Mentira
No sabía cómo enfrentaría ese día, y en cuanto puso un pie dentro de la empresa deseó pedir el día libre e inventar alguna enfermedad, o quizás no sería necesario fingir, se sentía enferma del estómago del solo pensar que tenía que pasar todo el día sentada en un escritorio a la vista de su jefe.
-Estúpido Harry-maldijo para sí misma en un intento por librarse de su frustración.
-Nos vemos Jade, trata de no toparte con ninguna enorme araña hoy -se burló su amiga dirigiéndose hacia el departamento de marketing del tercer piso.
-¡No te burles! -se quejó sintiéndose avergonzada de que la gente hubiera escuchado lo que su amiga le acababa de decir. Maldita.
-Oh, buenos días Jade -la saludó su jefe, al pasar por su lado- Que inusual que llegues tarde.
A la muchacha se le heló la sangre en las venas al sentir esa voz a su espalda, temía enfrentarlo pero no tenía opción.
-Ah, si... No me sentía muy bien esta mañana -dijo con la mirada baja.
-¿Te sientes bien ahora? -preguntó preocupado.
-Sí, no se preocupe. Estaré bien.
Inesperadamente él posó su mano sobre su frente para verificar que no estuviera con fiebre. Aquel pequeño gesto la hizo sonrojar y de pronto no sabía cómo actuar o qué decir.
-Parece que no tienes fiebre, pero... ¿estas segura de que no quieres ir a casa?
Harry alejó su mano y Jade se abofeteó mentalmente cuando extrañó el contacto de su piel tibia y suave. Esa era la oportunidad que había estado esperando para huir de ahí.
-Creo que estaré bien.
Se traicionó a sí misma. Su mente y su corazón se peleaban por tomar el control porque sí, en medio de su larga noche en vela había aceptado que no sólo era atracción física lo que sentía por Harry Styles, sino algo más profundo, algo que bien podría definirse como amor... estaba estúpidamente enamorada de su jefe, y aun no sabía cómo sentirse con respecto a su nuevo descubrimiento.
-Está bien, pero prométeme que si quieres irte a casa temprano o si necesitas algo me avisaras.
Ella asintió en silencio mientras caminaban hasta el elevador que los llevaría al décimo piso, donde ambos trabajaban. Harry era el encargado del área financiera y Jade su secretaria; ambos trabajaban bastante bien juntos, y a diferencia de otras secretarias que se quejaban de sus malvados jefes, a Jade le gustaba mucho su trabajo.
Ese silencio que se formó entre ellos era algo incómodo, pero no sabía que sería correcto decir para romperlo. De alguna manera desde la noche anterior todo había cambiado, y era difícil hablar como lo habían hecho siempre.
N/A:
No se olviden de votar. Este es el primer libro qué explica lo qué sucedió con Jarry antes de qué Jade empezara a enviarle Cartas A Harry qué es la secuela de esta historia.
Muy pronto subiré capitulos.
Xoxo,Jazz
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