bien sabido que la educación es un privilegio que sólo la nobleza y los adinerados comerciantes tienen, el hijo de un criado no tenía la oportunidad de aprender pues apenas los criados y agricultores adultos sabían lo que es el comercio y cuánto valían las cosas, al tener tal desconocimiento era lo que provocaba que abusaran de ellos y no se les recompensara como debería.
—contemos juntos.— levantó su mano en puño, levantó un dedo y los niños dijeron "uno", levantó el segundo y los niños dijeron "dos" y así sucesivamente con todos los dedos de la mano.
Lo hicieron bien. —ahora podemos seguir, ésta clase nuestro objetivo es aprender a contar 10.— aunque hablaba con niños Jungkook no perdía el porte ni el tono de respeto y educación con el que se dirigía siempre. —tenemos dos manos, cada una tiene cinco dedos y si los contemos todos tenemos diez, ahora es así .. — comenzó a contar sus dedos desde el 1 al 10 una y otra vez.
Los niños comenzaban a imitarlo, eran tranquilos y educados como Jungkook.
Taehyung los veía tan anonadado de la experiencia pues nunca había visto algo así, ni siquiera imaginado, él se educó en casa y educaron a Hoseok de la misma forma, jamás pensó en la educación afuera del castillo como Jungkook la practicaba.
Jeon los dejó practicando en pares supervisándolos y corrigiendo si se equivocaban.
Se agachó a ayudar personalmente a uno de los niños más pequeños, sostuvo sus manos y le indicó de nuevo los números, lo hizo repetir.
Kim sabía que él tenía una vista diferente para la vida y nunca había encontrado alguien que también la viera de otro modo, pero justo ahora lo conocía, alguien que no veía las cosas como los demás, que veía más allá de los límites y eso le gustaba. Miraba a Jungkook fijamente.
Una de las niñas más grandes se acercó a Taehyung. —disculpe, ¿podría decirme si estoy bien?— con respeto.
Taehyung desvío la vista a la niña, asintió y le prestó atención.
Ella comenzó a contar, trabándose en el siete.
Kim con sutileza levantó el siguiente dedo de la menor. —sigue el ocho.— con paciencia, cosa que es extraña en Taehyung pues la paciencia no es una de sus virtudes.
—¿después el nueve?— ella levantó el siguiente.
—sí, ¿el último es?— Taehyung haciendo una expresión agradable.
—diez.— ella lo levantó.
Taehyung asintió.
—gracias.— hizo una pequeña reverencia y regresó con sus compañeros a seguir practicando con ellos.
Kim levantó la vista y Jungkook se acercó con él, suavemente le susurró. —no son lo tuyo.— repitiendo sus palabras de hace unos momentos.
Taehyung sonrió y no pudo responder pues Jungkook no se quedó más con él, siguió con los niños, dándoles ejemplos con pequeñas piedras, haciendo que reconocieran bien cuál es el 6, el 7, el 8, el 9 y también el 10 por separado.
Es algo que sonaría fácil para todo aquel que ha recibido educación la mayor parte de su vida, pero para éstos niños que han tenido de 6-10 años sin haber estudiado nada parecía ser complicado pero no imposible, aparte de tener las ganas de estudiar en sus ojos.
Terminó la sesión de estudio. —su tarea es practicarlo en casa.— Jungkook dijo antes de verlos irse.
Taehyung y Jungkook caminaron al caballo de vuelta, Kim no podía callarse las ganas de hablar sobre eso; —¿por qué haces ésto?—
—necesitamos un pueblo educado.— desamarró su caballo y siguieron caminando.
—¿crees eso?— Taehyung mirándolo.
—sí, para avanzar como reino tienen que estar listos para cualquier situación ya que cuando ellos crezcan, sabrán negociar, administrarse, invertir, con todo eso levantarán la economía del reino y eso nos pondría en un lugar favorable tal vez como potencia.—
Taehyung resoplo levemente, encontrando la lógica en lo que él decía, porque era así el conocimiento siempre será una gran arma y si su pueblo está preparado eso los pondría un paso adelante de todos los demás reinos.
—además no queremos tener un reino lleno de niños irrespetuosos y mal educados.— lo miró con las cejas arriba y una sonrisa insinuante.
Kim se rió pero respondió; —¿qué tratas de decirme?— tomándolo a que lo suponía de él.
Jungkook se rió, llegaron al final del pueblo.
—¿quieres ir a ver a Eunha?— Jeon dijo subiéndose en su caballo nuevamente.
—¿para qué?— Taehyung frunciendo el ceño.
—ammm, probablemente porque es tu prometida, pensé que querrías visitarla.— Jungkook confundido.
—ah, claro, me encantaría.— fingiendo.
De nuevo tomó la mano de Jungkook y subió detrás de él en el caballo, sintió algo de emoción al agarrarse de nuevo a él para no caerse, pudo sentir su abdomen marcado bajo la ropa pensamiento que lo hizo ruborizarse pero gracias al cielo que Jeon no podía observarlo pues le daba la espalda.
Llegaron al castillo negro.
Bajaron y entraron a la sala principal, topándose con Tiffany, ambos jóvenes hicieron reverencia ante la reina.
—Taehyung, que gusto tenerte aquí.— ella dijo enseguida.
—gracias.— Tae con una sonrisa.
—ha venido a ver a Eunha, iré a avisarle que estás aquí, no tardo.— Jungkook fue rápidamente por las escaleras.
Taehyung se quedó ahí con Tiffany, lo cuál era algo incómodo pues ninguno hablaba, no había qué decirse, el silencio inundaba la habitación hasta que bajó de nuevo Jungkook. —te llevaré a su habitación.—
Kim siguió al mayor de los Jeon, hasta el pasillo donde estaba la habitación de ella.
Taehyung iba observando todo, al final, a lo muy lejos del pasillo había una puerta. —¿allá qué hay?— la señaló.
Jungkook observó de lo que se refería y respondió; —esa es mí habitación.—
Después de tocar en la puerta de Eunha, volvió a escuchar la voz de Taehyung hablándole; —mmm, ¿algún día la podré ver?—
El príncipe lo miró con confusión al hacer esa pregunta pero antes de poder cuestionarlo, Eunha abrió.
—hola Taehyung.— Dijo con educación.
Él saludó amable.
Jungkook los dejó solos.
Él estaba adentro con ella, tenía un vestido azul de seda, con un tipo de mandil sobre su falda donde guardaba sus pinceles y limpiaba el exceso de pintura, la observaba pintar con su caballete y su lienzo, por la pared de su habitación tenía muchas obras terminadas.
—¿todas las acabas de hacer?— Taehyung sorprendido, eran muchas y se veían frescas aún.
Eunha asintió. —suelo pintar mucho cuando me siento nerviosa o molesta.— siguió pintando sin mirarlo.
—¿y estás nerviosa o furiosa?— dijo con humor, sentándose en el sofá de su cuarto.
Ella se rió por la pequeña rima y sintiéndose cómoda lo miró. —estoy nerviosa, en unos días será nuestra fiesta de compromiso.—
—también me pone nervioso tener que proponerlo frente a todos, pero no tienes que preocuparte por aquello, sólo tienes que decir que sí.— Taehyung siendo muy amable, hacía que se creara esa atmósfera de confianza en la que Eunha se sentía cómoda.
Ella no respondió, siguió pintando.
—¿puedo preguntarte algo?— Taehyung después de unos momentos.
—claro.— ella lo miró, prestándole atención.
—¿tú te quieres casar?— Kim fue bastante sensible al preguntar pues no quería ofenderla.
Eunha suspiró. —cumpliré con mi responsabilidad de princesa.— admitió y Taehyung entendió a la perfección que era un claro "no".
Se sintió aliviado. —yo tampoco quiero.— confesó enseguida.
Eunha se rió por su manera directa de decir las cosas, fue a sentarse con él y de buen humor dijo; —lastimosamente tenemos que hacerlo.—
—lo sé, mis padres no me han dejado respirar ni un momento con el tema, que quieren nietos, que tu vestido, que lo que diré en la fiesta de compromiso, todo eso.— Taehyung.
—¿ni-nietos?— Eunha asustada.
Kim la observó y la calmó negando con el rostro. —ellos quieren, pero yo no, creo que aún eres demasiado joven, no me mal entiendas eres bellísima .. sólo que no quiero hijos tan rápido.— explicó en pánico.
Ella por fin pudo respirar. —me alegra oír eso, tampoco quiero hijos ahora.—
Ambos sonrieron mutuamente de estar de acuerdo, primer cosa en la que ambos coincidían.
—no sabes como me tranquiliza estar en sintonía contigo sobre nuestro matrimonio, supongo que así será más sencillo llevarlo.— Taehyung agregó.
Eunha se quedó pensando y habló; —¿entonces es momento para hablar sobre lo que queremos?— en éste momento sentía que podía hablar de todo con él y que estaba bien pues eso es lo que él transmitía.
Taehyung asintió, esperando que continuara.
—quisiera, si vuestra voluntad está de acuerdo .. no tener favoritas ..— Eunha dijo con valor.
Taehyung quedó anonadado. —¿Esa regla aún existe? En mi reino no, desde hace dos generaciones atrás.— confesó.
—sí, mi padre tiene tres favoritas ahora mismo e hizo que Jungkook eligiese una también.— ella lucía realmente molesta acerca del tema y quería compartirlo con alguien ya que nunca tenía con quién desahogarse.
—¿Jungkook tiene favorita?— Taehyung sorprendido, sonaba algo ofendido.
Eunha se quedó confundida ante la inusual reacción. Pues esperaba que le sorprendiera que el rey tuviese tres favoritas y no Jungkook que sólo tenía una.
Taehyung sintió demasiado silencio en el momento y habló. —claro que no haría eso, cuando suba al trono quitaré la norma definitivamente.—
Ella sonrió, ignorando lo anterior. —gracias.—
Él también le sonrió, dándose cuenta que por su propia reacción, supo y confirmó que Jungkook le gusta, si no la noticia de que tenía favorita no le hubiera dolido así sin razón.
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